En Kosovo un grupo de ocho mujeres ucranianas recibe un curso intensivo de desminado.
Se preparan para retirar numerosos explosivos emplazados por el ejército ruso o abandonados al dejar una posición.
Un proceso que probablemente durará décadas cuando haya terminado la invasión de Rusia.
El instructor con más experiencia del curso es el kosovar Artur Tigani que ya puso en práctica su conocimiento tras la guerra de los Balcanes.
Ahora da cursos en este centro de desminado en Pec, a una hora de Prístina. "Hemos pasado por una situación bastante similar en Kosovo, especialmente en lo que se refiere a la contaminación con artefactos sin explotar, que incluye minas, submuniciones, bombas lanzadas desde el aire y armas guiadas. Así que tenemos experiencia de primera mano aquí en Kosovo cuando se trata de municiones sin explotar".
Tras la guerra entre las fuerzas serbias y los rebeldes independentistas albaneses, que dejó 13.000 muertos a finales de la década de 1990, quedaron en Kósovo 4.500 campos de minas por desactivar, según las estimaciones estadounidenses de la época. Las voluntarias ucranianas saben que se trata de una labor imprescindible par reconstruir el país en cuanto haya un alto el fuego.
Anastasia Minchukova, profesora de inglés ucraniana, está en el grupo de trabajo:"Es necesario en este momento porque estamos sufriendo las terribles consecuencias para la industria. Así que la tierra es crucial ahora, y hay que limpiarla. Hay gente que quiere vivir y trabajar allí, no tenemos tiempo que perder, necesitamos trabajar".
Aún hoy grupos parecidos al de Kósovo limpian minas en Laos, Camboya o Vietnam.
No es una tarea fácil ni mucho menos rápida. La ONG Handicap International calcula que "Se necesitarán 50 años para limpiarlo todo" en Ucrania.
Euronews