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Greenpeace: 2022 en imágenes

Las fotógrafas de Greenpeace capturaron otro año de emergencia climática y activismo; también la belleza de la naturaleza. Aquí están algunas de ellas.

Se acaba el año y toca mirar atrás y recordar algunos de los momentos más increíbles. 2022 fue otro año difícil a nivel mundial. Pero gracias a vuestra ayuda – socias, voluntarias, activistas y tú que nos lees- mantenemos la esperanza en un futuro más verde, en paz y en definitiva mejor.

Este año estuvo lleno de acciones: desde activistas bloqueando la entrada principal de El Pozo para denunciar lo contaminante y cruel que es la industria cárnica, hasta activistas que llevaron la guerra de Ucrania a las oficinas de Naturgy para que vean las consecuencias de seguir quemando gas ruso, pasando por los grandes montones de basura que montamos en pleno Madrid para denunciar el hiperconsumismo de fechas como el Black Friday y sus consecuencias para el medio ambiente.

Las imágenes que verás a continuación son una pequeña selección de las increíbles fotos capturadas en todo el mundo este año. Y todas ellas muestran que las ganas de luchar por la protección de nuestro planeta son cada vez más fuertes.
Investigamos los pingüinos amenazados en la Antártida y nuevas formas de financiar el desarrollo en la Amazonía

En enero, nuestro barco Artic Sunrise regresó a la Antártida. A bordo viajaba un equipo de científicas independientes de la Universidad de Stony Brook (Nueva York). ¿Su propósito? Investigar los impactos de la crisis climática en las poblaciones de pingüinos en la Antártida. Estas imágenes nos acercan a colonias de pingüinos rara vez visitadas, y algunas de ellas desconocidas hasta hace poco.
Una colonia de pingüinos de Adelia en la Antártida. © Tomás Munita / Greenpeace
La campaigner al frente de la expedición, Louisa Casson, ayuda a manejar un bote inflable en la Antártida. © Tomás Munita / Greenpeace
Una foca de Weddell junto a una colonia de pingüinos de Adelia – una de las más grandes de la Antártida. © Tomás Munita / Greenpeace

En Brasil, varias campaigners de Greenpeace iniciaron una expedición por el río Manicore en junio. El objetivo era encontrar otras formas de financiar el desarrollo de la región basadas en el potencial forestal, el conocimiento tradicional de las comunidades indígenas y la promoción de la investigación científica.



Un saki de nariz blanca en un bosque cerca del río Manicore en la Amazonia.. © Valdemir Cunha / Greenpeace
Protestamos contra los combustibles fósiles y la guerra en Ucrania

Cuando empezó la guerra en febrero, Greenpeace España se unió a las demás compañeras en todo el mundo para apoyar al pueblo ucraniano. Las activistas denunciaron que los combustibles fósiles estaban financiando la guerra y se produjeron protestas en todo el mundo contra las importaciones de petróleo ruso.

En mayo, varias activistas bloquearon el atraque en el Reino Unido de un petrolero que importaba diésel ruso. Ocupando la terminal del Támesis, obligamos al petrolero a dar la vuelta. Las activistas defendieron sus acciones en noviembre y el tribunal les declaró inocentes en una “victoria sísmica” de la política energética del Reino Unido.

En España, organizamos varias vigilias por la paz en diferentes ciudades para mostrar nuestro apoyo a la población ucraniana pero también a todas aquellas personas que sufren la guerra en sus países o que se ven obligadas a buscar refugio en otros lugares por este motivo. Además, escalamos la central de Naturgy en Málaga para denunciar que esta empresa quema gas ruso, financiando la guerra en Ucrania.

