POR Jorge Zavaleta Alegre
“En 1517 el misionero espa帽ol Bartolom茅 de las Casas tuvo mucha l谩stima de los indios que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, y propuso al emperador Carlos V la importaci贸n de negros, que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas.”
Este comentario de Jorge Luis Borges (Buenos Aires 1889-Ginebra 1986) en su libro “Historia Universal de la Infamia” fue recordado y aplaudido por la Federaci贸n Psicoanal铆tica de Am茅rica Latina en un encuentro de principios de este nuevo siglo de un gremio profesional que compite con curanderos y adivinos que cuidan al poblador nativo del racismo secular.
La comunicaci贸n satelital permite hoy intercambiar relaciones m谩s all谩 de la comarca. Los Amish, por ejemplo, oriundos de Alemania, son poco m谩s de doscientas mil personas en todo el mundo que simbolizan mejor el rechazo a la tecnolog铆a y a la vida moderna. Ellos con sus barbas, sus carros jalados con caballos y esa ropa pasada de moda desde hace, por lo menos, ciento cincuenta a帽os son diestros comerciantes en las principales ciudades del mundo, empezando por Nueva York, Madrid y Paris.
Comentario similar podr铆amos hacer de las poblaciones nativas de Latinoam茅rica, pero nos encontramos con una extensa y profunda desigualdad horizontal y discriminaci贸n 茅tnica.
Am茅rica Latina ind铆gena en el siglo XXI, no obstante los avances contra la pobreza, la vida de los pobladores originarios a煤n se ve afectada en gran medida por la exclusi贸n econ贸mica y social. Que acertado el pensamiento de Sigmund Freud, en su Carta sobre el Bachillerato (1873-1941): “No pretendo pedirle que desmenuce implacablemente sus sentimientos cada vez que se encuentre en alguna situaci贸n dudosa; pero si llegara a hacerlo, ver铆a cuan poca certeza encuentra en usted mismo. Lo maravilloso del mundo reposa precisamente en esta multiplicidad de las posibilidades: l谩stima que sea un terreno tan poco s贸lido para conocernos a nosotros mismos”
Frase complementaria la del psiquiatra peruano Jorge Bruce (2007):“Nos hab铆amos choleado tanto. Psicoan谩lisis y racismo”, indispensables “recaudos t茅cnicos” para un instrumento cl铆nico capaz de percibir el “afecto racial” en un pa铆s de 33 millones de habitantes.
El Banco Mundial manifiesta que el auge de la primera d茅cada del siglo, los pueblos ind铆genas mostraron avances sociales significativos, experimentaron una reducci贸n en los niveles de pobreza en varios pa铆ses y obtuvieron un mejor acceso a los servicios b谩sicos. Lamentablemente, los pueblos ind铆genas no se beneficiaron en la misma medida que el resto de los latinoamericanos.
Con una combinaci贸n de crecimiento econ贸mico y buenas pol铆ticas sociales, la pobreza de los hogares ind铆genas disminuy贸. En pa铆ses como Per煤, Bolivia, Brasil, Chile. Ecuador, M茅xico y Nicaragua, la brecha educativa, que durante d茅cadas excluy贸 a los ni帽os ind铆genas, se cerr贸.
Pero los pueblos ind铆genas contin煤an enfrent谩ndose a barreras estructurales que limitan su plena inclusi贸n social y econ贸mica. Los pueblos ind铆genas representan el 8 por ciento de la poblaci贸n en la regi贸n, tambi茅n constituyen aproximadamente el 14 por ciento de los pobres y el 17 por ciento de los extremadamente pobres de Am茅rica Latina.
Hoy casi la mitad de la poblaci贸n ind铆gena de Am茅rica Latina vive en zonas urbanas. Incluso en las ciudades, los residentes ind铆genas a menudo viven en 谩reas menos seguras, menos higi茅nicas y m谩s propensas a desastres, en comparaci贸n con residentes no-ind铆genas.
Para la CEPAL, en Am茅rica Latina y el Caribe existen no menos de 671 pueblos ind铆genas y poblaciones afrodescendientes. La poblaci贸n ind铆gena supera los 44,8 millones de personas, que, por regla general, viven en zonas rurales y en condiciones de marginaci贸n e inequidad.
Los primeros avances en el reconocimiento de los derechos de estos pueblos tuvieron lugar en M茅xico y en el Per煤. Mientras que M茅xico aboli贸 los fueros especiales a los pueblos ind铆genas en el siglo XIX, Colombia los mantuvo y los utiliza para la reforma agraria y para devolver las tierras de los resguardos a los pueblos ind铆genas originalmente propietarios.
