OPINI脫N de Pu帽o en Alto
Se suele decir que alguien ha vendido su alma al diablo cuando ha traicionado sus principios o ha traspasado la l铆nea de lo 茅tico y moral para conseguir lo que de otra forma no podr铆a. Es cuando ha entrado en un punto sin retorno posible.
En esa situaci贸n es cuando para conseguir los objeticos se llega a justificar los medios y se est谩 dispuesto a pagar el precio que sea para alcanzar la meta.
Esto se suele dar en cualquier 谩mbito de la vida, pero es en pol铆tica donde los casos son m谩s llamativos e ilustrativos.
¿Qui茅n no conoce alg煤n pol铆tico y hasta partido que haya traicionado sus principios ideol贸gicos, 茅ticos y morales para aceptar o adaptarse a un “estatus quo” social que criticaba o lamentaba su existencia, en el mejor de los casos, en una mal entendida estrategia pol铆tica para conseguir un fin?
En el acervo popular se relaciona vender el alma al diablo con consecuencias negativas para el protagonista. No siempre es as铆. Los casos de transfuguismo pol铆tico o de uso de puertas giratorias, entre otros, son buenos ejemplos de ello.
Un tr谩nsfuga vende su alma al diablo justificando el medio para el fin de seguir en la pomada pol铆tica o para seguir disfrutando de las prebendas inherentes (social y/o econ贸micas) a su cargo de representaci贸n institucional. Una puerta giratoria da unos beneficios a quien se presta a ello que no hace falta relacionar, aunque sea de manera sucinta.
Un cambio copernicano en la estrategia en un partido que conlleve el abandono de tradicionales postulados fundamentales, dando carta de naturaleza a lo que antes se denostaba por representar en esencia lo que hab铆a que combatir, es una forma de vender el alma al diablo y de justificar los medios para conseguir un fin por muy elevado que este sea. El riesgo que ello conlleva es quedar irreconocible para propios y extra帽os perdiendo afecto en la ciudadan铆a.
Cambiar para adaptarse a una nueva realidad es aconsejable, pero cambiar sin que la realidad no solo no haya sufrido cambio alguno, sino que ha empeorado en su situaci贸n, no es aconsejable y de perpetrarse el cambio existe el riesgo de justificar los medios y terminar vendiendo el alma al mejor postor pagando el precio que sea para alcanzar la meta. Precio que terminan pagando los que eran presa de esa realidad.
Llegar a la meta, venciendo o no, es deseable, pero mucho m谩s deseable es hacerlo sin dejar nada en el camino, sobre todo, si lo que se abandona es se帽a de identidad y elemento fundamental por el que se era reconocido.
Pu帽o en Alto