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Chan Chan, la ciudad de barro




NE. Tiempos de reflexión, Desde 1996 al presente 2022, el Perú y otros paises de Latinoamérica y el Caribe atraviesan por un largo y peligroso proceso socio económico, capturado por una economía de libre mercado (no economía social de mercado, como conceptuaron sus principales teóricos) que ha quebrantado las bases de la historia. La presentación internacional de la Ciudad de Chan Chan, por la Unesco y las autoridades del Ministerio de Cultura del Perú, monumento de barro preinca, sigue desafiando al tiempo y planteando desafíos y fortaleza a los pueblos del siglo XXI. JZA

Jorge Zavaleta

Paris, Peru, Washington DC.- La Unesco informa al mundo que el Servicio de Misiones Científicas y Literarias del Ministerio de Instrucción Pública desempeñó un papel esencial, tanto en lo que concierne al ingreso de antigüedades peruanas a Francia como en la progresiva elaboración de un sistema museográfico adaptado a esa afluencia de objetos.

Además, el servicio de misiones constituye una buena ilustración de los sucesivos intentos de institucionalización, y después, a fin de cuentas, de profesionalización de la investigación científica.




SERVICIO DE MISIONES CIENTIFICAS...

La creación oficial del Servicio de Misiones Científicas y Literarias se remonta a 1842. En el curso de los siglos precedentes, el gobierno francés había tenido ya oportunidad de organizar o de financiar diversas exploraciones por el mundo, de acuerdo con las circunstancias o según los objetivos políticos del momento; pero los resultados científicos eran por lo general a imagen de las expediciones emprendidas: heterogéneos e incompletos.

Con la Restauración, mientras que Francia reanudaba una política marítima en que se mezclaban la expansión y los descubrimientos geográficos, las iniciativas personales y las solicitudes de misiones de exploración se multiplicaron. Cuando se creó el Ministerio de Instrucción Pública en 1832, recayó en él la tarea de efectuar la selección de los proyectos y de supervisar las misiones autorizadas.

Las solicitudes fueron tratadas así, sucesivamente, por la Oficina de Instituciones de Estudio (entre 1834 y 1838), por la Oficina de Bibliotecas (de 1838 a 1845) y, en fin, por la Oficina de Trabajos Históricos, a partir de 1845 hasta que el servicio de misiones pasó, a mediados de nuestro siglo, a ser parte de las atribuciones del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS), y por otro lado de las de la Subdirección de Ciencias Sociales y Humanas del Ministerio de Asuntos Extranjeros.

Fue de esa manera cómo se financiaron algunas de las primeras grandes exploraciones, al borde del siglo XIX: de René Caillé, a Tombouctou (a partir de 1829); de Eugène Borée a Armenia (a partir de 1835); de Texier al Cercano Oriente (entre 1833 y 1837); de Alexandre Dumas (padre) al Mediterráneo (en 1834).

Sin embargo, a falta de fondos especiales disponibles para este efecto, las asignaciones concedidas a los viajeros eran muy insuficientes: la asignación ʺordinariaʺ, que no sobrepasaba los 12 000 francos, pertenecía al capítulo XXI del Presupuesto titulado ʺEstímulos y ayuda a los estudiosos y hombres de letrasʺ (Antoine 1977: 37). La modestia e irregularidad de esos fondos casi no permitía avizorar una política de investigaciones coherente y continua.

Para remediar tal estado de cosas, el ministro Villemain propuso, en el proyecto de presupuesto de 1843, elevar de 12 000 a 112 000 los fondos asignados a los viajeros y misiones científicas y literarias. Con tales medios, el ministerio debía estar en capacidad de llevar a cabo una política de investigaciones de mayor envergadura, pues tal aumento, según argumentaba Villemain, ʺtiene como objeto constituir un sistema de viajes dirigidos a las investigaciones físicas y geográficas o a los estudios de las lenguas, la historia, a todo lo que pueda interesar a nuestra civilizaciónʺ (citado en Ibid: 38).

Los diputados aprobaron el presupuesto planteado por Villemain y así, desde 1843, comenzó a funcionar un verdadero ʺservicio de misionesʺ. Esquematizando, se puede decir que la historia del servicio de misiones se divide en dos períodos: el primero, que va de 1843 a 1874. El segundo, comenzó en 1874, año de la creación de la Comisión de misiones.

El número de misiones aprobadas en el curso del primer período fue, proporcionalmente, claramente inferior al del siguiente, y ambos fueron de muy diferente naturaleza. Son diversos los factores que explican este hecho:

Si desde el principio, ciertas disciplinas, como la historia o la arqueología, dieron lugar a un número bastante considerable de misiones, no sucede lo mismo en ámbitos más propiamente científicos (física, meteorología, etc.), o bien en ciertas disciplinas de las ciencias humanas, tales como la etnografía, que no aparecieron de manera notable sino a partir del último cuarto del siglo xix.

En el mismo orden de ideas, el movimiento geográfico encontró su verdadero impulso con la expansión colonial, acarreando tras de sí un cierto número de disciplinas, puestas allí en una especie de anexo complementario: etnografía, historia natural, antropología, etc.

