Todas las víctimas de los abusos —cometidos entre 1950 y 2022— son varones, 90 de los cuales han fallecido, 69 están vivos y, en 27 casos, se desconoce la situación.
El texto indica que todas las víctimas son varones, 90 de los cuales han fallecido, 69 están vivos y, en 27 casos, se desconoce la situación, precisando que 74 eran clérigos consagrados, 36 clérigos diocesanos, 40 consagrados no clérigos y 27 laicos.
Asimismo, señala que, en el momento en el que se produjeron los hechos, 179 eran menores de edad y 7 eran equiparables legalmente a un menor. En la actualidad, 166 son mayores de edad, 16 menores y 4 equiparables legalmente a menores de edad.
Desde la CEE explican que sus oficinas tienen una dimensión pastoral de acogida y acompañamiento, por lo que no realizan juicios ni dictan sentencias, añadiendo que la denuncia de abusos no determina ni la inocencia ni la culpabilidad, puesto que esto compete a las autoridades judiciales civiles y/o canónicas.
En este sentido, aseguran que, cuando el caso lo requiere, ellos mismos instan al afectado a dirigirse a la Justicia o lo ponen en conocimiento de las instancias judiciales, civiles o canónicas para que se investigue.
Por otro lado, la CEE destaca que el año pasado sus oficinas para la protección de menores y prevención de abusos organizaron cursos y charlas sobre la detección y la prevención de abusos con los que formaron a 153.906 personas, especialmente, en el ámbito escolar.
"Las oficinas están trabajando en el desarrollo de protocolos de prevención y actuación en casos de abusos", continúa, agregando que existen 123 diócesis y congregaciones que ya disponen de un protocolo que encuentra en vigor. "Además, se están desarrollando los códigos éticos y de buenas prácticas para la atención a las víctimas, que estén disponibles en 95 diócesis y congregaciones", concluye.