OPINI脫N de Michael Roberts

Esta semana, la cr猫me de la cr猫me de la 茅lite m谩s rica del mundo volvio a reunirse, tras el interregno del COVID-19, de manera presencial en el Foro Econ贸mico Mundial (WEF). Los principales l铆deres pol铆ticos y empresariales volaron con sus jets privados para debatir sobre el cambio clim谩tico y el calentamiento global, as铆 como sobre la inminente recesi贸n econ贸mica mundial, la crisis producto del aumento del costo de la vida y la guerra de Ucrania.
Aparentemente, su estado de 谩nimo es pesimista. Dos tercios de los economistas jefe encuestados por la propia WEF creen que es probable que se produzca una recesi贸n mundial en 2023, mientras que casi uno de cada cinco afirma que es muy probable que ocurra. Los l铆deres empresariales tambi茅n est谩n preocupados: el 73% de los directores ejecutivos de todo el mundo consideran que el crecimiento econ贸mico mundial disminuir谩 en los pr贸ximos 12 meses. Se trata de la perspectiva m谩s pesimista desde que se realiz贸 la primera encuesta del WEF hace 12 a帽os.
Justo antes de que comiece el Foro, en la nieve de las exclusivas estaciones de esqu铆 de Davos (Suiza), el WEF public贸 su Informe sobre Riesgos Mundiales. Donde se hace una estremecedora lectura de la situaci贸n del capitalismo mundial en la d茅cada de 2020.
El informe afirma que: “la pr贸xima d茅cada se caracterizar谩 por crisis medioambientales y sociales, impulsadas por tendencias geopol铆ticas y econ贸micas subyacentes”. La crisis del costo de la vida se clasifica como el riesgo mundial m谩s grave en los pr贸ximos dos a帽os, alcanzando su punto 谩lgido a corto plazo. La p茅rdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas se consideran uno de los riesgos mundiales que m谩s r谩pidamente avanzar谩 en la pr贸xima d茅cada, y los seis riesgos medioambientales figuran entre los diez principales riesgos para los pr贸ximos diez a帽os.
El informe prosigue: “Una inflaci贸n continuada impulsada por la oferta podr铆a conducir a una estanflaci贸n, cuyas consecuencias socioecon贸micas podr铆an ser graves, dada una interacci贸n sin precedentes con niveles hist贸ricamente altos de deuda p煤blica. La fragmentaci贸n econ贸mica mundial, las tensiones geopol铆ticas y una reestructuraci贸n m谩s rocosa podr铆an contribuir a una angustia generalizada por la deuda en los pr贸ximos 10 a帽os“. Se帽ala que “la tecnolog铆a exacerbar谩 las desigualdades; mientras que los esfuerzos de mitigaci贸n y adaptaci贸n al clima est谩n abocados a una arriesgada disyuntiva, a medida que la naturaleza se derrumba”. Y “las crisis de alimentos, combustible y costes exacerban la vulnerabilidad de la sociedad, mientras que la disminuci贸n de las inversiones en desarrollo humano erosiona la resiliencia futura”. Aparentemente, el riesgo de una “policrisis” se ha acelerado.
COP27: ¿Otra cumbre desperdiciada?
¿Qu茅 piensan hacer los organizadores del WEF y sus participantes ante esta “policrisis”? Bueno, el WEF parte del supuesto de que el capitalismo debe sobrevivir, pero la mejor manera de lograrlo es “moldeando” el capitalismo para convertirlo en algo “inclusivo para todos”. A Klaus Schwab, cofundador del WEF, le gusta llamarlo “capitalismo de las partes interesadas”.
Schwab explica: “En t茅rminos generales, podemos elegir entre tres modelos. El primero es el “capitalismo de los accionistas” (“shareholders capitalism”), adoptado por la mayor铆a de las empresas occidentales, que sostiene que el objetivo primordial de una empresa debe ser maximizar sus beneficios. El segundo modelo es el “capitalismo de Estado” (“state capitalism”), que conf铆a al gobierno la direcci贸n de la econom铆a y ha adquirido importancia en muchos mercados emergentes, como China. Pero, en comparaci贸n con estas dos opciones, la tercera es la que m谩s tiene que recomendar. El “capitalismo de las partes interesadas” (“stakeholder capitalism”), un modelo que propuse por primera vez hace medio siglo, sit煤a a las empresas privadas como fideicomisarias de la sociedad y es claramente la mejor respuesta a los retos sociales y medioambientales actuales”.
Las grandes empresas deber铆an ser los “fideicomisarios de la sociedad” y la principal fuerza para resolver “los retos sociales y medioambientales de hoy en d铆a”. Pero hay que sustituir el “capitalismo de accionistas”, en el que “el 煤nico objetivo son los beneficios, de modo que el capitalismo se desconecta cada vez m谩s de la econom铆a real”. Seg煤n Schwab, “esta forma de capitalismo ya no es sostenible”. Por el contrario, las grandes empresas, junto con los gobiernos y las organizaciones multilaterales, pueden desarrollar en su lugar el “capitalismo de las partes interesadas”, que, seg煤n Schwab, puede “acercar al mundo a la consecuci贸n de objetivos compartidos”.
