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Crecimiento económico y el reparto de la torta en nuestros días

OPINIÓN de Carlos Luna Arvelo

Los pronósticos de varios economistas liberales para el 2023, suenan desconcertantemente optimistas, especialmente considerando que finalmente se firmó el acuerdo entre el gobierno venezolano y la petrolera estadounidense Chevron, el cual permitirá retomar la exportación de crudo venezolano a los EE UU.

Los índices de “crecimiento económico” que desde 2021 se viene observando en Venezuela de manera constante y sostenida, con posibilidades de mejorar incluso, después de la flexibilización de las sanciones, es la principal razón para que estos ideólogos del libremercado comience a ver con otros ojos las cifras económicas que el gobierno hoy presenta como un trofeo de guerra.

Los mismos economistas que tiempos atrás dudaron en negar el impacto de las sanciones económicas en la larga crisis que se vivía en el país, hoy ya reconocen que la flexibilización de las sanciones favorecerá los cambios y las mejoras en el país.

Pero además de los antes dicho, es preciso enmarcar también lo que hoy está ocurriendo en materia económica, y los cambios de perspectiva de economistas liberales, en el fracaso descomunal de los políticos de derecha en su confrontación con el chavismo por la conquista del poder en Venezuela. 

A finales de año 2022 la patraña del “gobierno interino” está en sus últimos estertores, con lo que queda en claro el estrepitoso fracaso de la dirigencia opositora que desde 2019 aposto a derrocar al gobierno venezolano imponiendo una figura “pseudo jurídica” que intento desconocer la legitimidad institucional del país, siguiendo la estrategia imperialista estadounidense de desconocer gobiernos y legitimar oposiciones, mientras los últimos llegan al poder.

Mientras el gobierno de Nicolás Maduro ha sido capaz de negociar y de reacomodar su política económica a la realidad de un “Estado colapsado”, para utilizar un concepto tomado a estos economistas liberales, los factores de la oposición política se encuentran sumidos en la división, el quiebre y la pérdida de un horizonte político que les permita capitalizar malestares y descontentos legítimos de la población, duramente afectada por una crisis que ya ha prolongado durante casi una década. 

El viraje que ha dado el gobierno del Presidente Maduro en su política económica, además de permitirle hoy mostrar con orgullo los indicadores de crecimiento como una de sus mayores conquistas, le está permitiendo también capitalizar recursos económicos que serán fundamentales en la campaña de elección presidencial.

A pesar de todo el descontento y malestar social que hoy persiste en el país, a pesar de que vastos sectores de la población permanecen excluidos y marginados, el gobierno mantiene incólume la única estructura partidista electoral (PSUV) con posibilidades reales de competir y ganar elecciones.

Pero a pesar de todo ello, el gobierno tiene grandes desafíos que en los días por venir debe enfrentar y resolver, entre ellos: ¿cómo dar respuesta a los trabajadores del sector público en materia de incremento de sueldos y salarios, cuando la receta que se aplica es la de minimizar y contener el gasto público?, ¿Cómo aumentar las pensiones a cerca de 5 millones de beneficiarios cuando esto impacta en la inversión social que debe realizar el Estado para cumplir con estos compromisos?, ¿Cómo atender lo referente a las contrataciones colectivas de distintos sectores del sector público cuando ya se ha agotado la manipulación de los sindicatos ?, ¿Cómo dar respuesta a las demandas de mejoras en las necesidades de salud que cada día el pueblo reclama con más firmeza?.

Si bien el crecimiento económico en si puede considerarse positivo, no es menos cierto que en las sociedades capitalistas de nuestros días, no necesariamente el crecimiento y desarrollo económico implican mejoras de condiciones de vida para todos y todas. En muchos casos incluso, el crecimiento económico que favorece a minorías ocurre a costa de la pobreza de vastos sectores de la sociedad.

En un país como Venezuela, donde hay una de las mayores reservas petroleras del mundo, lo que ocurrirá dependerá en buena medida con lo que pase con el petróleo. Nadie puede negar que los índices de crecimiento que hoy muestra el gobierno, están directamente asociados a los cambios que han ocurrido con la industria petrolera desde 2021 a hoy. La pregunta que queda en el aire es: ¿volveremos  a los tiempos en que los beneficiarios de la renta petrolera eran minorías, mientras vasta mayorías reciben migajas del reparto?.

Aunque pocos lo comenten el gobierno no debe olvidar lo que ocurrió en Barinas en las elecciones a gobernador (enero 2022), cuando el desencanto de la gente y la decepción con los gobernantes reinantes, hizo posible que el chavismo, a pesar de tener el mejor candidato, la mejor maquinaria política y recursos financieros a montón, termino siendo derrotado en las urnas.

 

Carlos Luna Arvelo




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