OPINIÓN de Sergio Ortiz
NO HAY PLATA QUE ALCANCE
La realidad es una sola, pero todo depende del ojo e intereses de quien la mire. Para el presidente Alberto Fernández, Argentina es la que más creció después de China. Y, si de problemas se trata, es el de la gente que tiene que esperar dos horas para que en un restaurante le sirvan la comida.
El aumento del PBI en 2022 fue del 5,5 por ciento y no del 6 como se vaticinara desde el oficialismo. Y al menos 3 puntos venían del empuje o remanente del crecimiento de 2021, a la salida del año en pandemia. Para el año en curso, la previsión unánime del gobierno y del FMI, plasmado en el Presupuesto anual, es crecer 2 puntos, pero varias consultoras dicen que sería de 0,1. En los últimos cuatro meses del año pasado hubo un parate productivo en general; los economistas lo llaman “enfriamiento” de la economía, que es lo que calienta a la gente: el “calentamiento” social.
Los datos deberían siempre ser puestos en contexto. Nadie niega que en el verano hay turistas que deben esperar para que les sirvan la comida. Eso no ocurre con la mayoría de los argentinos, que al final son 46 millones y no 47 como midió el último censo, también inflado como esas otras “estadísticas” presidenciales.
Por el contrario, cada vez cuesta más alimentarse, vestirse, el transporte, pagar la luz y el gas, la escuela privada y la medicina de ese tipo.
El oficialismo se ufana de un relativamente bajo desempleo, del 6,7 por ciento en el total nacional y del 7,1 en los 31 mayores conglomerados. Sin embargo, los otros datos meten miedo: 38,4 por ciento de los trabajadores son informales y perciben un salario 56,77 menor al de los registrados. ¿Y de cuánta plata estamos hablando? Según el INDEC, los registrados ganan en promedio 102.247 pesos y los no registrados 58.030 pesos, de ahí la diferencia en porcentaje arriba mencionado.
Y con esos ingresos no alcanza para vivir, no digamos al 1.3 millón de humildes que cobraban el Potenciar Trabajo de 33.000 pesos (cobraban porque 160.000 o 100.000, según las disímiles cifras expuestas por la concheta ministra Tolosa Paz - alias “con el peronismo siempre se garchó”-, han sido dados de baja).
Con el 6 por ciento de inflación en enero los sectores populares volvieron a perder, con más pobreza y hambre. Una familia tipo necesita 163.539 pesos para cubrir sus gastos, sin contar alquiler y 72.043 para alimentarse. Muchísimos argentinos, al menos el 40 por ciento, sufre la pobreza. Los botes no alcanzan para ellos, que están en el agua y muchos no saben nadar. Ahí, pugnando por no ahogarse, ven indignados cómo las clases dominantes y sus muchos candidatos bipartidistas siguen bailando en la cubierta del ArgenTitanic.
24 DE MARZO
Este 24 de marzo se cumplirán 47 años del nefasto golpe que instauró la dictadura militar-cívica encabezada por el genocida que muchos años después murió sentado en el inodoro de la prisión.
Y como todos estos años, será una jornada de grandes movilizaciones populares, que repudian el terrorismo de Estado y recuerdan a los 30.000 desaparecidos, incluyendo a los 500 niños y niñas apropiados, a quienes se les robó su identidad.
Este año no será la excepción, habrá marchas y actos en todo el país, con epicentro en la Plaza de Mayo. Serán más de una en ese lugar, porque por un lado se perfilan los organismos de Derechos Humanos encabezados por Madres Línea Fundadora, Abuelas e HIJOS, entre varios otros que también hicieron sus importantes aportes a mantener viva esta causa. Además convocan en diferente horario, organizaciones también valiosas, integrantes del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, y partidos de izquierda. Además de las consignas tradicionales de DDHH, éstas suman su crítica explícita al ajuste de este gobierno en acuerdo con el FMI (y con Juntos por el Cambio, que también votó el acuerdo con Kristalina Georgieva y el Presupuesto respectivo).
En estas confluencias no podían faltar las polémicas. Una es la recién señalada: los organismos afines al Frente de Todos no cuestionan abiertamente el ajuste y el co-gobierno con el FMI. Ni siquiera cuando los hechos ponen ese asunto al tope de las necesidades sociales.
La otra diferencia, incluso al interior del conglomerado de organismos afines al oficialismo, es que los sectores kirchneristas y La Cámpora quisieron en un principio que el documento de convocatoria a la Plaza planteara abiertamente el “operativo Clamor” de Cristina 2023.
Según la agrupación de Máximo Kirchner y Cuervo Larroque (quien estaría formando otra coalición, “La patria es el otro”), CFK está proscripta. Tal afirmación no es exacta, pero es verdad que está perseguida con una condena y varios juicios. Y es legítimo que ella y sus muchísimos seguidores realicen un acto y campaña contra la proscripción y a favor de su candidatura presidencial. Todo bien con eso. Lo que está mal es que quieran meter ese reclamo en una convocatoria que tiene históricamente otras banderas, las de Memoria, Verdad y Justicia, por los los 30.000 desaparecidos, por el juicio a los genocidas militares y también a los empresarios como Carlos Blaquier que fueron soporte y beneficiarios del fascismo.
