OPINI脫N de Amy Goodman
La temporada de huracanes y la de elecciones han convergido en Estados Unidos. La perspectiva de un cambio clim谩tico catastr贸fico e irreversible y el posible declive de la democracia en el mundo son escenarios muy reales. El destino de estos pilares esenciales de nuestra sociedad depende en gran medida de lo que todos hagamos en los pr贸ximos meses y semanas.
La cat谩strofe clim谩tica que envuelve al planeta requiere una soluci贸n verdaderamente global, que la mayor铆a de la poblaci贸n mundial est谩 ansiosa por lograr. Pero la voluntad de los pueblos significa cada vez menos en estos d铆as ante la creciente cantidad de Gobiernos que est谩n cayendo bajo el control de l铆deres aut贸cratas. Estamos hablando de nacionalistas, racistas, xen贸fobos y dogm谩ticos, que est谩n ganando poder en un pa铆s tras otro.
Italia es un ejemplo importante al respecto. Esta misma semana, un partido pol铆tico neofascista —anteriormente minoritario— obtuvo la mayor铆a absoluta en las elecciones nacionales. Giorgia Meloni se convertir谩 as铆 en la primera dirigente de extrema derecha al frente del Gobierno italiano desde que Benito Mussolini fuera destituido en 1943. En conversaci贸n con Democracy Now!, Ruth Ben-Ghiat, profesora de historia y estudios italianos en la Universidad de Nueva York, expres贸: “[Meloni] realmente considera que su partido es el portador de la herencia fascista en la actualidad. Tanto es as铆 que Ignazio La Russa, un veterano l铆der del partido, dijo hace unos d铆as: 'Todos nosotros somos herederos del ’duce' [Mussolini]’”.
El partido Hermanos de Italia de Meloni es parte de un movimiento de extrema derecha cada vez m谩s poderoso en Europa que incluye al partido Ley y Justicia que gobierna Polonia, el partido Vox de Espa帽a, el partido Agrupaci贸n Nacional de Francia liderado por Marine Le Pen, y el partido Dem贸cratas de Suecia, que surgi贸 del movimiento neonazi de ese pa铆s y que ahora est谩 a punto de liderar all铆 un nuevo Gobierno de coalici贸n de orientaci贸n derechista. Asimismo, el primer ministro de Hungr铆a, Viktor Orb谩n, es el modelo de “hombre fuerte” de la derecha europea, un l铆der que restringe la libertad de prensa y de expresi贸n, defiende abiertamente pol铆ticas de 铆ndole racista y contra la inmigraci贸n, critica a la Uni贸n Europea y se opone a la integraci贸n de los pa铆ses europeos.
Orb谩n, Meloni y otros l铆deres de la derecha europea cuentan con el respaldo del Partido Republicano de Estados Unidos y de quien espera convertirse en su “hombre fuerte”, Donald Trump. En los hechos, el Partido Republicano ha purgado sus filas de personas cr铆ticas a Trump y se est谩 organizando r谩pidamente en diversos estados del pa铆s para desconocer los resultados electorales si estos no son de su agrado. En lugar de irrumpir en el Capitolio, como hicieron miles de partidarios de Trump el 6 de enero de 2021, ahora el partido tiene un plan para tomar el poder de manera silenciosa. Para esto, cuenta con la restricci贸n de la participaci贸n electoral y otras estrategias con las cuales declararse victorioso independientemente del resultado de los comicios que se celebrar谩n en noviembre de 2024. Legislaturas estatales corruptas y con mapas electorales manipulados a favor de los republicanos, as铆 como gobernadores y secretarios de Estado alineados con Trump, ya han puesto en marcha este plan en pos de consolidar m谩s poder en las elecciones de mitad del mandato, para las que falta poco m谩s de un mes.
Trump ha afirmado repetidas veces que el cambio clim谩tico es un enga帽o. Sus aliados europeos no son tan descarados al respecto, pero en su mayor铆a est谩n a favor de expandir el consumo de combustibles f贸siles y de apoyarse cada vez m谩s en la energ铆a nuclear. Asimismo, se oponen a las negociaciones impulsadas por Naciones Unidas para combatir la crisis del cambio clim谩tico.
La “Conferencia de las Partes” sobre el Protocolo de Kioto de este a帽o —denominada COP27— se celebrar谩 en noviembre en la ciudad de Sharm al Shaij, Egipto. Una amplia coalici贸n de activistas est谩 reclamando a la dictadura militar liderada por Abdel Fattah el-Sisi que permita la participaci贸n de organizaciones c铆vicas y ambientalistas y que libere a la gran cantidad de presos pol铆ticos actualmente recluidos en Egipto.
La Convenci贸n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim谩tico a menudo se apoya en dictaduras. Entre los anfitriones de las conferencias anteriores, se encuentran Catar y Marruecos, pa铆ses donde la protesta genuina est谩 prohibida de hecho. La Conferencia de las Partes de 2023 ser谩 en la ciudad de Dub谩i, en los Emiratos 脕rabes Unidos, un pa铆s rico en petr贸leo. No dejemos que estas cumbres de la ONU sobre cambio clim谩tico sean organizadas por reg铆menes autoritarios.
