En Argentina el 17 de Octubre se festejará el Día de la Madre
OPINIÓN de Sergio Ortiz
CON BURÓCRATAS DE LA CGT
Necesitado de sacar músculo después de haber quedado groggy el 12 de septiembre, el gobierno anunció actos y marchas para el 17 de Octubre, fecha icónica para el peronismo.
El presidente Alberto Fernández, que ya se ganó a pulso el sobrenombre de “Alverso” sería el único orador en el acto central del domingo 17, en el Mercado Central o un estadio. Esa idea de un solo orador, aparte de dejar de lado a la vicepresidenta, habría querido fortalecer a quien hoy ejerce, al menos en los papeles, la presidencia del Partido Justicialista. El profesor de Derecho Penal venía golpeado desde antes de las PASO y sobre todo desde aquel aciago domingo que terminó diez puntos abajo de las listas de la oposición.
Además del acto central, las Madres de Plaza de Mayo lideradas por Hebe de Bonafini, convocaban a la plaza homónima, con una serie de reclamos populares que el gobierno no ha tenido en cuenta. Tanto en el orden económico-social como en derechos humanos, por caso los 37 presos políticos que vienen de tiempos de Mauricio Macri y que para Fernández ni siquiera son “presos políticos”. El acto auspiciado por Bonafini no pintaba como mayoritario, pero sumaba a que el Frente de Todos aumentara su cosecha. Ya se sabe que el peronismo suma todo, derecha, centro y a veces algún sector de izquierda…
Y por último, los burócratas cegetistas juegan su propio partido, con el objetivo de llegar fuertes al congreso de la CGT el 11 de noviembre. Y para ello idearon una marcha sin oradores ni palcos para el lunes 18 de octubre en el Monumento al Trabajo.
Entre las tres actividades, sobre todo la primera y la tercera, estimaban reunir 500.000 personas y habría sido un espaldarazo que Fernández creía para sí mismo y su reformulado gabinete, pero que será propiedad casi privada de los popes de la CGT.
Ayer el jefe de Gabinete Juan Manzur comunicó que se levantó el acto oficial e invitó a concurrir el lunes al Monumento al Trabajo, o sea al pie de Daer, Martínez, Caló, Cavalieri, Santamaría, Rodríguez y Moyano padre e hijo.
El pobre argumento fue que ese domingo 17 se celebra el día de la Madre, una noticia vieja y de índole comercial, que no podría competir en intensidad de sentimientos con los actos masivos del “Día de la Lealtad”. Sonó a explicación falsa. Deja el festejo de la fecha clave del peronismo en manos de la dirigencia que alguna vez fue sindical y derivó en empresaria o mixta: sindical-empresaria.
En 1945 la multitud movilizada pudo festejar la libertad de su líder y el inicio de la marcha hacia un gobierno que satisfizo muchas reivindicaciones de la clase trabajadora, aún con sus límites burgueses. Ahora no sólo se corrió la fecha, que sería lo de menos, sino que cambió el sentido político de la jornada. Será una pulseada al interior del gobierno para que los laburantes reciban migajas, las que dejen las concesiones oficialistas al mundillo monopolista y la negociación con una mano atada atrás con el FMI.
AMIGOS DE ALBERTO
Dos actividades del presidente, con amplia cobertura periodística, como corresponde con actos que se valoran como importantes, dejaron bien en claro cuáles son sus prioridades, tras el sopapo del 12/9.
Una fue su visita a la planta de Toyota, donde se convirtió en un propagandista de las bondades de la multinacional, sus planes de producción y la supuesta incorporación de 21.000 trabajadores. Antes su carta electoral era la Sputnik, ahora son los Toyota, como símbolo de una supuesta reactivación que pinta flaca para 2021 (7,5%) y directamente escuálida para 2022 (2,5).
Lo que el presidente no dijo, aunque lo había admitido en reportajes anteriores el ministro Kulfas, fue que las terminales extranjeras agrupadas en ADEFA habían pedido una rebaja de las retenciones a las exportaciones. Y que se lo concedieron con una modalidad generosa: todo lo que exporten en 2021 por encima de lo exportado en 2020 quedará libre de impuestos. Depende de lo que suceda en este último trimestre pero ese beneficio podría andar por 900 millones de dólares. Por eso a Fernández no lo recibieron en aquella planta con tantas ovaciones como a Messi en el Monumental ante Uruguay, pero igual tuvo una buena acogida, que no viene sucediendo en otras partes.
