OPINI脫N de Ricardo Mascheroni
“Otra vez…inmensa pena.” Cristina Fern谩ndez
Para los que han visto los documentales “La Rep煤blica Perdida 1 Y 2”, la frase de la vicepresidenta, da pie para que desde 2015 hasta este momento, se escriba el guion de La Rep煤blica Perdida 3.
“Inmensa pena”, que tenemos muchos y que deber铆a hacernos pensar que todos los empr茅stitos de los poderosos, como el FMI u otras instituciones crediticias, a pa铆ses en problemas econ贸micos no son un gesto de solidaridad o de ayuda para paliar dificultades, sino que tienen una finalidad pol铆tica de dominaci贸n y sometimiento perpetuo en que la naturaleza econ贸mica es lo de menos.
Para ello, basta mirar cu谩l ha sido la suerte de todos los pueblos, incluido el nuestro, que han ca铆do en las garras de los usureros internacionales para darnos cuenta que, ni con “sangre, sudor y l谩grimas”, se han podido apartar de su destino de pobreza y privaciones, pese a haber hipotecado su futuro y perdido la mayor铆a de sus recursos.
La historia del pa铆s es muy aleccionadora en este aspecto, miremos sino el empr茅stito de la Baring Brothers de Londres en 1824, y otros, cuyas deudas se transformaron en un condicionante poderoso para la toma de decisiones soberanas del pa铆s que impidieron o retrasaron nuestro crecimiento, con p茅rdidas de nuestro patrimonio nacional.
Parece que nada ha cambiado m谩s de un siglo despu茅s, ya que en aqu茅l momento los impulsores de los acuerdos dec铆an que la relaci贸n argentina con acreedores internacionales permitir铆a el progreso del pa铆s, haciendo que se avanzara hacia la modernidad que en esa 茅poca se expresaba por la “Revoluci贸n Industrial”.
La historia ya demostr贸 con creces las mentiras de dichas afirmaciones.
Creo que todos son conscientes, tanto los funcionarios del Fondo, economistas ortodoxos y heterodoxos, los de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos y el poder econ贸mico nacional o externo, que ese acuerdo (imposici贸n), precedido de mentiras y campa帽as de miedo al default, en cualquiera de sus variantes, m谩s blandas o duras, por las implicancias que encierra es de imposible cumplimiento por parte del pa铆s.
El tiempo y la historia tendr谩n la 煤ltima palabra.
Mientras subsiste la deuda, algunos se ilusionan con ganar tiempo y otros en continuar exigiendo cada vez m谩s concesiones al gobierno a costa de su pueblo, mientras hacen su agosto con la remarcaci贸n inflacionaria.
Lo que pesa en la balanza, es que Argentina es una torta apetecible por sus recursos, la extensi贸n de su territorio y la irracional concentraci贸n de su poblaci贸n en pocos kil贸metros cuadrados del mismo que todos los gobiernos proh铆jan.
Podr谩n los acreedores aflojar m谩s o menos la correa con que nos atan, pero nunca liberarnos, para que sigamos a su servicio en un mundo que se reacomoda a nuevos esquemas de poder y donde los recursos naturales escasean.
En ese contexto y a la inversa de la f谩bula, nadie mata a la gallina de los huevos de oro, si puede continuar sacando r茅ditos, como tampoco un esclavista libera a un buen esclavo.
Podemos apelar en este aspecto a algunos dichos referentes a los juegos de azar, como: “De enero a enero, la plata siempre es del banquero”, lo que no es ninguna novedad, y si nos dicen que no hay otro camino frente a las carencias y urgencias, podemos aplicar la m谩xima que dice: “el que juega por necesidad, pierde siempre por obligaci贸n”, en ambos casos el futuro nunca es venturoso.
Mientras algunos crean o digan que la vuelta al Fondo fue producto de la impericia y la irresponsabilidad del gobierno de Macri, yo creo que fue una planificada y convenida traici贸n a la Naci贸n para ganar las elecciones si era posible, o en su defecto arrojarnos a sus garras, evitando en el futuro que un gobierno de otro signo pol铆tico pudiera llevar adelante una gesti贸n modestamente soberana.
La deuda, m谩s all谩 de sus implicancias econ贸micas o financieras, es fundamentalmente una maniobra pol铆tica de expoliaci贸n y explotaci贸n, mecanismo de dominaci贸n que sustenta la dependencia.
Eduardo Galeano dec铆a lo siguiente, que es de aplicaci贸n al caso: “La divisi贸n internacional del trabajo consiste en que unos pa铆ses se especializan en ganar y otros en perder.”
Lamentablemente al nuestro le han asignado el rol de perdedores perpetuos y as铆 nos va.
M谩s all谩 de lo dicho creo que el Gobierno debe dar a sus socios vern谩culos una dura batalla y hacerle pagar los platos rotos. A pesar de todas las presiones a las que recurran, el pueblo acompa帽ar谩 esa gesta.
Ricardo Luis Mascheroni -Docente-