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Un mundo turbulento y parturiente

OPINI脫N de Eduardo Madro帽al Pedraza





Para una Mar independiente y voladora

“No queremos emperadores buenos -ni blancos ni negros ni de cualquier otro color- porque no queremos emperadores sobre la faz de la Tierra”. Dicho revolucionario.

El mundo se encuentra en un periodo muy turbulento y parturiente. Nos encontramos entre el ocaso de un mundo unipolar -con Estados Unidos como la 煤nica superpotencia realmente existente- y el complicado parto conflictivo de un mundo multipolar. Y en la lucha por ese mundo multipolar se est谩n desarrollando dos proyectos antag贸nicos.

El proyecto por un mundo multipolar nuevo -porque se asienta sobre el m谩s escrupuloso respeto a la independencia nacional de todos los pa铆ses del planeta y a las decisiones soberanas de sus pueblos-; y el proyecto que reproduce lo viejo disfrazado de nuevo -las viejas pr谩cticas imperialistas, como est谩 haciendo Rusia, reviviendo su pasado de vieja superpotencia- con invasiones militares, dominaciones econ贸micas e intervenciones pol铆ticas para imponer sus designios a los pueblos y pa铆ses de dentro y de fuera de Europa.

Entre el ocaso imperial, los nuevos reinos combatientes y la lucha de los pueblos

Estamos en un per铆odo de transici贸n necesariamente desordenado y ca贸tico entre el ya caduco e imposible orden unipolar y el nuevo orden que se est谩 gestando en un proceso contradictorio. Los pasos, el ritmo y las maneras -en las que ya se est谩 desarrollando el iniciado desmoronamiento del actual orden imperial unipolar- est谩 dependiendo, en primer lugar, de qu茅 decisiones est谩 tomando la burgues铆a monopolista estadounidense -todav铆a fuerte, muy fuerte como 煤nica superpotencia, pero cada vez m谩s dividida en su mismo seno-; en segundo lugar, de la l铆nea seguida en su emergencia por los reinos combatientes -Brasil, Rusia, India, China y Sud谩frica (BRICS)- destacando China; y, en tercer lugar, de la lucha -y su fuerza organizativa- que llevan adelante los pueblos por su liberaci贸n y los pa铆ses por su independencia.

De 1973 a 2023, 50 a帽os de desarrollo y soberan铆a

En 1973 -hace cincuenta a帽os, es decir, medio siglo- solamente unas pocas naciones eran independientes de las dos superpotencias. Hoy, en 2023, casi la mitad de la poblaci贸n del planeta - el 46%, 3.490 millones de personas - vive en pa铆ses que, en todo o en parte, ha conseguido zafarse del dominio del imperialismo, han conquistado cuotas de desarrollo econ贸mico y de soberan铆a nacional impensables hace d茅cadas.

Las dos superpotencias, Estados Unidos y la Uni贸n Sovi茅tica, en su fren茅tica disputa por la hegemon铆a mundial sembraron guerra, muerte y destrucci贸n por los cinco continentes, provocando cincuenta millones de muertos. EEUU supon铆a un 36% del PIB mundial y la URSS, un 22%. EEUU ten铆a bajo su dominio a toda Europa Occidental, Am茅rica, Ocean铆a, la mayor parte de 脕frica e importantes enclaves en Asia. Por su parte, la Uni贸n Sovi茅tica dominaba la Europa del Este y pa铆ses como Cuba, Corea del Norte, Mongolia y Siria.

Ambas superpotencias ten铆an un poder铆o militar inalcanzable para cualquier otro pa铆s imperialista y colocaron al mundo varias veces al borde de una guerra nuclear. Las dos superpotencias llegaron a acumular m谩s de 70.000 ojivas nucleares, suficientes para reducir a un erial radiactivo toda la superficie del planeta cientos de veces.

Las tendencias que determinan la actual situaci贸n internacional

La primera tendencia es que los pueblos y pa铆ses del mundo avanzan y el hegemonismo y el imperialismo retroceden. La segunda tendencia es que el mundo unipolar se ha puesto en cuesti贸n por la aparici贸n de potencias que exigen un nuevo orden mundial. La tercera tendencia es que el espacio de dominaci贸n del hegemonismo y el imperialismo se ha achicado. Y la cuarta es que Estados Unidos camina hacia su ocaso imperial. Detr谩s de cada una de estas tendencias, el motor del cambio ha sido -y es- la lucha de los pueblos y pa铆ses del mundo.

Desde 2009 los acontecimientos se han acelerado

La redistribuci贸n del poder mundial se ha acelerado en estos a帽os. Aunque Estados Unidos ha conseguido sortear los efectos de la crisis que provoc贸 en 2008 descargando sobre sus aliados -especialmente los pa铆ses europeos- las consecuencias. De hecho -de 2009 a 2019- el peso de la superpotencia estadounidense se ha mantenido en torno al 24% del PIB mundial, pero todo el resto de pa铆ses subordinados ha perdido cerca de 20 puntos -del 63 ha bajado al 47%-; mientras los pa铆ses del Tercer Mundo han ganado casi 10 puntos -del 35 al 43%- y en el caso de China se ha duplicado, subiendo del 8 al 16%.

Estados Unidos ha sido incapaz de frenar su ocaso imperial -incluso en el terreno pol铆tico y militar, por ejemplo, con la estrepitosa retirada de Irak y Afganist谩n-; y para intentar contener a China, Washington ha tenido que incluirla como “enemigo estrat茅gico” de la OTAN, y ha encuadrado a sus aliados en el Indo-Pacifico con acuerdos militares como el QUAD y el AUKUS.

Sin embargo, se ha multiplicado la emergencia de los BRICS, y en especial de China. En 2009 no exist铆a la Nueva Ruta de la Seda, la influencia global de China era mucho menos significativa, y los mismos BRICS acababan de nacer. Una d茅cada despu茅s, estas potencias emergentes se han fortalecido convirti茅ndose en el principal ariete del nuevo mundo multipolar. En particular, China encabeza el desarrollo tecnol贸gico y cient铆fico -en computaci贸n, aeroespacial, energ铆a de fusi贸n, etc.-; y se ha destacado en su papel pol铆tico y diplom谩tico como defensora del multilateralismo.

La emergencia de Asia como nuevo centro geogr谩fico del desarrollo mundial ha eclosionado de tal manera que ya no es solamente el continente de mayor crecimiento econ贸mico y el m谩s din谩mico socialmente, sino que tambi茅n se est谩 convirtiendo en la zona continental donde cada vez m谩s se decide el rumbo de nuestro planeta.

Espa帽a, Portugal e Iberoam茅rica podemos tener un papel relevante en el nuevo mundo construyendo un polo hispano emergente. Tenemos las condiciones materiales necesarias para iniciar el camino, s贸lo hacen falta voluntad pol铆tica y unidad.

“El 谩rbol quiere quietud, pero el viento no le deja”. Proverbio chino.

“En el fondo de la noche tiembla el 谩rbol del silencio”. Gabriel Celaya.

Eduardo Madro帽al Pedraza


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