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Sindicatos desafiados por la plurinacionalidad

 Mirada Abya Yala. Internet


 OPINIÓN de Ollantay Itzamná

La plurinacionalidad está relacionada con la identidad cultural política, la territorialidad, la Madre Tierra. El sindicalismo, en buena medida, son actores modernos (individuos asociados) que buscan mejorar sus condiciones de vida laboral, y en buena medida asumen que ese bienestar se logra en el marco del Estado nación (letal con los pueblos originarios)

La asamblea de RUNASUR, realizada en Buenos Aires, nos dejó varias inquietudes relativas a la interacción en el campo popular de los actores/impulsores de la plurinacionalidad, y en ese sentido, de la naturaleza misma del espacio de RUNASUR.

Un primer dato interesante que observamos en la asamblea de RUNASUR fue que los anfitriones/organizadores de dicha asamblea fueron los sindicatos de trabajadores más importantes de Argentina. Entre los organizadores no se encontraban representantes de pueblos, o de otros movimientos sociales. Había presencia de población indígena en la asamblea, sí. Pero, la mayoría eran migrantes andinos residentes y organizados en asociaciones en Argentina.

Otro elemento que llamó la atención fue la metodología de la misma. Luego de los discursos de los organizadores, se procedió a trabajos grupales en las diferentes comisiones (5), cada comisión redactó y presentó los documentos elaborados. No hubo tiempo para debatir en la asamblea dichos documentos, y consensuar una Declaración Plurinacional con compromisos cuantificables y medibles. Al grado que tampoco se estableció dónde y cuándo será la siguiente asamblea.

Matices diferenciales entre sindicato y pueblos

Dibujo. Internet

Los sindicatos, como la expresión de la sumatoria de voluntades individuales de trabajadores que se organizan para reivindicar derechos laborales son genuinas. Pero, las comunidades o pueblos originarios no son producto de la suma de intereses individuales. Lo que une a los pueblos es la pertenencia a una identidad colectiva, a una territorialidad que los configura psicológicamente, historias, idiomas, espiritualidades y sueños de emancipación de su condición de colonialidad.

En este sentido, los sindicatos (actores modernos) y los pueblos (actores ancestrales) son muy diferentes. Los primeros luchan por sus medios de vida inmediatos. Los segundos luchan por la identidad, territorios, defensa de la Madre Tierra, la Vida en su sentido amplio. Los pueblos son posiblemente donde se nuclea la idea de la plurinacionalidad como aspiración o deseo. No en los sindicatos (que en buena medida estarían cómodos en los estados naciones modernos coloniales, si éstos funcionaran bien).

Historia de una relación difícil entre sindicato y pueblos

En el Ande, caso Perú y Bolivia, la relación entre sindicato y pueblos originarios no fue nada agradable para los pueblos originarios.

Por ejemplo, fue mediante la imposición de las lógicas de sindicatos campesinos, impulsado por Velazco Alvarado (reforma agraria), que los pueblos y comunidades originarias fueron convertidos en “campesinos”. Los sindicatos agrarios jamás respetaron la identidad, territorio, ni las dinámicas organizativas de los originarios. Al grado que ahora, en dicho país, no hay sindicatos, ni pueblos originarios. Sólo comunidades campesinas.

Bolivia es otro caso emblemático de la difícil relación de la Confederación Obrera Boliviana (COB) y los pueblos u organizaciones originarias. Al grado que pueblos, originarios y campesinos se vieron obligados a crear sus propias organizaciones porque la COB jamás les reconoció como sujetos revolucionarios capaces de presidir o tomar cargos altos en esa confederación de sindicato de trabajadores. Para las izquierdas tradicionales las y los originarios y campesinos jamás fueron reconocidos como sujetos revolucionarios. Y claro, para ser sindicalista el originario tenía que dejar de ser aborigen. Aspirar a ser sujeto subalterno moderno (obrero). En este sentido, el sindicalismo y los estados naciones fueron altamente racistas.

La plurinacionalidad está relacionada con la identidad cultural política, la territorialidad, la Madre Tierra. El sindicalismo, en buena medida, son actores modernos (individuos asociados) que buscan mejorar sus condiciones de vida laboral, y en buena medida asumen que ese bienestar se logra en el marco del Estado nación (letal con los pueblos originarios)

¿Pueden los sindicatos ser o promover la plurinacionalidad?

Niña aymara. Internet

La plurinacionalidad, como una categoría política transmoderna (que supera al Estado nación y a su ciudadanía nacional) implica necesariamente proceso de decolonización y apertura hacia la intersubjetividad con los y las otras diferentes. En este sentido, algunos desafíos decoloniales para el sindicalismo podrían ser:

Transitar de la asociación hacia la comunidad. Ya dijimos, el sindicato es una asociación de individuos que persigue el bienestar gremial. Los pueblos que sueñan e impulsan la plurinacionalidad asumen la comunidad como el centro y referente para la coexistencia de las personas, familias, etc. “En el bienestar de la comunidad está el bienestar del runa (persona)”, es el imperativo ético. En este sentido, el sindicato si aspira a la plurinacionalidad debe ser menos gremio y más comuna.

Transitar de la reivindicación gremial a la defensa territorial. La conciencia y el sentido de territorialidad es la que permea la propuesta de la plurinacionalidad. Lo plural no se refiere a la “acumulación” de individuos con culturas diversas, sino a pueblos con conciencia política, cohabitando en diferentes territorios, que a su vez les inyecta identidad y pertenencia político cultural.

La plurinacionalidad exige que las luchas gremiales/sindicales transiten a luchas por la defensa de los territorios. Las luchas plurinacionales no son únicamente reivindicaciones gremiales, sino ante todo son luchas por la defensa de la Vida en sus diferentes formas. Y estas luchas necesariamente se proyectan como luchas por el autogobierno.

Reencanto con la Tierra. Los procesos de modernización no sólo descampesinó a los países, sino que la Tierra fue asumida como una “despensa” a saquear, sucia, causa de incivilidad. La sindicalización, como uno de los vehículos para la modernización, también está cargada de este proceso de alejamiento, desprecio, de la identidad Tierra. La plurinacionalidad asume a la Tierra, no sólo un ser con derechos y dignidad, sino como Madre Tierra. Sin la identidad Tierra no se puede ser plurinacional. Y ello, no implica necesariamente volver al área rural.

De la democracia sindical hacia democracias y estilos de vida plurales. El sindicalista, como sujeto moderno subalterno, asumió la democracia liberal formal como el único modo de toma de decisiones. En ese sentido, con la democracia liberal representativa sindical, los representantes electos como junta directiva toman las decisiones en nombre del gremio al que representan, sin escuchar a las asambleas. Situación que hace que repliquen el centralismo, verticalismo, del que adolecen los estados nación.

La plurinacionalidad, en cuanto a las formas de la toma de decisión, implica necesariamente promover prácticas democráticas comunitarias, participativas, asamblearias.





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