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Elsa L贸pez: transitar por el recuerdo

Premio Canarias de Literatura 2022

Amada Elsa L贸pez Rodr铆guez (Fernando Poo, (actual Malabo) Guinea espa帽ola; 17 de enero de 1943) es una escritora espa帽ola, especializada en poes铆a.

Elsa L贸pez. Fotograf铆a de Emilio Barrionuevo

Amada Elsa L贸pez Rodr铆guez naci贸 y vivi贸 en Fernando Poo, actual Malabo, hasta 1947, a帽o en que se mud贸 a la isla de La PalmaCanarias, donde vivi贸 hasta 1955,​ para por fin trasladarse a Madrid donde curs贸 los estudios de bachillerato.

En 1965 obtuvo la licenciatura en Filosof铆a por la Universidad Complutense de Madrid​ y, tras un a帽o como profesora de Literatura Espa帽ola en LausanaSuiza, en 1966 se incorpor贸 como profesora en el liberal Colegio Estudio de Madrid, heredero de la Instituci贸n Libre de Ense帽anza.​

A partir de 1972 comenz贸 su actividad docente en distintos institutos de ense帽anza media, obteniendo en 1980 el doctorado en Filosof铆a y Letras y en 1982 la c谩tedra de Filosof铆a en el Instituto Isabel La Cat贸lica de Madrid, donde imparti贸 clase hasta 1993.

De 1987 a 1989 presidi贸 la Secci贸n de Literatura del Ateneo de Madrid y dirigi贸 la editorial Siddharth Mehta, creando en 1989 su propia editorial, Ediciones La Palma.

En 1993 recibi贸 el I Premio de Investigaci贸n Jos茅 P茅rez Vidal y se traslad贸 a Canarias en comisi贸n de servicio para dirigir y coordinar los proyectos El Papel de Canarias (1993) y Memoria de las islas (1994-2000) del Gobierno de Canarias. Ese mismo a帽o, fund贸 en Santa Cruz de La Palma el museo etnogr谩fico y centro de arte popular La Casa de Jor贸s.​

De 2002 a 2006 dirigi贸 la Fundaci贸n Antonio Gala para J贸venes Creadores.​ De donde fue destituida por desacuerdos con Antonio Gala, aunque la escritora ya hab铆a anunciado con anterioridad que quer铆a abandonar el cargo.​

Actualmente dirige Ediciones La Palma y Promoci贸n Cero.

Su obra ha sido reconocida con numerosos premios, como el Premio de poes铆a Ciudad de Melilla convirti茅ndose en la primera vez que una mujer ganaba este premio;​ o el I Premio de Investigaci贸n Jos茅 P茅rez Vidal en el a帽o 1993;​ incluida en varias antolog铆as y traducida a distintos idiomas.

En el 50 aniversario de la Independencia de Guinea Ecuatorial fue invitada por los centros culturales de la Embajada de Espa帽a en Malabo a integrar el Jurado del Certamen Nacional 12 de Octubre​ creado en los 80 por el desaparecido Centro Cultural Hispano-Guineano.

 

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A una de las escritoras m谩s reconocidas de Canarias, la poeta Elsa L贸pez (Guinea Ecuatorial, 1943), le robaron a su beb茅 el 5 de febrero de 1981 en la Cl铆nica San Ram贸n de Madrid, donde dio a luz. Era "por la ma帽ana, temprano", y "ya estaba inconsciente" antes de entrar en el quir贸fano, pero recuerda que el ginec贸logo responsable fue Eduardo Vela. EFE / Luis G Morera


“Me quitaron una parte del relato de mi propia vida”

Dom铆nguez Garc铆a |Santa Cruz de Tenerife (EFE).- A una de las escritoras m谩s reconocidas de Canarias, la poeta Elsa L贸pez (Guinea Ecuatorial, 1943), le robaron a su beb茅 el 5 de febrero de 1981 en la Cl铆nica San Ram贸n de Madrid, donde dio a luz. Era “por la  ma帽ana, temprano”, y “ya estaba inconsciente” antes de entrar en el quir贸fano, pero recuerda que el ginec贸logo responsable fue Eduardo Vela.

Cuando recuper贸 la consciencia, lo primero que vislumbr贸, a煤n aturdida por la anestesia, fue el rostro del doctor Vela anunci谩ndole: “La ni帽a est谩 muy mal y su coraz贸n est谩 fallando”.

Despu茅s, una monja tom贸 al beb茅 y se lo llev贸 de la habitaci贸n. Al rato, Vela reapareci贸 con un beb茅 envuelto en una toalla para decirle que la ni帽a empeor贸, as铆 que iban a bautizarla porque no cre铆a “que pudiese seguir viva”; el doctor insisti贸 a Elsa L贸pez en que le diese un beso de despedida, pero la temperatura de la ni帽a era “muy fr铆a, ten铆a la cara morada y los labios gruesos”.