Escaladoras de Greenpeace bloquean un buque cisterna que transportaba 33.000 toneladas de diesel ruso al Reino Unido. © Fionn Guilfoyle / Greenpeace

Greenpeace UK proyectó mensajes de paz en el puente de la torre en Londres. © POW / Greenpeace
Acción central gas ruso ©Greenpeace/Pedro Armestre
Vigilia en Madrid por la paz Ucrania. ©Greenpeace/Mario Gómez
Activistas del Greenpeace nórdico protestaron pacíficamente contra la guerra en las grúas de construcción frente al parlamento sueco. © Christian Åslund / Greenpeace
Documentamos los impactos del cambio climático

En agosto, campaigners austríacas volvieron a visitar el glaciar que habían documentado en 2019 durante el Tour del Impacto Climático. La mayoría de los glaciares en Austria están desapareciendo. En los últimos 100 años perdieron la mitad de su hielo debido al aumento de las temperaturas y a los cambios en los sucesos meteorológicos como lluvias y nevadas.

Estas imágenes muestran que el glaciar Schlatenkees en Tirol perdió entre 60 y 100m en tan solo 3 años. La magnitud y rapidez de esta pérdida no se había visto nunca antes.
Glaciar Schlatenkees en 2022. El glaciar se ha reducido de forma drástica, con un lago glacial claramente formado. Ahora se cree que la lengua del glaciar está muerta o rota. © Mitja Kobal / Greenpeace
Glaciar Schlatenkees documentado en 2019. Schlatenkees es parte de la que solía ser la mayor área glaciar de Austria. © Mitja Kobal / Greenpeace

Las olas de calor, inundaciones, sequías e incendios también azotaron durante el verano, poniendo de manifiesto que los impactos del cambio climático están ya aquí.


Emergencia Climática en Francia: las llamas arrasaron más de 20.000 hectáreas, con el oeste francés plagado de incendios. © Pierre Larrieu / Greenpeace
Hicimos campaña para proteger los océanos

En julio, varias activistas incautaron 30 km de sedal -un 2.5% de su longitud total- para detener la pesca destructiva en el Atlántico Norte. Además, liberaron un tiburón azul casi amenazado, siete peces espada y otras especies marinas atrapadas en la zona.

La pesca industrial está empujando a los ecosistemas marinos al límite. En agosto, tuvieron lugar en Nueva York unas Conversaciones Globales sobre Biodiversidad Marina. Con la fecha límite para conseguir la protección de al menos el 30% de los océanos en 2030 acercándose rápidamente, deberían haber acordado un Tratado Global de los Océanos.

Pocos días después de que los líderes mundiales fallaran al no asegurar el tratado, activistas de Greenpeace de distintos países nos acercamos a la costa de Cornualles para construir una barrera de rocas y detener así la pesca de arrastre en la zona.
Activistas de Greenpeace UK y Greenpeace España liberan un tiburón Mako free a Mako shark que iban a pescar. Las flotas pesqueras de España y Portugal faenan regularmente en zonas de cría de tiburones en el Atlántico Norte. © Pedro Armestre / Greenpeace
Activistas de Greenpeace USA proyectaron escenas de belleza y fragilidad de los océanos del mundo en el icónico puente de Brooklyn en Nueva York. © POW / Greenpeace
Activistas de Greenpeace UK y Greenpeace España liberan un tiburón Mako free a Mako shark que iban a pescar. Las flotas pesqueras de España y Portugal faenan regularmente en zonas de cría de tiburones en el Atlántico Norte. © Pedro Armestre / Greenpeace
Celebramos el poder de las personas e inspiramos el cambio

Después de tres largos años, Greenpeace regresó a Glastonbury con fuerza: motivando al cambio al celebrar el activismo, el poder de las personas y la protesta.

La zona de Greenpeace contó con el “Árbol de la Rave”, de 22 m de altura e interactivo y que contaba con una cabina de DJ para albergar a artistas increíbles.


El árbol de la rave en la zona Greenpeace en el Glastonbury 2022. © Alex Stoneman / Greenpeace
Alzamos la voz para hablar sobre la justicia climática y para apoyar a las comunidades indígenas y locales

La conversación y la acción destinadas a conseguir una mayor justicia climática sucedieron durante todo 2022.

En abril, organizaciones benéficas y miembros del público se unieron a la comunidad indígena de Brasil en una protesta en Londres. La protesta coincidió con el inicio del campamento Tierra Indígena en la capital brasileña. En junio, miles de personas exigieron justicia para Bruno y Dom. Sus muertes fueron las últimas de una serie de ataques contra las comunidades indígenas, sus tierras y aliadas en la Amazonía.