Todos los a帽os, Oxfam publica su informe anual sobre la desigualdad coincidiendo con la reuni贸n del WEF, con el fin de denunciar la hipocres铆a del “capitalismo de las partes interesadas”. El informe de este a帽o relataba el aumento de la desigualdad de riqueza e ingresos desde la pandemia. “En los dos 煤ltimos a帽os, el 1% de los m谩s ricos del mundo ha ganado casi el doble de riqueza que el 99% restante”, afirma Oxfam.
Aunque hay casi 8.000 millones de personas en el mundo, poco m谩s de 3.000 son multimillonarios a fecha de noviembre de 2022. Este min煤sculo grupo de personas posee una fortuna de 11,8 billones de d贸lares, lo que supone aproximadamente el 11,8% del PIB mundial. Mientras tanto, al menos 1.700 millones de trabajadores viven en pa铆ses donde la inflaci贸n supera el crecimiento de sus salarios, incluso cuando las fortunas de los multimillonarios aumentan en 2.700 millones de d贸lares (2.500 millones de euros) al d铆a.
El informe anual sobre la riqueza mundial de Credit Suisse es el an谩lisis m谩s completo de la riqueza personal mundial y su distribuci贸n. El informe de 2022 revel贸 que, a finales de 2021, la riqueza mundial total hab铆a alcanzado los 463,6 billones de d贸lares, es decir, m谩s de 4,5 veces la producci贸n anual mundial. La riqueza mundial aument贸 un 9,8% en 2021, muy por encima de la media anual del 6,6% registrada desde principios de siglo. Si se excluye el movimiento de las divisas, la riqueza mundial agregada creci贸 un 12,7%, lo que la convierte en la tasa anual m谩s r谩pida jam谩s registrada.
Este aumento vertiginoso se debi贸 a dos factores: la fuerte subida de los precios inmobiliarios y el auge del mercado burs谩til impulsado por el cr茅dito. As铆 pues, casi todo este aumento de la riqueza fue a parar a manos de los m谩s ricos del mundo. De hecho, en 2020, el 1% de todos los adultos (56 millones) del mundo pose铆a el 45,8% de toda la riqueza personal del mundo, mientras que 2.900 millones s贸lo pose铆an el 1,3%. En 2021, esa desigualdad empeor贸. En 2021, el 1% m谩s rico pose铆a el 47,8% de toda la riqueza personal, mientras que 2.800 millones s贸lo pose铆an el 1,1%. Y el 13% m谩s rico posee el 86% de toda la riqueza.
“Aunque hay casi 8.000 millones de personas en el mundo, poco m谩s de 3.000 son multimillonarios. Este min煤sculo grupo de personas posee una fortuna de casi 11,8 billones de d贸lares, lo que supone aproximadamente el 11,8% del PIB mundial”
El informe de Oxfam se帽ala que: por cada d贸lar recaudado en impuestos, s贸lo cuatro c茅ntimos proceden de impuestos sobre la riqueza. El fracaso a la hora de gravar la riqueza es m谩s pronunciado en los pa铆ses de renta baja y media, donde la desigualdad es mayor. Dos tercios de los pa铆ses no tienen ning煤n tipo de impuesto de sucesiones sobre la riqueza y los bienes transmitidos a los descendientes directos. La mitad de los multimillonarios del mundo viven actualmente en pa铆ses que carecen de este impuesto, lo que significa que 5 billones de d贸lares pasar谩n libres de impuestos a la siguiente generaci贸n, una suma superior al PIB de 脕frica.
Los tipos m谩ximos del impuesto sobre la renta son cada vez m谩s bajos y menos progresivos: el tipo impositivo medio para los m谩s ricos ha pasado del 58% en 1980 al 42% m谩s recientemente en los pa铆ses de la OCDE. En 100 pa铆ses, el tipo medio es a煤n m谩s bajo, siendo tan solo del 31%. Los tipos impositivos sobre las rentas del capital – en la mayor铆a de los pa铆ses la fuente de ingresos m谩s importante para el 1% m谩s rico – son s贸lo del 18% de media en m谩s de 100 pa铆ses. S贸lo tres pa铆ses gravan m谩s las rentas del capital que las del trabajo.
Muchos de los hombres m谩s ricos del planeta apenas pagan impuestos. Por ejemplo, se ha demostrado que uno de los hombres m谩s ricos de la historia, Elon Musk, paga un “tipo impositivo real” del 3,2%, mientras que otro de los multimillonarios m谩s ricos, Jeff Bezos, paga menos del 1%.
