Sergio Ferrari
Objeto de deseo para algunos, refugio especulativo para otros, par谩metro de las reservas en la mayor铆a de los bancos del planeta. El oro, sin embargo, sigue siendo un metal de dos caras: la que deslumbra y la del dolor.
Cada a帽o se extraen 3.300 toneladas de oro a nivel mundial. El 49% del mismo se utiliza para fabricar relojes y joyas, un 29% como inversi贸n, 15% lo compran los bancos centrales y el 7% restante se destina para dispositivos t茅cnicos.
Su precio explota. La segunda semana de noviembre alcanz贸 el r茅cord de los 煤ltimos seis meses. Los 煤ltimos d铆as su precio oscilaba en los 1.875 d贸lares estadounidenses por onza.
Entre el 50% y el 70% del total global se refina en Suiza. De las siete mayores procesadoras a escala internacional, cuatro residen en ese pa铆s alpino, no s贸lo el segundo importador mundial, sino tambi茅n el mayor exportador de este metal precioso, aunque no cuente ni con un solo yacimiento dentro de sus fronteras.
Es s铆ntesis, la mayor parte del oro que circula por el mundo, pasa por Suiza. Llega sin refinarse y parte con deslumbrante “pureza”. Un negocio que le representa entre 70.000 y 90.000 millones de francos anuales (1 franco = 1,09 d贸lares estadounidenses). Si bien se extrae oro al menos en 90 pa铆ses, pr谩cticamente la mitad de todas las importaciones del metal procesado y refinado en Suiza provienen de Gran Breta帽a, los Emiratos 脕rabes Unidos (EAU) y Hong Kong. Parad贸jicamente, ninguna de esas naciones cuenta con extracci贸n nacional. Por otra parte, una cantidad significativa llega de pa铆ses productores cuyas econom铆as dependen, en gran medida, de su exportaci贸n, como Burkina Faso, Ghana, Mali y Per煤, entre otros.
Seg煤n un informe oficial de la Oficina Federal de Aduanas de Suiza, en 2017 este pa铆s import贸 2.404 toneladas m茅tricas de oro, con un valor aproximado de 70.000 millones de francos suizos. Ese mismo a帽o export贸 oro por un valor de 67.000 millones de francos suizos. Es otras palabras, en 2017 el tr谩fico de oro represent贸 el nada despreciable 24% de las exportaciones y el 31% de las importaciones helv茅ticas. Para contextualizar estas cifras, en ese mismo periodo, la industria relojera helv茅tica export贸 por 20.000 millones de francos, lo que equivaldr铆a a unos 24 millones de relojes.
Las ventajas fiscales tambi茅n influyen en la importaci贸n del metal precioso, debido a que en este pa铆s no se aplican impuestos al oro adquirido como inversi贸n ni a las monedas de oro importadas ni al oro procesado. Las aleaciones con otros metales tambi茅n pueden declararse como oro y, en consecuencia, eximirse de impuestos. Tal es el caso de la plata, que, aunque s贸lo contiene un 2% del metal precioso, puede importarse libre de tasas.
Sangra la tierra
Aunque todas estas cifras son p煤blicas, el informe The Impact of Gold, (El Impacto del Oro) que public贸 la segunda semana de noviembre la organizaci贸n WWF Suiza (World Wide Fund for Nature – Fondo Mundial para la Naturaleza) les da nueva relevancia.
El camino del oro desde la mina hasta nuestro pa铆s -- sostiene dicho informe-- “es especialmente problem谩tico. Suele ser opaco y dif铆cil de rastrear porque los intermediarios mezclan ese mineral proveniente de diferentes fuentes”. Sin trazabilidad -- concluye el informe-- “no se puede descartar que el metal utilizado fue producido en condiciones sociales y ecol贸gicas inaceptables”. https://www.wwf.ch/sites/
La publicaci贸n de WWF Suiza sistematiza conceptos y constataciones.
El oro se extrae a menudo en condiciones sociales y ecol贸gicas deplorables, con consecuencias nefastas para el medio ambiente y las poblaciones locales.