La poblaci贸n ind铆gena en Estados Unidos de Am茅rica
Se cifra entre 2,5 y 6 millones de personas, de los cuales el 23% vive en 谩reas indias americanas o aldeas nativas de Alaska. En EUA, el estado con mayor poblaci贸n nativa es California y el lugar donde reside el mayor n煤mero de nativos es la ciudad de Nueva York.
En territorios de varios pueblos nativos existen riquezas naturales muy importantes. Los m谩s visibles son los diversos reclamos judiciales por el acceso al Oleoducto Dakota y su incidencia sobre los derechos de pesca y caza y justicia ambiental, seg煤n explica El Mundo Ind铆gena.
Una referencia. La tribu Cheyenne River Sioux hab铆a presentado una respuesta a la corte, se帽alando que “el Cuerpo de Ingenieros se hab铆a mostrado casi completamente no receptivo a las solicitudes de la tribu Cheyenne River Sioux para entablar debates activos sobre el proceso [...] en curso y no se conoce ninguna respuesta de las peticiones sustantivas de la tribu”.
Actualmente, Alaska tiene 229 tribus federalmente reconocidas. Solo una, Metlakatla, tiene tierra en fideicomiso, y otra, la Craig Tribal Association, hab铆a sido capaz de poner tierra en fideicomiso antes de la decisi贸n de que se detuvieron todas las solicitudes y revisar la autoridad para tomar tierra en fideicomiso para tribus de Alaska.
Un muro de M茅xico con EEUU amenazar铆a a las Naciones nativas como los Tohono O’odham, cuyo territorio tradicional est谩 dividido por la frontera internacional. Aproximadamente 2.000 miembros tribales viven en M茅xico y muchos enclaves importantes se encuentran en el lado mexicano.
Desear铆a concluir esta cr贸nica destacando el esfuerzo de un punado de psiquiatras que desde hace algunas d茅cadas el psicoan谩lisis est谩 intentando sacudirse de la inercia respecto al tema del racismo, que aun domina la conducta y acci贸n de las clases medias desde las ciudades m谩s peque帽as hasta las capitales, donde la poblaci贸n ind铆gena ya vive en los barrios marginales de las grandes ciudades, con muros que impiden el libre flujo en los barrios exclusivos y excluyentes.
Didier Anzieu (Melun, 1923 - Par铆s, 1999) fue un psic贸logo, fil贸sofo y psicoanalista franc茅s, conocido por sus estudios sobre el autoan谩lisis de Freud y la din谩mica de grupos, as铆 como por su teor铆a del "Yo-piel", que describe la formaci贸n del pensamiento y de la personalidad a trav茅s de las experiencias t谩ctiles.
Anzieu inici贸 sus estudios en la 脡cole Normale Sup茅rieure, donde asisti贸 tambi茅n a la c谩tedra de Jacques Lacan: Es obvio que el color de la piel tiene una importancia capital en la constituci贸n tanto del Supery贸, en el sentido de lo que juzgamos como bueno y lo que despreciamos como malo.
Desde hace algunas d茅cadas el psicoan谩lisis est谩 intentando sacudirse de la inercia respecto al tema del racismo y as铆 tratar de pensar tanto sobre su contribuci贸n al entendimiento de una expresi贸n tan profunda y compleja de la psique humana, como a las implicancias de los prejuicios y la intolerancia racial en nuestra pr谩ctica cl铆nica.
En Am茅rica Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de ind铆genas divididos en unos 400 grupos 茅tnicos, cada uno de los cuales tiene su idioma, su organizaci贸n social, su cosmovisi贸n, su sistema econ贸mico y modelo de producci贸n adaptado a su ecosistema. Cinco pa铆ses agrupan casi el 90% de la poblaci贸n ind铆gena regional: Per煤 (27%), M茅xico (26%), Guatemala (15%), Bolivia (12%) y Ecuador (8%). La poblaci贸n negra y mestiza afrolatina y afrocaribe帽a en la regi贸n alcanza unas 150 millones de personas, lo que significa alrededor de un 30% de la poblaci贸n total de la regi贸n. Con relaci贸n a su ubicaci贸n geogr谩fica, se ubican especialmente en Brasil (50%), Colombia (20%) y Venezuela (10%).
Tras siglos de exclusi贸n y dominaci贸n, a principios del nuevo milenio los pueblos ind铆genas, afrolatinos y afrocaribe帽os presentan los peores indicadores econ贸micos y sociales y tienen escaso reconocimiento cultural y acceso a instancias decisorias. Adem谩s, la discriminaci贸n 茅tnica y racial tambi茅n est谩 en la base de los sentimientos xenof贸bicos en los pa铆ses de la regi贸n.
