OPINI脫N de Sergio Ortiz
LA SEMANA POL脥TICA
LA DERECHA LO HOSTIG脫 DESDE EL PRIMER D脥A Y LOGR脫 DESTITUIR

UN L脕PIZ SIN PUNTA
Pedro Castillo lleg贸 al gobierno el 28 de julio de 2021 habiendo sido un profesor de primaria, de origen andino y l铆der de huelgas docentes en 2017. Por eso su s铆mbolo fue el sombrero de su zona y tambi茅n el l谩piz, de educador.
En las elecciones presidenciales tuvo el 19 por ciento de los votos en primera vuelta, apareciendo como candidato sorpresa que pasaba al balotaje contra una figura del establishment y la derecha reaccionaria, Keiko Fujimori, de Fuerza Popular. Es hija y continuadora de Alberto Fujimori, responsable del autogolpe de Estado de abril de 1992 y numerosos cr铆menes del terrorismo de Estado.
A煤n con ese prontuario familiar y pol铆tico, Keiko lleg贸 a los comicios con fuertes posibilidades de ganar y apenas fue derrotada por el maestro por 44.000 votos en segunda vuelta. Como la diferencia fue tan exigua, los motoristas y todas las clases dominantes denunciaron un inexistente fraude electoral. Fue el primer intento de impedirle gobernar a Castillo, cuando 茅ste a煤n no hab铆a asumido.
A partir de iniciar su mandato presidencial de cinco a帽os, aqu茅l fue v铆ctima de otros tres intentos de golpe parlamentario y destituci贸n, por parte de una oposici贸n de derecha y ultraderecha que manten铆a el dominio del Congreso unicameral de 130 bancas. All铆 el partido de Castillo, Per煤 Libre, era minor铆a.
Esos intentos destituyentes argumentando “vacancia” o incapacidad moral del titular del Ejecutivo fueron en noviembre de 2021, cuando la moci贸n golpista s贸lo reuni贸 46 votos en el recinto. La siguiente intentona fue en marzo de 2022 cuando lleg贸 a 55 adeptos y un tercer round estaba previsto para el 7 de diciembre, cuando el Congreso hab铆a citado a sesi贸n con la intenci贸n de deponer al presidente. Esta vez contaba con mayores posibilidades porque en la previa hab铆a conseguido que un funcionario allegado a Castillo, Salatiel Marrufo, detenido por corrupci贸n, se acogiera a la figura del arrepentido. Y lo incrimin贸 a Castillo de haber recibido varios miles de d贸lares en efectivo para 茅l y otros 260.000 para sobornar a 20 legisladores que en la sesi贸n deb铆an votar en contra de la destituci贸n presidencial.
Es importante retener este dato. Hubo cuatro intentos de deponer al presidente Castillo, uno ante la justicia electoral antes de asumir y otros tres en el Congreso para declarar la vacancia por inhabilidad moral. Reci茅n all铆, en la v铆spera del cuarto golpe, Castillo decret贸 el cierre del Congreso, la intervenci贸n de la justicia y un pronto llamado a nuevas elecciones, con el objetivo de convocar a una Asamblea Constituyente en 9 meses.
Fue su final, porque el Congreso opositor y una parte de sus propios legisladores y aliados denunciaron que eso era un “autogolpe de Estado” y lo rechazaron, con fuerte apoyo empresarial y medi谩tico, con el emblema de los monopolios, “El Comercio” de Lima. Castillo qued贸 totalmente aislado. Le renunciaron casi todos los ministros y hasta su vicepresidenta, Dina Boluarte, se pleg贸 a la campa帽a derechista, calculando que a ella le pondr铆an la banda presidencial, al menos moment谩neamente.
La fiscal铆a general de Patricia Benavides orden贸 la detenci贸n de Castillo por rebeli贸n y conspiraci贸n. Y orden贸 a la Polic铆a detenerlo cuando, junto con su familia, iba a asilarse a la embajada de M茅xico. Ahora tiene una detenci贸n preventiva de una semana y luego afrontar谩 cargos que pueden costarle entre 10 y 20 a帽os de c谩rcel.