Elsa L贸pez recuerda tambi茅n como Vela le repet铆a que no llorase “porque Dios quiere que esto suceda por algo”. Cuando la escritora subi贸 a su habitaci贸n en el hospital en compa帽铆a de su madre y su actual marido, el doctor les comunic贸 la muerte de la reci茅n nacida y les explic贸 que era “lo mejor”, porque la criatura ven铆a con “deformaciones y Dios no querr铆a eso para nadie”. Despu茅s de esto, el doctor Vela desapareci贸.

Ese d铆a la vida de Elsa L贸pez dio un vuelco, una depresi贸n la inhabilit贸 durante meses para retomar su trabajo como profesora en un instituto, hasta que, finalmente, acept贸 la muerte de su hija a pesar de tener “la obsesi贸n constante de que sigue viva”.

“Yo le digo a mi marido que la ni帽a no estaba all铆, que era imposible, que estaba muy fr铆a y un beb茅 reci茅n nacido no puede estar as铆”, relata a EFE la escritora, que hace cuatro a帽os celebraba en el Parlamento de Canarias que su tierra de acogida hubiera impulsado por primera vez en Espa帽a una ley sobre beb茅s robados.

Elsa L贸pez no olvida aquel d铆a de marzo de 1981 en el que su marido apareci贸 en casa con la revista “Intervi煤”, en cuya portada se anunciaba una investigaci贸n sobre el doctor Vela. Un fot贸grafo se hab铆a colado en la cl铆nica y hab铆a sacado fotos a un beb茅 congelado.

“Ese beb茅 era el mismo que me mostraron a m铆”, asegura 42 a帽os despu茅s. Entonces, comenz贸 para ella una etapa muy distinta, naci贸 la esperanza de encontrar a su hija.

La escritora Elsa L贸pez. EFE/Luis G. Morera

A pesar de los intentos del matrimonio por encontrar la documentaci贸n de su hija, no hay rastro. “No existe ning煤n acta de defunci贸n, tampoco de nacimiento. Una vez comienza la investigaci贸n al doctor Vela todo se elimina. Esos documentos los tiene su familia protegidos”, asegura la Premio Canarias de Literatura 2022.

Eduardo Vela fue juzgado en 2018 por la Audiencia Provincial de Madrid y la sentencia ratific贸 que era responsable de los delitos de detenci贸n ilegal, suposici贸n de parto y falsedad en documento oficial. No obstante, qued贸 absuelto debido a la prescripci贸n de los delitos.

Durante el proceso de investigaci贸n del caso, la periodista Roc铆o Soriano consigui贸 entrevistar Eduardo Vela, que justific贸 sus acciones explicando que “nunca fueron contra familias estructuradas”, sino que “solo” lo hizo “cuando las madres rechazaban a sus beb茅s o eran de prostitutas”.

Sin embargo, cuando la periodista aludi贸 el caso de Elsa L贸pez, el doctor reaccion贸 “notablemente nervioso”. La escritora dio a luz en 1981 con 38 a帽os, su pareja y ella no estaban casados y ella estaba separada del padre de su primera hija.

Adem谩s, era una mujer reconocida de izquierdas, una figura femenina acad茅mica muy respetada en las universidades espa帽olas, pero tal y como expresa la autora “no era un perfil cristiano”.

El doctor Vela respondi贸 a la pregunta de Soriano que “a veces hay parejas que realmente tal y como conforman una familia no son normales ni adecuadas para un beb茅”. Para el m茅dico, “esos matrimonios tan raros” no eran “buenas familias”.

A lo largo de los a帽os consiguieron avances, Elsa L贸pez dio muestras de ADN a bancos en diferentes pa铆ses. Se integr贸 en asociaciones de desaparecidos y madres v铆ctimas de la trata de menores. Son numerosas las ocasiones en las que la autora crey贸 conocer a su hija, pero las pruebas no coincid铆an.

“Me quitaron una parte del relato de mi propia vida. A veces me pregunto: ¿qu茅 ser谩 de ella? ¿habr谩 sido madre? ¿ser谩 feliz? Si a m铆 me aseguraran que es feliz, me quedar铆a tranquila”, declara emocionada.

La escritora asegura que, a pesar de la angustia, est谩 tranquila porque sabe que su hija ha sido criada en una familia pudiente: “Vela ten铆a estudiadas las familias adoptantes, no le falt贸 comida ni techo, pero eso no me consuela”, sentencia.

Para Elsa L贸pez la ley auton贸mica que hace cuatro a帽os celebr贸 es correcta, pero no tiene efectos f铆sicos, reales ni materiales: “Yo tengo una caja repleta de documentos esperando que llegue un abogado y un fiscal que nos ayude a llevar este caso adelante”, explica.

Elsa L贸pez reincide en la creencia de que “hay una clave pol铆tica en todo esto. Somos un pa铆s donde hay una gran corrupci贸n en distintos sectores de la sociedad y todo ello encubierto, en un porcentaje muy alto, con un lenguaje aparentemente religioso y usando el nombre de Dios en vano”, opina la escritora.

Para ella, esta situaci贸n es un “dolor latente y constante, una herida abierta y viva”. La inquietud no la abandona y su esperanza permanece intacta por reencontrarse con su hija, porque “esa es la finalidad de la lucha”. EFE

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