La respuesta pol铆tica de Oxfam es gravar a los ricos. Oxfam pide un impuesto de hasta el 5% a los multimillonarios y multimillonarios del mundo que podr铆a recaudar 1,7 billones de d贸lares al a帽o “suficiente para sacar a 2.000 millones de personas de la pobreza y financiar un plan mundial para acabar con el hambre”. “El objetivo final deber铆a ser ir m谩s all谩 y abolir por completo a los multimillonarios, como parte de una distribuci贸n m谩s justa y racional de la riqueza mundial”.
La pregunta que naturalmente se plantear谩 es hasta qu茅 punto es realista esperar que los gobiernos que apoyan el “capitalismo de las partes interesadas” introduzcan impuestos m谩s elevados sobre la riqueza y los ingresos, por no hablar de abolir a todos los multimillonarios mediante impuestos. Eso va a requerir una lucha de masas para llevar al poder a gobiernos de trabajadores que trabajen coordinadamente a nivel mundial. En ese caso, ¿por qu茅 limitarse a gravar a los ricos, sino aspirar a acabar con todo el capitalismo?
Es la misma historia con el cambio clim谩tico. La COP 27 y la COP 15 fueron un completo fracaso a la hora de intentar cumplir incluso el objetivo de la COP de Par铆s de limitar la temperatura media mundial a 1,5 潞C por encima de los niveles preindustriales. Seg煤n el programa de observaci贸n de la Tierra de la UE, el a帽o pasado fue el quinto m谩s c谩lido jam谩s registrado, con una temperatura media mundial de casi 1,2 潞C por encima de los niveles preindustriales.
El a帽o estuvo marcado por 12 meses de extremos clim谩ticos, con Europa registrando su verano m谩s caluroso jam谩s registrado a pesar de la presencia por tercer a帽o consecutivo del fen贸meno de La Ni帽a, que tiene un efecto refrescante, seg煤n constat贸 el Servicio de Cambio Clim谩tico de Copernicus en su resumen anual del clima terrestre. Al mismo tiempo, las emisiones de gases de efecto invernadero de EE.UU. volvieron a aumentar en 2022, lo que sit煤a al pa铆s a煤n m谩s lejos de sus objetivos en el marco del acuerdo clim谩tico de Par铆s, a pesar de la aprobaci贸n de una amplia legislaci贸n sobre energ铆a limpia el a帽o pasado.
Las emisiones mundiales de di贸xido de carbono procedentes de combustibles f贸siles y cemento aumentaron un 1,0% en 2022, alcanzando un nuevo r茅cord de 36.600 millones de toneladas de CO2 (GtCO2). Las emisiones “son aproximadamente constantes desde 2015” debido a un modesto descenso de las emisiones procedentes del uso de la tierra que equilibra los modestos aumentos de CO2 f贸sil. Pero recuerde que unos niveles de emisi贸n estables no bastan para impedir que el mundo siga calent谩ndose por encima de los objetivos oficiales. Se necesita, como m铆nimo, una reducci贸n del 50% de las emisiones para finales de esta d茅cada y cero emisiones para finales de siglo.
En cambio, las emisiones estadounidenses aumentaron un 1,3% el a帽o pasado, seg煤n las estimaciones preliminares de la consultora medioambiental Rhodium Group, lideradas por los fuertes incrementos de los edificios, la industria y el transporte del pa铆s. “Con el ligero aumento de las emisiones en 2022, Estados Unidos sigue rezagado en sus esfuerzos por cumplir el objetivo fijado en el Acuerdo de Par铆s de reducir para 2030 las emisiones de GEI entre un 50% y un 52% por debajo de los niveles de 2005”, se帽alan los autores. El a帽o pasado, las emisiones estadounidenses se situaron s贸lo un 15,5% por debajo de los niveles de 2005.
Pero no se preocupen, el portavoz estadounidense sobre el clima, John Kerry, estuvo esta semana en Davos para quejarse de la lentitud de los progresos. Y el ex gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ahora organizador entre los bancos internacionales de un fondo de financiaci贸n para el clima, tambi茅n estuvo all铆 para quejarse de la lentitud de los avances. Estoy seguro de que eso llevar谩 a la acci贸n.
“Las emisiones mundiales de di贸xido de carbono procedentes de combustibles f贸siles y cemento aumentaron un 1,0% en 2022, alcanzando un nuevo r茅cord de 36.600 millones de toneladas de CO2 (GtCO2)”
Y luego est谩 el estado de la propia econom铆a mundial. Justo antes de Davos, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, advirti贸 de que un tercio de la econom铆a mundial sufrir谩 una recesi贸n este a帽o. El FMI calcula que el crecimiento real del PIB mundial ser谩 s贸lo del 2,7% en 2023. Oficialmente, esto no es una recesi贸n en 2023, “pero se sentir谩 como tal”. Y el FMI se dispone a rebajar de nuevo sus previsiones a finales de este mes. “Los riesgos para las perspectivas siguen siendo inusualmente grandes y a la baja”.
