OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H

El padre no es el padre como tampoco la madre lo es, ni el hijo es el hijo. Tal es la contradicci贸n del modelo cristiano, la santidad as铆 lo dispone. Pero una cosa si es cierta en esta falta de consanguinidad y es que enlaza en una hermandad universal: La Adopci贸n. La reflexi贸n es de Michel Serres quien atribuye a la cristiandad ese gran aporte a la humanidad.
Pero el gran modelo actual dista mucho de esa gran hermanad universal. Por el contrario, el padre y la madre defender谩n a capa y espada la sangre de su propia sangre, la gen茅tica aclarar谩 a los que ponen en duda a su progenie. Esta tesis me recuerda a Georges Duby quien plante贸 que la familia fue inflada o rebozada con responsabilidades que le compet铆an al Estado tales como la educaci贸n que eran de su resorte, hoy la mayor铆a de las familias la asumen en mejor o regular calidad seg煤n sean sus recursos.
La escasez en las clases populares ser谩 el combustible que mantiene viva la llama de la discordia constante: padres pobres que no tienen c贸mo cubrir cuotas alimentarias de sus hijos puestos a varias hembras. Madres que disputan mejores insentivos econ贸micos a su engendrador. El recurso escaso del dinero y la disputa del uso exclusivo del genital para el c贸nyuge es cultura del diario vivir. Y todo esto es contario a la normativa del divorcio que manda que los genitales y su uso son de cada quien. El divorcio instaurado desde la segunda d茅cada de 1800 en Francia (en Colombia en 1991) y que en palabras concretas dio libertad a machos y hembras de usar sus genitales con quienes as铆 dispusieran pero sabemos que la cultura los privatiz贸 para uso exclusivo en la alcoba matrimonial.
Pero queremos dar una idea de la familia en nuestro contexto medellinense. Para ello resaltamos la triada de interacci贸n de la Familia, el Estado y la Sociedad que rodean al individuo al punto de reconocer de que somos seres sociales. Cada una de estas tres instancias interceptan al ser hasta el punto de influenciarlo o determinarlo. Por ejemplo, la Escuela asegura gracias a la industrializaci贸n la formaci贸n del prop贸sito universal de la alfabetizaci贸n planetaria desde mediados del siglo xix. Se garantizar谩 unas competencias para que el ciudadano pueda deseme帽arse como obrero. La Sociedad transferir谩 sus valores culturales considerados como v谩lidos para su funcionamiento, el Estado asegur谩 una obediencia o servidumbre voluntaria de sus ciudadanos para la garant铆a de unos derechos liberales de Bienestar General; y su pretendida democracia es el ritual m谩gico o religioso vuelto civil por el cual los ciudadanos se expresan en mayor铆a confiando su destino a un gobernante que har谩 las veces de un dios que intentar谩 conducir la barca a buen puerto del para铆so prometido.
Pero el desbarajuste viene cuando el individuo va de la casa a la escuela y la v铆a necesaria que transita es la calle, s铆mbolo y laboratorio de todo lo bueno y lo malo, pero en los barrios pobres es adversidad que desdice a la escuela.
Un individuo que va de la casa a la escuela pasa por la calle ( la sociedad) que lo influencia en lo peor del hampa y las drogas, son los antivalores con los cuales la educaci贸n por lo general pierde su batalla. El Estado no pone en orden lo que en la calle y en la familia anda mal, la miseria, el desempleo y la pobreza, todo esto explicado porque no se distribuye la riqueza generada en el pa铆s, toda ella cada vez concentrada en pocas manos privando a la mayor铆a del prometido Bienestar General. ¿Fracaso del Estado Liberal? Las estas ideas provienen de Francois Dagognet.
Breve disertaci贸n
El ni帽o nace y crece en una familia. Complementa su desarrollo en la sociedad comprendida en el Vecindario, el territorio, la Naci贸n. Tambi茅n la escuela lo preparar谩 para el mundo del Trabajo. Tres espacios que lo formar谩n. ¿Qu茅 tanto influye uno u otro en su formaci贸n? La pregunta no deja de ser compleja para determinar 茅ste o aquel, pero s铆 se puede aventurar a decir que existe una problem谩tica consistente en un desarrollo desequilibrado en estas tres instancias. Por ejemplo, la familia ofrece lo mejor que ella cree estar dando para el desarrollo bioafectivo del ni帽o, incluso ac谩 tropezamos con la carga que representa la llegada de un ni帽o para las familias de bajos recursos, la carencia es un escollo para el desarrollo del ni帽o. Pero obviemos por un momento tal dificultad y supongamos que se dan los mejores esfuerzos para ofrecer lo mejor de lo que se tiene disponible. Supongamos las mejores intenciones y que el ni帽o est谩 rodeado de padres amorosos y env铆an al infante a la Escuela con lo necesario. El ni帽o, entonces, caminar谩 o cruzar谩 de la casa a la instituci贸n, y en ese trayecto, en la calle y en lo que en ella ocurre, 茅l ser谩 testigo de un micromundo que le es contrario o incluso que cuestiona a la escuela.