El otro gesto muy significativo fue que en el mal llamado “Día de la Raza”, Fernández almorzó con Javier Madanes (Aluar y Fate), Alejandro Simón (Sancor), Hugo Eurnekian (Corporación América), Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Francisco De Narváez (Grupo De Narváez), Jorge Brito (Banco Macro) y Marcos Bulgheroni (PAE). Es la crema de la crema monopolista; si hubieran estado Héctor Magnetto y Paolo Rocca habría sido cartón completo. Todos bajaron de los barcos, no eran originarios…
En ese encuentro se garantizó a los agasajados de que habrá nuevos marcos legales para generar puestos de trabajo, léase reformas y flexibilidad laboral como el proyecto de ley impulsada por Sergio Massa y llamada “Un puente al empleo”. Prevé salvar de aportes patronales a quienes tomen trabajadores, permitirles blanquear empleo en negro y hasta sus antecedentes como sanciones y figuración en registros por esas ilegalidades.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, en acuerdo y con beneplácito de los mencionados sindicalistas-empresarios y de estos empresarios-empresarios, admitió que por decreto ya vienen introduciendo aquellas modificaciones. Por ejemplo, en el trabajo rural y la construcción, los empresarios pueden tomar personal que cobra un Potenciar Trabajo y ellos solamente pagan otra parte del salario (el Estado Bobo sería un Estado Genio). Ahora están en trato con el sector gastronómico y así con otros.
En estos asuntos no hay “grieta”. La derecha macrista quiere suprimir la indemnización por despido. Y el gobierno peronista flexibiliza normas laborales y paga parte del salario para mayor plusvalía de los capitalistas, muchos foráneos.
TODO BIEN CON EL FMI
A esos dueños de grandes empresas, Fernández los piropeó: “Quédense tranquilos, que el acuerdo con el FMI, preservando el interés de la Argentina, está muy bien encaminado”.
Es que agencias financieras como Bloomberg y Clarinete venían publicando que no había nada acordado con aquella entidad acreedora de los 45.000 millones de dólares prestados en forma tan poco legal a Macri. Y le sumaban que el cargo de Kristalina Georgieva, directora gerente, estaba en riesgo. Y esto sumaba preocupación porque es la funcionaria con la que Martín Guzmán viene negociando desde 2020.
La verdad puede estar a mitad de camino entre el negacionismo de Bloomberg-Clarín y el optimismo bobo de Fernández-Guzmán.
Los hechos son obstinados. El gobierno ordenó una denuncia penal por posibles delitos en la contratación de aquél empréstito, pero luego reconoció la legalidad del fraude. Ese mismo gobierno dijo que no pagaría con ajuste, pero luego de la derrota en las PASO hasta la vicepresidenta admitió que se había realizado un ajuste fiscal brutal. Esa misma lideresa había pedido que la renegociación fuera más allá de los 10 años de las “facilidades extendidas”, pero no lo aceptaron en Washington. Bajo su inspiración el Senado votó una resolución para que los 4.300 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro, que el FMI entregaría a Argentina en agosto, no fueran empleados en pagar vencimientos. Pero el 22 de septiembre se pagaron 1.885 millones de dólares con esos DEG y el mismo día de diciembre se pagará una cantidad similar, de capital o principal, más otros 400 millones de dólares de intereses.
Esta realidad objetiva indica quién viene cediendo y quién ganando la partida. Hoy no se sonrojan ni la titular del Senado ni su hijo Máximo, jefe del bloque de diputados del FDT, al decir que cada dólar que pagamos al FMI es un dólar que no invertimos en cuestiones sociales.
Ahora que Georgieva fue confirmada al frente del board del Fondo, y que están previstas reuniones con Guzmán en la Asamblea del FMI-Banco Mundial, puede que avancen las conversaciones, pero sin romper los moldes antedichos. Argentina está garpando y seguirá haciéndolo. A lo sumo está regateando los recargos a los países que piden préstamos superiores a su cuota en el organismo y no pagan en término. En este caso son un interés del 4 por ciento. Guzmán pide que sean del 1. Aún si se arribara a un acuerdo, los vencimientos de 2022, unos 19.000 millones de dólares, serían postergados por cuatro años, sumando más intereses por supuesto.