Y la previsi贸n del FMI es la m谩s optimista. La OCDE calcula que el crecimiento mundial se ralentizar谩 hasta el 2,2% el a帽o que viene. “La econom铆a mundial se enfrenta a retos importantes. El crecimiento ha perdido impulso, la elevada inflaci贸n se ha extendido por pa铆ses y productos, y est谩 resultando persistente. Los riesgos est谩n sesgados a la baja”. Por su parte, la UNCTAD, en su 煤ltimo informe sobre Comercio y Desarrollo, tambi茅n prev茅 que el crecimiento econ贸mico mundial descienda al 2,2% en 2023. “La desaceleraci贸n global dejar铆a el PIB real a煤n por debajo de su tendencia prepand茅mica, costando al mundo m谩s de 17 billones de d贸lares – cerca del 20% de la renta mundial”.
El 煤ltimo informe de Perspectivas Econ贸micas Mundiales del Banco Mundial es a煤n m谩s pesimista. El BM calcula que el crecimiento mundial se ralentizar谩 hasta alcanzar su tercer ritmo m谩s d茅bil en casi tres d茅cadas, s贸lo eclipsado por las recesiones mundiales de 2009 y 2020. Ser谩 una desaceleraci贸n brusca y duradera, con un descenso del crecimiento mundial hasta el 1,7% en 2023, y con un deterioro generalizado: en pr谩cticamente todas las regiones del mundo, el crecimiento de la renta per c谩pita ser谩 m谩s lento que durante la d茅cada anterior a la COVID-19. Y esa fue la d茅cada de lo que yo llamo la Larga Depresi贸n. A finales de 2024, los niveles del PIB en las econom铆as en desarrollo estar谩n aproximadamente un 6% por debajo del nivel previsto en v铆speras de la pandemia.
Luego est谩n las crecientes tensiones geopol铆ticas. – No s贸lo el conflicto entre Rusia y Ucrania, sino la creciente “fragmentaci贸n” de la econom铆a mundial. La hegemon铆a estadounidense, construida en torno a la “globalizaci贸n” y la Gran Moderaci贸n de los a帽os ochenta hasta la d茅cada de 2000, ha llegado a su fin.
Georgieva est谩 especialmente preocupada. En su mensaje previo a Davos, se quejaba: “Nos enfrentamos al espectro de una nueva Guerra Fr铆a que podr铆a fragmentar el mundo en bloques econ贸micos rivales”. Los beneficios de la globalizaci贸n podr铆an “dilapidarse”. Pero otro mito es que la “globalizaci贸n” benefici贸 a la mayor铆a. Georgieva afirma que “desde el final de la Guerra Fr铆a, el tama帽o de la econom铆a mundial pr谩cticamente se triplic贸, y casi 1.500 millones de personas salieron de la pobreza extrema”. Pero la mejora de la producci贸n mundial y del nivel de vida que se ha logrado se ha limitado principalmente a China y Asia Oriental. El crecimiento econ贸mico mundial se ha ralentizado desde la d茅cada de 1990 y no se ha reducido la pobreza de unos 4.000 millones de personas en el planeta, al tiempo que ha aumentado la desigualdad (como se ha revelado anteriormente).
Georgieva quiere invertir la oleada de nuevas restricciones comerciales, que es “una peligrosa pendiente resbaladiza hacia una fragmentaci贸n geoecon贸mica galopante”. Calcula que el coste a largo plazo de la fragmentaci贸n del comercio podr铆a oscilar entre el 0,2% de la producci贸n mundial en un escenario de “fragmentaci贸n limitada” y casi el 7% en un “escenario grave”, lo que equivaldr铆a a la producci贸n anual combinada de Alemania y Jap贸n. Si a esto se a帽ade la disociaci贸n tecnol贸gica, algunos pa铆ses podr铆an sufrir p茅rdidas de hasta el 12% del PIB. La globalizaci贸n aument贸 las desigualdades y no consigui贸 reducir la pobreza; es probable que la fragmentaci贸n intensifique estos resultados.
¿Cu谩l es la respuesta de Georgieva a todo esto? En primer lugar, reforzar el sistema de comercio internacional. En segundo lugar, ayudar a los pa铆ses vulnerables a hacer frente a la deuda. Tercero, intensificar la acci贸n por el clima. Resumi贸: “Los debates de Davos ser谩n una se帽al esperanzadora de que podemos avanzar en la direcci贸n correcta y fomentar una integraci贸n econ贸mica que traiga paz y prosperidad a todos”. Algo de esperanza. Davos quiere “dar forma” al capitalismo, pero en lugar de eso todo es un camino de rosas.
