Tras su paso por Santander, Santiago, Vigo, Segovia, Cáceres y Madrid, Luke Winslow-King finaliza en Zaragoza y Bilbao su gira por España.
Nacido y criado en la ciudad de Cadillac, al norte de Michigan, mezcla sus raíces country, blues y las influencias del folk de manera intuitiva con la rica tradición de ritmos mestizos y contagiosos de su ciudad de acogida, la efervescente Nueva Orleans; el jive de pre-guerra y los linajes que flotan a orillas del Mississippi viajan hasta el sonido “bottleneck” del Delta, la métrica funky del R&B de Memphis y los aromas del grasiento blues de Chicago. Lazos estilísticos contemporáneos e influencias como GaryClark Jr., Bonnie Raitt y Ry Cooder, manteniendo una voz única y coherente, entre lo moderno y lo tradicional, y una narrativa llena de rabia, resignación e indignación a partes iguales, aullando a la luna desde su Fender, con la ayuda del maestro italiano de la guitarra Roberto Luti, que evoca el estilo de Mike Campbell y la “mano lenta” de Clapton.
“Las paredes guardan la vibración y la experiencia”
Que las paredes pudieran hablar es una posibilidad tan apetitosa que tiene hasta su propio chascarrillo en el acervo popular, una cuestión que Luke Winslow-King explora en su nuevo disco, If These Walls Could Talk, que saldrá en primavera. Y, más que ‘hablar’, para el músico estadounidense los muros trascienden al material con el que están hechos y en su seno guardan “la vibración y la experiencia de la gente”.
“La idea del disco es que la pared es más que ladrillos, madera o acero, el material del que está hecha”, destaca Winslow-King (Cadillac, Michigan, 1983) en una entrevista para EFE con motivo de su gira por España en formato dúo con el guitarrista Roberto Luti, que este viernes los lleva al escenario de la sala Rock and Blues de Zaragoza y el sábado al del Kafe Antzokia, en Bilbao.