En la calle hay una microsociedad en donde impera la econom铆a criminal con sus rentas ilegales y su despliegue violento terminado en opci贸n laboral para muchos j贸venes desempleados. Este mundo del crimen es todo un referente de autoridad en el barrio, cualquier decisi贸n de dejar vivir o hacer morir pasa por ellos, los ilegales son ley. Y son ellos quienes representan modelos triunfales, en sus balances todo lo tienen y hasta m谩s, tienen lo abundante y lujoso que cualquier profesional promedio no podr谩 proporcionarse as铆 trabaje su vida entera. Los ilegales tienen dinero a mont贸n, mujeres a granel y van de farra en farra. Y 茅sta imagen de antivalor es atractor fuerte para quienes est谩n en camino de forjarse un sue帽o que le permitan superar sus condiciones de pobreza.
La empresa o renta criminal y el uso de la fuerza joven
Existen muchos testimonios sobre estos sue帽os frustrados o que toman un rumbo delincuencial ante un mundo de No Futuro como titul贸 su film V铆ctor Gaviria o las novelas de No Nacimos Pa’ Semilla de Alonso Salazar y La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejo. Los s贸lo t铆tulos sintetizan bien la realidad abordada. No Futuro es la incertidumbre en la que se encuentran los j贸venes por no poder acceder ni a estudios superiores ni mucho menos a un empleo formal, las exigencias o competencias del mercado los hace marginales sin otra opci贸n para tomar que la del mundo del crimen. Ser empresario traqueto es profesi贸n en una sociedad en la que la econom铆a ilegal es cada vez m谩s fuerte, m谩s robusta, sin ella la econom铆a formal tambalea. Lo sacro se conjuga entonces con lo cultural y lo econ贸mico. Los sicarios tienen su virgen c贸mplice quien les bendice la bala para no fallar en el flanco, los sicarios unas veces van en moto vomitando plomo contra los enemigos se帽alados. Todo esto es la compleja sociedad y sus pr谩cticas violentas vueltas costumbres, matar es costumbre sicarial, es profesi贸n en una sociedad en la que arde el conflicto, tan s贸lo mencionamos el dato un datos de las 256 bandas criminales que operan en todo Medell铆n. Esta es la sociedad marco en la que se desarrollan las familias.
Colombia Kr铆tica
El padre no es el padre como tampoco la madre lo es, ni el hijo es el hijo. Tal es la contradicci贸n del modelo cristiano, la santidad as铆 lo dispone. Pero una cosa si es cierta en esta falta de consanguinidad y es que enlaza en una hermandad universal: La Adopci贸n. La reflexi贸n es de Michel Serres quien atribuye a la cristiandad ese gran aporte a la humanidad.
Pero el gran modelo actual dista mucho de esa gran hermanad universal. Por el contrario, el padre y la madre defender谩n a capa y espada la sangre de su propia sangre, la gen茅tica aclarar谩 a los que ponen en duda a su progenie. Esta tesis me recuerda a Georges Duby quien plante贸 que la familia fue inflada o rebozada con responsabilidades que le compet铆an al Estado tales como la educaci贸n que eran de su resorte, hoy la mayor铆a de las familias la asumen en mejor o regular calidad seg煤n sean sus recursos.
La escasez en las clases populares ser谩 el combustible que mantiene viva la llama de la discordia constante: padres pobres que no tienen c贸mo cubrir cuotas alimentarias de sus hijos puestos a varias hembras. Madres que disputan mejores insentivos econ贸micos a su engendrador. El recurso escaso del dinero y la disputa del uso exclusivo del genital para el c贸nyuge es cultura del diario vivir. Y todo esto es contario a la normativa del divorcio que manda que los genitales y su uso son de cada quien. El divorcio instaurado desde la segunda d茅cada de 1800 en Francia (en Colombia en 1991) y que en palabras concretas dio libertad a machos y hembras de usar sus genitales con quienes as铆 dispusieran pero sabemos que la cultura los privatiz贸 para uso exclusivo en la alcoba matrimonial.
Pero queremos dar una idea de la familia en nuestro contexto medellinense. Para ello resaltamos la triada de interacci贸n de la Familia, el Estado y la Sociedad que rodean al individuo al punto de reconocer de que somos seres sociales. Cada una de estas tres instancias interceptan al ser hasta el punto de influenciarlo o determinarlo. Por ejemplo, la Escuela asegura gracias a la industrializaci贸n la formaci贸n del prop贸sito universal de la alfabetizaci贸n planetaria desde mediados del siglo xix. Se garantizar谩 unas competencias para que el ciudadano pueda deseme帽arse como obrero. La Sociedad transferir谩 sus valores culturales considerados como v谩lidos para su funcionamiento, el Estado asegur谩 una obediencia o servidumbre voluntaria de sus ciudadanos para la garant铆a de unos derechos liberales de Bienestar General; y su pretendida democracia es el ritual m谩gico o religioso vuelto civil por el cual los ciudadanos se expresan en mayor铆a confiando su destino a un gobernante que har谩 las veces de un dios que intentar谩 conducir la barca a buen puerto del para铆so prometido.