ENEMIGOS IMPLACABLES
Los hechos prueban que Per煤 Libre y el presidente Castillo, que luego se corri贸 hacia el centro-derecha y dej贸 esa agrupaci贸n marxista dirigida por Vladimir Cerr贸n, no ten铆an una apreciaci贸n correcta sobre la naturaleza criminal del bloque de las clases dominantes. 脡stas hab铆an sido sorprendidas en 2021 por el maestro, pero se determinaron a acabar con 茅l cuanto antes.
Es que el candidato del PL hab铆a planteado aumentar el presupuesto para Educaci贸n, recuperar la miner铆a para el Estado nacional y cobrar mayores impuestos a las multinacionales del sector, convocar a elecciones para una Asamblea Constituyente y nueva Constituci贸n, y otros cambios positivos. Esa fue una m煤sica maravillosa para los o铆dos de la poblaci贸n de 33 millones de habitantes, de 55 pueblos originarios, campesinos y trabajadores, que viv铆a y vive en condiciones de pobreza en un pa铆s gobernado por pol铆ticos como Alberto Fujimori, Alan Garc铆a, Pedro Pablo Kuczynski y otros corruptos que recib铆an coimas de las mineras, los bancos, el narcotr谩fico, etc.
Hay analistas que a ra铆z de los sucesos del 7 de diciembre ponen el acento en que hubo seis presidentes en cuatro a帽os: Kuczynski, Mart铆n Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti, Castillo y ahora Boluarte. Es verdad que eso muestra una gran inestabilidad pol铆tica e institucional.
Pero m谩s importante que eso es el fondo del asunto: el Estado peruano mantiene un sentido de clase capitalista dependiente y semicolonial, con presidentes surgidos de un autogolpe de Estado o de elecciones muy poco limpias: PPK recibi贸 sobornos de Odebrecht y Keiko tiene causas penales muy graves por financiar sus campa帽as con dinero del crimen organizado y lavado de activos.
El Ejecutivo ten铆a mala fama desde mucho antes y eso abri贸 la posibilidad de un turno progresista y promisorio con Castillo, que defraud贸. Tambi茅n el Congreso es un refugio de rufianes: su imagen negativa es del 86 por ciento, superior al bajo nivel de popularidad que ten铆a el depuesto el 7 de diciembre. El presidente del Legislativo es un general retirado, Jos茅 Williams, que actu贸 en la masacre de Accomarca en 1985 contra Sendero Luminoso y en los asesinatos de los militantes del MRTA que en 1987 hab铆an tomado rehenes en la embajada de Jap贸n.
Esos son los enemigos implacables que tuvo Castillo durante un a帽o y cinco meses. Lo grafic贸 el editorial de El Comercio: “Le tocar谩 al frustrado dictadorzuelo y a quienes lo acompa帽aron en su operativo de desmontaje de la democracia ser juzgados por las autoridades pertinentes”.
No era un dictador sino un presidente “progre” que no llev贸 a cabo sus promesas electorales y por eso no hubo multitudes defendi茅ndolo del golpismo. Cambi贸 quince veces su gabinete, unos 70 ministros y cay贸 sin pena ni gloria. 脡l mismo rompi贸 el l谩piz con que prometi贸 dibujar un futuro mejor para la educaci贸n del pueblo.
LO MALO, LO BUENO, LO FEO
El golpe en Per煤 puso de manifiesto lo malo: un gobierno m谩s o menos progresista se rindi贸 sin pelea ante los intereses olig谩rquicos y proimperialistas. Termin贸 minando su base de sustentaci贸n social y pol铆tica, derrotado e incluso con sus l铆deres presos. Toda una lecci贸n para la runfla de reformistas y claudicantes, abundante en Argentina, que se niega a tomar medidas antiimperialistas con el argumento de que “no da la correlaci贸n de fuerzas”. Esa gente puede terminar como Castillo…
Lo feo es que en esta ocasi贸n se pudo ver al imperialismo yanqui por medio de su Departamento de Estado y el ministerio de Colonias (l茅ase OEA), justificar el golpe de Estado peruano y plantear que el Congreso y las fuerzas de derecha hab铆an reestablecido la democracia.