Y en ese caso, postergados los vencimientos del principal, habrá que pagar los intereses y recargos, más lo que se abona a Blackrock y demás bonistas privados. Y serán fortunas, que se escamotearán a los fines sociales y del desarrollo nacional, luego de los cuatro años de destrucción macrista y los dos años de pandemia y ajuste frentetodista.
No son sólo los miles de millones de dólares que se irán por la cloaca de Blackrock y el FMI. Eso, siendo monstruoso, se verá agravado por las condiciones que pone el Fondo para aprobar la actual negociación:
-Menos déficit fiscal (controles salariales y previsionales, menos subsidio a las tarifas).
-Más exportaciones propias del perfil agroexportador semicolonial, por puertos privados y sin controles, con menos dólares invertidos para adquirir piezas e insumos industriales.
-Más reservas en dólares y a un precio más alto, léase retoques devaluadores.
Cualquier medida de tipo nacional y popular suena a locura para los Fernández y Massa, como la idea de un legislador (uno sobre 117 que lo repudiaron) de nacionalizar los depósitos bancarios.
La alternativa a ese camino hacia la muerte y el pago de la deuda al FMI sería auditarla y suspender los pagos. ¡Eso es default!, gritan aterrorizados los pagadores seriales. Si Aldo Ferrer viviera y reiterara “Vivir con lo nuestro” (y en unidad con los 130 países del Movimiento de Países No Alineados, agrega el cronista), también le dirían loco.
Estas discusiones de vida o muerte se producen en Octubre, que los peronistas consideran de su propiedad. Por lo visto históricamente, en estos dos años y durante esta quincena del mes, se confirma que el verdadero Octubre fue soviético. La única revolución fue la de Petrogrado. La del general fue una reforma progresista-desarrollista, hoy lamentablemente fondomonetarizada.
https://plsergio.wixsite.com/lasemanapolitica/post/revoluci%C3%B3n-de-octubre-hubo-una-sola-en-el-mundo
OPINIÓN de Sergio Ortiz
CON BURÓCRATAS DE LA CGT
Necesitado de sacar músculo después de haber quedado groggy el 12 de septiembre, el gobierno anunció actos y marchas para el 17 de Octubre, fecha icónica para el peronismo.
El presidente Alberto Fernández, que ya se ganó a pulso el sobrenombre de “Alverso” sería el único orador en el acto central del domingo 17, en el Mercado Central o un estadio. Esa idea de un solo orador, aparte de dejar de lado a la vicepresidenta, habría querido fortalecer a quien hoy ejerce, al menos en los papeles, la presidencia del Partido Justicialista. El profesor de Derecho Penal venía golpeado desde antes de las PASO y sobre todo desde aquel aciago domingo que terminó diez puntos abajo de las listas de la oposición.
Además del acto central, las Madres de Plaza de Mayo lideradas por Hebe de Bonafini, convocaban a la plaza homónima, con una serie de reclamos populares que el gobierno no ha tenido en cuenta. Tanto en el orden económico-social como en derechos humanos, por caso los 37 presos políticos que vienen de tiempos de Mauricio Macri y que para Fernández ni siquiera son “presos políticos”. El acto auspiciado por Bonafini no pintaba como mayoritario, pero sumaba a que el Frente de Todos aumentara su cosecha. Ya se sabe que el peronismo suma todo, derecha, centro y a veces algún sector de izquierda…
Y por último, los burócratas cegetistas juegan su propio partido, con el objetivo de llegar fuertes al congreso de la CGT el 11 de noviembre. Y para ello idearon una marcha sin oradores ni palcos para el lunes 18 de octubre en el Monumento al Trabajo.
Entre las tres actividades, sobre todo la primera y la tercera, estimaban reunir 500.000 personas y habría sido un espaldarazo que Fernández creía para sí mismo y su reformulado gabinete, pero que será propiedad casi privada de los popes de la CGT.