Michael Roberts
https://www.alai.info

Esta semana, la cr猫me de la cr猫me de la 茅lite m谩s rica del mundo volvio a reunirse, tras el interregno del COVID-19, de manera presencial en el Foro Econ贸mico Mundial (WEF). Los principales l铆deres pol铆ticos y empresariales volaron con sus jets privados para debatir sobre el cambio clim谩tico y el calentamiento global, as铆 como sobre la inminente recesi贸n econ贸mica mundial, la crisis producto del aumento del costo de la vida y la guerra de Ucrania.
Aparentemente, su estado de 谩nimo es pesimista. Dos tercios de los economistas jefe encuestados por la propia WEF creen que es probable que se produzca una recesi贸n mundial en 2023, mientras que casi uno de cada cinco afirma que es muy probable que ocurra. Los l铆deres empresariales tambi茅n est谩n preocupados: el 73% de los directores ejecutivos de todo el mundo consideran que el crecimiento econ贸mico mundial disminuir谩 en los pr贸ximos 12 meses. Se trata de la perspectiva m谩s pesimista desde que se realiz贸 la primera encuesta del WEF hace 12 a帽os.
Justo antes de que comiece el Foro, en la nieve de las exclusivas estaciones de esqu铆 de Davos (Suiza), el WEF public贸 su Informe sobre Riesgos Mundiales. Donde se hace una estremecedora lectura de la situaci贸n del capitalismo mundial en la d茅cada de 2020.
El informe afirma que: “la pr贸xima d茅cada se caracterizar谩 por crisis medioambientales y sociales, impulsadas por tendencias geopol铆ticas y econ贸micas subyacentes”. La crisis del costo de la vida se clasifica como el riesgo mundial m谩s grave en los pr贸ximos dos a帽os, alcanzando su punto 谩lgido a corto plazo. La p茅rdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas se consideran uno de los riesgos mundiales que m谩s r谩pidamente avanzar谩 en la pr贸xima d茅cada, y los seis riesgos medioambientales figuran entre los diez principales riesgos para los pr贸ximos diez a帽os.
El informe prosigue: “Una inflaci贸n continuada impulsada por la oferta podr铆a conducir a una estanflaci贸n, cuyas consecuencias socioecon贸micas podr铆an ser graves, dada una interacci贸n sin precedentes con niveles hist贸ricamente altos de deuda p煤blica. La fragmentaci贸n econ贸mica mundial, las tensiones geopol铆ticas y una reestructuraci贸n m谩s rocosa podr铆an contribuir a una angustia generalizada por la deuda en los pr贸ximos 10 a帽os“. Se帽ala que “la tecnolog铆a exacerbar谩 las desigualdades; mientras que los esfuerzos de mitigaci贸n y adaptaci贸n al clima est谩n abocados a una arriesgada disyuntiva, a medida que la naturaleza se derrumba”. Y “las crisis de alimentos, combustible y costes exacerban la vulnerabilidad de la sociedad, mientras que la disminuci贸n de las inversiones en desarrollo humano erosiona la resiliencia futura”. Aparentemente, el riesgo de una “policrisis” se ha acelerado.
COP27: ¿Otra cumbre desperdiciada?
¿Qu茅 piensan hacer los organizadores del WEF y sus participantes ante esta “policrisis”? Bueno, el WEF parte del supuesto de que el capitalismo debe sobrevivir, pero la mejor manera de lograrlo es “moldeando” el capitalismo para convertirlo en algo “inclusivo para todos”. A Klaus Schwab, cofundador del WEF, le gusta llamarlo “capitalismo de las partes interesadas”.
Schwab explica: “En t茅rminos generales, podemos elegir entre tres modelos. El primero es el “capitalismo de los accionistas” (“shareholders capitalism”), adoptado por la mayor铆a de las empresas occidentales, que sostiene que el objetivo primordial de una empresa debe ser maximizar sus beneficios. El segundo modelo es el “capitalismo de Estado” (“state capitalism”), que conf铆a al gobierno la direcci贸n de la econom铆a y ha adquirido importancia en muchos mercados emergentes, como China. Pero, en comparaci贸n con estas dos opciones, la tercera es la que m谩s tiene que recomendar. El “capitalismo de las partes interesadas” (“stakeholder capitalism”), un modelo que propuse por primera vez hace medio siglo, sit煤a a las empresas privadas como fideicomisarias de la sociedad y es claramente la mejor respuesta a los retos sociales y medioambientales actuales”.
Las grandes empresas deber铆an ser los “fideicomisarios de la sociedad” y la principal fuerza para resolver “los retos sociales y medioambientales de hoy en d铆a”. Pero hay que sustituir el “capitalismo de accionistas”, en el que “el 煤nico objetivo son los beneficios, de modo que el capitalismo se desconecta cada vez m谩s de la econom铆a real”. Seg煤n Schwab, “esta forma de capitalismo ya no es sostenible”. Por el contrario, las grandes empresas, junto con los gobiernos y las organizaciones multilaterales, pueden desarrollar en su lugar el “capitalismo de las partes interesadas”, que, seg煤n Schwab, puede “acercar al mundo a la consecuci贸n de objetivos compartidos”.