“En 1517 el misionero espa帽ol Bartolom茅 de las Casas tuvo mucha l谩stima de los indios que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, y propuso al emperador Carlos V la importaci贸n de negros, que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas.”
Este comentario de Jorge Luis Borges (Buenos Aires 1889-Ginebra 1986) en su libro “Historia Universal de la Infamia” fue recordado y aplaudido por la Federaci贸n Psicoanal铆tica de Am茅rica Latina en un encuentro de principios de este nuevo siglo de un gremio profesional que compite con curanderos y adivinos que cuidan al poblador nativo del racismo secular.
La comunicaci贸n satelital permite hoy intercambiar relaciones m谩s all谩 de la comarca. Los Amish, por ejemplo, oriundos de Alemania, son poco m谩s de doscientas mil personas en todo el mundo que simbolizan mejor el rechazo a la tecnolog铆a y a la vida moderna. Ellos con sus barbas, sus carros jalados con caballos y esa ropa pasada de moda desde hace, por lo menos, ciento cincuenta a帽os son diestros comerciantes en las principales ciudades del mundo, empezando por Nueva York, Madrid y Paris.
Comentario similar podr铆amos hacer de las poblaciones nativas de Latinoam茅rica, pero nos encontramos con una extensa y profunda desigualdad horizontal y discriminaci贸n 茅tnica.
Am茅rica Latina ind铆gena en el siglo XXI, no obstante los avances contra la pobreza, la vida de los pobladores originarios a煤n se ve afectada en gran medida por la exclusi贸n econ贸mica y social. Que acertado el pensamiento de Sigmund Freud, en su Carta sobre el Bachillerato (1873-1941): “No pretendo pedirle que desmenuce implacablemente sus sentimientos cada vez que se encuentre en alguna situaci贸n dudosa; pero si llegara a hacerlo, ver铆a cuan poca certeza encuentra en usted mismo. Lo maravilloso del mundo reposa precisamente en esta multiplicidad de las posibilidades: l谩stima que sea un terreno tan poco s贸lido para conocernos a nosotros mismos”
Frase complementaria la del psiquiatra peruano Jorge Bruce (2007):“Nos hab铆amos choleado tanto. Psicoan谩lisis y racismo”, indispensables “recaudos t茅cnicos” para un instrumento cl铆nico capaz de percibir el “afecto racial” en un pa铆s de 33 millones de habitantes.
El Banco Mundial manifiesta que el auge de la primera d茅cada del siglo, los pueblos ind铆genas mostraron avances sociales significativos, experimentaron una reducci贸n en los niveles de pobreza en varios pa铆ses y obtuvieron un mejor acceso a los servicios b谩sicos. Lamentablemente, los pueblos ind铆genas no se beneficiaron en la misma medida que el resto de los latinoamericanos.
Con una combinaci贸n de crecimiento econ贸mico y buenas pol铆ticas sociales, la pobreza de los hogares ind铆genas disminuy贸. En pa铆ses como Per煤, Bolivia, Brasil, Chile. Ecuador, M茅xico y Nicaragua, la brecha educativa, que durante d茅cadas excluy贸 a los ni帽os ind铆genas, se cerr贸.
Pero los pueblos ind铆genas contin煤an enfrent谩ndose a barreras estructurales que limitan su plena inclusi贸n social y econ贸mica. Los pueblos ind铆genas representan el 8 por ciento de la poblaci贸n en la regi贸n, tambi茅n constituyen aproximadamente el 14 por ciento de los pobres y el 17 por ciento de los extremadamente pobres de Am茅rica Latina.
Hoy casi la mitad de la poblaci贸n ind铆gena de Am茅rica Latina vive en zonas urbanas. Incluso en las ciudades, los residentes ind铆genas a menudo viven en 谩reas menos seguras, menos higi茅nicas y m谩s propensas a desastres, en comparaci贸n con residentes no-ind铆genas.
Para la CEPAL, en Am茅rica Latina y el Caribe existen no menos de 671 pueblos ind铆genas y poblaciones afrodescendientes. La poblaci贸n ind铆gena supera los 44,8 millones de personas, que, por regla general, viven en zonas rurales y en condiciones de marginaci贸n e inequidad.
Los primeros avances en el reconocimiento de los derechos de estos pueblos tuvieron lugar en M茅xico y en el Per煤. Mientras que M茅xico aboli贸 los fueros especiales a los pueblos ind铆genas en el siglo XIX, Colombia los mantuvo y los utiliza para la reforma agraria y para devolver las tierras de los resguardos a los pueblos ind铆genas originalmente propietarios.
