Nada de nuevo en Davos. ¿Qu茅 preparan para octubre el FMI y el BM?
Energ铆a, alimentos, clima. Y las guerras
Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza
Acaba de realizarse otro Foro Econ贸mico de Davos, con pura ret贸rica y mucho de show medi谩tico, pero sin propuestas concretas para resolver el desorden del actual sistema mundial, donde se entrelazan varias crisis en una.

La cooperaci贸n en un mundo fragmentado --lema del Foro realizado la segunda quincena de enero-- qued贸 s贸lo como un slogan publicitario ya que el mismo prefiere no confrontarse con las causas profundas de la crisis porque no parece dispuesto a rectificar este laberinto planetario sin salida, en este contexto actual, para el conjunto de la humanidad.
El reloj del poder econ贸mico internacional marca ahora una nueva cita: del 9 al 15 de octubre de este a帽o en Marrakech, Marruecos, donde muchos de los que asistieron a Davos volver谩n a encontrarse en la Reuni贸n Anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Las se帽ales de la invitaci贸n para Marrakech de parte de estos dos organismos multilaterales anticipan continuismo y ning煤n cambio.
Las primeras voces alternativas comienzan a alzar el tono. El Comit茅 para la Anulaci贸n de las Deudas Ileg铆timas (CADTM) anticip贸 en las 煤ltimas horas que convocar谩 con otras organizaciones, como ATTAC Marruecos, a una Contracumbre Mundial de los Movimientos Sociales (https://www.cadtm.org/Convocatoria-de-una-contracumbre-mundial-de-movimientos-sociales-a-las) para esa misma fecha.
El CADTM se帽ala que el Fondo Monetario Internacional (FMI) firm贸 en los 煤ltimos tres a帽os acuerdos de cr茅dito con un centenar de gobiernos, y que en cada uno de los mismos exige la continuaci贸n de las pol铆ticas neoliberales. Al mismo tiempo, denuncia que se est谩 desarrollando una nueva crisis de la deuda. “Ya es hora de reaccionar”, sostiene el comit茅 con sede en Bruselas, tras definir la situaci贸n actual como de una “crisis multifac茅tica” que afecta al mundo desde 2020.

Policrisis
Un problema subsidiario no menos central en esta coyuntura: para compensar la reducci贸n significativa de la energ铆a que habitualmente importaba de Rusia, Europa se est谩 abasteciendo en pa铆ses de Asia. Por ejemplo, le compra carb贸n a Indonesia y gas a Malasia, lo que repercute en un aumento de los costos que deben pagar las comunidades locales de esas naciones abastecedoras. As铆 mismo, comunidades de Pakist谩n y Bangladesh est谩n sufriendo cortes de gas debido a que buena parte de su producci贸n se desv铆a hacia Europa.
Es conocido, tambi茅n, el impacto directo de los conflictos b茅licos (crisis militares) en el aumento de las condiciones de degradaci贸n social. Seg煤n la ONG Acci贸n contra el hambre, el 60% de las personas que padecen de ese flagelo viven en pa铆ses en guerra (https://www.actioncontrelafaim.org/a-la-une/conflits-quels-impacts-sur-la-faim/).
Toda esta situaci贸n agrava la crisis ambiental en un planeta que se dirige a un aumento de su temperatura de 2,5°C para el a帽o 2100. Una mayor producci贸n de combustibles f贸siles acelerar谩 a煤n m谩s la crisis clim谩tica, la cual, a su vez, ejercer谩 una mayor presi贸n sobre la producci贸n alimentaria global. El calentamiento excesivo ya est谩 causando estragos en la producci贸n de alimentos debido a sequ铆as, inundaciones, tormentas y temperaturas muy altas que hacen insoportable en ciertos momentos del a帽o el trabajo rural a campo abierto.
Grain concluye afirmando que no se puede resolver la crisis energ茅tica o la alimentaria con medidas que empeoren la crisis clim谩tica: “Estas tres crisis est谩n estrechamente conectadas y se superponen”. Encontrar una salida a esta “policrisis”, enfatiza Grain, requiere una profunda transformaci贸n de la manera como se producen y distribuyen la energ铆a y los alimentos, con acciones que cuestionen frontalmente el control de las grandes transnacionales, principales responsables de este “desastre planetario”. A nivel de argumento, la ONG recuerda el tweet de noviembre pasado de Robert Reich, ex secretario de Trabajo de los Estados Unidos: “Un mensaje a los medios: por favor no informen que la inflaci贸n lleg贸 a un m谩ximo en 40 a帽os sin mencionar tambi茅n que las utilidades de las corporaciones llegaron a un m谩ximo en 70 a帽os. Hay que mostrar el panorama completo”.
