Ir al contenido principal

Laura Fátima Castelló Paz: "Desarmar el machismo es cosa de toda la sociedad", de Carmen Briz

Carmen Briz

Laura Fátima Castelló Paz.

Laura Fátima Castelló Paz.

¿Con qué recursos humanos y materiales cuenta para sacar su trabajo adelante?

Los recursos son un bien preciado y han de ser precisos para poder llevar a cabo proyectos, campañas, sesiones de formación, asesoría jurídica o estudios analíticos.

En este último año, y a raíz de la nueva normativa para planes de igualdad, se ha puesto en marcha un trabajo interno de formación, que ha implicado a personas de otras áreas. Por otra parte, cuento con las secretarías de Mujeres de las federaciones territoriales. Y espero ampliar el actual equipo de la secretaría federal, que actualmente cuenta con dos técnicas.

¿Cuáles son los temas fundamentales en los que ha trabajado su secretaría en estos últimos cuatro años?

Desde 2007, contamos con los planes de igualdad, una herramienta imprescindible para corregir y alcanzar la igualdad en las empresas. Han pasado catorce años desde entonces y las discriminaciones que diagnosticamos en su momento persisten. Los avances son tímidos pasos, por lo que se han requerido medidas urgentes a través de las leyes. Nuestro trabajo en este campo es de gran intensidad.

Las violencias machistas -que tienen su manifestación también en los entornos laborales y la normalización de algunas conductas en sectores en el que el espacio de trabajo coincide con el ocio de otras personas- es otra de las preocupaciones de la secretaría. Hay que establecer protocolos y formar en prevención y lo más importante, trasladar estas cuestiones a la negociación colectiva sectorial o de empresa.

El último año, el covid ha sido el centro de todo en nuestras vidas y, en este contexto, el riesgo de retrocesos en derechos es aún mayor en el caso de las mujeres. Nos espera un trabajo intenso.

¿De qué campaña, de entre las muchas que han puesto en marcha durante los últimos cuatro años, se siente más orgullosa?

Todas las campañas, de una u otra manera, pretenden la eliminación de la brecha salarial y dar visibilidad, con un enfoque de género, a la precariedad laboral. En este sentido, destacaría la campaña de El cliente no siempre tiene la razón, que abogaba por un trabajo seguro y libre de acoso sexual para las camareras de pisos en hoteles.

También destacaría la edición de informes anuales en torno al 22 de Febrero, Día Europeo por la Igualdad Salarial entre Hombres y Mujeres, bajo el título Nos movemos contra la brecha salarial.

Las campañas de cada 8 de Marzo son muy importantes, al igual que las del 25 de Noviembre. Por señalar alguna concreta, destacaría la campaña No es un juego. Desarma el machismo, que se desarrolló durante un mes, con un recorrido que partía de actitudes machistas normalizadas hasta alcanzar la violencia en su expresión más extrema. La campaña incluía varios tipos de acciones, pero en la primera fase en la que se denunciaban los micromachismos se creó un interesante espacio de reflexión. En la última fase, el foco se puso en señalar que desarmar el machismo sobre el que se asienta la violencia machista es cosa de toda la sociedad y que trabajar en valores de igualdad es una manera de combatirla.

¿Piensa que se tiene en cuenta el talento femenino en la organización o, por el contrario, continúa siendo más costosa la consolidación de mujeres líderes?

Los avances en el sindicato son importantes y constatables. En la Federación de Servicios, de 17 secretarías generales territoriales 10 están llevadas por mujeres. Pero no hemos llegado al final del camino. Por otra parte, el sindicato cuenta con el legado del trabajo desarrollado por muchas secretarias de Mujeres que nos antecedieron, que fueron poniendo los peldaños necesarios en la escalera hacia la igualdad.

Pienso que hay que darle una vuelta a algunas cosas que se hacen y comprobar si pasa la prueba de las “gafas moradas”. Esto es una carrera de fondo.

¿Cómo se ha trabajado desde su secretaría en el reconocimiento de derechos para las personas LGTBI+?

El reconocimiento de los derechos de las personas LGTBI+ supone el reconocimiento de derechos humanos. Estos derechos se vulneran desde el mismo momento en el que se pretende invisibilizarlas o no son nombradas o se utiliza el concepto de familia en un sentido heteronormativo y, en los casos más graves, cuando se les discrimina o se les ataca. En defensa de todo ello es preciso establecer políticas concretas que garanticen sus derechos y hagan desaparecer la discriminación. Contribuimos a hacerlo con campañas concretas como, por ejemplo, en el día 26 de Abril, Día de la Visibilidad Lésbica.

Desde hace tiempo estamos implementando protocolos contra el acoso y procedimientos que ayuden al conocimiento y normalización de las realidades de las personas LGTBI+. Dentro de los criterios para la negociación colectiva, acompañamos de forma concreta normas y procedimientos inclusivas y contra la LGTBifobia.

Mirando hacia el futuro, ¿en qué temas debería poner el foco de atención la secretaria que lidera?

Estamos viviendo una etapa en el que los mensajes misóginos y negacionistas de los partidos políticos de ultraderecha pretenden crear confusión con conceptos que son muy complejos, haciendo demagogia con el claro interés en que no se avance y todo siga igual.

Al mismo tiempo, habrá que atender a los cambios tecnológicos y a otras formas de consumo que la crisis de la pandemia ha provocado o acelerado.

Los grandes temas siguen siendo: eliminar la brecha salarial; acabar con la precariedad laboral; el justo reparto de las responsabilidades de cuidados para garantizar la conciliación personal, laboral y familiar; el acceso real y efectivo de las mujeres a los puestos de trabajo de mayor responsabilidad en las estructuras de las empresas; revertir la minusvaloración de los trabajos feminizados; acabar con todas las formas de violencia sexista; continuar dando visibilidad a las personas LGTBI+ y combatiendo la LGTBifobia y los mensajes que la alimentan, garantizando sus derechos y que puedan vivir en libertad.

¿Cómo desearía que fuera el sindicato?

CCOO es un sindicato de clase, independiente, participativo, democrático y feminista y no desearía que fuera otra cosa más que lo que ya es.

El sindicato lo hacemos mujeres y hombres con vocación de cambiar la sociedad y las relaciones en las empresas, reconociendo el valor que tiene el trabajo y la clase trabajadora. En concreto, para garantizar los derechos de las mujeres no nos moveremos ni un milímetro en los reductos en los que el machismo aún se mantiene. Nuestro compromiso con la igualdad entre mujeres y hombres es y debe seguir siendo firme.

¿Qué mensaje le haría llegar a las sindicalistas más jóvenes?

Por una parte, cada 8 de Marzo vemos como cada vez son más las mujeres y los hombres jóvenes que salen a la calle a reivindicar la igualdad y que asumen que también han de hacer cambios en el plano personal. Pero no es suficiente, es fundamental que se organicen. Desde el sindicato, se pueden combatir muchos de los problemas que les afectan en el momento presente y deben ser protagonistas de esos cambios. Para que las cosas sucedan, hay que hacerlas suceder. Y organizarse es clave. En la Federación Estatal de Servicios contamos con sectores que emplean a mucha gente joven y muchas de las campañas realizadas ponen el foco en ellos, señalando la precariedad que se esconde tras las relaciones laborales.

Carmen Briz es periodista y forma parte del equipo de la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras.

Revista Trabajadora, n. 73 (octubre de 2021).





">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL