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DDHH: La lucha entre democracia y autocracia obtiene resultados dispares en el mundo durante 2021

Human Rights Watch publica su Informe Mundial 2022

Kenneth Roth (HRW): Los l铆deres autocr谩ticos se enfrentaron a una importante reacci贸n en 2021. La democracia predominar谩 en la contienda con la autocracia s贸lo si los l铆deres democr谩ticos hacen un mejor trabajo para abordar los problemas globales.

UE: el compromiso con los derechos flaquea ante la tensi贸n
Am茅rica Latina: Retroceso alarmante de libertades b谩sicas
Estados Unidos muestra un progreso lento en materia de derechos humanos
Brasil debe proteger el derecho al voto y la libertad de expresi贸n

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(Ginebra) – Los l铆deres autocr谩ticos se enfrentaron en 2021 a una importante reacci贸n pol铆tica, pero la democracia solo florecer谩 en la contienda con la autocracia si los l铆deres democr谩ticos hacen un mejor trabajo para abordar los problemas globales, dijo hoy Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, al publicar el Informe Mundial 2022 [cf1] de Human Rights Watch.

Desde Cuba hasta Hong Kong, el pueblo sali贸 a las calles exigiendo democracia cuando los gobernantes que no rinden cuentas priorizaron, como de costumbre, sus propios intereses sobre los de sus ciudadanos, dijo Roth. Sin embargo, muchos l铆deres democr谩ticos han estado demasiado enfrascados en preocupaciones a corto plazo y en anotarse puntos pol铆ticos como para abordar problemas graves como el cambio clim谩tico, la pandemia del Covid-19, la pobreza y la desigualdad, la injusticia racial o las amenazas de la tecnolog铆a moderna.

“En un pa铆s tras otro, un gran n煤mero de personas han salido a la calle, incluso bajo riesgo de ser detenidas o heridas por disparos, lo que demuestra que el atractivo de la democracia sigue siendo fuerte”, dijo Roth. “Pero los l铆deres electos tienen que desempe帽ar un mejor trabajo a la hora de hacer frente a los principales desaf铆os para demostrar que el gobierno democr谩tico cumple con los beneficios prometidos”.

En la 32陋 edici贸n del Informe Mundial 2022, Human Rights Watch examina las pr谩cticas de derechos humanos en casi 100 pa铆ses donde la organizaci贸n trabaja.

En su ensayo introductorio, Roth cuestiona la idea convencional de que la autocracia est谩 en auge y la democracia, en declive. Muchos aut贸cratas afirman que sirven a su pueblo mejor que los l铆deres elegidos democr谩ticamente, pero suelen mirar principalmente por sus propios intereses y luego intentan manipular los sistemas electorales para que el pueblo no pueda emitir un veredicto negativo. Los aut贸cratas suelen intentar desviar la atenci贸n con apelaciones racistas, sexistas, xen贸fobas u hom贸fobas, se帽al贸 Roth.

El Covid-19 puso de manifiesto esta tendencia ego铆sta, ya que muchos l铆deres aut贸cratas restan importancia a la pandemia, dan la espalda a las pruebas cient铆ficas, difunden informaci贸n falsa y no adoptan medidas fundamentales para proteger la salud y la vida de los ciudadanos.

En un avance importante y creciente que deber铆a preocupar a algunos aut贸cratas, un amplio abanico de partidos pol铆ticos de la oposici贸n ha empezado a dejar sus diferencias pol铆ticas para crear alianzas que den prioridad a un inter茅s com煤n para conseguir que los pol铆ticos corruptos o los l铆deres represivos sean expulsados de sus cargos, dijo Roth.

En la Rep煤blica Checa, una ins贸lita coalici贸n derrot贸 al Primer Ministro Andrej Babi拧. En Israel, una coalici贸n a煤n m谩s improbable acab贸 con el largo mandato del Primer Ministro Benjamin Netanyahu. Se han formado alianzas generales similares de partidos de la oposici贸n para las pr贸ximas elecciones contra Viktor Orban en Hungr铆a y Recep Tayyip Erdo臒an en Turqu铆a. Una tendencia similar dentro del Partido Dem贸crata de Estados Unidos contribuy贸 a la selecci贸n de Joe Biden para presentarse en las elecciones de 2020 contra Donald Trump.

Adem谩s, como los aut贸cratas ya no pueden confiar en elecciones sutilmente manipuladas para preservar el poder, un n煤mero cada vez mayor, desde Nicaragua hasta Rusia, est谩 recurriendo a farsas electorales que les garantizan el resultado deseado, pero que no confieren ninguna de las legitimidades que se buscan con la celebraci贸n de unas elecciones. Esta creciente represi贸n es un signo de debilidad, no de fortaleza, dijo Roth.

Sin embargo, para persuadir a las personas a que dejen de respaldar a estos aut贸cratas ego铆stas, las democracias tienen que esforzarse m谩s en abordar los males de la sociedad, dijo Roth.

Por ejemplo, la crisis clim谩tica supone una grave amenaza para la humanidad y, sin embargo, los l铆deres democr谩ticos se limitan a tocar el problema de refil贸n, dijo, aparentemente incapaces de superar los enfoques nacionales y los intereses creados para dar los pasos necesarios que eviten consecuencias catastr贸ficas. El Informe Mundial 2022 incluye evaluaciones de las pol铆ticas clim谩ticas de los 10 principales emisores de gases de efecto invernadero del mundo, as铆 como de m谩s de una decena de otros pa铆ses en los que se han producido importantes avances pol铆ticos relacionados con la crisis clim谩tica.

La pandemia de Covid-19 tambi茅n puso en evidencia las debilidades de los l铆deres democr谩ticos. Las democracias enfrentaron la pandemia desarrollando con notable rapidez vacunas de ARNm muy eficaces, pero no han conseguido que la poblaci贸n de los pa铆ses con menores ingresos pueda acceder en igualdad a este invento que salva vidas. Algunos gobiernos democr谩ticos tomaron medidas para mitigar las consecuencias econ贸micas de los confinamientos por culpa del Covid-19, pero a煤n no han abordado el problema m谩s amplio y persistente de la pobreza y la desigualdad generalizadas, ni han construido sistemas adecuados de protecci贸n social para la pr贸xima e inevitable crisis econ贸mica, dijo.

Las democracias debaten regularmente las amenazas que plantea la tecnolog铆a, dijo. Entre ellas, la difusi贸n de desinformaci贸n y discursos de odio por parte de las plataformas de redes sociales, la invasi贸n a gran escala de la privacidad como modelo econ贸mico, la intrusi贸n de las nuevas herramientas de vigilancia y los sesgos de la inteligencia artificial. Pero los l铆deres democr谩ticos solo han dado peque帽os pasos para abordarlos.

Las democracias no salen mejor paradas cuando act煤an fuera de sus fronteras. A menudo caen en los compromisos de la realpolitik (pol铆tica realista), reforzando a “amigos” autocr谩ticos para frenar la migraci贸n, luchar contra el terrorismo o proteger la supuesta “estabilidad”, en lugar de defender los principios democr谩ticos.

En contraste con la acogida por parte de Trump de aut贸cratas amigos cuando era presidente de EE.UU., Biden prometi贸 una pol铆tica exterior que se guiar铆a por los derechos humanos. Pero el pa铆s ha seguido proporcionando armas a Egipto, Arabia Saud铆, los Emiratos 脕rabes Unidos e Israel a pesar de su persistente represi贸n. Ante la tendencia autocr谩tica en Centroam茅rica, Biden prioriz贸 principalmente los esfuerzos para frenar la migraci贸n en lugar de la autocracia.

Otros l铆deres occidentales mostraron una debilidad similar en su defensa de la democracia. El gobierno de la ex canciller alemana Angela Merkel ayud贸 a orquestar la condena mundial de los cr铆menes contra la humanidad del gobierno chino en Xinjiang. Sin embargo, mientras ocupaba la presidencia de la Uni贸n Europea, Alemania ayud贸 a promover un acuerdo de inversi贸n de la UE con China a pesar de que Beijing utilizaba mano de obra forzosa de etnia uigur.

El gobierno del presidente franc茅s Emmanuel Macron ayud贸 a coordinar una amplia condena de la conducta de Pek铆n en Xinjiang, pero hizo la vista gorda ante la grave situaci贸n en Egipto.

Para que las democracias prevalezcan, sus l铆deres deben hacer algo m谩s que destacar las inevitables deficiencias del gobierno autocr谩tico, dijo Roth. Deben hacer un mejor trabajo para afrontar los desaf铆os nacionales y globales con la finalidad de demostrar que la democracia, de hecho, cumple con su cometido.

“Promover la democracia significa defender las instituciones democr谩ticas, como tribunales independientes, medios de comunicaci贸n libres, parlamentos robustos y sociedades civiles vibrantes, incluso cuando eso conlleva un escrutinio no deseado o cuestiona las pol铆ticas del poder ejecutivo”, se帽al贸 Roth. “Tambi茅n exige elevar el discurso p煤blico en lugar de avivar nuestros peores sentimientos, actuar seg煤n los principios democr谩ticos en lugar de limitarse a expresarlos, y unificarnos ante las posibles amenazas en lugar de dividirnos en la b煤squeda de otro mandato in煤til”.

Estados Unidos muestra un progreso lento en materia de derechos humanos

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(Washington, DC, 13 de enero de 2022) – El progreso del gobierno del presidente Joe Biden en la protecci贸n de los derechos humanos en Estados Unidos ha sido lento, se帽al贸 hoy Human Rights Watch en su Informe Mundial 2022.

“El gobierno de Biden hizo algunos pronunciamientos de gran alcance sobre cuestiones clave como la equidad racial y de g茅nero, pero hasta ahora hay pocas pruebas de que las palabras se hayan traducido en un impacto real para las personas cuyos derechos han sido sistem谩tica e hist贸ricamente ignorados o pisoteados”, se帽al贸 Nicole Austin-Hillery, directora ejecutiva del Programa de Estados Unidos de Human Rights Watch. “La poblaci贸n negra en Estados Unidos sigue sufriendo importantes disparidades econ贸micas derivadas del racismo sist茅mico que tiene repercusiones a lo largo de generaciones, y las pol铆ticas fronterizas han destrozado el derecho a solicitar asilo mientras los funcionarios someten a los inmigrantes a un trato violento y abusivo”.

En la 32陋 edici贸n del Informe Mundial 2022, de 752 p谩ginas, Human Rights Watch examina las pr谩cticas de derechos humanos en casi 100 pa铆ses. Su director ejecutivo, Kenneth Roth, cuestiona la idea convencional de que la autocracia est谩 en auge. En un pa铆s tras otro, un gran n煤mero de personas han salido recientemente a las calles, incluso a riesgo de ser detenidas o heridas por disparos, lo que demuestra que el atractivo de la democracia sigue siendo fuerte. Mientras tanto, a los aut贸cratas les resulta cada vez m谩s dif铆cil manipular las elecciones a su favor. Sin embargo, Roth afirma que los l铆deres democr谩ticos deben desempe帽ar un mejor trabajo a la hora de hacer frente a los desaf铆os nacionales y globales; para asegurarse de que la democracia cumple con los beneficios prometidos.

Adem谩s de las pol铆ticas y acciones del poder ejecutivo para lograr la equidad racial y de g茅nero y proteger los derechos de las personas LGBT, el Comit茅 Judicial de la C谩mara de Representantes de EE.UU. vot贸 a favor de trasladar la H.R. 40, un proyecto de ley para estudiar la concesi贸n de reparaciones por la esclavitud, al pleno de la C谩mara para su votaci贸n por primera vez en 32 a帽os. Pero a finales de 2021 este paso hist贸rico hacia la reparaci贸n del legado de la esclavitud se estanc贸 en la C谩mara.

Entre los fracasos en materia de derechos en la pol铆tica interna de Estados Unidos vinculados al racismo sist茅mico, a pesar de algunas reducciones en las tasas de encarcelamiento de la poblaci贸n negra, esta sigue estando enormemente sobrerrepresentada en las c谩rceles y prisiones. Las personas de raza negra son asesinadas por la polic铆a a una tasa per c谩pita que triplica la de la poblaci贸n blanca. Las personas negras siguen constituyendo casi el 42% de la poblaci贸n actual de los corredores de la muerte, a pesar de que solo representan el 12,4% de la poblaci贸n estadounidense.

Las comunidades negras, latinas e ind铆genas han sido desproporcionadamente perjudicadas por la pandemia de Covid-19, que ha profundizado las disparidades raciales existentes en materia de atenci贸n sanitaria, vivienda, acceso a agua potable y asequible, empleo, educaci贸n y acumulaci贸n de riqueza, se帽al贸 Human Rights Watch. La desigualdad econ贸mica sigue siendo alta y ha aumentado ligeramente en Estados Unidos, aunque la pobreza se redujo en gran medida debido al aumento de las prestaciones del gobierno. La brecha de riqueza entre las personas negras y blancas persiste.

El gobierno de Biden tambi茅n mantiene en vigor la da帽ina pol铆tica fronteriza del T铆tulo 42, bajo la cual puede expulsar r谩pidamente a solicitantes de asilo a condiciones inseguras en M茅xico o en sus pa铆ses de origen bas谩ndose en argumentos enga帽osos de salud p煤blica. En un ejemplo especialmente grave de esta pol铆tica, los agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense a caballo amenazaron a personas de Hait铆 que cruzaban la frontera en Del R铆o, Texas, en septiembre, y Estados Unidos procedi贸 entonces a expulsar sumariamente a miles de haitianos a condiciones peligrosas en su pa铆s.

Human Rights Watch inform贸 sobre otras pruebas de trato abusivo a personas solicitantes de asilo por parte de agentes fronterizos estadounidenses, descritas en documentos del Departamento de Seguridad Nacional obtenidos tras un litigio. Estos documentos catalogan m谩s de 160 informes internos de abusos f铆sicos y de otro tipo contra solicitantes de asilo, as铆 como violaciones de sus derechos al debido proceso.

En su pol铆tica exterior, el gobierno anunci贸 su compromiso de “situar los derechos humanos en el centro de la pol铆tica exterior estadounidense” y del multilateralismo. Estados Unidos busc贸 –y gan贸— la elecci贸n al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y se reincorpor贸 al Acuerdo Clim谩tico de Par铆s. Anul贸 la perjudicial Ley Mordaza sobre la financiaci贸n de la atenci贸n sanitaria a las mujeres, restableci贸 la financiaci贸n del Fondo de Poblaci贸n de la ONU y reintrodujo la informaci贸n sobre los derechos reproductivos en el informe anual sobre derechos humanos del Departamento de Estado.

Sin embargo, entre los fracasos significativos en la protecci贸n y promoci贸n de los derechos humanos se encuentra la continua venta de armas a gobiernos que violan los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario, como Filipinas, Egipto y Arabia Saud铆, y la no condena p煤blica de los abusos de derechos por parte de los supuestos socios estrat茅gicos de EE.UU.

El gobierno de Biden deber铆a poner fin a la pol铆tica abusiva e ilegal del T铆tulo 42 y adoptar medidas concretas e informar con firmeza sobre los progresos realizados en consonancia con sus declaraciones pol铆ticas sobre la equidad racial y de g茅nero. Los gobiernos estatales y locales de EE.UU. deber铆an poner fin a las actuaciones policiales abusivas contra la comunidad negra y otras personas de color y, en su lugar, invertir en las comunidades de forma que se aborde el racismo estructural. Las pol铆ticas estatales que amenazan el derecho al acceso al aborto y la libertad reproductiva deben terminar para proteger plenamente los derechos de las mujeres y las ni帽as.

“El gobierno de Estados Unidos debe tomar medidas audaces y concretas para proteger los derechos humanos de todas las personas en Estados Unidos –blancas y negras, ciudadanas y no ciudadanas (estadounidenses) por igual—, as铆 como para promover los derechos humanos en todo el mundo a trav茅s de su pol铆tica exterior”, se帽al贸 Austin-Hillery.


UE: el compromiso con los derechos flaquea ante la tensi贸n


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(Bruselas) – El apoyo de la Uni贸n Europea a gobiernos abusivos para mantener alejados a los inmigrantes y solicitantes de asilo durante 2021 puso de relieve la enorme brecha entre la ret贸rica del bloque acerca de los derechos humanos y su pr谩ctica real, se帽al贸 hoy Human Rights Watch en su Informe Mundial 2022. Los principales ejemplos son la militarizaci贸n y la emergencia humanitaria en la frontera entre Belar煤s y Polonia, y las devoluciones en otras fronteras exteriores de la UE.

“A menudo vemos que el compromiso de la Uni贸n Europea con los derechos humanos flaquea cuando las cosas se ponen dif铆ciles”, dijo Benjamin Ward, subdirector para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “En un momento en que la gente est谩 sufriendo y sus derechos est谩n amenazados dentro y fuera de las fronteras de la Uni贸n Europea, necesitamos una UE dispuesta a defenderlos”.

En la 32陋 edici贸n del Informe Mundial 2022, de 752 p谩ginas, Human Rights Watch examina las pr谩cticas de derechos humanos en casi 100 pa铆ses. Su director ejecutivo, Kenneth Roth, cuestiona la idea convencional de que la autocracia est谩 en auge. En un pa铆s tras otro, un gran n煤mero de personas han salido recientemente a las calles, incluso a riesgo de ser detenidas o heridas por disparos, lo que demuestra que el atractivo de la democracia sigue siendo fuerte. Mientras tanto, a los aut贸cratas les resulta cada vez m谩s dif铆cil manipular las elecciones a su favor. Sin embargo, Roth afirma que los l铆deres democr谩ticos deben desempe帽ar un mejor trabajo a la hora de hacer frente a los desaf铆os nacionales y globales; para asegurarse de que la democracia cumple con los beneficios prometidos.

Human Rights Watch destac贸 las preocupaciones de toda la Uni贸n en materia de inmigraci贸n y asilo, discriminaci贸n e intolerancia, pobreza y desigualdad, Estado de derecho y pol铆tica exterior del bloque. El Informe Mundial incluye cap铆tulos sobre Francia, Alemania, Grecia, Hungr铆a, Italia, Polonia y Espa帽a, y sobre pa铆ses de la regi贸n no pertenecientes a la UE, como Bosnia y Herzegovina, Serbia, Kosovo y el Reino Unido.

El respeto al Estado de Derecho se erosion贸 en varios pa铆ses de la UE a lo largo del a帽o. Polonia y Hungr铆a fueron objeto de un continuo escrutinio por los ataques contra los derechos de las personas LGBT, la independencia judicial y la libertad de los medios de comunicaci贸n, los derechos de las mujeres y los grupos de la sociedad civil, incluidos los defensores de los derechos de las mujeres. Hubo algunos indicios de una respuesta m谩s en茅rgica por parte de algunas instituciones de la UE a la situaci贸n de Hungr铆a y Polonia, incluidas las sentencias del Tribunal de Justicia de la UE.

Pero aunque los Estados miembros de la UE utilizaron una ret贸rica m谩s fuerte para criticar los ataques al Estado de derecho y a las instituciones democr谩ticas dentro de la UE, no llegaron a tomar medidas decisivas en virtud del procedimiento del art铆culo 7 previsto en los tratados de la UE ni a impulsar plenamente los sistemas para condicionar la financiaci贸n al cumplimiento de los principios de la UE.

Los pa铆ses de la UE apenas avanzaron en el desarrollo de pol铆ticas migratorias respetuosas con los derechos o en el reparto equitativo de la responsabilidad sobre los inmigrantes, los solicitantes de asilo y los refugiados, y solo mostraron consenso en el sellado de las fronteras y en la externalizaci贸n de la responsabilidad a expensas de los derechos humanos. Aunque los pa铆ses de la UE evacuaron a miles de afganos de Kabul en agosto, sus promesas de reasentamiento se quedaron cortas, y siguieron cooperando con pa铆ses como Libia, a pesar de las pruebas de los graves abusos cometidos contra migrantes y refugiados. La agencia fronteriza de la UE, Frontex, se resiste a las peticiones de rendici贸n de cuentas frente a los crecientes indicios de responsabilidad en los abusos y la falta de investigaci贸n.

Croacia, Chipre, Grecia, Hungr铆a, Eslovenia, Espa帽a, Lituania, Letonia y Polonia participaron en devoluciones de inmigrantes, y los tres 煤ltimos modificaron su legislaci贸n nacional para dar cobertura legal a estas pr谩cticas ilegales. Dinamarca aprob贸 una ley que le permite enviar a solicitantes de asilo a otro pa铆s para el examen de sus solicitudes y sent贸 un precedente peligroso al eliminar el estatuto de “protecci贸n temporal” de las personas procedentes de Damasco o sus alrededores. Las autoridades francesas infligieron un trato degradante a inmigrantes en la frontera entre Reino Unido y Francia, en una pol铆tica err贸nea para disuadir a quienes llegan al norte del pa铆s. Los grupos que defienden los derechos de los inmigrantes y los refugiados en Grecia, Italia y Chipre, entre otros pa铆ses, se enfrentaron a un entorno hostil, incluido el procesamiento.

Las respuestas estatales al racismo, la violencia y la discriminaci贸n, que afectaban a mujeres, minor铆as 茅tnicas y religiosas, personas LGBT y personas con discapacidad, fueron a menudo inadecuadas y en algunos casos exacerbaron el abuso de los derechos. La pandemia de Covid-19 foment贸 la discriminaci贸n y los delitos de odio, incluida la incitaci贸n al odio por Internet dirigida a determinados grupos sociales. La Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE y el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa afirmaron que los pa铆ses de la UE deb铆an abordar la discriminaci贸n estructural, incluida la elaboraci贸n de perfiles 茅tnicos por parte de la polic铆a. En un avance positivo, la Comisi贸n Europea adopt贸 una estrategia para los derechos de las personas con discapacidad hasta 2030.

La pandemia de Covid-19 aument贸 la profunda desigualdad y la pobreza en la Uni贸n Europea, a pesar de un importante presupuesto de recuperaci贸n con fondos dedicados a abordar la exclusi贸n social y las medidas de mitigaci贸n de cada pa铆s. Las estimaciones oficiales suger铆an que aproximadamente una quinta parte de la poblaci贸n de la UE estaba en riesgo de pobreza o exclusi贸n social. El uso de los bancos de alimentos y la pobreza infantil aumentaron, las medidas para compensar la subida de los costes energ茅ticos parec铆an insuficientes, y la poblaci贸n gitana segu铆a corriendo un riesgo desproporcionado de vivir en la pobreza y la exclusi贸n social.

La UE obstaculiz贸 la adopci贸n de medidas fundamentales para poner fin a la pandemia de Covid-19 al oponerse a las propuestas de exenci贸n temporal de las normas comerciales y de propiedad intelectual que podr铆an facilitar la producci贸n y disponibilidad mundial de las pruebas, tratamientos y vacunas contra el Covid-19.

La Comisi贸n Europea adopt贸 en julio propuestas legislativas para lograr la neutralidad clim谩tica en 2050, incluyendo un objetivo de reducci贸n de las emisiones del 55% para 2030, pero el Parlamento Europeo vot贸 a favor de prolongar las subvenciones al gas hasta 2027, socavando estos esfuerzos. Los 27 miembros de la UE se encuentran colectivamente entre los 10 principales emisores de gases de efecto invernadero del mundo, contribuyendo a la crisis clim谩tica en todo el planeta.

La UE y varios Estados siguieron desempe帽ando un papel destacado en las iniciativas de la ONU relacionadas con los derechos humanos en pa铆ses como Afganist谩n, Belar煤s, Sud谩n, Etiop铆a, Siria, Sri Lanka, Myanmar, Nicaragua y Corea del Norte, as铆 como con el cambio clim谩tico. Pero la regla de la unanimidad de la UE en pol铆tica exterior impidi贸 a menudo una acci贸n decisiva para abordar, o incluso denunciar, graves abusos a los derechos humanos, sobre todo en pa铆ses como Egipto, Israel, los pa铆ses del Golfo y la India.

Las expresiones de preocupaci贸n a menudo solo se han formulado durante los di谩logos bilaterales sobre derechos humanos, cuyo impacto en el fomento de un cambio positivo sigue siendo muy cuestionable. Impulsada por el Parlamento Europeo, la UE est谩 trabajando para adoptar una legislaci贸n hist贸rica sobre la diligencia debida en materia de derechos humanos y medio ambiente obligatoria para las empresas. La UE tambi茅n est谩 reformando su sistema de preferencias generalizadas (SPG), que concede a terceros pa铆ses un acceso preferente al mercado de la UE vinculado a diversas formas de condicionalidad en materia de derechos humanos.

Am茅rica Latina: Retroceso alarmante de libertades b谩sicas

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(Nueva York) – Am茅rica Latina est谩 enfrentando algunos de los desaf铆os m谩s graves en materia de derechos humanos en d茅cadas, se帽al贸 hoy Human Rights Watch al presentar su Informe Mundial 2022.

“El alarmante retroceso de las libertades fundamentales en Am茅rica Latina nos obliga hoy a defender espacios democr谩ticos que sol铆amos dar por sentados”, expres贸 Tamara Taraciuk Broner, directora interina para las Am茅ricas de Human Rights Watch. “Incluso l铆deres que llegaron al poder mediante elecciones democr谩ticas han atacado a la sociedad civil independiente, la libertad de prensa y la independencia judicial. Millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y pa铆ses, y la pandemia ha tenido un impacto econ贸mico y social devastador”.

En el Informe Mundial 2022 de 752 p谩ginas, su 32潞 edici贸n, Human Rights Watch analiza las condiciones de derechos humanos en casi 100 pa铆ses. El director ejecutivo Kenneth Roth desaf铆a la noci贸n convencional de que la autocracia est谩 en auge en todo el mundo.

El gobierno cubano llev贸 a cabo abusos sistem谩ticos contra cr铆ticos y artistas, incluyendo detenciones arbitrarias, maltrato de detenidos y procesos penales abusivos, en respuesta a protestas mayormente pac铆ficas en contra del gobierno.

Las elecciones de noviembre en Nicaragua se llevaron a cabo sin las m谩s m铆nimas garant铆as democr谩ticas. De cara a los comicios, el gobierno de Daniel Ortega detuvo y proces贸 arbitrariamente a cr铆ticos y opositores, incluyendo a siete candidatos presidenciales, y mantuvo a muchos de ellos incomunicados en condiciones abusivas durante semanas o meses. Estas detenciones se suman a las m谩s de 100 personas percibidas como cr铆ticas que permanecen encarceladas arbitrariamente en el contexto de la crisis de derechos humanos que inici贸 en 2018.

En noviembre, el fiscal de la Corte Penal Internacional abri贸 una investigaci贸n sobre posibles cr铆menes de lesa humanidad cometidos en Venezuela durante la gesti贸n de Nicol谩s Maduro. Expertos independientes de la Misi贸n de Determinaci贸n de los Hechos de la ONU concluyeron que las autoridades judiciales hab铆an sido c贸mplices de abusos aberrantes. La misi贸n electoral independiente de la Uni贸n Europea, que observ贸 las elecciones regionales de noviembre, inform贸 que algunos opositores pol铆ticos segu铆an inhabilitados de forma arbitraria para postularse a cargos p煤blicos, que hubo un acceso desigual a los medios de comunicaci贸n, y que la falta de independencia judicial y de respeto al Estado de derecho hab铆an afectado la transparencia e imparcialidad de las elecciones. Human Rights Watch ha denunciado la arremetida contra opositores y la desigualdad de condiciones para competir en elecciones, lo cual dificult贸 que todos los votantes pudieran ejercer sus derechos libremente.

Tambi茅n hubo intentos reiterados de debilitar el Estado de derecho por parte de l铆deres con tendencias autoritarias que fueron electos democr谩ticamente.

En Brasil, el presidente Jair Bolsonaro, un defensor de la dictadura militar (1964-1985), intent贸 intimidar al Tribunal Supremo por medio de insultos y amenazas e hizo alegaciones infundadas de fraude electoral.

En M茅xico, el presidente Andr茅s Manuel L贸pez Obrador continu贸 sus ataques medi谩ticos en contra de periodistas y defensores de derechos humanos, as铆 como sus esfuerzos por eliminar organismos p煤blicos independientes que limitan su poder y por cooptar el sistema judicial para perseguir a enemigos pol铆ticos. En noviembre, decret贸 que los proyectos prioritarios de su gobierno reciban permisos autom谩ticamente, sin cumplir con los estudios requeridos, y que sean exentos de las reglas de transparencia.

En El Salvador, el presidente Nayib Bukele y sus aliados en la legislatura reemplazaron sumariamente a los magistrados de la Corte Suprema con quienes difer铆an y promulgaron leyes para remover a cientos de fiscales y jueces de instancias inferiores. Los nuevos magistrados designados a la Corte Suprema resolvieron que Bukele pod铆a postularse a la reelecci贸n consecutiva, a pesar de una disposici贸n constitucional que lo proh铆be. El gobierno tambi茅n propuso una ley de “agentes extranjeros” que, de ser aprobada, podr铆a limitar gravemente el trabajo de periodistas independientes y organizaciones de la sociedad civil.

Por su parte, en Argentina, Bolivia, Per煤 y Guatemala, diversos esfuerzos orientados a debilitar la independencia judicial o a utilizar el sistema de justicia con fines pol铆ticos han amenazado el sistema democr谩tico de pesos y contrapesos.

En Colombia, miembros de la Polic铆a Nacional respondieron a protestas mayormente pac铆ficas dispersando de manera arbitraria a manifestantes y recurriendo a un uso excesivo de la fuerza, incluyendo el empleo de municiones letales. La violencia y los abusos por parte de grupos armados, que incluyen asesinatos, masacres y desplazamientos forzados, se agudizaron en zonas remotas donde la presencia de instituciones p煤blicas civiles y las oportunidades econ贸micas son escasas. Seg煤n la ONU, m谩s de 450 defensores de derechos humanos han sido asesinados en Colombia desde 2016. El gobierno ha adoptado medidas insuficientes e inadecuadas para protegerlos.

Colombia —al igual que Chile, Ecuador y Per煤, donde las fuerzas de seguridad han cometido graves abusos contra manifestantes en los 煤ltimos a帽os— a煤n no ha adoptado medidas significativas para reformar su fuerza policial, ni un marco jur铆dico que contribuya a que se haga justicia por estas violaciones de derechos humanos. En Brasil, la polic铆a mat贸 a 6.400 personas en 2020, la mayor cifra registrada a la fecha. Cerca del 80 % de las v铆ctimas fueron personas negras.

Algunos gobiernos han usado la pandemia de Covid-19 como pretexto para violar derechos. El gobierno guatemalteco arremeti贸 contra los medios de comunicaci贸n e impuso restricciones al acceso a la informaci贸n sobre la pandemia. En Brasil, el presidente Bolsonaro hizo caso omiso de las recomendaciones cient铆ficas, difundi贸 informaci贸n falsa y promovi贸 tratamientos contra el virus sin eficacia comprobada.

En muchos pa铆ses, ni帽os y ni帽as enfrentaron obst谩culos para acceder a la educaci贸n como resultado de restricciones relacionadas con la pandemia.

La emergencia humanitaria en Venezuela, que precede a la pandemia, dej贸 al pa铆s en una situaci贸n desastrosa para enfrentarla. Millones de venezolanos necesitan asistencia humanitaria, pero la respuesta internacional no ha recibido el financiamiento necesario. El Programa Mundial de Alimentos estima que uno de cada tres venezolanos se encuentra en situaci贸n de inseguridad alimentaria.

La pandemia y la crisis econ贸mica asociada a ella, el homicidio del presidente Jovenel Mo茂se y un terremoto de magnitud 7,2 exacerbaron la inestabilidad pol铆tica que ya atravesaba Hait铆, as铆 como la violencia que ejercen las pandillas, que muchas veces tienen nexos con actores estatales. Hait铆 enfrenta dificultades cr贸nicas para responder a las necesidades b谩sicas de su poblaci贸n.

A pesar del cierre de fronteras, millones de personas han huido forzosamente de sus hogares. M谩s de seis millones de venezolanos han huido del pa铆s. Muchos de ellos tienen dificultades para obtener estatus legal en los pa铆ses de acogida y enfrentan deportaciones arbitrarias, xenofobia y abusos por parte de funcionarios de migraci贸n. M谩s de 110.000 nicarag眉enses han huido de su pa铆s desde 2018. Cientos de miles de personas huyen del tri谩ngulo norte de Centroam茅rica cada a帽o. Muchos de los que huyen en busca de protecci贸n transitan por M茅xico, donde sufren violencia, discriminaci贸n y abusos por parte de grupos criminales y autoridades mexicanos.

Ha habido unos pocos acontecimientos alentadores. En diciembre de 2020, Argentina aprob贸 un proyecto para legalizar el aborto en las primeras 14 semanas de embarazo, y en 2021 cuatro estados de M茅xico despenalizaron el aborto en las primeras 12 semanas. La Corte Constitucional del Ecuador y la Suprema Corte de M茅xico dieron un paso para flexibilizar las restricciones al aborto, lo cual podr铆a impulsar m谩s avances.

El Senado mexicano aprob贸 una reforma hist贸rica a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para que los albergues y Centros de Justicia para las Mujeres sean accesibles para las mujeres con discapacidad. El Congreso de Chile aprob贸 el matrimonio entre personas del mismo sexo. Argentina se convirti贸 en el primer pa铆s de Am茅rica Latina en reconocer las identidades de g茅nero no binarias en los documentos de identidad oficiales.

El Tribunal Supremo de Brasil ha bloqueado algunas de las pol铆ticas m谩s perniciosas del presidente Bolsonaro y ha defendido los derechos humanos. La Procuradur铆a de los Derechos Humanos de Guatemala ha seguido alertando sobre los intentos para cercenar derechos fundamentales en el pa铆s, a pesar de enfrentar varios esfuerzos del Congreso para remover al procurador de su cargo y una posible investigaci贸n penal por promover los derechos de las personas LGBT y los derechos sexuales y reproductivos.

“Muchos periodistas, defensores de derechos humanos y jueces valientes en la regi贸n han desempe帽ado un papel extraordinario al exponer abusos y actuar como frenos al poder ejecutivo”, expres贸 Taraciuk Broner. “Es fundamental que se sigan apoyando los esfuerzos cruciales que realizan estas personas para proteger el Estado de derecho, las libertades fundamentales y las instituciones democr谩ticas en un per铆odo de graves riesgos para la regi贸n”.


Brasil debe proteger el derecho al voto y la libertad de expresi贸n

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(S茫o Paulo) – Las instituciones democr谩ticas de Brasil deber铆an proteger el derecho al voto y la libertad de expresi贸n de cara a las elecciones presidenciales de octubre de 2022, frente a los intentos del presidente Jair Bolsonaro de socavar el sistema electoral y debilitar el Estado de derecho y las libertades fundamentales, se帽al贸 hoy Human Rights Watch en su Informe Mundial 2022.

En 2021, el presidente Bolsonaro sigui贸 propagando informaci贸n falsa sobre las vacunas contra el Covid-19 y su gobierno no adopt贸 medidas para abordar el grav铆simo impacto de la pandemia en la educaci贸n. En octubre, una investigaci贸n del Senado document贸 otras serias deficiencias en la respuesta del gobierno a la pandemia y aport贸 pruebas de corrupci贸n en la compra de vacunas.

El gobierno de Bolsonaro tambi茅n promovi贸 pol铆ticas que violan los derechos humanos en otras 谩reas, como los derechos de las comunidades ind铆genas, los derechos de las mujeres, los derechos de las personas con discapacidad y la libertad de expresi贸n. Los homicidios causados por polic铆as han llegado a n煤meros sin precedentes, mientras que la deforestaci贸n de la Amazon铆a alcanz贸 el nivel m谩s alto desde 2006.

“El presidente Bolsonaro ha intentado debilitar los pilares de la democracia atacando al poder judicial y repitiendo alegaciones infundadas de fraude electoral”, dijo Maria Laura Canineu, directora para Brasil de Human Rights Watch. “A medida que se acercan las elecciones de octubre, el Tribunal Supremo Federal, el Tribunal Superior Electoral, el Ministerio P煤blico, el Congreso y otras instituciones democr谩ticas deber铆an mantenerse alerta y resistir cualquier intento del presidente Bolsonaro de negar a los brasile帽os el derecho a elegir a sus representantes”.

En el Informe Mundial 2022 de 752 p谩ginas, su 32潞 edici贸n, Human Rights Watch analiza las condiciones de derechos humanos en casi 100 pa铆ses. El director ejecutivo Kenneth Roth desaf铆a la noci贸n convencional de que la autocracia est谩 en auge en todo el mundo.

Las elecciones presidenciales y legislativas pondr谩n a prueba la fortaleza de la democracia brasile帽a ante las amenazas del presidente Bolsonaro, un ferviente defensor de la dictadura militar que gobern贸 el pa铆s entre 1964 y 1985, se帽al贸 Human Rights Watch. En septiembre, el presidente hizo su intento m谩s reciente de intimidar al Supremo Tribunal Federal, que supervisa investigaciones penales contra 茅l. Tambi茅n hizo afirmaciones falsas que parec铆an orientadas a generar desconfianza respecto a los resultados de elecciones democr谩ticas. El Supremo Tribunal Federal ha rechazado en茅rgicamente las “amenazas a su independencia o intimidaciones”, mientras que el Tribunal Superior Electoral ha refutado las acusaciones infundadas de fraude electoral realizadas por el presidente.

El gobierno de Bolsonaro tambi茅n ha promovido procesos penales contra al menos 17 personas por emitir cr铆ticas, en algunos casos mediante la Ley de Seguridad Nacional, que databa del per铆odo de la dictadura militar. Si bien muchos de los procesos se han cerrado, estas acciones transmiten el mensaje de que criticar al presidente puede ser causa de persecuci贸n. En agosto, el Congreso derog贸 la Ley de Seguridad Nacional, pero no ha derogado disposiciones similares del C贸digo Penal que castigan la difamaci贸n con penas de prisi贸n y pueden usarse para reprimir la libertad de expresi贸n.

El presidente Bolsonaro tambi茅n ha bloqueado a medios de comunicaci贸n, organizaciones de la sociedad civil y otros usuarios en las cuentas de redes sociales que utiliza para divulgar informaci贸n de inter茅s p煤blico o tratar asuntos p煤blicos.

Una investigaci贸n parlamentaria demostr贸 que la desastrosa respuesta del gobierno frente a la pandemia ha puesto en riesgo la salud y la vida de los brasile帽os al, entre otras cosas, desestimar las medidas cient铆ficas para contener al virus y promover f谩rmacos de eficacia no comprobada para tratarlo. Adem谩s, la investigaci贸n revel贸 que las autoridades no realizaron las gestiones necesarias a nivel nacional y local para evitar la escasez de ox铆geno en hospitales, lo cual probablemente contribuy贸 a la muerte de pacientes en la ciudad de Manaus. El Ministerio P煤blico deber铆a analizar el informe con mucha atenci贸n y presentar cargos en los casos en que las pruebas lo ameriten, dijo Human Rights Watch.

Los homicidios causados por la polic铆a llegaron al nivel m谩s alto del que se tiene registro en 2020, el 煤ltimo a帽o para el cual hay estad铆sticas. Cerca del 80 % de las v铆ctimas eran personas negras. En R铆o de Janeiro, la polic铆a hizo caso omiso a una orden del Supremo Tribunal Federal que prohibi贸 las operaciones policiales en barrios de bajos ingresos durante la pandemia, excepto en “casos absolutamente excepcionales”. El presidente Bolsonaro ha alentado la violencia policial y ha defendido un proyecto legislativo que har铆a m谩s dif铆cil sancionar a polic铆as por abusos.

Si bien el gobierno prometi贸 en foros internacionales que proteger铆a la Amazon铆a, ha impulsado pol铆ticas orientadas a acelerar su destrucci贸n. El presidente Bolsonaro ha promovido proyectos legislativos para negar a numerosos pueblos ind铆genas el derecho a sus tierras tradicionales y para legalizar, en la pr谩ctica, las operaciones de miner铆a ilegal que all铆 existen. Los datos del propio gobierno muestran que la deforestaci贸n en la Amazon铆a lleg贸 al nivel m谩s alto en los 煤ltimos 15 a帽os.

“En respuesta a la gran indignaci贸n tanto en Brasil como a nivel internacional, el gobierno de Bolsonaro se ha comprometido a proteger los bosques, pero los datos oficiales sugieren que estas son promesas vac铆as”, observ贸 Canineu. “El presidente Bolsonaro debe mostrar resultados concretos de reducci贸n de la deforestaci贸n y poner fin a la impunidad en relaci贸n a delitos ambientales y a la violencia contra defensores del medio ambiente”.

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