OPINI脫N de Amapola Povedano-D铆az*
Las primeras aproximaciones de los seres humanos entre s铆 buscando interacciones con un claro inter茅s sexual o amoroso suelen ocurrir durante la adolescencia. En esta investigaci贸n se se帽ala que son las primeras experiencias las que definen los patrones de comportamiento en las relaciones de pareja en la edad adulta, sobre todo si est谩n marcadas por la violencia.
Estos resultados sugieren una cuesti贸n de gran calado: lo urgente e imprescindible que es ense帽ar a la juventud c贸mo funcionan las relaciones de pareja saludables, reales y respetuosas en la adultez. Desde la familia, la escuela, los medios de comunicaci贸n y las redes sociales se ofrecen modelos que reproducen un imaginario de mitos en relaciones de pareja irreales, basadas en la dependencia emocional y en patrones desajustados de dominaci贸n/sumisi贸n.
Estos prototipos son propios de un patriarcado que las asfixia a ellas, con roles que evitan, por ejemplo, ser aut贸nomas y tener confianza en las propias decisiones, pero tambi茅n a ellos, encerr谩ndolos en roles que les impiden, por ejemplo, expresar emociones o mostrar vulnerabilidad, tan necesarios en las relaciones de pareja saludables reales.
El papel de la familia y de la escuela
La familia es el contexto de mayor influencia en la socializaci贸n del g茅nero y tambi茅n de las relaciones de pareja. Sin embargo, no podemos elegir la familia que nos ha tocado, y por ello algunas personas se ven avocadas a impregnarse de los patrones con los que se relacionan sus padres y madres, basados en la violencia como forma de resolver conflictos, la falta de respecto y la desigualdad.
Para estas personas, la escuela puede ser una tabla de salvaci贸n. La escuela es una de las herramientas m谩s democr谩ticas con las que contamos en la sociedad, ya que nos permite educar y fomentar el pensamiento cr铆tico, tan importante para poder poner en cuesti贸n aquellos patrones sociales que encorsetan las relaciones afectivas y sexuales a unos modelos de relaci贸n caducos, desiguales y a todas luces poco 茅ticos respecto a los derechos humanos b谩sicos.
A continuaci贸n, ofrecemos algunas recomendaciones, basadas en la investigaci贸n, para fomentar las relaciones de pareja saludables:
Para las familias:
Las relaciones familiares suponen una fuente de socializaci贸n para los j贸venes en los roles de g茅nero. Padres y madres son modelos a seguir y por eso deben cuidar especialmente la forma de tratarse entre s铆 delante sus hijos.
Un estilo parental que establece l铆mites claros a los y las j贸venes, combinado con unas relaciones entre progenitores y progenie marcadas por la cercan铆a afectiva y la comunicaci贸n abierta y positiva parecen tener una funci贸n protectora para las y los adolescentes ante la violencia de g茅nero en el noviazgo.
La adolescencia es un periodo de afirmaci贸n de la propia identidad que conlleva un proceso de distanciamiento e independencia de padres y madres. Se recomienda a los progenitores saber aceptar un segundo plano supervisor, ya que es m谩s f谩cil que un/a profesor/a, amigo/a o hermano/a puedan ser la figura de apoyo que permita salir al adolescente de una relaci贸n no saludable (como agresor o v铆ctima).
Es desaconsejable que padres y madres fuercen la ruptura en una relaci贸n marcada por la violencia, ya que puede ser percibido por el adolescente como una imposici贸n que le relega a un papel secundario en la toma de decisiones en su vida. Es fundamental mantener abiertas las v铆as y espacios para la comunicaci贸n y la resoluci贸n de conflictos, evitando juicios y mostrando a las hijas y los hijos que el amor tiene que ver con comportamientos y no solo con sentimientos.
Para el profesorado y los centros educativos:
La coeducaci贸n o educaci贸n en valores de igualdad de g茅nero ayuda a prevenir el desarrollo de las creencias de dominio y control sobre las mujeres y las conductas machistas relacionadas con la minusvaloraci贸n de la mujer.
El profesorado puede convertirse en las personas adultas de referencia para los adolescentes que vivan en casa una situaci贸n de violencia en sus padres y que inicien una relaci贸n de pareja en la que, con mucha probabilidad, repetir谩n el patr贸n de relaci贸n que han visto en el seno de la familia, como agresores o como v铆ctimas.
Los centros educativos deben asumir pautas igualitarias de relaci贸n y de prevenci贸n a todos los niveles, detectando y ayudando a buscar soluciones y alternativas en los casos ya establecidos (Planes de Igualdad), incorporando en el curr铆culo el an谩lisis cr铆tico de los mitos y creencias y haciendo especial hincapi茅 en los estereotipos que est谩n manejando tanto profesores y profesoras como chicos y chicas.
Es importante que los adolescentes se acostumbren a contrastar la informaci贸n y tener un pensamiento cr铆tico sobre los contenidos que aparecen en los medios de comunicaci贸n, videojuegos, redes sociales e internet y a fomentar el uso de contenidos igualitarios en los derechos y roles de hombres y mujeres en la sociedad.
Para terminar, la investigaci贸n demuestra que la adolescencia es, quiz谩s, el periodo vital con m谩s consecuencias en nuestras vidas. Es de tal importancia que, por ejemplo, marca si se establecer谩n relaciones de pareja saludables en la edad adulta.
*Amapola Povedano-D铆az, Profesora Titular de Universidad en Psicolog铆a Social. Desarrollo positivo adolescente desde una perspectiva de g茅nero. Empleabilidad, Emprendimiento, Pr谩cticas., Universidad Pablo de Olavide
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