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Somalia, al borde de la hambruna


Los niveles de hambre en Somalia son dramáticos, señala ACNUR. La sequía, el aumento de los precios de los alimentos y la delicada situación económica dejan a casi el 40 % de los somalíes al borde de la hambruna. En 2011, 250.000 personas en el país murieron a causa del hambre. Si no se actúa pronto, hoy podría producirse una catástrofe similar.


La vida de cientos de miles de personas en Somalia está en riesgo, según los últimos análisis de seguridad alimentaria y nutrición. El epicentro de esta crisis alimentaria en Somalia se encuentra en los distritos de Baidoa y Burhakaba, en la región de Bay, en el centro-sur del país.

Cuatro temporadas de lluvias fallidas consecutivas han provocado una sequía devastadora que ha arrasado con los cultivos y el ganado. En noviembre de 2021, el gobierno de Somalia declaró el estado de emergencia. En febrero de 2022, se informó de que 4,3 millones de personas se habían visto afectadas por la sequía, un aumento del 34 % con respecto a diciembre de 2021.

Muchas familias ya habían agotado sus existencias de años anteriores y, con unas lluvias inferiores a la media a partir de finales de 2021, miles de personas que dependen de la agricultura se han visto obligados a huir de sus hogares en busca de protección, seguridad y un lugar mejor para vivir.

Desde principios de 2021, la sequía ha obligado a unas 260.000 personas en la región de Bahía a abandonar sus granjas y a desplazarse en busca de alimentos y ayuda. En todo Somalia, el número de personas desplazadas por la sequía ha alcanzado un nuevo récord. Desde enero de 2021 ha superado el millón, el 66 % son niños.

Millones de niñas y niños afectados


En julio de 2022, los niveles de desnutrición aguda entre los niños menores de cinco años habían alcanzado el 28,6 % entre los desplazados internos.

Es probable que 1,5 millones de niños sufran desnutrición aguda debido a la escasez de alimentos. Las mujeres y las niñas, que constituyen la mitad de la población desplazada, se enfrentan a un mayor riesgo de violencia y abusos sexuales al pasar más tiempo fuera de sus hogares en busca de alimentos.



La educación de 2,4 millones de niños y niñas en edad escolar se ha visto afectada por la sequía; 1,7 millones ya no asisten a la escuela. Otros 720.000 corren el riesgo de abandonar el colegio. La experiencia de sequías pasadas indica que el 90 % de los niños que abandonan la escuela nunca regresan.

Si un niño llora, hay esperanza


El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, visitó Baidoa, en la región de Bay, el epicentro de la crisis alimentaria que asola Somalia. A pesar del inmenso sufrimiento que ha presenciado, teme que "lo peor está por llegar" para la población de Somalia.

“Ninguno de los niños que vi en el hospital de Banadir pudo sonreír. Muy pocos podían llorar. Al salir, tuvimos la suerte de oír llorar a un niño. Nos dijeron que cuando un niño llora, hay una posibilidad de supervivencia. Los niños que no lloran son los que deben preocuparnos. Este niño lloraba ansiosamente frente a nosotros, y la madre sonrió”, ha contado Griffiths.

Consecuencias de la sequía

Pérdida de medios de vida

Más de 3 millones de cabezas de ganado han perecido desde mediados de 2021, incluso los camellos, que son capaces de soportar condiciones duras, han sucumbido a la sequía. Se han perdido enormes cantidades de alimentos e ingresos por la venta de ganado y leche.
Falta de agua

Más de 4,5 millones de personas no tienen acceso a suficiente agua para beber, cocinar y limpiar. Muchos puntos de agua se han secado o son de mala calidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y el riesgo de infecciones en la piel y los ojos. En algunas de las zonas más afectadas, los precios del agua se han disparado hasta un 72 % desde noviembre de 2021.


Aumento del desplazamiento

El número de personas desplazadas por la sequía en Somalia desde enero de 2021 ha superado el millón, el 66 % son niños. Esto se suma a los 2,9 millones que ya se encuentran en los campos de desplazados internos. El aumento del desplazamiento hacia las grandes ciudades podría colapsar los servicios básicos, como la atención médica.
Crisis humanitaria

Según la ONU, el número de personas que necesitan asistencia humanitaria urgente en Somalia ha aumentado de 4,1 millones a principios de 2022 a 7,1 millones de personas entre junio y septiembre de 2022.

ACNUR 




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