Pero el desbarajuste viene cuando el individuo va de la casa a la escuela y la v铆a necesaria que transita es la calle, s铆mbolo y laboratorio de todo lo bueno y lo malo, pero en los barrios pobres es adversidad que desdice a la escuela.
Un individuo que va de la casa a la escuela pasa por la calle ( la sociedad) que lo influencia en lo peor del hampa y las drogas, son los antivalores con los cuales la educaci贸n por lo general pierde su batalla. El Estado no pone en orden lo que en la calle y en la familia anda mal, la miseria, el desempleo y la pobreza, todo esto explicado porque no se distribuye la riqueza generada en el pa铆s, toda ella cada vez concentrada en pocas manos privando a la mayor铆a del prometido Bienestar General. ¿Fracaso del Estado Liberal? Las estas ideas provienen de Francois Dagognet.
Breve disertaci贸n
El ni帽o nace y crece en una familia. Complementa su desarrollo en la sociedad comprendida en el Vecindario, el territorio, la Naci贸n. Tambi茅n la escuela lo preparar谩 para el mundo del Trabajo. Tres espacios que lo formar谩n. ¿Qu茅 tanto influye uno u otro en su formaci贸n? La pregunta no deja de ser compleja para determinar 茅ste o aquel, pero s铆 se puede aventurar a decir que existe una problem谩tica consistente en un desarrollo desequilibrado en estas tres instancias. Por ejemplo, la familia ofrece lo mejor que ella cree estar dando para el desarrollo bioafectivo del ni帽o, incluso ac谩 tropezamos con la carga que representa la llegada de un ni帽o para las familias de bajos recursos, la carencia es un escollo para el desarrollo del ni帽o. Pero obviemos por un momento tal dificultad y supongamos que se dan los mejores esfuerzos para ofrecer lo mejor de lo que se tiene disponible. Supongamos las mejores intenciones y que el ni帽o est谩 rodeado de padres amorosos y env铆an al infante a la Escuela con lo necesario. El ni帽o, entonces, caminar谩 o cruzar谩 de la casa a la instituci贸n, y en ese trayecto, en la calle y en lo que en ella ocurre, 茅l ser谩 testigo de un micromundo que le es contrario o incluso que cuestiona a la escuela.
En la calle hay una microsociedad en donde impera la econom铆a criminal con sus rentas ilegales y su despliegue violento terminado en opci贸n laboral para muchos j贸venes desempleados. Este mundo del crimen es todo un referente de autoridad en el barrio, cualquier decisi贸n de dejar vivir o hacer morir pasa por ellos, los ilegales son ley. Y son ellos quienes representan modelos triunfales, en sus balances todo lo tienen y hasta m谩s, tienen lo abundante y lujoso que cualquier profesional promedio no podr谩 proporcionarse as铆 trabaje su vida entera. Los ilegales tienen dinero a mont贸n, mujeres a granel y van de farra en farra. Y 茅sta imagen de antivalor es atractor fuerte para quienes est谩n en camino de forjarse un sue帽o que le permitan superar sus condiciones de pobreza.
La empresa o renta criminal y el uso de la fuerza joven
Existen muchos testimonios sobre estos sue帽os frustrados o que toman un rumbo delincuencial ante un mundo de No Futuro como titul贸 su film V铆ctor Gaviria o las novelas de No Nacimos Pa’ Semilla de Alonso Salazar y La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejo. Los s贸lo t铆tulos sintetizan bien la realidad abordada. No Futuro es la incertidumbre en la que se encuentran los j贸venes por no poder acceder ni a estudios superiores ni mucho menos a un empleo formal, las exigencias o competencias del mercado los hace marginales sin otra opci贸n para tomar que la del mundo del crimen. Ser empresario traqueto es profesi贸n en una sociedad en la que la econom铆a ilegal es cada vez m谩s fuerte, m谩s robusta, sin ella la econom铆a formal tambalea. Lo sacro se conjuga entonces con lo cultural y lo econ贸mico. Los sicarios tienen su virgen c贸mplice quien les bendice la bala para no fallar en el flanco, los sicarios unas veces van en moto vomitando plomo contra los enemigos se帽alados. Todo esto es la compleja sociedad y sus pr谩cticas violentas vueltas costumbres, matar es costumbre sicarial, es profesi贸n en una sociedad en la que arde el conflicto, tan s贸lo mencionamos el dato un datos de las 256 bandas criminales que operan en todo Medell铆n. Esta es la sociedad marco en la que se desarrollan las familias.
Colombia Kr铆tica