El Consejo de Derechos Humanos de la ONU declar贸 este viernes que un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano y exhort贸 a todos los Estados a trabajar juntos, en conjunto con otros actores, para implementarlo.
El reconocimiento de esta garant铆a fundamental por el m谩ximo 贸rgano de derechos humanos es el resultado de d茅cadas de ardua lucha de ambientalistas, activistas, pueblos ind铆genas, cient铆ficos y muchos otros actores de la sociedad civil. El Consejo tambi茅n nombra a un relator especial para el cambio clim谩tico.
La resoluci贸n que estableci贸 esta garant铆a fue aprobada con 43 votos de apoyo y cuatro abstenciones: Rusia, China, India y Jap贸n. Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza auspiciaron el texto.
El Consejo tambi茅n estableci贸, en una resoluci贸n separada, una nueva relator铆a dedicada espec铆ficamente al impacto del cambio clim谩tico en los derechos humanos.
La Asamblea General de la ONU discutir谩 pr贸ximamente el tema para considerar si adopta una resoluci贸n semejante.

Decisi贸n hist贸rica
Tras la adopci贸n de los documentos, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos inst贸 a los Estados a tomar medidas audaces para dar efecto “r谩pido y real” al derecho a un medio ambiente saludable.
Michelle Bachelet llam贸 a que la resoluci贸n “sirva como trampol铆n para impulsar pol铆ticas econ贸micas, sociales y ambientales transformadoras que protejan a las personas y a la naturaleza”.
Bachelet, quien hab铆a solicitado este reconocimiento desde hace tiempo, se mostr贸 complacida por la “hist贸rica” decisi贸n del Consejo y afirm贸 que el derecho a un medio ambiente limpio “tiene que ver con la protecci贸n de las personas y el planeta: el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos”.
Degradaci贸n ambiental
“Tambi茅n se trata de proteger los sistemas naturales, que son condiciones previas b谩sicas para la vida y el sustento de todas las personas, dondequiera que vivan”, argument贸, destacando que la declaraci贸n de este derecho reconoce claramente la degradaci贸n ambiental y el cambio clim谩tico como crisis de derechos humanos interconectadas.
Asimismo, continu贸, el texto resalta que los segmentos de la poblaci贸n en mayor situaci贸n de vulnerabilidad se ven afectados de manera m谩s aguda.

A帽os de trabajo incansable
La Alta Comisionada consider贸 que la decisi贸n del Consejo de Derechos Humanos rinde homenaje a d茅cadas de arduos esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil y de los pueblos ind铆genas, as铆 como de las instituciones nacionales de derechos humanos, las empresas, los ambientalistas, los activistas y todas las personas que han abogado por el pleno reconocimiento internacional de este derecho.
Para los defensores de los derechos ambientales, Bachelet pidi贸 que los Estados los protejan y empoderen, recordando que el a帽o pasado un n煤mero sin precedentes de ellos sufrieron ataques o fueron asesinados.
Justicia ambiental
La directora ejecutiva del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), por su parte, asever贸 que la adopci贸n de la resoluci贸n es “un hito decisivo para la justicia ambiental”.
“Este derecho tiene sus ra铆ces en la Declaraci贸n de Estocolmo de 1972. Cinco d茅cadas despu茅s, es muy alentador ver que se reconozca formalmente a nivel mundial mediante una resoluci贸n del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, abund贸 Inger Andersen.

No pueden quitarles la naturaleza
A帽adi贸 que la decisi贸n env铆a un mensaje a los mil millones de ni帽os que corren un riesgo alt铆simo de sufrir el impacto del cambio clim谩tico. “Un medio ambiente sano es su derecho. Nadie puede quitarles la naturaleza, el aire y el agua limpios, ni un clima estable”, acot贸.
Andersen se refiri贸 a la resoluci贸n como un paso definitivo para transformar al planeta en un hogar seguro y justo para todos.
La funcionaria sum贸 su voz a la de Bachelet para recalcar “los derechos a la vida, la libertad y la seguridad de los defensores de los derechos humanos que trabajan en asuntos ambientales”.
“Las agresiones f铆sicas, las detenciones, los arrestos, las acciones judiciales y las campa帽as de desprestigio son la cotidianidad de estos grupos de ciudadanos, pueblos ind铆genas y otros. S贸lo en 2020 fueron asesinados m谩s de 200 defensores del medio ambiente”, denunci贸 Andersen.