Cuando se fundó el servicio de misiones, la Marina acababa de organizar varias expediciones alrededor del mundo; la masa de observaciones científicas de toda clase (astronomía, geografía, historia natural, etnografía, etc.) recogidas por los navegantes había sido tal que iba a monopolizar la atención de los estudiosos por un largo período. Desde entonces, es posible que el ministerio no colocase la geografía o la historia natural de las regiones lejanas entre sus prioridades.

Paralelamente al punto precedente se planteaba a los ʺaprendices de exploradoresʺ un problema muy concreto, esto es el de la distancia a recorrer: efectuar investigaciones epigráficas en Italia, en Grecia, incluso en Egipto, no causaba dificultades materiales mayores.

En cambio, realizar un viaje de exploración a la Amazonia, al África central o a Siberia no dejaba de plantear problemas logísticos. Para remediar este obstáculo financiero, el ministerio llegó a un acuerdo con las compañías marítimas nacionales para conceder a los encargados de misión un descuento del 30% en el precio del pasaje, o bien solicitaba al Ministerio de Marina pasajes gratuitos para sus viajeros, a bordo de los navios de guerra que partían hacia diferentes puntos del globo. Sistema que no fue verdaderamente efectivo sino en la segunda mitad del siglo xix, a medida que las compañías marítimas desarrollaban sus líneas y que, por otra parte, se ampliaba el sistema de estaciones navales en todo el planeta.

Para continuar en el terreno financiero, debemos añadir que si, con ocasión de su creación, el servicio de misiones se beneficiaba en apariencia de cómodas asignaciones, pronto se vio obligado a sufrir diversos recortes para hacer frente a gastos extraordinarios; esos recortes fueron tales que a fines de los años 1850 los créditos subsistentes descendieron a un nivel crítico de 25 000 francos, es decir la misma cantidad de que disponía el ministerio para ayudar a los viajeros antes de la creación del servicio, en 1843. Se comprenderá, pues, que la administración no estuviese — al menos por un largo espacio— en capacidad de concretar sus ambiciones.

Al crear el Servicio de Misiones Científicas y Literarias, el Ministerio de Instrucción Pública quiso dotarse de los recursos financieros para emprender una verdadera política de investigaciones —aspiración bien pronto temperada por las realidades presupuestales, como acabamos de ver...—. Sin embargo, la cuestión financiera no era todo, pues este proyecto requería una dirección científica adecuada, por lo cual el ministro se dirigió, como era de esperar, a la referencia científica e intelectual por excelencia, esto es el Instituto. El 30 de enero de 1850 el ministro firmó la siguiente resolución:

Archivos Nacionales. París: F 17 -2925-1 (30 de enero de 1850)

ʺEl Ministro de Instrucción Pública, Cultos y Bellas Artes,

Considerando que conviene dar a las misiones científicas la dirección más ilustrada, y asegurarles los resultados más fructuosos posibles;

Considerando que una experiencia ya ganada ha demostrado cuán provechoso es para la erudición y la ciencia recurrir, para los proyectos de misiones, al examen por parte del Instituto;

Considerando por otra parte que de toda misión realizada bajo los auspicios y a expensas del Estado debe resultar un beneficio público y una utilidad nacional,

Resuelve: Artículo 1

Cada solicitud de misión científica presentada al Ministerio de Instrucción Pública y Cultos será remitida al Instituto, y se invitará a la Academia especialmente competente a emitir un informe sobre el objeto y la oportunidad del viaje. En caso de opinión favorable, se solicitará al Instituto redactar las instrucciones sobre los Desiderata de la ciencia y sobre los medios más apropiados para alcanzar el fin indicado.

Artículo 2

Los resultados de toda misión científica que haya tenido como fin recolectar monumentos escritos y figurados serán de propiedad del Estado, que se reserva la facultad de disponer de ellos, ya sea por la vía de la publicación, ya sea en favor de los establecimientos nacionales.ʺ

Esta resolución, que se emitió después de varios años de funcionamiento del servicio, señala la voluntad del ministerio de mejorar la eficacia de las misiones emprendidas (gracias a las instrucciones, y luego al control ulterior de los resultados, por parte del Instituto). Curiosamente, no se hace explícita la finalidad de las misiones sino por medio de las expresiones ʺbeneficio públicoʺ y ʺutilidad nacionalʺ, lo cual puede significar, al mismo tiempo acrecentar los conocimientos científicos, desarrollar la influencia francesa en el extranjero, proporcionar informes.

Ministerio de Cultura Chan Chan: 30 años como Patrimonio Mundial.

Unesco considera que este sitio arqueológico representa una obra maestra del genio creador humano y aporta un testimonio excepcional sobre la civilización.

29 de noviembre de 2016.

El Complejo Arqueológico Chan Chan, ubicado en el distrito de Huanchaco, provincia de Trujillo, en la región La Libertad, celebró 30 años desde que fue incluido en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. La ceremonia de aniversario incluyó danzas y concursos dirigido a escolares de las instituciones educativas de la zona.

