OPINI脫N de Amy Goodman y Denis Moynihan
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulg贸 este martes la Ley Emmett Till contra los Linchamientos. Culminan as铆 m谩s de 100 a帽os de esfuerzos e iniciativas para que el linchamiento sea considerado un delito federal en el pa铆s. Michelle Duster, la bisnieta de Ida B. Wells, una legendaria activista y periodista afroestadounidense denunciante de los linchamientos, dijo durante la ceremonia de firma de la ley:
“Desde que mi bisabuela visit贸 la Casa Blanca hace 124 a帽os ha habido m谩s de 200 iniciativas para promulgar esta legislaci贸n. Hace 17 a帽os, en 2005, mi hermano Dan habl贸 en una conferencia de prensa que se hizo en el Senado en la que se emiti贸 una disculpa por no haber aprobado el proyecto de ley [contra los linchamientos]. Pero, finalmente, estamos aqu铆 hoy, despu茅s de varias generaciones, para presenciar este momento hist贸rico”.
Emmett Till deber铆a estar vivo hoy. Nacido el 25 de julio de 1941, tendr铆a actualmente 80 a帽os de edad. Tal vez estar铆a a煤n bromeando y riendo como sol铆a hacer durante su infancia. La madre de Emmett, Mamie Till-Mobley, escribi贸 sobre su hijo: “Para Emmett, la vida era risa y la risa era vivificante. Hab铆a tanta alegr铆a en su mundo despreocupado que solo quer铆a compartirla con todos los que lo rodeaban”. Emmett Till, que era afroestadounidense, fue brutalmente asesinado el 28 de agosto de 1955 cuando ten铆a 14 a帽os. El joven fue acusado de haberle dirigido un silbido a Carolyn Bryant, una mujer blanca. Tras ese episodio lo sacaron a rastras de la casa de su t铆o abuelo en la localidad de Money, en el estado de Misisipi, donde su madre lo hab铆a enviado desde Chicago para pasar el verano. Varios d铆as despu茅s, su cuerpo fue hallado en el fondo del r铆o Tallahatchie, brutalmente golpeado y desfigurado, y amarrado con alambre de p煤as al ventilador de una desmotadora de algod贸n de 34 kilos.
El alguacil del condado de Leflore intent贸 que el entierro de Emmet Till se realizara de inmediato, pero Mamie intervino y pag贸 el equivalente al salario de casi un a帽o para que el cuerpo de su hijo fuera enviado de regreso a Chicago. All铆, el director de la funeraria se neg贸 a abrir el caj贸n para que Mamie Till-Mobley pudiera ver el cad谩ver de su hijo. Pero ella le exigi贸: “Dame un martillo”. El encargado de la funeraria cedi贸 y permiti贸 que Mamie viera los restos mutilados de su hijo. Para entonces, el asesinato hab铆a desatado una gran indignaci贸n en todo el pa铆s. Mamie Till-Mobley insisti贸 en que Emmett recibiera un funeral de ata煤d abierto. “Que el mundo vea lo que yo he visto”, dijo.
Unas 100.000 personas asistieron al funeral para rendirle tributo al joven asesinado. La revista Jet Magazine puso en su portada una foto de Emmett en el ata煤d, con la cabeza hinchada y deformada por la violencia. La imagen dio la vuelta al mundo y oblig贸 a la poblaci贸n estadounidense a ver los estragos del racismo y la brutalidad de la intolerancia.
Dos sospechosos fueron arrestados por el secuestro y asesinato de Emmett Till: Roy Bryant, el esposo de la mujer que afirm贸 que el adolescente le hab铆a silbado; y el medio hermano de este, J.W. Milam. Desde que Emmett se report贸 como desaparecido, dos valientes activistas de la filial en Misisipi de la Asociaci贸n Nacional para el Progreso de las Personas de Color, Medgar Evers y Amzie Moore, hab铆an estado trabajando arduamente en el hecho, primero tratando de localizar al adolescente y luego buscando testigos presenciales del asesinato. A pesar de los testigos que presentaron los activistas, un jurado compuesto exclusivamente por hombres blancos absolvi贸 a los sospechosos. Un miembro del jurado dijo que hab铆an tomado la decisi贸n en cuesti贸n de minutos, pero que esperaron una hora antes de dar a conocerla para que diera la impresi贸n de que realmente hab铆an deliberado y ponderado el caso. Pocos a帽os despu茅s, el 12 de junio de 1963, el propio Medgar Evers fue asesinado en la entrada de su casa.
Despu茅s de la absoluci贸n, Bryant y Milam vendieron su historia a la revista Look Magazine por 4.000 d贸lares —equivalente a m谩s de 40.000 d贸lares en la actualidad—, casi la misma suma que Mamie Till-Mobley hab铆a pagado para que los restos de su hijo fueran trasladados a su ciudad natal. A pesar de que ambos hombres le confesaron a la revista que hab铆an asesinado a Emmett, no pudieron ser llevados a juicio debido a las disposiciones constitucionales de Estados Unidos respecto al “doble juzgamiento”. Si en ese momento hubiera existido una ley federal contra los linchamientos, Bryant y Milam podr铆an haber sido nuevamente imputados.
El asesinato de Emmett Till le dio impulso al movimiento por los derechos civiles. Meses despu茅s, Rosa Parks se negaba a cederle su asiento a un hombre blanco en un autob煤s de la ciudad de Montgomery, en el estado de Alabama. Cuando se le pregunt贸 por qu茅 se rehus贸 a ir a la parte trasera del autob煤s, Parks dijo: “Pens茅 en Emmett Till y simplemente no pod铆a dar marcha atr谩s”.
El renombrado sindicalista y activista por los derechos civiles afroestadounidense A. Philip Randolph eligi贸 el d铆a del octavo aniversario de la muerte de Emmett Till —el 28 de agosto de 1963— para llevar a cabo la Marcha sobre Washington, la gran manifestaci贸n en la que Martin Luther King pronunci贸 su hist贸rico discurso “Yo tengo un sue帽o”.
En 2004, el FBI reabri贸 la causa de Emmett Till y entrevist贸 a los testigos presenciales supervivientes, lo que llev贸 a la identificaci贸n de varios otros sospechosos que a煤n viv铆an en ese entonces. En 2017, el historiador Timothy Tyson public贸 un libro sobre el caso que inclu铆a una entrevista que le realiz贸 a Carolyn Bryant en 2007. En el libro, Tyson cuenta que Bryant se retract贸 de parte del testimonio que brind贸 ante el tribunal en 1955, en el que hab铆a afirmado que Till la hab铆a tocado y le hab铆a hecho comentarios obscenos. Esta revelaci贸n podr铆a haber provocado que Bryant fuera acusada de mentirle al FBI.
Sin embargo, la mujer neg贸 el relato de Tyson y en diciembre de 2021 el Departamento de Justicia de Estados Unidos cerr贸 formalmente el caso de Emmett Till.
“La forma de corregir los errores es encender la luz de la verdad sobre ellos”, escribi贸 Ida B. Wells. Si bien los asesinos de Emmett Till permanecieron impunes, la corta vida del joven y el incansable activismo de su madre, Mamie Till-Mobley, indicaron el camino a seguir para que los estadounidenses repudiemos para siempre los actos de violencia racista.
© 2022 Amy Goodman