Todos los a帽os, Oxfam publica su informe anual sobre la desigualdad coincidiendo con la reuni贸n del WEF, con el fin de denunciar la hipocres铆a del “capitalismo de las partes interesadas”. El informe de este a帽o relataba el aumento de la desigualdad de riqueza e ingresos desde la pandemia. “En los dos 煤ltimos a帽os, el 1% de los m谩s ricos del mundo ha ganado casi el doble de riqueza que el 99% restante”, afirma Oxfam.
Aunque hay casi 8.000 millones de personas en el mundo, poco m谩s de 3.000 son multimillonarios a fecha de noviembre de 2022. Este min煤sculo grupo de personas posee una fortuna de 11,8 billones de d贸lares, lo que supone aproximadamente el 11,8% del PIB mundial. Mientras tanto, al menos 1.700 millones de trabajadores viven en pa铆ses donde la inflaci贸n supera el crecimiento de sus salarios, incluso cuando las fortunas de los multimillonarios aumentan en 2.700 millones de d贸lares (2.500 millones de euros) al d铆a.
El informe anual sobre la riqueza mundial de Credit Suisse es el an谩lisis m谩s completo de la riqueza personal mundial y su distribuci贸n. El informe de 2022 revel贸 que, a finales de 2021, la riqueza mundial total hab铆a alcanzado los 463,6 billones de d贸lares, es decir, m谩s de 4,5 veces la producci贸n anual mundial. La riqueza mundial aument贸 un 9,8% en 2021, muy por encima de la media anual del 6,6% registrada desde principios de siglo. Si se excluye el movimiento de las divisas, la riqueza mundial agregada creci贸 un 12,7%, lo que la convierte en la tasa anual m谩s r谩pida jam谩s registrada.
Este aumento vertiginoso se debi贸 a dos factores: la fuerte subida de los precios inmobiliarios y el auge del mercado burs谩til impulsado por el cr茅dito. As铆 pues, casi todo este aumento de la riqueza fue a parar a manos de los m谩s ricos del mundo. De hecho, en 2020, el 1% de todos los adultos (56 millones) del mundo pose铆a el 45,8% de toda la riqueza personal del mundo, mientras que 2.900 millones s贸lo pose铆an el 1,3%. En 2021, esa desigualdad empeor贸. En 2021, el 1% m谩s rico pose铆a el 47,8% de toda la riqueza personal, mientras que 2.800 millones s贸lo pose铆an el 1,1%. Y el 13% m谩s rico posee el 86% de toda la riqueza.
“Aunque hay casi 8.000 millones de personas en el mundo, poco m谩s de 3.000 son multimillonarios. Este min煤sculo grupo de personas posee una fortuna de casi 11,8 billones de d贸lares, lo que supone aproximadamente el 11,8% del PIB mundial”
El informe de Oxfam se帽ala que: por cada d贸lar recaudado en impuestos, s贸lo cuatro c茅ntimos proceden de impuestos sobre la riqueza. El fracaso a la hora de gravar la riqueza es m谩s pronunciado en los pa铆ses de renta baja y media, donde la desigualdad es mayor. Dos tercios de los pa铆ses no tienen ning煤n tipo de impuesto de sucesiones sobre la riqueza y los bienes transmitidos a los descendientes directos. La mitad de los multimillonarios del mundo viven actualmente en pa铆ses que carecen de este impuesto, lo que significa que 5 billones de d贸lares pasar谩n libres de impuestos a la siguiente generaci贸n, una suma superior al PIB de 脕frica.
Los tipos m谩ximos del impuesto sobre la renta son cada vez m谩s bajos y menos progresivos: el tipo impositivo medio para los m谩s ricos ha pasado del 58% en 1980 al 42% m谩s recientemente en los pa铆ses de la OCDE. En 100 pa铆ses, el tipo medio es a煤n m谩s bajo, siendo tan solo del 31%. Los tipos impositivos sobre las rentas del capital – en la mayor铆a de los pa铆ses la fuente de ingresos m谩s importante para el 1% m谩s rico – son s贸lo del 18% de media en m谩s de 100 pa铆ses. S贸lo tres pa铆ses gravan m谩s las rentas del capital que las del trabajo.
Muchos de los hombres m谩s ricos del planeta apenas pagan impuestos. Por ejemplo, se ha demostrado que uno de los hombres m谩s ricos de la historia, Elon Musk, paga un “tipo impositivo real” del 3,2%, mientras que otro de los multimillonarios m谩s ricos, Jeff Bezos, paga menos del 1%.
