Por Pablo G贸mez Iniesta*
La tranquilidad en Italia termin贸 hace semanas tanto para el primer ministro Mario Draghi y para su gobierno de consenso, apoyado por las principales formaciones del pa铆s. Y qui茅n sabe si lleg贸 a gozar de calma en alg煤n momento tras su comienoz en febrero.
El contexto pand茅mico de la covid-19 tampoco ha contribuido a la tranquilidad. Desde que la Agencia Europea del Medicamento aprobara los compuestos a inocular en el viejo continente, el movimiento antivacunas surgi贸 en algunos estados de la UE, Italia entre ellos. A pesar de contar con pr谩cticamente 70 % de la poblaci贸n totalmente inmunizada, el escepticismo respecto a la vacunaci贸n contin煤a en el foco de la opini贸n p煤blica.
Las autoridades europeas han defendido la importancia de vacunarse para alcanzar la inmunidad y recuperar la actividad social y econ贸mica lo antes posible, pero algunas voces influyentes han manifestado su disconformidad.
¿Por qu茅 la vacunaci贸n es un asunto pol茅mico en Italia?
Es preciso remontarse tres a帽os para ofrecer una respuesta aproximada a esta pregunta. En 2018, la coalici贸n de gobierno entre Movimiento Cinco Estrellas y la Lega retiraba una ley que requer铆a la vacunaci贸n obligatoria de los ni帽os para su matriculaci贸n en la escuela, dejando en manos de los padres la decisi贸n final.
Los mensajes de ambas formaciones cuestionando las instituciones, tambi茅n en el 谩mbito sanitario y cient铆fico, calaron profundamente en la poblaci贸n y m谩s con el potente altavoz dispuesto en las plataformas sociales y los medios de comunicaci贸n, canales en los que han tenido una destacada presencia. En ellos expresaban la inutilidad y la peligrosidad de la vacunaci贸n y sus efectos secundarios.
Un precedente que parece haber sido transferido a la actualidad: algunos representantes de estas formaciones se han sumado a las campa帽as que se opon铆an a la vacunaci贸n (el movimiento No-Vax).
Las disputas en el seno de la Lega han sido sonadas y han comprometido, por momentos, los argumentos de su secretario Matteo Salvini. Esta corriente ha sido aprovechada por la propia Lega y otros partidos de la derecha, como Fratelli d´Italia, afanados en hacerse con la simpat铆a de aquellos que deambulan en su espectro ideol贸gico, sin saber bien por qui茅n decantarse delante de las urnas ante los comicios en curso.
La expresi贸n p煤blica del movimiento se produjo el pasado 9 de octubre en la Piazza del Popolo de Roma. Los No-Vax manifestaron su desaprobaci贸n respecto a la nueva pol铆tica implementada por el Gobierno para combatir la pandemia que pasa por la obligatoriedad del Certificado Covid (Greenpass) para acudir a los centros de trabajo a partir del 15 de octubre.
El acto termin贸 con altercados y agresiones a la polic铆a cuando parte de los asistentes irrumpieron violentamente en la sede del CGIL, el sindicato m谩s importante del pa铆s, despu茅s de haberse aproximado al Palacio Chigi, sede del Gobierno. Por un momento, recordando el asalto al Capitolio de Estados Unidos en enero.
Pero ¿qui茅n est谩 detr谩s de esta corriente y de los altercados?
Esta es la gran cuesti贸n cuando se trata de analizar el peligroso calado de estas iniciativas. El partido pol铆tico de extrema derecha Forza Nuova se ha convertido en el instigador principal, amparado por la ambig眉edad de las grandes formaciones de la derecha.
De corte nacionalista y neofascista, ha manifestado su rotunda oposici贸n a asuntos como el aborto y el matrimonio homosexual.
En las 煤ltimas elecciones generales de 2018 obtuvo 0,38 % de los votos al Parlamento y 0,50 % del Senado, quedando sin representaci贸n en las dos c谩maras. Durante el 煤ltimo a帽o ha librado una dura oposici贸n a las restricciones por la pandemia, como la obligatoriedad de la mascarilla. Ahora, el Greenpass es el motivo de su protesta que tiene en las redes sociales su principal altavoz, adem谩s de la difusi贸n de comunicados por Whatsapp y Telegram.
La intervenci贸n del partido en la manifestaci贸n se ha saldado, adem谩s, con la detenci贸n de su secretario y fundador en 1997, Roberto Fiore, as铆 como con la de Giulano Castellino, su hombre fuerte en la capital.
