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Marisela Escobedo: un parteaguas

OPINI脫N de Samuel Schmidt

A diez a帽os de la tragedia que destruy贸 a la familia Fraire-Escobedo nos preguntamos si la visibilidad del caso fue un parte aguas en la violencia de g茅nero y posiblemente lo sea.  

Ahora tenemos m谩s informaci贸n sobre la agresi贸n contra la mujer pero debemos preguntarnos si nos informan mejor o si en efecto los casos se han incrementado, porque no hay duda de que no se han reducido. Es un avance que el feminicidio haya sido tipificado como delito, aunque eso no garantice la efectividad para frenarlo y castigarlo como vimos en el caso de Marisela Escobedo. 

Se estableci贸 la Alerta de Violencia de G茅nero contra las Mujeres (AVGM) que debe activar acciones concretas de los gobiernos. Se han declarado en 19 entidades del pa铆s (el Estado de M茅xico tiene doble alerta), y aunque se duda de la eficacia de la alerta para reducir la violencia, por lo menos sirve para sensibilizar a la sociedad. 

En 18 de las 19 entidades con alerta, de 2018 a enero de 2020, crecieron las denuncias por delitos contra la libertad y la seguridad sexual (abuso, acoso y hostigamiento sexual, violencia equiparada y sexual e incesto), mientras que en 11 aumentaron los feminicidios. 

El incremento en el n煤mero de mujeres asesinadas responde a varias causas: algunas son parte del crimen autorizado, otras son asesinadas por ser periodistas y posiblemente la mayor铆a son asesinadas como efecto de la violencia familiar (machismo), causa en la que creo debemos concentrarnos. 

En la d茅cada de los noventa se comenz贸 a recabar datos e informaci贸n sobre la violencia contra las mujeres en M茅xico. A finales de 2019, el inegi report贸 que 66.1% de mujeres mayores de 15 a帽os (30.7 millones) fueron violentadas de alguna manera, 43.9% fue ejercida por su esposo o pareja actual. En 2018 se registraron 3,752 defunciones por homicidio de mujeres, el m谩s alto registrado en los 29 a帽os  de 1990-2018. En 2018 fueron asesinadas 946 mujeres, y para 2021 en promedio 10 mujeres son asesinadas diario; entre enero y mayo de 2021, 13,631 mujeres huyeron por la violencia y se realizan 38,316 llamadas anuales denunciando la desaparici贸n de mujeres. 

Las formas de violencia contra la mujer son m煤ltiples y garantizan la reproducci贸n de una percepci贸n y narrativa cultural anti-mujer, que no es f谩cil derrotar. Hubo necesidad de legislar para forzar la equidad en pol铆tica, aunque el INE continua con dominaci贸n masculina en sus comisiones,  y los partidos pol铆ticos ejercieron violencia al negarle financiamiento a mujeres en las elecciones. 

La proclividad a la violencia contra la mujer se deriva en parte de los aspectos estructurales que configuran una cultura muy espec铆fica. 

De entrada consideremos las tres religiones monote铆stas que son mis贸ginas, ven a la mujer como inferior o inexistente para ciertas tareas (sacerdocio por ejemplo). Identifican a la mujer con el mal (Eva y la expulsi贸n del jard铆n del Ed茅n); la colonia espa帽ola equipar贸 a la Malinche con la Eva del pecado original y en el M茅xico actual, los comentocratas denominaron a la primera secretaria de gobernaci贸n como florero. , Mujer en el Islam carece de derechos considerados garant铆as por “occidente”. 

La violencia de g茅nero no est谩 asociada con un sistema pol铆tico. Finlandia ocupa el primer lugar en el 铆ndice de felicidad, ocupa el primer lugar mundial en educaci贸n y el segundo lugar en la Uni贸n Europea como pa铆s m谩s violento contra las mujeres; un escalofriante 47% de las mujeres han experimentado violencia f铆sica o sexual, las desigualdades crecientes y la exclusi贸n social se acumulan y se traspasan generacionalmente afectando a la mujer en el futuro. 

Afganist谩n 煤ltimo lugar en el 铆ndice de felicidad, acaba de prohibir que las mujeres vayan a la escuela. 

Estados Unidos que se reputa la mejor democracia del mundo, ocupa el 19 lugar del 铆ndice de felicidad, pero en 2006, fueron violadas o asaltadas sexualmente 600 mujeres diarias o 232,960 en el a帽o; en 2005, 1,181 o sea 3 diarias, fueron asesinadas por su pareja, y para 2018, 1,946 mujeres fueron asesinadas, cinco diario; una de cada cinco ser谩 violada o sufrir谩 agresi贸n sexual en la universidad. Bien dicen las psic贸logas que esta agresi贸n es la b煤squeda de poder, cuesti贸n que reclama intervenci贸n urgente. 

M茅xico es un sistema autoritario ocupa el lugar 35 del 铆ndice de felicidad y se victimiza a las mujeres.  

La agresi贸n a la mujer es un problema global resentido en todas las culturas y pa铆ses. Es un riesgo para la democracia porque refuerza la desigualdad y discriminaci贸n, una sociedad que agrede a la mujer agrede a todos aquellos que se consideran “diferentes”.  

El mundo debe moverse hacia un proceso cultural radical para cambiar la percepci贸n de la mujer y los gobiernos para dise帽ar sistemas de intervenci贸n para prevenir y castigar con energ铆a la agresi贸n contra la mujer. 

Ya sabemos que tan grave es el tema, ahora hay que movernos hacia las estrategias de intervenci贸n. 




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