Voraces, como siempre
Las grandes transnacionales se aprovechan de la crisis, aumentan los precios de sus productos de forma desproporcionada, provocan-usufruct煤an el aumento inflacionario y obtienen m谩rgenes de ganancias estratosf茅ricos, afirma Grain.
En el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, los expertos constatan que mientras las utilidades corporativas explican el 11% del aumento de precios desde 1979 a 2019, de ning煤n modo pueden justificar el desmedido aumento actual de 53,9%. En particular, en el sector alimentario, incluyendo las cadenas de supermercados y restaurantes. En Canad谩, el gobierno inici贸 una investigaci贸n oficial sobre esta explosi贸n de ganancias, mientras que en Europa y Australia varios empresarios, as铆 como numerosos medios de comunicaci贸n, reconocen que la reciente escalada de precios es injustificada.
En su informe La ley del m谩s rico, que Oxfam Internacional public贸 a mitad de enero, simult谩neamente con la apertura del Foro de Davos, dicha organizaci贸n coincide con la descripci贸n global de Grain de un panorama mundial desalentador y su conclusi贸n de que “el mundo est谩 atravesando una 茅poca sin precedentes, marcada por la acumulaci贸n de m煤ltiples crisis”. Y pone el cursor de su an谩lisis en la problem谩tica del hambre (https://www.oxfam.org/en/research/la-ley-delmas-rico).
Imponer impuestos a los ricos. Afihe de una manifestante en las recientes protestas en Gran Breta帽a. Foto Alarmy
Impuestos a las fortunas y redistribuci贸n del ingreso
Oxfam sostiene que cientos de millones m谩s afrontan aumentos insostenibles del costo de los productos b谩sicos o de la energ铆a necesaria para calentar sus hogares. El colapso clim谩tico est谩 paralizando la econom铆a de algunas regiones, y fen贸menos meteorol贸gicos extremos obligan a much铆sima gente en todo el mundo a abandonar sus hogares. Recuerda, adem谩s, que son millones los seres humanos que siguen sufriendo los corolarios de la pandemia del COVID-19, que ya se ha cobrado m谩s de 20 millones de vidas. La pobreza se ha incrementado por primera vez en 25 a帽os, subraya esta ONG internacional, mientras que los ultrarricos ven crecer dr谩sticamente su riqueza y los beneficios empresariales alcanzan niveles r茅cord, lo que hace que se dispare a煤n m谩s la desigualdad social.
Los hechos hablan por s铆 mismos. Desde 2020, el 1% m谩s rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada en el mundo: casi el doble de lo que se distribuye entre el 99% restante.
Cada d铆a, la fortuna de los milmillonarios aumenta en 2.700 millones de d贸lares, mientras que los salarios de unos 1.700 millones de trabajadoras y trabajadores crecen deficientemente, aun por debajo de lo que sube la inflaci贸n.
En 2022, las empresas energ茅ticas y de alimentaci贸n duplicaron con creces sus beneficios y distribuyeron 257.000 millones de d贸lares en dividendos a sus accionistas, mientras que m谩s de 800 millones de personas padec铆an hambre.
Oxfam se帽ala que, por cada d贸lar recaudado en impuestos a nivel global, tan s贸lo 4 centavos provienen de impuestos a la riqueza. Por otra parte, la mitad de los milmillonarios del mundo vive en pa铆ses donde no se aplica ning煤n impuesto a la riqueza que heredan sus descendientes.
Oxfam propone un impuesto a la riqueza de hasta el 5% para los multimillonarios y milmillonarios. Esto permitir铆a recaudar anualmente 1,7 billones de d贸lares, monto que asegurar铆a que 2.000 millones de personas salgan de la situaci贸n de pobreza, adem谩s de financiar un plan mundial para acabar con el hambre.
Grain, que coincide con la propuesta de aplicar impuestos a las grandes fortunas, insiste en la necesidad de darle prioridad a la conservaci贸n de la energ铆a. De igual manera, seguir estimulando la reducci贸n del desecho de alimentos, que actualmente origina el 8% de las emisiones clim谩ticas globales. Y tambi茅n disminuir el consumo donde tenga sentido (carne, l谩cteos, comestibles ultra procesados) e invertir m谩s en modelos alimentarios de base comunitaria. Grain propone, tambi茅n, cerrar la industria de los combustibles f贸siles y ganar el apoyo p煤blico para promover sistemas alimentarios colectivos y locales. “Esto significa apoyar a quienes producen en peque帽a escala y a los mercados locales, al mismo tiempo que se desmantela el poder y las ganancias de la cadena alimentaria corporativa”, concluye.
