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S.O.S, planeta en crisis

Un 2022 repleto de interrogantes

Sergio Ferrari

La pandemia; la creciente crisis de los alimentos y el calentamiento clim谩tico global definieron la agenda de 2021. La 5ta ola del Covid-19, agudizada desde inicios de diciembre por la explosiva variante 脫micron, mantiene en vela a la poblaci贸n mundial. Por otra parte, el drama creciente del hambre en el mundo, denuncia el fracaso del actual sistema econ贸mico hegem贸nico. La falta de una respuesta contundente y viable a la crisis clim谩tica anticipa una ruta apocal铆ptica, sin retorno, para la vida y la Madre Tierra2022 se perfila, nuevamente, como un a帽o desafiante para los movimientos sociales y la humanidad entera.

Huelga por el clima en Berna Suiza el 22 de octubre 2021. Cero emisi贸n en 2030 es posible. Foto Sergio Ferrari


脫micron

No hab铆a terminado la “ola Delta” en Europa cuando 脫micron irrumpi贸 con una contagiosidad hasta ahora desconocida. El Covid-19, que se instal贸 a inicios del 2020, multiplica mutaciones y contin煤a condicionando la “normalidad” cotidiana de todo el planeta.Junto con su golpeteo sanitario agresivo, la pandemia devela un entramado de contradicciones civilizatorias. Una de ellas, denunciada por las estad铆sticas m谩s verificables: los m谩s ricos contin煤an enriqueci茅ndose sin pausa. La actual crisis ha jugado y contin煤a jugando como un disparador de las brechas sociales. Hoy, el mundo est谩 a煤n m谩s polarizado en t茅rminos de desigualdad que antes de la aparici贸n de este virus. Mientras que la riqueza de los multimillonarios ha aumentado m谩s de 3.6 billones de euros, otros 100 millones de personas han pasado a engrosar las filas de la pobreza extrema a causa de la crisis sanitaria actual.

Por la democratizaci贸n de posibilidad de producir las vacunas anti COVD 19 en 茅poca de pandemia. M茅dicos Sin Fronteras

La otra contradicci贸n no menos significativa es la que resulta de la mala distribuci贸n de las diferentes vacunas, radiograf铆a de un planeta a dos velocidades. Mientras que en el norte “desarrollado” se aplican este fin de a帽o la 3era y 4ta dosis entre la poblaci贸n que quiera inmunizarse, en una buena parte de los pa铆ses *perif茅ricos* las vacunas disponibles cubren apenas un escaso porcentaje de su poblaci贸n. Poco m谩s del 7 % de las personas en los pa铆ses de ingreso bajo han recibido una dosis, mientras ese porcentaje se eleva hasta un 75 % en los pa铆ses de ingreso alto. En 脕frica, menos del 10% de la poblaci贸n ha sido vacunada, mientras que en Europa y Estados Unidos m谩s de un 70% ya fue inmunizada. Desigualdad que se acent煤a por la decisi贸n de los pa铆ses ricos y las multinacionales que producen las vacunas de impedir que 茅stas se produzcan libremente en distintos lugares del mundo, tal como le exigen importantes actores de la sociedad civil mundial que proponen una excepci贸n temporal del derecho de patentes.

El hambre en aumento

El 23 de septiembre del 2021 no fue una jornada esplendorosa. Para el 10% de la poblaci贸n mundial, es decir unos 800 millones de seres humanos que hoy padecen hambre, la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios convocada por las Naciones Unidas en Nueva York ni siquiera existi贸.


Millones de ni帽as y ni帽os condenados al hambre en particular en 58 pa铆ses afectados por conflicto, desastres naturales y la pandemia. Foto Oxfam

Para los movimientos sociales que buscan soluciones cotidianas a este cataclismo mundial, la cumbre fue un poco m谩s de lo mismo. Es decir, pura ret贸rica sin que exista una real voluntad pol铆tica para encontrar soluciones estrat茅gicas.