La respuesta pol铆tica de Oxfam es gravar a los ricos. Oxfam pide un impuesto de hasta el 5% a los multimillonarios y multimillonarios del mundo que podr铆a recaudar 1,7 billones de d贸lares al a帽o “suficiente para sacar a 2.000 millones de personas de la pobreza y financiar un plan mundial para acabar con el hambre”. “El objetivo final deber铆a ser ir m谩s all谩 y abolir por completo a los multimillonarios, como parte de una distribuci贸n m谩s justa y racional de la riqueza mundial”.
La pregunta que naturalmente se plantear谩 es hasta qu茅 punto es realista esperar que los gobiernos que apoyan el “capitalismo de las partes interesadas” introduzcan impuestos m谩s elevados sobre la riqueza y los ingresos, por no hablar de abolir a todos los multimillonarios mediante impuestos. Eso va a requerir una lucha de masas para llevar al poder a gobiernos de trabajadores que trabajen coordinadamente a nivel mundial. En ese caso, ¿por qu茅 limitarse a gravar a los ricos, sino aspirar a acabar con todo el capitalismo?
Es la misma historia con el cambio clim谩tico. La COP 27 y la COP 15 fueron un completo fracaso a la hora de intentar cumplir incluso el objetivo de la COP de Par铆s de limitar la temperatura media mundial a 1,5 潞C por encima de los niveles preindustriales. Seg煤n el programa de observaci贸n de la Tierra de la UE, el a帽o pasado fue el quinto m谩s c谩lido jam谩s registrado, con una temperatura media mundial de casi 1,2 潞C por encima de los niveles preindustriales.
El a帽o estuvo marcado por 12 meses de extremos clim谩ticos, con Europa registrando su verano m谩s caluroso jam谩s registrado a pesar de la presencia por tercer a帽o consecutivo del fen贸meno de La Ni帽a, que tiene un efecto refrescante, seg煤n constat贸 el Servicio de Cambio Clim谩tico de Copernicus en su resumen anual del clima terrestre. Al mismo tiempo, las emisiones de gases de efecto invernadero de EE.UU. volvieron a aumentar en 2022, lo que sit煤a al pa铆s a煤n m谩s lejos de sus objetivos en el marco del acuerdo clim谩tico de Par铆s, a pesar de la aprobaci贸n de una amplia legislaci贸n sobre energ铆a limpia el a帽o pasado.
Las emisiones mundiales de di贸xido de carbono procedentes de combustibles f贸siles y cemento aumentaron un 1,0% en 2022, alcanzando un nuevo r茅cord de 36.600 millones de toneladas de CO2 (GtCO2). Las emisiones “son aproximadamente constantes desde 2015” debido a un modesto descenso de las emisiones procedentes del uso de la tierra que equilibra los modestos aumentos de CO2 f贸sil. Pero recuerde que unos niveles de emisi贸n estables no bastan para impedir que el mundo siga calent谩ndose por encima de los objetivos oficiales. Se necesita, como m铆nimo, una reducci贸n del 50% de las emisiones para finales de esta d茅cada y cero emisiones para finales de siglo.
En cambio, las emisiones estadounidenses aumentaron un 1,3% el a帽o pasado, seg煤n las estimaciones preliminares de la consultora medioambiental Rhodium Group, lideradas por los fuertes incrementos de los edificios, la industria y el transporte del pa铆s. “Con el ligero aumento de las emisiones en 2022, Estados Unidos sigue rezagado en sus esfuerzos por cumplir el objetivo fijado en el Acuerdo de Par铆s de reducir para 2030 las emisiones de GEI entre un 50% y un 52% por debajo de los niveles de 2005”, se帽alan los autores. El a帽o pasado, las emisiones estadounidenses se situaron s贸lo un 15,5% por debajo de los niveles de 2005.
Pero no se preocupen, el portavoz estadounidense sobre el clima, John Kerry, estuvo esta semana en Davos para quejarse de la lentitud de los progresos. Y el ex gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ahora organizador entre los bancos internacionales de un fondo de financiaci贸n para el clima, tambi茅n estuvo all铆 para quejarse de la lentitud de los avances. Estoy seguro de que eso llevar谩 a la acci贸n.
“Las emisiones mundiales de di贸xido de carbono procedentes de combustibles f贸siles y cemento aumentaron un 1,0% en 2022, alcanzando un nuevo r茅cord de 36.600 millones de toneladas de CO2 (GtCO2)”
Y luego est谩 el estado de la propia econom铆a mundial. Justo antes de Davos, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, advirti贸 de que un tercio de la econom铆a mundial sufrir谩 una recesi贸n este a帽o. El FMI calcula que el crecimiento real del PIB mundial ser谩 s贸lo del 2,7% en 2023. Oficialmente, esto no es una recesi贸n en 2023, “pero se sentir谩 como tal”. Y el FMI se dispone a rebajar de nuevo sus previsiones a finales de este mes. “Los riesgos para las perspectivas siguen siendo inusualmente grandes y a la baja”.