Sergio Ferrari
Energ铆a, alimentos, clima. Y las guerras
Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza
Acaba de realizarse otro Foro Econ贸mico de Davos, con pura ret贸rica y mucho de show medi谩tico, pero sin propuestas concretas para resolver el desorden del actual sistema mundial, donde se entrelazan varias crisis en una.
Crisis clim谩tica junto con la crisis energ茅tica y la repercusi贸n en los precios de los alimentos. F贸rmula explosiva de la POLICRISIS mundial. Foto PAM
La cooperaci贸n en un mundo fragmentado --lema del Foro realizado la segunda quincena de enero-- qued贸 s贸lo como un slogan publicitario ya que el mismo prefiere no confrontarse con las causas profundas de la crisis porque no parece dispuesto a rectificar este laberinto planetario sin salida, en este contexto actual, para el conjunto de la humanidad.
El reloj del poder econ贸mico internacional marca ahora una nueva cita: del 9 al 15 de octubre de este a帽o en Marrakech, Marruecos, donde muchos de los que asistieron a Davos volver谩n a encontrarse en la Reuni贸n Anual del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Las se帽ales de la invitaci贸n para Marrakech de parte de estos dos organismos multilaterales anticipan continuismo y ning煤n cambio.
Las primeras voces alternativas comienzan a alzar el tono. El Comit茅 para la Anulaci贸n de las Deudas Ileg铆timas (CADTM) anticip贸 en las 煤ltimas horas que convocar谩 con otras organizaciones, como ATTAC Marruecos, a una Contracumbre Mundial de los Movimientos Sociales (https://www.cadtm.org/Convocatoria-de-una-contracumbre-mundial-de-movimientos-sociales-a-las) para esa misma fecha.
El CADTM se帽ala que el Fondo Monetario Internacional (FMI) firm贸 en los 煤ltimos tres a帽os acuerdos de cr茅dito con un centenar de gobiernos, y que en cada uno de los mismos exige la continuaci贸n de las pol铆ticas neoliberales. Al mismo tiempo, denuncia que se est谩 desarrollando una nueva crisis de la deuda. “Ya es hora de reaccionar”, sostiene el comit茅 con sede en Bruselas, tras definir la situaci贸n actual como de una “crisis multifac茅tica” que afecta al mundo desde 2020.
Policrisis. Foto OIT
Policrisis
Una tomograf铆a computarizada de la actual realidad mundial muestra que un tercio de la demanda total de energ铆a est谩 ligada a la producci贸n de alimentos. Por lo tanto, todo aumento en el precio de la energ铆a incide directamente en el precio de los comestibles. Esta relaci贸n es particularmente obvia cuando se trata de combustibles f贸siles --petr贸leo, carb贸n, gas natural--, utilizados en grandes cantidades en los cultivos, el procesado de alimentos, el empaque, el transporte y la venta minorista.

Este diagn贸stico forma parte de las conclusiones a las que llega la organizaci贸n no gubernamental internacional Grain (Grano, en espa帽ol), que desde hace 33 a帽os viene trabajando al servicio de los movimientos sociales rurales en sus luchas por sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente. (https://grain.org/es/article/6912-una-salida-a-la-crisis-alimentaria-energetica-climatica).
Seg煤n una publicaci贸n de Grain de noviembre del a帽o pasado, la relaci贸n entre alimentos y energ铆a tiene una mayor incidencia en la producci贸n altamente mecanizada, predominante en Europa, Norte Am茅rica y algunas regiones de Am茅rica Latina. En estas regiones, la cantidad de energ铆a que se necesita para producir, por ejemplo, una tonelada de cereal, es casi 2,5 veces mayor que en los minifundios de los pa铆ses del Sur. En t茅rminos reales, el sistema alimentario industrializado de Estados Unidos consume la energ铆a equivalente al gasto energ茅tico total de India o de todas las naciones africanas juntas.

En esa radiograf铆a mundial sobresale otro dato interesante: la agricultura org谩nica es mucho m谩s eficiente (a nivel de uso de energ铆a) que la industrial. En enero del 2021, el International Journal of Agriculture Technology public贸 un estudio sobre la producci贸n de arroz en Filipinas. En este caso concreto, la agricultura org谩nica result贸 un 63% m谩s eficiente, en t茅rminos de empleo energ茅tico, y con rendimientos similares.
El sistema alimentario europeo es igualmente dependiente de los combustibles f贸siles. De ah铆 el impacto significativo de la guerra Rusia-Ucrania tanto en el suministro energ茅tico como en el correspondiente incremento del precio de los comestibles, dado que un cuarto de toda la energ铆a que se consume en el continente se destina a ese sector.
