El volcán de La Palma desata su furia con una actividad más efusiva desde el pasado fin de semana. El Cumbre Vieja no ha dejado de rugir y soltar lava con más virulencia que antes y a cotas de altura inéditas.
El derrumbe parcial del cono principal hizo que varias bocas se unieran, aumentando el caudal de lava. Eso ha hecho que se formen nuevas coladas aunque no amenazan nuevos territorios porque se han unido a la principal en su recorrido hacia el mar.
Ya son más de 400 las hectáreas cubiertas de magma en la isla canaria, y la fajana que la lava ha ganado al mar ocupa más de 30 hectáreas.
Con una actividad todavía intensa, se registraron 40 terremotos la pasada noche.
Mientras los afectados esperan las ayudas, que ascienden a 206 millones de euros, se intenta recuperar lo antes posible el suministro de agua a los cultivos con plantas desaladoras portátiles y un buque cisterna.
Euronews