“Hemos realizado una actividad con niños porque estamos convencidos que los niños son quienes tienes que ser preparados también en el respeto, en el conocimiento, en la información cierta sobre lo que significa un sitio de patrimonio mundial. Nosotros tenemos la visión de que no solamente el Estado es el responsable del cuidado del patrimonio”,manifestó María Elena Córdova Burga, directora de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad.

Más de 70 escolares inspirados en Chan Chan plasmaron su perspectiva del patrimonio en cartulinas como parte del concurso de dibujo Chan Chan está en mis Manos que organizó la Unidad de Promoción y Participación Ciudadana del Proyecto Especial Chan Chan del Ministerio de Cultura.

En la celebración, también participaron alcaldes y representantes de los centros poblados del entorno, Guías Oficiales de Turismo, profesores y escolares de los centros poblados de Villa del Mar y El Trópico, trabajadores del Proyecto Especial Complejo Arqueológico Chan Chan y visitantes.

Valores Universales Excepcionales de Chan Chan

Chan Chan posee valores urbanísticos, políticos, estéticos, históricos, sociales y científicos. Unesco consideró que Chan Chan posee valores universales excepcionales al representar un logro artístico singular, una obra maestra del genio creador humano.

La planificación de la gran ciudad precolombina de Chan Chan es una absoluta pieza maestra del diseño de ciudades en América precolombina y la más grande manifestación de una arquitectura racionalista y simbólica, ejecutada en barro con un lenguaje original y autóctono, e integrada en su concepción y desarrollo a su medio natural. La zonificación rigurosa, el uso diferenciado de los espacios y la construcción jerarquizada ilustran el ideal político y social, expresado con extraordinaria claridad.

El organismo internacional considera que Chan Chan aporta un testimonio único, o al menos excepcional, sobre una civilización desaparecida. Chan Chan representa la culminación milenaria de un proceso histórico de la costa nor peruana que abarca desde el paleolítico (9 000 a.C.) hasta la formación de un estado de tipo imperial (s. XV d.C.). Es la más grande formación social de su época, que irradió cánones simbólicos, estilísticos y tecnológicos en un extenso territorio con el cual se articuló.

En la actualidad se registran más de 120 mil visitas por año. El conjunto amurallado Nik An es el único espacio abierto al público, este lugar representa menos del 1% de la zona intangible.

Se tiene previsto ampliar el Museo de Sitio de Chan Chan y poner en valor la Huaca Toledo. El Estado a través del Ministerio de Cultura realiza acciones de conservación, sensibilización, investigación y puesta en valor en el Complejo Arqueológico Chan Chan.

“Para el próximo año tenemos proyectado un presupuesto importante para continuar con los proyectos de conservación e investigación. Creemos que en paralelo a la conservación, la investigación es una de las tareas más importantes, esperamos que en un futuro próximo podamos abrir más sitios y más sectores al turismo”, destacó Córdova Burga.

Ministerio de Cultura refuerza la seguridad de Chan Chan con apoyo de la Policía Nacional del Perú.

• DDC La Libertad afirmó que no hay ninguna afectación en el sitio y por ello exhortó a los ciudadanos y ciudadanas a proteger el patrimonio.

El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) La Libertad, informó que se ha coordinado con la Policía de Turismo de Trujillo, a fin de que puedan brindar el apoyo necesario en el patrullaje del Complejo Arqueológico Chan Chan, reforzando así la seguridad en el Patrimonio Mundial de la Humanidad.

A través de un comunicado, señaló que la seguridad de Chan Chan, ubicado en la provincia de Trujillo, será reforzada para evitar que ciudadanos extranjeros o nacionales, usen sin autorización los espacios no habilitados para el ingreso de visitantes a las áreas intangibles.

Esto en relación con la difusión de un video, donde se observa a un grupo de ciudadanos jugando béisbol, dentro de la zona intangible de Chan Chan.

Del mismo modo, se pudo comprobar que no existe ninguna afectación directa a las estructuras arqueológicas del lugar. Asimismo, se ha podido verificar que se venía realizado la práctica no autorizada de deporte al interior de un sector de la zona arqueológica de Chan Chan, en un canchón cercado por muros perimétricos, que corresponde al anexo norte de Gran Chimú, ubicado en área intangible de Chan Chan.

También se constató que se ha marcado superficialmente el terreno con cal y se han colocado piedras pequeñas y medianas, dispuestos en paralelo, a lo largo de la línea marcada, definiendo así una cancha de béisbol, que es el deporte que venían practicando en el lugar. En la verificación, no se ha ubicado o identificado a ninguna persona en el área.

La DDC La Libertad exhorta a los ciudadanos nacionales y extranjeros, evitar ingresar a zonas arqueológicas no habilitadas para el turismo, ni realizar otro tipo de prácticas, que no están autorizadas.

En ese sentido, el Ministerio de Cultura ratifica su compromiso de velar por la protección y conservación de nuestro patrimonio arqueológico, por constituir la base del desarrollo de nuestro país.




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