La producci贸n local es una premisa para la soberan铆a alimentaria. Foto Caritas Internacional
Este diagn贸stico forma parte de las conclusiones a las que llega la organizaci贸n no gubernamental internacional Grain (Grano, en espa帽ol), que desde hace 33 a帽os viene trabajando al servicio de los movimientos sociales rurales en sus luchas por sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente. (https://grain.org/es/article/6912-una-salida-a-la-crisis-alimentaria-energetica-climatica).
Seg煤n una publicaci贸n de Grain de noviembre del a帽o pasado, la relaci贸n entre alimentos y energ铆a tiene una mayor incidencia en la producci贸n altamente mecanizada, predominante en Europa, Norte Am茅rica y algunas regiones de Am茅rica Latina. En estas regiones, la cantidad de energ铆a que se necesita para producir, por ejemplo, una tonelada de cereal, es casi 2,5 veces mayor que en los minifundios de los pa铆ses del Sur. En t茅rminos reales, el sistema alimentario industrializado de Estados Unidos consume la energ铆a equivalente al gasto energ茅tico total de India o de todas las naciones africanas juntas.
Los cultivos locales se presentan como alternativas a las transnacionales de alimento. Cultivo de quinoa en una regi贸n andina. Foto FAO
En esa radiograf铆a mundial sobresale otro dato interesante: la agricultura org谩nica es mucho m谩s eficiente (a nivel de uso de energ铆a) que la industrial. En enero del 2021, el International Journal of Agriculture Technology public贸 un estudio sobre la producci贸n de arroz en Filipinas. En este caso concreto, la agricultura org谩nica result贸 un 63% m谩s eficiente, en t茅rminos de empleo energ茅tico, y con rendimientos similares.
El sistema alimentario europeo es igualmente dependiente de los combustibles f贸siles. De ah铆 el impacto significativo de la guerra Rusia-Ucrania tanto en el suministro energ茅tico como en el correspondiente incremento del precio de los comestibles, dado que un cuarto de toda la energ铆a que se consume en el continente se destina a ese sector.
Un problema subsidiario no menos central en esta coyuntura: para compensar la reducci贸n significativa de la energ铆a que habitualmente importaba de Rusia, Europa se est谩 abasteciendo en pa铆ses de Asia. Por ejemplo, le compra carb贸n a Indonesia y gas a Malasia, lo que repercute en un aumento de los costos que deben pagar las comunidades locales de esas naciones abastecedoras. As铆 mismo, comunidades de Pakist谩n y Bangladesh est谩n sufriendo cortes de gas debido a que buena parte de su producci贸n se desv铆a hacia Europa.
Es conocido, tambi茅n, el impacto directo de los conflictos b茅licos (crisis militares) en el aumento de las condiciones de degradaci贸n social. Seg煤n la ONG Acci贸n contra el hambre, el 60% de las personas que padecen de ese flagelo viven en pa铆ses en guerra (https://www.actioncontrelafaim.org/a-la-une/conflits-quels-impacts-sur-la-faim/).
Toda esta situaci贸n agrava la crisis ambiental en un planeta que se dirige a un aumento de su temperatura de 2,5°C para el a帽o 2100. Una mayor producci贸n de combustibles f贸siles acelerar谩 a煤n m谩s la crisis clim谩tica, la cual, a su vez, ejercer谩 una mayor presi贸n sobre la producci贸n alimentaria global. El calentamiento excesivo ya est谩 causando estragos en la producci贸n de alimentos debido a sequ铆as, inundaciones, tormentas y temperaturas muy altas que hacen insoportable en ciertos momentos del a帽o el trabajo rural a campo abierto.
Grain concluye afirmando que no se puede resolver la crisis energ茅tica o la alimentaria con medidas que empeoren la crisis clim谩tica: “Estas tres crisis est谩n estrechamente conectadas y se superponen”. Encontrar una salida a esta “policrisis”, enfatiza Grain, requiere una profunda transformaci贸n de la manera como se producen y distribuyen la energ铆a y los alimentos, con acciones que cuestionen frontalmente el control de las grandes transnacionales, principales responsables de este “desastre planetario”. A nivel de argumento, la ONG recuerda el tweet de noviembre pasado de Robert Reich, ex secretario de Trabajo de los Estados Unidos: “Un mensaje a los medios: por favor no informen que la inflaci贸n lleg贸 a un m谩ximo en 40 a帽os sin mencionar tambi茅n que las utilidades de las corporaciones llegaron a un m谩ximo en 70 a帽os. Hay que mostrar el panorama completo”.