En julio, Greenpeace UK y Runnymede Trust publicaron un informe histórico sobre el racismo ambiental en el Reino Unido.

En noviembre, antes del Día Mundial de la Pesca, la comunidad pesquera en Senegal protestó contra la industria de la harina y el aceite de pescado. Esta industria tiene un impacto devastador en la cantidad de pescado en los mares de África Occidental, afectando a los puestos de trabajo y a la disponibilidad de alimentos para las comunidades locales.
Líderes indígenas y activistas protestaron contra un proyecto de ley para legalizar la minería ilegal en tierras indígenas, marchando hacia los ministerios cubiertas de lodo y sangre falsa. © Tuane Fernandes / Greenpeace
Miembros de una comunidad pesquera en Senegal se unen a un artista local para crear una pancarta humana que dice “Ana Sama Jën” (“¿Dónde está mi pescado?”). © Mbaye Ndir / Greenpeace
Organizaciones benéficas y miembros del público protestaron frente a la Embajada de Brasil en Londres contra el intento del gobierno de Bolsonaro de facilitar la explotación de las tierras indígenas. © Angela Christofilou / Greenpeace
Contamos los desechos plásticos en Reino Unido, investigamos la moda rápida en Kenia y destapamos la realidad detrás de SHEIN

Cerca de un cuarto de millón de personas participaron en mayo en el Gran Conteo de Plástico – la primera investigación científica y ciudadana sobre desechos plásticos en Reino Unido.

Los resultados fueron chocantes: los hogares del Reino Unido tiran alrededor de 96 billones de envases de plástico al año -la mayoría acaban quemados, en vertederos o son exportados. Escolares de todo el Reino Unido, que participaron en el conteo, fueron a Westminster para presionar a los parlamentarios a abordar la crisis del plástico.

Greenpeace investigó también la industria de la moda rápida, visitando los lugares de producción y también donde terminan los desechos. La ropa usada o nueva se envía a Kenia desde Europa y China para venderse como “Mitumba” (paquetes de ropa). Pero se envía tal cantidad, que la mayor parte a menudo acaba en vertederos.

Coincidiendo con la semana del Black Friday (que algunas empresas ya aprovechan entera, bajo el nombre irónico de Black Week), publicamos el informe SHEIN: Toxicidad a todo trapo basado en una investigación de Greenpeace Alemania en la que destapamos la cruda realidad que se esconde tras esta famosa marca de fast fashion: el 15 % de las prendas analizadas contenían sustancias químicas peligrosas que superan los límites reglamentarios de la UE (en algunos casos desbordando los niveles de manera desorbitada) y un 32% concentran niveles ‘legales’ de estas sustancias, pero en proporciones ya preocupantes.


Residuos téxtiles y plásticos en un vertedero de Nairobi. © Kevin McElvaney / Greenpeace
Hicimos campaña en la COP27 para que los grandes contaminadores paguen

La justicia climática fue el tema principal de las negociaciones climáticas de la COP27 en noviembre. Cada año, los países se reúnen para negociar un acuerdo global para cumplir con los objetivos climáticos.

Las conversaciones este año establecieron un fondo para pérdidas y daños para comenzar a abordar los impactos climáticos que ya experimentamos comunidades y países en todo el planeta. Pero esto es tan solo un pequeño paso hacia la acción climática que se necesita de manera vital, ya que las negociaciones no lograron que los contaminadores rindan cuentas.
Activistas protestan en Java Central, Indonesia. El pueblo de Timbulsoko estaba rodeado de tierras de cultivo hace 30 años. Hoy está totalmente sumergido por el agua debido a una combinación de aumento del nivel del mar, hundimiento de la tierra y cambio climático. © Aji Styawan / Greenpeace
La protesta climática en Madrid durante la COP27 mostró solidaridad con las comunidades que enfrentan los peores impactos climáticos. ©Pablo Blazquez / Greenpeace
Manifestantes climáticas en Egipto durante la COP27. Las activistas exigen que las empresas y países contaminantes paguen su parte justa para reparar el daño climático.© Marie Jacquemin / Greenpeace




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