Ayer el jefe de Gabinete Juan Manzur comunicó que se levantó el acto oficial e invitó a concurrir el lunes al Monumento al Trabajo, o sea al pie de Daer, Martínez, Caló, Cavalieri, Santamaría, Rodríguez y Moyano padre e hijo.
El pobre argumento fue que ese domingo 17 se celebra el día de la Madre, una noticia vieja y de índole comercial, que no podría competir en intensidad de sentimientos con los actos masivos del “Día de la Lealtad”. Sonó a explicación falsa. Deja el festejo de la fecha clave del peronismo en manos de la dirigencia que alguna vez fue sindical y derivó en empresaria o mixta: sindical-empresaria.
En 1945 la multitud movilizada pudo festejar la libertad de su líder y el inicio de la marcha hacia un gobierno que satisfizo muchas reivindicaciones de la clase trabajadora, aún con sus límites burgueses. Ahora no sólo se corrió la fecha, que sería lo de menos, sino que cambió el sentido político de la jornada. Será una pulseada al interior del gobierno para que los laburantes reciban migajas, las que dejen las concesiones oficialistas al mundillo monopolista y la negociación con una mano atada atrás con el FMI.
AMIGOS DE ALBERTO
Dos actividades del presidente, con amplia cobertura periodística, como corresponde con actos que se valoran como importantes, dejaron bien en claro cuáles son sus prioridades, tras el sopapo del 12/9.
Una fue su visita a la planta de Toyota, donde se convirtió en un propagandista de las bondades de la multinacional, sus planes de producción y la supuesta incorporación de 21.000 trabajadores. Antes su carta electoral era la Sputnik, ahora son los Toyota, como símbolo de una supuesta reactivación que pinta flaca para 2021 (7,5%) y directamente escuálida para 2022 (2,5).
Lo que el presidente no dijo, aunque lo había admitido en reportajes anteriores el ministro Kulfas, fue que las terminales extranjeras agrupadas en ADEFA habían pedido una rebaja de las retenciones a las exportaciones. Y que se lo concedieron con una modalidad generosa: todo lo que exporten en 2021 por encima de lo exportado en 2020 quedará libre de impuestos. Depende de lo que suceda en este último trimestre pero ese beneficio podría andar por 900 millones de dólares. Por eso a Fernández no lo recibieron en aquella planta con tantas ovaciones como a Messi en el Monumental ante Uruguay, pero igual tuvo una buena acogida, que no viene sucediendo en otras partes.
El otro gesto muy significativo fue que en el mal llamado “Día de la Raza”, Fernández almorzó con Javier Madanes (Aluar y Fate), Alejandro Simón (Sancor), Hugo Eurnekian (Corporación América), Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Francisco De Narváez (Grupo De Narváez), Jorge Brito (Banco Macro) y Marcos Bulgheroni (PAE). Es la crema de la crema monopolista; si hubieran estado Héctor Magnetto y Paolo Rocca habría sido cartón completo. Todos bajaron de los barcos, no eran originarios…
En ese encuentro se garantizó a los agasajados de que habrá nuevos marcos legales para generar puestos de trabajo, léase reformas y flexibilidad laboral como el proyecto de ley impulsada por Sergio Massa y llamada “Un puente al empleo”. Prevé salvar de aportes patronales a quienes tomen trabajadores, permitirles blanquear empleo en negro y hasta sus antecedentes como sanciones y figuración en registros por esas ilegalidades.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, en acuerdo y con beneplácito de los mencionados sindicalistas-empresarios y de estos empresarios-empresarios, admitió que por decreto ya vienen introduciendo aquellas modificaciones. Por ejemplo, en el trabajo rural y la construcción, los empresarios pueden tomar personal que cobra un Potenciar Trabajo y ellos solamente pagan otra parte del salario (el Estado Bobo sería un Estado Genio). Ahora están en trato con el sector gastronómico y así con otros.
En estos asuntos no hay “grieta”. La derecha macrista quiere suprimir la indemnización por despido. Y el gobierno peronista flexibiliza normas laborales y paga parte del salario para mayor plusvalía de los capitalistas, muchos foráneos.
TODO BIEN CON EL FMI
A esos dueños de grandes empresas, Fernández los piropeó: “Quédense tranquilos, que el acuerdo con el FMI, preservando el interés de la Argentina, está muy bien encaminado”.