Voraces, como siempre
Las grandes transnacionales se aprovechan de la crisis, aumentan los precios de sus productos de forma desproporcionada, provocan-usufruct煤an el aumento inflacionario y obtienen m谩rgenes de ganancias estratosf茅ricos, afirma Grain.
En el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, los expertos constatan que mientras las utilidades corporativas explican el 11% del aumento de precios desde 1979 a 2019, de ning煤n modo pueden justificar el desmedido aumento actual de 53,9%. En particular, en el sector alimentario, incluyendo las cadenas de supermercados y restaurantes. En Canad谩, el gobierno inici贸 una investigaci贸n oficial sobre esta explosi贸n de ganancias, mientras que en Europa y Australia varios empresarios, as铆 como numerosos medios de comunicaci贸n, reconocen que la reciente escalada de precios es injustificada.
En su informe La ley del m谩s rico, que Oxfam Internacional public贸 a mitad de enero, simult谩neamente con la apertura del Foro de Davos, dicha organizaci贸n coincide con la descripci贸n global de Grain de un panorama mundial desalentador y su conclusi贸n de que “el mundo est谩 atravesando una 茅poca sin precedentes, marcada por la acumulaci贸n de m煤ltiples crisis”. Y pone el cursor de su an谩lisis en la problem谩tica del hambre (https://www.oxfam.org/en/research/la-ley-delmas-rico).
Imponer impuestos a los ricos. Afihe de una manifestante en las recientes protestas en Gran Breta帽a. Foto Alarmy
Impuestos a las fortunas y redistribuci贸n del ingreso
Oxfam sostiene que cientos de millones m谩s afrontan aumentos insostenibles del costo de los productos b谩sicos o de la energ铆a necesaria para calentar sus hogares. El colapso clim谩tico est谩 paralizando la econom铆a de algunas regiones, y fen贸menos meteorol贸gicos extremos obligan a much铆sima gente en todo el mundo a abandonar sus hogares. Recuerda, adem谩s, que son millones los seres humanos que siguen sufriendo los corolarios de la pandemia del COVID-19, que ya se ha cobrado m谩s de 20 millones de vidas. La pobreza se ha incrementado por primera vez en 25 a帽os, subraya esta ONG internacional, mientras que los ultrarricos ven crecer dr谩sticamente su riqueza y los beneficios empresariales alcanzan niveles r茅cord, lo que hace que se dispare a煤n m谩s la desigualdad social.
Los hechos hablan por s铆 mismos. Desde 2020, el 1% m谩s rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada en el mundo: casi el doble de lo que se distribuye entre el 99% restante.
Cada d铆a, la fortuna de los milmillonarios aumenta en 2.700 millones de d贸lares, mientras que los salarios de unos 1.700 millones de trabajadoras y trabajadores crecen deficientemente, aun por debajo de lo que sube la inflaci贸n.
En 2022, las empresas energ茅ticas y de alimentaci贸n duplicaron con creces sus beneficios y distribuyeron 257.000 millones de d贸lares en dividendos a sus accionistas, mientras que m谩s de 800 millones de personas padec铆an hambre.
Oxfam se帽ala que, por cada d贸lar recaudado en impuestos a nivel global, tan s贸lo 4 centavos provienen de impuestos a la riqueza. Por otra parte, la mitad de los milmillonarios del mundo vive en pa铆ses donde no se aplica ning煤n impuesto a la riqueza que heredan sus descendientes.
Oxfam propone un impuesto a la riqueza de hasta el 5% para los multimillonarios y milmillonarios. Esto permitir铆a recaudar anualmente 1,7 billones de d贸lares, monto que asegurar铆a que 2.000 millones de personas salgan de la situaci贸n de pobreza, adem谩s de financiar un plan mundial para acabar con el hambre.
Grain, que coincide con la propuesta de aplicar impuestos a las grandes fortunas, insiste en la necesidad de darle prioridad a la conservaci贸n de la energ铆a. De igual manera, seguir estimulando la reducci贸n del desecho de alimentos, que actualmente origina el 8% de las emisiones clim谩ticas globales. Y tambi茅n disminuir el consumo donde tenga sentido (carne, l谩cteos, comestibles ultra procesados) e invertir m谩s en modelos alimentarios de base comunitaria. Grain propone, tambi茅n, cerrar la industria de los combustibles f贸siles y ganar el apoyo p煤blico para promover sistemas alimentarios colectivos y locales. “Esto significa apoyar a quienes producen en peque帽a escala y a los mercados locales, al mismo tiempo que se desmantela el poder y las ganancias de la cadena alimentaria corporativa”, concluye.
Sergio Ferrari