La Cámpora tenía claramente aquella intención. En una reunión de los sindicalistas amigos Yasky, Palazzo, Baradel y otros con Máximo Kirchner, el 16/2, les dijeron a los medios que “el 24/3 el reclamo será más integral que el pedido por CFK, pero sin embargo eso será central”.
Para su sorpresa, no fueron los partidos de izquierda los que frustraron la jugada. Fue Estela de Carlotto quien se opuso a mezclar peras con manzanas, junto con Norita Cortiñas y otras personalidades. Entonces Wado de Pedro y Horacio Pietragalla tuvieron que retroceder en ojotas. El acto por Cristina sería el 11 de marzo, aniversario de las elecciones que ganó en 1973 Héctor J. Cámpora. Están en todo su derecho, no así de contaminar de electoralismo y parcialidad un gran tema nacional, democrático y popular.
BAILONGO EN LA CUBIERTA
La cúpula del Frente de Todos, un nombre muy desactualizado, viene peleándose a la luz pública desde la derrota de 2021 y ahora tuvo una reunión de cinco horas en la sede del PJ para arreglar sus embrollos. Las invitaciones sólo fueron para 33 dirigentes, dejando afuera a todos los aliados maltratados como furgones de cola, léase Nuevo Encuentro, Partido Solidario, PC, PTP, Unidad Popular, etc. No les dejaron lugar ni en la foto.
El documento filtra una muy tenue autocrítica al mencionar que “aún tenemos que dar respuesta” a varios temas. Sarasa. Bastante mejor fue Palazzo, de Bancarios, que admitiendo esos problemas decretó paro de su gremio para el jueves 23.
La reunión de los 33 defendió la causa de Cristina y sus derechos políticos, sin plantear expresamente que estuviera proscripta, al punto que formaron una comisión que le pedirá que reconsidere su postura de diciembre de no ser candidata a nada. Como le adjudicaban a Perón, cuando no se quiere resolver un problema se forma una comisión…
Aquella reunión nacional del PJ, presentada como del FDT, trató la interna, las posibles candidaturas y PASO, si Cristina sí o no, si AF sí o no, etc. De cómo frenar la inflación, de no seguir pagando una deuda fraudulenta, de nacionalizar el litio como hizo México, etc, nada. Nadita.
Eso sí, se sumaron nuevos candidatos a los que andaban en boga. O sea, además de la enigmática vicepresidenta, el presidente que ella ungió con su dedo en mayo de 2019, Sergio “Embajada” Massa y Wado de Pedro, reapareció Daniel Scioli, el representante del centro-derecha empresario y conservador que ya perdió en 2015. Sobre que éramos pocos, parió la abuela..
Cualquiera de ellos seguiría con el acuerdo con el Fondo. En Página/12 (19/2), el economista K Alfredo Zaiat, admitía: “el ancla antiinflacionaria principal del equipo económico de Sergio Massa es cumplir el acuerdo con el FMI”. Así nos va.
A esa oferta de varios candidatos con el mismo libreto fondomonetarista se le suman y contraponen los de Juntos por el Cambio, con varios bailarines ajenos al sentir y necesidades populares.
Por ejemplo, se lanzó oficialmente con un video “mi amigo Horacio”, diría AF. Dice que quiere ser un buen presidente y superar la grieta, en onda dialoguista aunque seguro que, llegado el caso de acceder a la Rosada, metería pistoletazos de Taser y de otros calibres a quienes se opongan a sus políticas de un ajuste mayor al actual.
En simultáneo Mauricio Macri acompañó a María Eugenia Vidal en la inauguración de su bunker de la campaña presidencial. Y Patricia Bullrich, como perra rabiosa, tiraba tarascones a esos dos candidatos y a cualquier otro que se cruce en su camino. Ella no quiere diálogo; tiene 3.000 proyectos de decretos o leyes que empiezan con la palabra “Deróguese”, en referencia a las conquistas sociales existentes.
Estos políticos de JXC, comenzando por Macri, no estarán en los actos del 24 de marzo. Son coherentes. Ellos hablaron del “curro de los DDHH”, reprimieron en el Congreso para asegurar la reforma jubilatoria y asesinaron a jóvenes como Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Parte de esa jauría es Miguel Pichetto, que canta loas al general Roca y el exterminio de los originarios del sur y antes tuvo expresiones dinosáuricas contra la ministra Ayelén Mazzina por ser lesbiana.
Otros aplazados en DDHH son del FDT, como Sergio Berni y Aníbal Fernández, que superan la grieta.
El Titanic británico se hundió en 1912 luego de pegar contra un iceberg. El ArgenTitanic se hundirá, aunque no se sepa la fecha, por chocar a tantos sectores populares, indignados. En ambos casos había muchos bailarines ricos enfrascados en sus negocios, chismes e internas hasta el final.
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