En abril pasado, al reflexionar sobre el activismo contra el cambio clim谩tico tras la invasi贸n rusa de Ucrania, el ambientalista Bill McKibben escribi贸: “Parte del trabajo de los activistas por la justicia clim谩tica es promover Estados democr谩ticos que funcionen, donde las demandas de la gente para lograr un futuro viable tengan prioridad sobre los intereses creados, los dogmas y los feudos personales”.
En los pa铆ses donde se permiten hasta cierto punto las manifestaciones de protesta, como Estados Unidos, lo que est谩 en juego es mucho y el tiempo es escaso. Peter Kalmus, cient铆fico de la NASA especializado en cambio clim谩tico, entiende esto muy bien. En abril, Kalmus fue arrestado cuando se manifestaba contra las continuas inversiones de la firma bancaria JP Morgan Chase en proyectos de combustibles f贸siles.
Durante una entrevista con Democracy Now!, Kalmus expres贸: “Sigo gritando a todo pulm贸n. Me arriesgo a que me arresten. Me he visto obligado a convertirme en un activista contra el cambio clim谩tico. […] Me aterra la inacci贸n de los l铆deres mundiales que siguen dando vueltas en torno al problema real, que es que tenemos que reducir r谩pidamente la industria de los combustibles f贸siles. […] Esto me resulta agridulce. Estamos encontrando exoplanetas. Estamos realizando estas incre铆bles misiones, como la de redirigir asteroides; sin embargo, toda esa tecnolog铆a y todo ese conocimiento no est谩n sirviendo para detener lo que es claramente la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad: el calentamiento global”.
Los huracanes y la sequ铆a han obligado a millones de personas a abandonar sus hogares. Esta migraci贸n impulsada por el cambio clim谩tico aumenta el sentimiento antiinmigrante en Europa y Estados Unidos y empodera a煤n m谩s a xen贸fobos racistas como Trump y Meloni.
El medio ambiente y la democracia se encuentran bajo una enorme amenaza. Nuestra capacidad para capear esta tormenta depende de la acci贸n concertada de una mayor铆a mundial que se toma en serio la lucha contra obst谩culos cada vez m谩s dif铆ciles.
© 2022 Amy GoodmanAmy Goodman y Denis Moynihan
La temporada de huracanes y la de elecciones han convergido en Estados Unidos. La perspectiva de un cambio clim谩tico catastr贸fico e irreversible y el posible declive de la democracia en el mundo son escenarios muy reales. El destino de estos pilares esenciales de nuestra sociedad depende en gran medida de lo que todos hagamos en los pr贸ximos meses y semanas.
La cat谩strofe clim谩tica que envuelve al planeta requiere una soluci贸n verdaderamente global, que la mayor铆a de la poblaci贸n mundial est谩 ansiosa por lograr. Pero la voluntad de los pueblos significa cada vez menos en estos d铆as ante la creciente cantidad de Gobiernos que est谩n cayendo bajo el control de l铆deres aut贸cratas. Estamos hablando de nacionalistas, racistas, xen贸fobos y dogm谩ticos, que est谩n ganando poder en un pa铆s tras otro.
Italia es un ejemplo importante al respecto. Esta misma semana, un partido pol铆tico neofascista —anteriormente minoritario— obtuvo la mayor铆a absoluta en las elecciones nacionales. Giorgia Meloni se convertir谩 as铆 en la primera dirigente de extrema derecha al frente del Gobierno italiano desde que Benito Mussolini fuera destituido en 1943. En conversaci贸n con Democracy Now!, Ruth Ben-Ghiat, profesora de historia y estudios italianos en la Universidad de Nueva York, expres贸: “[Meloni] realmente considera que su partido es el portador de la herencia fascista en la actualidad. Tanto es as铆 que Ignazio La Russa, un veterano l铆der del partido, dijo hace unos d铆as: 'Todos nosotros somos herederos del ’duce' [Mussolini]’”.
El partido Hermanos de Italia de Meloni es parte de un movimiento de extrema derecha cada vez m谩s poderoso en Europa que incluye al partido Ley y Justicia que gobierna Polonia, el partido Vox de Espa帽a, el partido Agrupaci贸n Nacional de Francia liderado por Marine Le Pen, y el partido Dem贸cratas de Suecia, que surgi贸 del movimiento neonazi de ese pa铆s y que ahora est谩 a punto de liderar all铆 un nuevo Gobierno de coalici贸n de orientaci贸n derechista. Asimismo, el primer ministro de Hungr铆a, Viktor Orb谩n, es el modelo de “hombre fuerte” de la derecha europea, un l铆der que restringe la libertad de prensa y de expresi贸n, defiende abiertamente pol铆ticas de 铆ndole racista y contra la inmigraci贸n, critica a la Uni贸n Europea y se opone a la integraci贸n de los pa铆ses europeos.