Abrir nuevas minas y construir las infraestructuras necesarias requiere grandes superficies. Ah铆 donde se descubren vetas se talan enormes extensiones de bosque, muchas veces de forma ilegal. S贸lo en Brasil, su extracci贸n supone la destrucci贸n anual de una superficie natural del tama帽o de 14.000 campos de f煤tbol.
Por otra parte, su extracci贸n requiere casi sistem谩ticamente productos qu铆micos altamente t贸xicos, como el mercurio y el cianuro. Estas sustancias se expanden en el aire, el suelo y el agua. En consecuencia, la biodiversidad se resiente, as铆 como la salud de la poblaci贸n local. Entre otras enfermedades, dichos venenos pueden causar ceguera, da帽os cerebrales, tumores y malformaciones fetales.
La recuperaci贸n del oro tiene, adem谩s, un impacto directo en la calidad y la disponibilidad del agua en las regiones afectadas. Finalmente, son evidentes los efectos nocivos sobre el clima, debido al alto consumo de energ铆a ya que la producci贸n de un kilo de oro genera unas 12 toneladas de emisiones de CO2.
La organizaci贸n ambientalista WWF Suiza subraya que, junto con el enorme impacto medioambiental, la extracci贸n suele asociarse con condiciones laborales deplorables, esclavitud, tr谩fico de personas, trabajo infantil y prostituci贸n forzada. Muchas veces los pueblos ind铆genas o las comunidades aut贸ctonas son expulsadas de sus tierras, ahora convertidas en yacimientos a cielo abierto.
La dram谩tica Amazonia peruana
Hacia mediados del 2019, Per煤 exportaba unas 60 toneladas de oro producido ilegalmente en su suelo, gran parte del cual iba directamente a las refiner铆as suizas. La regi贸n de Madre de Dios (con Puerto Maldonado como capital), en la Amazonia peruana, es hist贸ricamente uno de los principales centros de extracci贸n aur铆fera del pa铆s sudamericano.
Un reciente reportaje de la agencia espa帽ola de noticias EFE se帽ala que “desde el aire, el paisaje es desolador: all铆 donde antes hubo bosque amaz贸nico, ahora rebosan cr谩teres de fango, 谩rboles talados y arenales yermos tapizados en mercurio y morralla. Un p谩ramo depredado por la *fiebre del oro* aluvial, que a ras de suelo cre贸 un infierno clandestino y sin ley en la selva peruana. Se trata de La Pampa --entre los kil贸metros 98 y 115 de la carretera interoce谩nica--, un territorio dentro del escudo protector de la reserva nacional de Tambopata que durante a帽os ha sido el epicentro de la miner铆a ilegal en la regi贸n peruana de Madre de Dios, y en donde este suculento negocio, m谩s rentable que la coca铆na, arrebat贸 en las 煤ltimas d茅cadas 25.000 hect谩reas de una de las selvas con m谩s biodiversidad del planeta”.
Dicho reportaje, elaborado in situ, se帽ala que “hoy a pesar de los esfuerzos millonarios destinados a echar a los mineros ilegales de la zona, el flagelo sigue en brasas, el desastre ambiental intacto, y la trata de personas, el sicariato y la explotaci贸n laboral y sexual contin煤an proliferando como efectos colaterales de esta tragedia. All铆 se extiende una suerte de poblado sin nombre, en donde hoy viven unas 40.000 personas dedicadas a actividades vinculadas a la miner铆a ilegal. En esta ciudad improvisada escasean los lujos, pero sobran hoteles, restaurantes, bares y, sobre todo, prostituci贸n, al m谩s puro estilo del ‘sal贸n’ de las pel铆culas de vaqueros”.
En Madre Dios se produce el 70% del oro artesanal de Per煤, que es el primer productor de oro de Latinoam茅rica y el 5to a nivel mundial. En Madre de Dios, el 70% de la econom铆a tiene que ver con la miner铆a, pero solo el 10% es legal.
A comienzos del 2019, el Gobierno peruano puso en marcha la Operaci贸n Mercurio en la regi贸n de La Pampa, un mega operativo para tratar de erradicar las actividades no legales. Seg煤n la publicaci贸n digital peruana Actualidad Ambiental, si bien se ha logrado reducir la miner铆a ilegal en un 98%, existe evidencia de que la misma ha migrado a 谩reas circundantes.
A pesar de m谩s de 700 operativos policiales en menos de dos a帽os y de la expulsi贸n de 25.000 mineros ilegales, un informe de Monitoreo de Deforestaci贸n en la Amazon铆a indica que, tras el inicio de la Operaci贸n Mercurio, 1.100 nuevas hect谩reas quedaron deforestadas debido a la actividad aur铆fera, y se constat贸 la aparici贸n de seis nuevos puntos de extracci贸n no autorizada: Pariamanu, La Pampa (en dos zonas ubicadas al norte de dicha regi贸n), Camanti, Chaspa (Puno) y Apaylon. En s铆ntesis, toda pol铆tica represiva de estas actividades cuando no van acompa帽adas de propuestas productivas y de reinserci贸n laboral parecen estar condenadas al fracaso.
Autocr铆tica helv茅tica
El Consejo Federal suizo (poder ejecutivo colegiado) “es consciente de que existe el riesgo de que se importe en Suiza oro extra铆do ilegalmente, con las posibles violaciones de los derechos humanos que esto representa”.
As铆 lo afirman las autoridades federales en el informe “Comercio de oro producido en violaci贸n de derechos humanos”, presentado ante el parlamento a fines de 2019, como respuesta a una interpelaci贸n que cuatro a帽os antes present贸 el senador nacional ecologista Luc Recordon. https://www.newsd.admin.ch/
El Gobierno le encarg贸 a un grupo independiente que realizara un an谩lisis del sector del oro en Suiza, sus principales actores y los posibles riesgos y desaf铆os. Como parte de este proceso, el grupo se puso en contacto con representantes del sector privado y de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) activas en derechos humanos, medio ambiente y cooperaci贸n al desarrollo.
El informe acepta como probable que las actividades de las empresas en toda la actividad aur铆fera tengan repercusiones negativas en una amplia gama de derechos humanos, como: maltrato de los trabajadores y violaciones de la legislaci贸n laboral, en particular en lo que se refiere a condiciones de trabajo seguras y saludables y a una remuneraci贸n que proporcione una vida digna. Tambi茅n reconoce posibles violaciones del modo de vida tradicional de los pueblos ind铆genas, su autodeterminaci贸n y sus tierras. As铆 como impactos negativos en las comunidades locales: reasentamiento y desplazamiento forzado, violaci贸n de los derechos de propiedad, de la libertad de asociaci贸n y de opini贸n y expresi贸n.
El informe habla de los eventuales da帽os al medio ambiente y no excluye la posibilidad que las empresas aur铆feras cometan violaciones contra el estado de derecho. Finalmente, el Gobierno recomienda asegurar mayor transparencia en todas las actividades relacionadas con el oro que llega a Suiza. Recomienda, adem谩s, estimular a las asociaciones involucradas en la industria y el comercio del metal (por ejemplo, la Asociaci贸n Suiza de Fabricantes y Comerciantes de Metales Preciosos y la Swiss Better Gold) a que mejoren la manera como operan y a entablar un di谩logo con las ONG interesadas en los desaf铆os pendientes en este sensible sector de la econom铆a helv茅tica.
Entre las recomendaciones de su informe de noviembre, WWF reclama leyes que obliguen a las empresas con sede en Suiza que compran y procesan oro a cumplir normas sociales y ecol贸gicas m铆nimas y hacer p煤blico su comportamiento. Y llama a los consumidores a que asuman actitudes m谩s responsables al adquirir productos que contienen oro. Ciertos sellos de calidad existentes como FairTrade y FairMined contribuyen a promover una extracci贸n m谩s responsable y transparente y a minimizar la potencial destrucci贸n futura del medio ambiente.
500 a帽os despu茅s, las carabelas repletas de metales preciosos provenientes del Nuevo Mundo se ven reemplazadas por buques o aviones de carga que llegan a destinos europeos. Se les agregan otros, provenientes de 脕frica y de Asia. Una gran parte del oro importado por Viejo Mundo desemboca en las sofisticadas refiner铆as de Suiza, principal plataforma giratoria del comercio mundial. Casi todo legal, aunque no siempre justo y, por eso mismo, tampoco 茅tico.