Y la previsi贸n del FMI es la m谩s optimista. La OCDE calcula que el crecimiento mundial se ralentizar谩 hasta el 2,2% el a帽o que viene. “La econom铆a mundial se enfrenta a retos importantes. El crecimiento ha perdido impulso, la elevada inflaci贸n se ha extendido por pa铆ses y productos, y est谩 resultando persistente. Los riesgos est谩n sesgados a la baja”. Por su parte, la UNCTAD, en su 煤ltimo informe sobre Comercio y Desarrollo, tambi茅n prev茅 que el crecimiento econ贸mico mundial descienda al 2,2% en 2023. “La desaceleraci贸n global dejar铆a el PIB real a煤n por debajo de su tendencia prepand茅mica, costando al mundo m谩s de 17 billones de d贸lares – cerca del 20% de la renta mundial”.
El 煤ltimo informe de Perspectivas Econ贸micas Mundiales del Banco Mundial es a煤n m谩s pesimista. El BM calcula que el crecimiento mundial se ralentizar谩 hasta alcanzar su tercer ritmo m谩s d茅bil en casi tres d茅cadas, s贸lo eclipsado por las recesiones mundiales de 2009 y 2020. Ser谩 una desaceleraci贸n brusca y duradera, con un descenso del crecimiento mundial hasta el 1,7% en 2023, y con un deterioro generalizado: en pr谩cticamente todas las regiones del mundo, el crecimiento de la renta per c谩pita ser谩 m谩s lento que durante la d茅cada anterior a la COVID-19. Y esa fue la d茅cada de lo que yo llamo la Larga Depresi贸n. A finales de 2024, los niveles del PIB en las econom铆as en desarrollo estar谩n aproximadamente un 6% por debajo del nivel previsto en v铆speras de la pandemia.
Luego est谩n las crecientes tensiones geopol铆ticas. – No s贸lo el conflicto entre Rusia y Ucrania, sino la creciente “fragmentaci贸n” de la econom铆a mundial. La hegemon铆a estadounidense, construida en torno a la “globalizaci贸n” y la Gran Moderaci贸n de los a帽os ochenta hasta la d茅cada de 2000, ha llegado a su fin.
Georgieva est谩 especialmente preocupada. En su mensaje previo a Davos, se quejaba: “Nos enfrentamos al espectro de una nueva Guerra Fr铆a que podr铆a fragmentar el mundo en bloques econ贸micos rivales”. Los beneficios de la globalizaci贸n podr铆an “dilapidarse”. Pero otro mito es que la “globalizaci贸n” benefici贸 a la mayor铆a. Georgieva afirma que “desde el final de la Guerra Fr铆a, el tama帽o de la econom铆a mundial pr谩cticamente se triplic贸, y casi 1.500 millones de personas salieron de la pobreza extrema”. Pero la mejora de la producci贸n mundial y del nivel de vida que se ha logrado se ha limitado principalmente a China y Asia Oriental. El crecimiento econ贸mico mundial se ha ralentizado desde la d茅cada de 1990 y no se ha reducido la pobreza de unos 4.000 millones de personas en el planeta, al tiempo que ha aumentado la desigualdad (como se ha revelado anteriormente).
Georgieva quiere invertir la oleada de nuevas restricciones comerciales, que es “una peligrosa pendiente resbaladiza hacia una fragmentaci贸n geoecon贸mica galopante”. Calcula que el coste a largo plazo de la fragmentaci贸n del comercio podr铆a oscilar entre el 0,2% de la producci贸n mundial en un escenario de “fragmentaci贸n limitada” y casi el 7% en un “escenario grave”, lo que equivaldr铆a a la producci贸n anual combinada de Alemania y Jap贸n. Si a esto se a帽ade la disociaci贸n tecnol贸gica, algunos pa铆ses podr铆an sufrir p茅rdidas de hasta el 12% del PIB. La globalizaci贸n aument贸 las desigualdades y no consigui贸 reducir la pobreza; es probable que la fragmentaci贸n intensifique estos resultados.
¿Cu谩l es la respuesta de Georgieva a todo esto? En primer lugar, reforzar el sistema de comercio internacional. En segundo lugar, ayudar a los pa铆ses vulnerables a hacer frente a la deuda. Tercero, intensificar la acci贸n por el clima. Resumi贸: “Los debates de Davos ser谩n una se帽al esperanzadora de que podemos avanzar en la direcci贸n correcta y fomentar una integraci贸n econ贸mica que traiga paz y prosperidad a todos”. Algo de esperanza. Davos quiere “dar forma” al capitalismo, pero en lugar de eso todo es un camino de rosas.
Michael Roberts
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