El vocero del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, se apresur贸 a llamar a Castillo como “expresidente” y estim贸 que los congresistas peruanos tomaron “medidas correctivas de acuerdo con las reglas democr谩ticas”. La misma postura tuvo Luis Almagro, de la putrefacta OEA, quien tild贸 de “una alteraci贸n del orden constitucional” a las acciones de Castillo, e inmediatamente reconoci贸 Boluarte como nueva presidenta.
Castillo a principios de diciembre hab铆a solicitado a Almagro el env铆o de una delegaci贸n de la OEA o Grupo de Alto Nivel dando lugar a la intervenci贸n de esa “cosa tan fea”, dir铆a el cubano Carlos Puebla. Ese GAN recomend贸 100 d铆as de tregua, dando tiempo a que los golpistas siguieran con su plan hasta el final, en vez de denunciar ese operativo antidemocr谩tico.
Los gobiernos de Francia y Espa帽a tambi茅n bendijeron el derrocamiento de Castillo y cantaron loas a la supuesta democracia renacida en Lima. Lamentablemente la canciller铆a argentina tom贸 una postura similar, porque en el comunicado difundido por la agencia oficial TELAM se consign贸 que “fuentes de la Canciller铆a dijeron que claramente la Argentina rechaz贸 la decisi贸n que tom贸 Castillo, fuimos de los primeros pa铆ses que definimos una posici贸n p煤blica exigiendo que se recupere el orden democr谩tico”.
Dentro de ese espectro seudo democratista, pero en realidad proestadounidense, el peor de todos fue el presidente electo de Brasil. Lula declar贸: “la destituci贸n de Castillo fue apegada a derecho dentro del marco constitucional”. Es como si el golpe parlamentario contra Dilma Rousseff y el lawfare que lo tuvo preso injustamente durante casi 2 a帽os, no hubieran existido.
Lo bueno de esta historia lo aportaron pol铆ticos y presidentes con una postura antiimperialista, que por suerte los hay en Am茅rica Latina y el Caribe. Entre los mejores estuvo Andr茅s Manuel L贸pez Obrador, que denunci贸 el golpe y ofreci贸 asilo pol铆tico a Castillo, con gestiones de su canciller Marcelo Ebrard.
Tambi茅n al tope del ranking se ubic贸 Venezuela, con buenas posiciones de su presidente Nicol谩s Maduro y sobre todo Diosdado Cabello, que directamente calific贸 lo ocurrido como “un golpe organizado por los Estados Unidos”. El gobierno de Luis Arce de Bolivia y Gustavo Petro de Colombia tambi茅n estuvieron del lado correcto; un poco mejor que Arce y su representante en la OEA estuvo el l铆der antiimperialista Evo Morales.
Cuba no pod铆a faltar en este bloque de avanzada. Su presidente Miguel D铆az Canel declar贸 que “la situaci贸n en Per煤 es resultado de un proceso dirigido por las oligarqu铆as dominantes para subvertir la voluntad popular que hab铆a elegido a su gobierno de acuerdo con el ordenamiento legal peruano”.
Los acontecimientos en Per煤 ponen de relieve la necesidad de coordinaci贸n entre los pa铆ses progresistas, antiimperialistas y democr谩ticos de la regi贸n. La Unasur no existe. La Celac tiene a todos adentro (buenos, regulares, malos y peores) y s贸lo act煤a por unanimidad, o sea est谩 presa de los vetos.
Hay que retomar y ampliar el ALBA, Alianza Bolivariana de Nuestra Am茅rica, fundada en 14 de diciembre de 2004 por Hugo Ch谩vez y Fidel Castro. Hoy tiene 10 pa铆ses miembros y 3 invitados. En pocos d铆as cumplir谩 18 a帽os y es necesario su crecimiento y reactivaci贸n. A ver si se juegan y entran AMLO y Petro, no digamos Gabriel Boric ni el terceto Fern谩ndez-Cristina-Massa, de fuertes v铆nculos con Washington.