Orb谩n, Meloni y otros l铆deres de la derecha europea cuentan con el respaldo del Partido Republicano de Estados Unidos y de quien espera convertirse en su “hombre fuerte”, Donald Trump. En los hechos, el Partido Republicano ha purgado sus filas de personas cr铆ticas a Trump y se est谩 organizando r谩pidamente en diversos estados del pa铆s para desconocer los resultados electorales si estos no son de su agrado. En lugar de irrumpir en el Capitolio, como hicieron miles de partidarios de Trump el 6 de enero de 2021, ahora el partido tiene un plan para tomar el poder de manera silenciosa. Para esto, cuenta con la restricci贸n de la participaci贸n electoral y otras estrategias con las cuales declararse victorioso independientemente del resultado de los comicios que se celebrar谩n en noviembre de 2024. Legislaturas estatales corruptas y con mapas electorales manipulados a favor de los republicanos, as铆 como gobernadores y secretarios de Estado alineados con Trump, ya han puesto en marcha este plan en pos de consolidar m谩s poder en las elecciones de mitad del mandato, para las que falta poco m谩s de un mes.
Trump ha afirmado repetidas veces que el cambio clim谩tico es un enga帽o. Sus aliados europeos no son tan descarados al respecto, pero en su mayor铆a est谩n a favor de expandir el consumo de combustibles f贸siles y de apoyarse cada vez m谩s en la energ铆a nuclear. Asimismo, se oponen a las negociaciones impulsadas por Naciones Unidas para combatir la crisis del cambio clim谩tico.
La “Conferencia de las Partes” sobre el Protocolo de Kioto de este a帽o —denominada COP27— se celebrar谩 en noviembre en la ciudad de Sharm al Shaij, Egipto. Una amplia coalici贸n de activistas est谩 reclamando a la dictadura militar liderada por Abdel Fattah el-Sisi que permita la participaci贸n de organizaciones c铆vicas y ambientalistas y que libere a la gran cantidad de presos pol铆ticos actualmente recluidos en Egipto.
La Convenci贸n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim谩tico a menudo se apoya en dictaduras. Entre los anfitriones de las conferencias anteriores, se encuentran Catar y Marruecos, pa铆ses donde la protesta genuina est谩 prohibida de hecho. La Conferencia de las Partes de 2023 ser谩 en la ciudad de Dub谩i, en los Emiratos 脕rabes Unidos, un pa铆s rico en petr贸leo. No dejemos que estas cumbres de la ONU sobre cambio clim谩tico sean organizadas por reg铆menes autoritarios.
En abril pasado, al reflexionar sobre el activismo contra el cambio clim谩tico tras la invasi贸n rusa de Ucrania, el ambientalista Bill McKibben escribi贸: “Parte del trabajo de los activistas por la justicia clim谩tica es promover Estados democr谩ticos que funcionen, donde las demandas de la gente para lograr un futuro viable tengan prioridad sobre los intereses creados, los dogmas y los feudos personales”.
En los pa铆ses donde se permiten hasta cierto punto las manifestaciones de protesta, como Estados Unidos, lo que est谩 en juego es mucho y el tiempo es escaso. Peter Kalmus, cient铆fico de la NASA especializado en cambio clim谩tico, entiende esto muy bien. En abril, Kalmus fue arrestado cuando se manifestaba contra las continuas inversiones de la firma bancaria JP Morgan Chase en proyectos de combustibles f贸siles.
Durante una entrevista con Democracy Now!, Kalmus expres贸: “Sigo gritando a todo pulm贸n. Me arriesgo a que me arresten. Me he visto obligado a convertirme en un activista contra el cambio clim谩tico. […] Me aterra la inacci贸n de los l铆deres mundiales que siguen dando vueltas en torno al problema real, que es que tenemos que reducir r谩pidamente la industria de los combustibles f贸siles. […] Esto me resulta agridulce. Estamos encontrando exoplanetas. Estamos realizando estas incre铆bles misiones, como la de redirigir asteroides; sin embargo, toda esa tecnolog铆a y todo ese conocimiento no est谩n sirviendo para detener lo que es claramente la mayor amenaza a la que se enfrenta la humanidad: el calentamiento global”.
Los huracanes y la sequ铆a han obligado a millones de personas a abandonar sus hogares. Esta migraci贸n impulsada por el cambio clim谩tico aumenta el sentimiento antiinmigrante en Europa y Estados Unidos y empodera a煤n m谩s a xen贸fobos racistas como Trump y Meloni.
El medio ambiente y la democracia se encuentran bajo una enorme amenaza. Nuestra capacidad para capear esta tormenta depende de la acci贸n concertada de una mayor铆a mundial que se toma en serio la lucha contra obst谩culos cada vez m谩s dif铆ciles.
© 2022 Amy Goodman