COMUNICADO de PACMA
Si el infierno existe, una de sus embajadas se encuentra en este desolador paraje de Belmez, Córdoba.
Recibimos un aviso que ya nos prevenía de lo que íbamos a encontrar allí.
Me desplacé personalmente para documentar uno de los casos más atroces que he tenido la desgracia de ver en toda mi trayectoria.
16 cadáveres de vacas perfectamente alineados, atados con cuerdas y en estado de putrefacción. El informe veterinario reveló que habían muerto de hambre y sed.
Animales explotados que, cuando dejan de producir, son un estorbo. Vidas miserables que terminan experimentando el peor de los sufrimientos sin que nadie lo sepa.
La mercantilización de los animales tiene estas consecuencias.
El SEPRONA ya investiga lo sucedido, pero el trabajo que nos queda por delante para conseguir dignificar a todos los animales va mucho más allá. Necesitamos tu ayuda.