La poblaci贸n ind铆gena en Estados Unidos de Am茅rica
Se cifra entre 2,5 y 6 millones de personas, de los cuales el 23% vive en 谩reas indias americanas o aldeas nativas de Alaska. En EUA, el estado con mayor poblaci贸n nativa es California y el lugar donde reside el mayor n煤mero de nativos es la ciudad de Nueva York.
En territorios de varios pueblos nativos existen riquezas naturales muy importantes. Los m谩s visibles son los diversos reclamos judiciales por el acceso al Oleoducto Dakota y su incidencia sobre los derechos de pesca y caza y justicia ambiental, seg煤n explica El Mundo Ind铆gena.
Una referencia. La tribu Cheyenne River Sioux hab铆a presentado una respuesta a la corte, se帽alando que “el Cuerpo de Ingenieros se hab铆a mostrado casi completamente no receptivo a las solicitudes de la tribu Cheyenne River Sioux para entablar debates activos sobre el proceso [...] en curso y no se conoce ninguna respuesta de las peticiones sustantivas de la tribu”.
Actualmente, Alaska tiene 229 tribus federalmente reconocidas. Solo una, Metlakatla, tiene tierra en fideicomiso, y otra, la Craig Tribal Association, hab铆a sido capaz de poner tierra en fideicomiso antes de la decisi贸n de que se detuvieron todas las solicitudes y revisar la autoridad para tomar tierra en fideicomiso para tribus de Alaska.
Un muro de M茅xico con EEUU amenazar铆a a las Naciones nativas como los Tohono O’odham, cuyo territorio tradicional est谩 dividido por la frontera internacional. Aproximadamente 2.000 miembros tribales viven en M茅xico y muchos enclaves importantes se encuentran en el lado mexicano.
Desear铆a concluir esta cr贸nica destacando el esfuerzo de un punado de psiquiatras que desde hace algunas d茅cadas el psicoan谩lisis est谩 intentando sacudirse de la inercia respecto al tema del racismo, que aun domina la conducta y acci贸n de las clases medias desde las ciudades m谩s peque帽as hasta las capitales, donde la poblaci贸n ind铆gena ya vive en los barrios marginales de las grandes ciudades, con muros que impiden el libre flujo en los barrios exclusivos y excluyentes.
Didier Anzieu (Melun, 1923 - Par铆s, 1999) fue un psic贸logo, fil贸sofo y psicoanalista franc茅s, conocido por sus estudios sobre el autoan谩lisis de Freud y la din谩mica de grupos, as铆 como por su teor铆a del "Yo-piel", que describe la formaci贸n del pensamiento y de la personalidad a trav茅s de las experiencias t谩ctiles.
Anzieu inici贸 sus estudios en la 脡cole Normale Sup茅rieure, donde asisti贸 tambi茅n a la c谩tedra de Jacques Lacan: Es obvio que el color de la piel tiene una importancia capital en la constituci贸n tanto del Supery贸, en el sentido de lo que juzgamos como bueno y lo que despreciamos como malo.
Desde hace algunas d茅cadas el psicoan谩lisis est谩 intentando sacudirse de la inercia respecto al tema del racismo y as铆 tratar de pensar tanto sobre su contribuci贸n al entendimiento de una expresi贸n tan profunda y compleja de la psique humana, como a las implicancias de los prejuicios y la intolerancia racial en nuestra pr谩ctica cl铆nica.
En Am茅rica Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de ind铆genas divididos en unos 400 grupos 茅tnicos, cada uno de los cuales tiene su idioma, su organizaci贸n social, su cosmovisi贸n, su sistema econ贸mico y modelo de producci贸n adaptado a su ecosistema. Cinco pa铆ses agrupan casi el 90% de la poblaci贸n ind铆gena regional: Per煤 (27%), M茅xico (26%), Guatemala (15%), Bolivia (12%) y Ecuador (8%). La poblaci贸n negra y mestiza afrolatina y afrocaribe帽a en la regi贸n alcanza unas 150 millones de personas, lo que significa alrededor de un 30% de la poblaci贸n total de la regi贸n. Con relaci贸n a su ubicaci贸n geogr谩fica, se ubican especialmente en Brasil (50%), Colombia (20%) y Venezuela (10%).
Tras siglos de exclusi贸n y dominaci贸n, a principios del nuevo milenio los pueblos ind铆genas, afrolatinos y afrocaribe帽os presentan los peores indicadores econ贸micos y sociales y tienen escaso reconocimiento cultural y acceso a instancias decisorias. Adem谩s, la discriminaci贸n 茅tnica y racial tambi茅n est谩 en la base de los sentimientos xenof贸bicos en los pa铆ses de la regi贸n.