Es que agencias financieras como Bloomberg y Clarinete venían publicando que no había nada acordado con aquella entidad acreedora de los 45.000 millones de dólares prestados en forma tan poco legal a Macri. Y le sumaban que el cargo de Kristalina Georgieva, directora gerente, estaba en riesgo. Y esto sumaba preocupación porque es la funcionaria con la que Martín Guzmán viene negociando desde 2020.
La verdad puede estar a mitad de camino entre el negacionismo de Bloomberg-Clarín y el optimismo bobo de Fernández-Guzmán.
Los hechos son obstinados. El gobierno ordenó una denuncia penal por posibles delitos en la contratación de aquél empréstito, pero luego reconoció la legalidad del fraude. Ese mismo gobierno dijo que no pagaría con ajuste, pero luego de la derrota en las PASO hasta la vicepresidenta admitió que se había realizado un ajuste fiscal brutal. Esa misma lideresa había pedido que la renegociación fuera más allá de los 10 años de las “facilidades extendidas”, pero no lo aceptaron en Washington. Bajo su inspiración el Senado votó una resolución para que los 4.300 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro, que el FMI entregaría a Argentina en agosto, no fueran empleados en pagar vencimientos. Pero el 22 de septiembre se pagaron 1.885 millones de dólares con esos DEG y el mismo día de diciembre se pagará una cantidad similar, de capital o principal, más otros 400 millones de dólares de intereses.
Esta realidad objetiva indica quién viene cediendo y quién ganando la partida. Hoy no se sonrojan ni la titular del Senado ni su hijo Máximo, jefe del bloque de diputados del FDT, al decir que cada dólar que pagamos al FMI es un dólar que no invertimos en cuestiones sociales.
Ahora que Georgieva fue confirmada al frente del board del Fondo, y que están previstas reuniones con Guzmán en la Asamblea del FMI-Banco Mundial, puede que avancen las conversaciones, pero sin romper los moldes antedichos. Argentina está garpando y seguirá haciéndolo. A lo sumo está regateando los recargos a los países que piden préstamos superiores a su cuota en el organismo y no pagan en término. En este caso son un interés del 4 por ciento. Guzmán pide que sean del 1. Aún si se arribara a un acuerdo, los vencimientos de 2022, unos 19.000 millones de dólares, serían postergados por cuatro años, sumando más intereses por supuesto.
Y en ese caso, postergados los vencimientos del principal, habrá que pagar los intereses y recargos, más lo que se abona a Blackrock y demás bonistas privados. Y serán fortunas, que se escamotearán a los fines sociales y del desarrollo nacional, luego de los cuatro años de destrucción macrista y los dos años de pandemia y ajuste frentetodista.
No son sólo los miles de millones de dólares que se irán por la cloaca de Blackrock y el FMI. Eso, siendo monstruoso, se verá agravado por las condiciones que pone el Fondo para aprobar la actual negociación:
-Menos déficit fiscal (controles salariales y previsionales, menos subsidio a las tarifas).
-Más exportaciones propias del perfil agroexportador semicolonial, por puertos privados y sin controles, con menos dólares invertidos para adquirir piezas e insumos industriales.
-Más reservas en dólares y a un precio más alto, léase retoques devaluadores.
Cualquier medida de tipo nacional y popular suena a locura para los Fernández y Massa, como la idea de un legislador (uno sobre 117 que lo repudiaron) de nacionalizar los depósitos bancarios.
La alternativa a ese camino hacia la muerte y el pago de la deuda al FMI sería auditarla y suspender los pagos. ¡Eso es default!, gritan aterrorizados los pagadores seriales. Si Aldo Ferrer viviera y reiterara “Vivir con lo nuestro” (y en unidad con los 130 países del Movimiento de Países No Alineados, agrega el cronista), también le dirían loco.
Estas discusiones de vida o muerte se producen en Octubre, que los peronistas consideran de su propiedad. Por lo visto históricamente, en estos dos años y durante esta quincena del mes, se confirma que el verdadero Octubre fue soviético. La única revolución fue la de Petrogrado. La del general fue una reforma progresista-desarrollista, hoy lamentablemente fondomonetarizada.
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