Carmen Sigüenza | Madrid - En un marco bellísimo, el Palacio Quintanar de Segovia, que no tiene nada que envidiar a los palacios venecianos, la artista plástica Laura Lio, expone la muestra “El sendero recibido. Caminar hacia lo abierto”, una propuesta en la que explora con palabra poética, dibujos, carteles, collages, obra gráfica, esculturas de pequeño formato y tres videos, temas como la violencia machista, la inclusión o el reciclaje.
Y para llevar a cabo esta propuesta, la artista argentina, residente en Madrid, ha invadido el Palacio Quintanar con su obra, como suele hacer con las calles y espacios públicos para poner al servicio de los visitantes “los intereses comunes, como puede ser la mejora de la educación, el fin de la violencia de género, los paradigmas de una sociedad inclusiva y un sistema de producción y reciclaje que atienda a la sostenibilidad“, explica a Efeminista Lio.
Laura Lío es conocida por su trayectoria escultórica y sus acciones en el espacio público con proyectos específicos que dialogan espacial y poéticamente con la arquitectura y la memoria del lugar. Además, también ha desarrollado una intensa labor de creación en obras sobre papel (dibujos, artes gráficas y libros de artista), como vuelve a poner en práctica en ‘El sendero recibido. Caminar hacia lo abierto’, la muestra que estará abierta hasta el cuatro de junio.
El título de la exposición se inspira en ‘El camino recibido’ de la filosofa María Zambrano, un texto que invita a reflexionar sobre “nuestra relación con el pensamiento heredado, senderos que iremos ensanchando a fuerza de recorrerlos…”. La muestra resume los últimos cinco años de trabajo de Lio.
“Mejorar la educación para poner fin a la violencia de género”
Concienciar sobre la violencia de género
P.- ¿ Qué ideas muestra o cuál es el concepto de la exposición ?
R.– Mis ideas son: Persistir, insistir, trasformar. Encuentro de gran importancia que las prácticas artísticas se reapropien del espacio público para ponerlo al servicio de los intereses comunes, como pueden ser mejorar la educación para poner fin a la violencia de género, los paradigmas de una sociedad inclusiva y un sistema de producción y reciclaje que atienda a la sostenibilidad.
Reciclando el entorno simbólico, es decir, resignificando los mensajes del poder corporativo, convirtiéndolos en vehículos culturales que nos permitan tomar conciencia y expresarnos sobre ciertas problemáticas sociales. Vivimos en un país -europeo, aunque las cifras nos lo hagan dudar- donde el 27,8 % de la población vive en la pobreza y la exclusión, dice.
El arte de Laura Lio okupa el espacio público
“Los carteles son una herramienta gráfica poética y política, precaria pero insistente”
El arte urbano y, en este caso, los carteles son una herramienta gráfica poética y política, precaria pero insistente, huidiza y a su vez constante en la determinación de okupar el espacio público y de persistir con inteligencia y buen humor. Transformar/ pegar carteles en la calle/ salir a la calle/ ganar la calle/ bailar la calle. Todo menos quedarnos frente a las pantallas mientras se cumple el fatídico “todo siempre puede empeorar”.
En otras series de obras como “El tiempo dentro del árbol” y “El mundo es un cuerpo, el cuerpo es un mundo” he buscado los vínculos de lo humano con todo lo vivo y con el entorno.
En la sala 1, expongo una instalación que alude a la violencia devastadora de las guerras, a través de medio hemisferio que acoge un nido de cuervos que se reproducen dentro de esa espiral de codicia y dominación como metáfora del patriarcado y su actitud depredadora. Para ello utilizo las connotaciones semánticas de materiales como ser el plomo, las botas militares, los cartuchos de balas y la iluminación tenue de una bombilla de invernadero encendida veinticuatro horas.
Técnicas y materiales mixtos
P.- Háblame de los videos y de los materiales que utiliza en la muestra
R.- Los videos “Alguien ahí abajo camina” y “Gestos” lo he realizado en Italia con profesores y alumnos de la Facultad de Bellas Artes de Nápoles. En el primero, hemos tomado como punto de partida el cuento “Texto en una libreta”, de Julio Cortázar, trabajando libremente a partir de él con sombras, palabras y sonidos. Buscando reflejar los pasajes y el descenso al Hades o mundo inferior; así como la utilización por parte del poder político del control y del miedo como herramientas de dominación.
En el segundo video que muestra los gestos que se utilizan actualmente en la ciudad de Nápoles. Vemos la expresión a través de los gestos, siendo este un lenguaje corporal más directo y menos especulativo que la palabra.
Los materiales son muy variados y los elijo de acuerdo a lo que busco transmitir. Pueden ser analógicos o digitales, como son los videos. Utilizo materiales como el plomo, cartuchos de balas, raíces, adobe, libros de artistas. También trabajo con técnicas mixtas sobre papel y obra gráfica estampada con técnicas tradicionales como son los tipos móviles de madera y la estampación en tórculo en combinación con fotografías e impresiones digitales.
