OPINI脫N de Alberto Adrianz茅n M.*
El que el fujimorismo y la derecha est茅n convocando el martes el 26 de octubre una “gran marcha por la nulidad de las elecciones” con la consigna “Gan贸 Keiko”, es, acaso, la mejor prueba de que estos grupos reaccionarios luego de la segunda vuelta caminan en un solo sentido: la vacancia presidencial y si es necesario el golpe de Estado. Gracias a la web El Foco en estos d铆as hemos sabido de la existencia de un grupo de empresarios cuyo objetivo principal es vacar al Presidente, y cuyos miembros estar铆an ligados a un grupo de empresarios de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) “dispuestos a pagar a medios de comunicaci贸n para publicar noticias en contra del mandatario y subvencionar cierres de carreteras para propiciar el caos en el pa铆s…para “sacar al comunismo” del Per煤”. Seg煤n esta fuente uno de estos grupos se denomina la “Cofrad铆a del Pisco”, cuyo n煤cleo son empresarios miembros de la SNI y que ser铆a “liderados por el ex ministro de Comercio Exterior Jos茅 Luis Silva Martinot”.
En este contexto de marchas y grupos conspiradores golpistas no nos debe extra帽ar que el d铆a de ayer, 19 de octubre, la mayor铆a del Congreso (79 votos contra 43) no solo haya aprobado, por insistencia y de manera inconstitucional, una ley (en realidad, una interpretaci贸n aut茅ntica de la Constituci贸n al estilo fujimorista) que supuestamente regula el llamado voto de confianza sino que tambi茅n haya rechazado ese mismo d铆a una propuesta del Ejecutivo para regular tanto el voto de confianza como el tema de la vacancia presidencial y as铆 llegar a un consenso. No hay mejor se帽al de que la guerra entre el Congreso y el Ejecutivo continuar谩 que el comportamiento de la presidenta del Congreso Mar铆a del Carmen Alva que dej贸 conducir el debate para ir a su esca帽o y votar p煤blicamente por esta ilegal ley.
Con esta aprobaci贸n por insistencia la derecha en el Congreso ha roto el equilibrio de poderes al limitar la capacidad de respuesta del Ejecutivo para enfrentar los ataques, chantajes y obstrucciones de la oposici贸n en el legislativo. Este desequilibrio es mayor cuando el Congreso no solo mantiene su capacidad de vacar al Presidente por la causal de "incapacidad moral" sino tambi茅n porque la "interpretaci贸n" de esta causal la hace el propio congreso. Dicho de otra manera: mientras a uno se le restringe el poder al otro se le mantiene el mismo poder. Lo democr谩tico, como se plante贸 en el debate en el Congreso, era discutir, junto con las limitaciones al voto de confianza, las precisiones a la vacancia presidencial para encontrar un nuevo equilibrio entre los poderes y mantener as铆 lo que se帽al贸 el propio Tribunal Constitucional: “En este orden de ideas, la cuesti贸n de confianza, como instituci贸n cuyo ejercicio queda en manos del Ejecutivo, fue introducida en el constitucionalismo peruano como un contrapeso al mecanismo de la censura ministerial asignado al Poder Legislativo, por lo que debe ser entendida a partir del principio de balance entre poderes” (Expediente 0006-2018PI/TC, fj. 61) . Cuando no existe equilibrio de poderes, como ahora, el Ejecutivo se convierte en un bull y en un poder disminuido capaz de ser sometido por la derecha y la mayor铆a del Congreso a sus intereses, mientras que los ministros pasan a ser unos simples palitroques de un juego de bolos (o bowling) de la derecha o sus representantes. Van, pues, a la conquista del gobierno o a la vacancia presidencial.
Por ello el camino debi贸 ser una reforma constitucional y la b煤squeda de un acuerdo que mantenga el equilibrio de poderes que es uno de los pilares de la democracia y no esta ilegal reforma de la Constituci贸n. En ese sentido, lo aprobado en el Congreso es un paso m谩s en el camino que viene transitando la oposici贸n y la derecha para "domesticar" al Ejecutivo y si ese camino no funciona para vacar (o destituir) al Presidente por "incapacidad moral". A ello se suma que con esta "ley" la oposici贸n ha impuesto, en la pr谩ctica, un veto al Presidente para convocar a una Asamblea Constituyente y/o proponer reformas parciales a la Constituci贸n ya que no podr谩 hacer cuesti贸n de confianza para intentarlo. Y si a todo ello le sumamos la creaci贸n de una Comisi贸n para investigar unas supuestas anomal铆as en la segunda vuelta presidencial, as铆 como la campa帽a de la casi totalidad de los medios de comunicaci贸n contra el gobierno, debe quedarnos claro que el camino de la derecha es la vacancia o el golpe si fuera necesario. Y frente a ello, el gobierno, no solo es fr谩gil y est谩 dividido por los absurdos conflictos entre el Ejecutivo, el partido Per煤 Libre y su bancada, sino que se asemeja a la imagen al de un boxeador que sube al ring con un brazo atado a la espalda y que tiene frente a un rival que “interpreta” las normas del juego a su antojo; es decir, el opositor es el arbitro al mismo tiempo. Cuando esto sucede la democracia se convierte en un fraude permanente y en un r茅gimen pol铆tico autoritario que es lo que busca la derecha; es decir, volver al r茅gimen fujimorista.
Adam Przeworski afirma que: “elegimos a nuestros gobiernos por medio del voto. Los partidos proponen pol铆ticas y presentan candidatos, nosotros votamos; seg煤n las reglas preestablecidas, se declara un ganador, este ocupa su cargo y el perdedor se va a su casa. A veces hay fallas en el sistema, pero por lo general el proceso funciona sin sobresaltos” . Hoy sabemos que eso no sucede en nuestro pa铆s. Ahora los que pierden, es decir, la derecha, una 茅lite racista, los militares, los grandes empresarios y medios de comunicaci贸n, el fujimorismo y una mayor铆a del Congreso, quieren ganar negando que en nuestro pa铆s, hubo un proceso electoral legal, limpio y leg铆timo; y si para ganar en esta suerte de “guerra” contra el gobierno, es necesario acabar con nuestra fr谩gil democracia, ah铆 est谩n listos para decirnos que la amenaza autoritaria en el Per煤 pa铆s no viene de la izquierda y sino que viene como siempre lo fue de la derecha.
* Otra Mirada