Con un expediente plagado de altercados, agresiones y tr谩fico de drogas, Castellino es tambi茅n un nombre relevante en la curva sur del Estadio Ol铆mpico durante los partidos de f煤tbol de la A.S. Roma pues, durante los a帽os 90 del pasado siglo, fue uno de los art铆fices del cambio de tendencia hacia el fascismo del Commando Ultr脿 Curva Sud (CUCS). Sus v铆deos alentando a las masas para atacar las sedes, meg谩fono en mano, circulan por la red y las principales cadenas televisivas desde el pasado fin de semana.
La derecha condena la violencia, pero contin煤a navegando en la ambig眉edad discursiva
Precisamente, sobre Castellino se han centrado las cr铆ticas de las voces m谩s relevantes de la derecha italiana. Giorgia Meloni, presidenta de Fratelli d’Italia, condenaba la violencia y lanzaba un dardo contra el Ministerio del Interior por no anticipar la situaci贸n y permitir la participaci贸n de individuos peligrosos, mientras reivindicaba el derecho de aquellos que se manifestaban de forma pac铆fica en contra de una medida que consideraba una gesti贸n err贸nea del Gobierno.
En la misma l铆nea, Matteo Salvini alud铆a a la irresponsabilidad de la ministra Luc铆a Lamorgese por permitir la presencia de personas conflictivas y, adem谩s, consideraba agotado el debate sobre fascismo, nazismo o comunismo en la actualidad.
“Lavoro e salute” es la expresi贸n m谩s utilizada por Salvini en sus intervenciones televisivas durante las 煤ltimas semanas. Con la Lega en el acuerdo de gobierno, no se posiciona en contra del Certificado Covid, pero propone test gratuitos y su validez durante m谩s horas para garantizar el derecho al trabajo de los ciudadanos.
Los dirigentes de ambos partidos son ahora los protagonistas de una disputa por la hegemon铆a de la derecha en Italia. Un choque por hacerse con la influencia ideol贸gica en la que el discurso representa una piedra angular y sobre la que destaca la postura comprometida de la Lega como miembro del gobierno.
Sin embargo, coinciden en transmitir un mensaje ambiguo al ser preguntados por la posible ilegalizaci贸n de Forza Nuova y apuntan a la prohibici贸n de cualquier movimiento de car谩cter violento con independencia de su ideolog铆a.
Un posible escenario para la ilegalizaci贸n de Forza Nuova
El ataque al CGIL ha sido interpretado como una importante amenaza contra las bases de la democracia en Italia. Las organizaciones sindicales son agentes de peso en el contexto social y pol铆tico del pa铆s, en buena medida por su alta filiaci贸n (m谩s de ocho millones).
El CGIL es el sindicato m谩s importante, con m谩s de cinco millones y medio de afiliados en todo el territori. Su voz y posicionamiento respecto a los derechos de los trabajadores es respetada y valorada por los gobernantes. Por este motivo, Mario Draghi no tard贸 en condenar el ataque a la sede del sindicato y escenificar su solidaridad abraz谩ndose con Maurizio Landini, secretario de la organizaci贸n.
El pr贸ximo fin de semana, Roma vivir谩 de nuevo jornadas intensas ante un oto帽o que se presenta caliente en clave pol铆tica. A escasas horas para la celebraci贸n del balottaggio (segunda vuelta en las elecciones municipales), la ciudad se prepara para acoger una manifestaci贸n multitudinaria en contra del fascismo convocada por el propio CGIL junto a otros sindicatos como CISL y UIL.
La tensi贸n, a ra铆z de la reciente expresi贸n fascista, se ha extendido a las calles y los partidos pol铆ticos. As铆, el Partido Democr谩tico y Forza Italia han presentado dos mociones para que prevalezca la Constituci贸n e ilegalizar la formaci贸n Forza Nuova.
En definitiva, el caldo de cultivo que ba帽a Italia estos d铆as resulta cuanto menos preocupante. Las elecciones celebradas la semana pasada parec铆an dar un respiro y frenar la emersi贸n de este tipo de movimientos con la victoria de la izquierda en las principales plazas. Y m谩s ante la pol茅mica suscitada por los contrarios a la inoculaci贸n durante los 煤ltimos meses.
Sin embargo, los recientes acontecimientos han contribuido a una polarizaci贸n extrema del debate suscitado en torno a la vacunaci贸n y al Greenpass. La obligaci贸n sobre el certificado se prolongar谩 hasta el 31 de diciembre. Ese ser谩 el momento oportuno para evaluar su impacto, no solo a efectos sanitarios como incentivo a la vacunaci贸n, tambi茅n para analizar la deriva de la corriente contraria al proceso, as铆 como de los peligrosos colectivos que se han incorporado.
* investigador predoctoral de la Facultad de Comunicaci贸n de la Universidad de Castilla-La Mancha-Espa帽a.
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