El Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín, explora los esfuerzos de los primeros fotógrafos por reivindicar la fotografía como un arte autónomo, revisitando sus complejas relaciones con la pintura en la época de florecimiento del arte impresionista.
La invención de la fotografía en 1839 abre una brecha en el panorama artístico entre la tradición y la modernidad.
EFE