“La Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU es despreciable y representa una amenaza para la Soberan铆a Alimentaria de los pueblos”, se帽alaba La V铆a Campesina al pronunciarse sobre el evento de Nueva York. Esa red mundial -- que aglutina a m谩s de 200 millones de campesinos de 81 pa铆ses-- junto con casi 600 movimientos sociales de peque帽os productora-es, trabajadora-es, pueblos ind铆genas y ONG del sector, hab铆an decidido ya en julio boicotear la convocatoria de Nueva York. Los movimientos populares constituyeron un frente unido de denuncia de la ilegitimidad de la Cumbre y de los intentos de parte de las corporaciones transnacionales de apropiarse del debate y de las propuestas futuras.

Para dichos movimientos, la soluci贸n a la crisis clim谩tica, el hambre, la migraci贸n forzada y la pobreza extrema reside en los pueblos, no en el gran poder corporativo multinacional. Debe surgir de los principios de la soberan铆a alimentaria y de la justicia social y debe considerar a la alimentaci贸n como un derecho humano fundamental y no como una mercanc铆a para la especulaci贸n comercial. Es innegociable respetar los sistemas alimentarios a peque帽a escala, diversos y agroecol贸gicos que existen en nuestros territorios, seg煤n los movimientos sociales.

Y conclu铆a afirmando que la Cumbre de Sistemas Alimentarios de la ONU de 2021 se encuentra en las ant铆podas de estos principios. El hambre sigue siendo una realidad dram谩tica, aunque las soluciones, seg煤n dichos actores, podr铆an ser simples: bastar铆a con priorizar la agroecolog铆a sobre el agronegocio y apostar a la soberan铆a alimentaria para reemplazar el paradigma inaceptable de alimentos=mercanc铆as.

Se incendia el planeta

A los fracasos derivados en 2021 por el hambre creciente y la desigualdad en la lucha contra el Covid-19, se le suma un tercer factor desequilibrante: el agravamiento de la crisis clim谩tica.

El movimiento ambientalista exige Justicia Clim谩tica. Foto Greenpeace


La Cumbre Clim谩tica Mundial de Glasgow de noviembre pasado no logr贸 avances sustantivos en la meta de asegurar un calentamiento m谩ximo de 1.5 ° hasta 2030, tal como lo exige el mundo cient铆fico y la sociedad civil planetaria.

Dicha cumbre desnud贸, adem谩s, el choque de dos concepciones confrontadas. La de las grandes potencias que controlan, vetan o bloquean a las mismas Naciones Unidas, con propuestas tibias e insuficientes, a pesar de que el mundo cient铆fico viene diagnosticando, desde a帽os, la gravedad extrema de la enfermedad. Enfrente, la visi贸n de una buena parte de la sociedad civil planetaria --movimientos ambientalistas, ONG de desarrollo, sindicatos, redes y plataformas--, que se movilizaron cr铆ticamente en las calles de Glasgow y de decenas de ciudades del mundo durante la COP26 para enfatizar que la “urgencia clim谩tica” debe ser la clave de interpretaci贸n de una sociedad humana en carrera acelerada hacia su autodestrucci贸n.

Se acaba de cerrar el 2021 con tres frustraciones civilizatorias superpuestas: la no resuelta lucha contra el hambre; el perdido combate por el clima y la crisis pand茅mica. Trilog铆a de un sistema mundial en crisis, expresi贸n de un planeta cada d铆a m谩s fragilizado. Las perspectivas para este a帽o que acaba de comenzar son inciertas. Los m煤ltiples niveles de crisis superpuestas continuar谩n vigentes. Los actores sociales con su movilizaci贸n cotidiana pueden ser el factor determinante para revertirlas. Exigiendo justicia clim谩tica y social, as铆 como alternativas agroecol贸gicas y soberanas para confrontar el hambre creciente. Y moviliz谩ndose para liberar patentes de producci贸n de medicamentos y democratizar universalmente la lucha desigual contra la pandemia.




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