Germaine Krull. Archivo personal de Olivier y Michka Assayas
El 24 de marzo de 1941 parte del puerto de Marsella el carguero Capitaine-Paul-Lemerle rumbo Martinica. A bordo van aquellos que escapan de una Europa en guerra desde la Francia de Vichy: judíos, inmigrantes del Este de Europa, republicanos españoles en el exilio, apátridas, escritores y artistas.
Germaine Krull. Archivo personal de Olivier y Michka Assayas
Entre los que viajan se hallan André Breton, Claude Lévi-Strauss, Anna Seghers, Victor Serge Wilfredo Lam, y también la fotógrafa Germaine Krull quien tomará imágenes de toda la travesía, a bordo del carguero, y en las sucesivas paradas.
Esas imágenes serán halladas décadas más tarde por el cineasta Olivier Assayas, en la casa familiar, donde su padre Jacques Rémy, amigo y compañero de viaje de Krull a bordo del Capitaine-Paul-Lermerle las guardará y querrá olvidar.
Germaine Krull. Archivo personal de Olivier y Michka Assayas
Las imágenes tomadas a lo largo del trayecto hasta que se separan -el destino final de Krull será Rio de Janeiro y el de Jacques Rémy Buenos Aries- se diferencian claramente de su producción anterior por la que ya era conocida y apreciada. En ese viaje, Krull y sus fotografías son testimonio directo de una realidad hostil e inhumana, que no embellece y que muestra de manera frontal.
El descubrimiento por parte de Assayas de esas fotografías, le llevará a reconstruir una narración, un relato, a partir de recuerdos borrosos propios, ajenos, y de notas dispersas. Éste es un proyecto donde el álbum familiar banal, individual y anodino adopta otra dimensión y se inserta en la memoria colectiva.
Las capturas forman parte del archivo personal de Olivier y Michka Assayas y para realizar esta muestra su selección y organización ha sido comisariada por Neus Miró. Se trata de una crónica de la travesía del carguero Capitaine-Paul-Lemerle, que partió del puerto de Marsella en 1941, desde la Francia de Vichy, rumbo a la isla caribeña de Martinica. En este barco iban al destierro judíos, inmigrantes del Este de Europa, republicanos españoles en el exilio, apátridas, escritores y artistas, entre ellos André Breton, Claude Lévi-Strauss, Anna Seghers, Victor Serge Wilfredo Lam y, por supuesto, la propia Germaine Krull.
Las instantáneas fueron encontradas décadas más tarde por el cineasta Olivier Assayas en la casa familiar, donde su padre Jacques Rémy, amigo y compañero de viaje de Krull, las guardó como recuerdo. Se conocieron en el recorrido y se hicieron amigos, aunque después se separaron, pues Krull se dirigió a Río de Janeiro (Brasil) y Rémy terminó en Buenos Aires (Argentina). Así, esta serie es un testimonio de la brutalidad, la crueldad y la desesperación que producen las guerras.
Nacida en Poznan (Polonia) en 1897, Germaine Krull fue una fotógrafa y activista política que en 1918 abrió en Múnich (Alemania) su estudio de fotografía. Se enroló en las filas del Partido Comunista de Alemania y fue expulsada a Rusia. Tras volver a Alemania y recorrer los Países Bajos y Francia, se estableció en Montecarlo (Mónaco), pero la llegada de la guerra hizo que viajase a diversos lugares del mundo escapando del autoritarismo que se establecía en Europa. Tras la Segunda Guerra Mundial, se trasladó al sudeste asiático como corresponsal de guerra y a mediados de los años 60 se mudó a la India, donde se convirtió al budismo tibetano.