Ir al contenido principal

Pablo González Casanova y Javier Barrios Sierra, los más grandes rectores de la época moderna

Por Teodoro Rentería Arróyave

Si el maestro José Vasconcelos fue el artífice de la autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, al encabezar el Movimiento Estudiantil de 1929, los rectores, doctores Javier Barros Sierra y Pablo González Casanova, son los que la consolidan al defender a la máxima casa de estudios de la torpe y criminal represión al Movimiento Estudiantil del 68. 

 Marcha encabezada por el rector Javier Barros Sierra el 1º de agosto de 1968. Atrás a su derecha iba González Casanova. Foto José Dávila Arellano. La Jornada

Barros Sierra emprendió el viaje al éter eterno el 15 de agosto de 1971, Pablo González Casanova el pasado martes 18 de abril de 2023, tras una vida fructífera a los 101 años. 

En nuestro doble papel de reporteros y de estudiante “revoltoso”, como nos calificaban las autoridades represivas de aquel entonces, cubrimos y participamos en ese movimiento, que como siempre hemos afirmado fue “el parteaguas de nuestro país”, por los estudiantes se inició la inacabable lucha por la democracia en nuestro país.   

Si bien es cierto, tomo de varias fuentes, que el 1 de agosto de 1968, el ingeniero Javier Barros Sierra, rector de la UNAM, encabezó la multitudinaria marcha en protesta por el desalojo de los estudiantes en San Ildefonso, ocurrido dos días antes. Manifestación iniciada en Ciudad Universitaria y que llegó hasta el cruce de Insurgentes y Félix Cuevas, donde hoy se encuentra un pequeño monumento que recuerda el suceso. 

Recordemos, el 30 de julio de 1968, el Ejército Mexicano entró a la Escuela Nacional Preparatoria 1 de San Idelfonso de forma violenta derribando con una bazuca la puerta del siglo XVIII, donde reprimieron y aprehendieron a muchos estudiantes que se refugiaban en este plantel que forma parte de la UNAM. 

El discurso que pronunció el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, marcó la postura de la Universidad ante este hecho, les compartimos un fragmento: “Hoy es un día de luto para la Universidad; la autonomía está amenazada gravemente. No cedamos a las provocaciones, vengan de fuera o de adentro; entre nosotros hay muchos enmascarados que no aman y no aprecian la Autonomía Universitaria. La Universidad es primero, permanezcamos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra Casa, las libertades de pensamiento, de reunión, de expresión y la más cara: ¡nuestra Autonomía!”. 

Dice la Gaceta de UNAM: En la figura de don Pablo González Casanova tenemos a un humanista en la más amplia extensión de la palabra. Un hombre de ideales y principios que ha criticado agudamente al capitalismo desde su sociología de la explotación, desmontado a uno de sus pilares como el racismo y la dominación hacia los pueblos indígenas a través de estudiar el colonialismo interno y criticado la democracia realmente existente para proponer y luchar por una democracia radical, con justicia social y amplia participación ciudadana. 

Defensor de la Revolución Cubano y universitario de grandes convicciones siempre estuvo al lado de las causas populares apoyando a los movimientos sociales, defendiendo lo mismo a la universidad y a sus estudiantes que a la causa zapatista, la revolución castrista o las luchas magisteriales, don Pablo es un referente del pensamiento crítico, creador de instituciones y forjador de generaciones universitarias comprometidas con la universidad, con el país y con la humanidad.  

Para don Pablo el M68 trasciende en el tiempo, pues, según él, los estudiantes del 68 cambiaron para siempre las formas de lucha de la izquierda en América Latina. Recordemos que durante la represión estudiantil de 1968 González Casanova fungía como director del Instituto de Investigaciones Sociales y su posición emuló –de alguna forma– la gesta del rector Javier Barros Sierra. 

Ya como rector de la UNAM -1970-1972-, tuvo lugar otro movimiento estudiantil iniciado por el conflicto en la Universidad Autónoma de Nuevo León en 1971 en donde los estudiantes luchaban por su autonomía para evitar el control de la Universidad por parte del gobernador del Estado y el presidente del país. Para apoyar esa lucha los jóvenes del entonces Distrito Federal convocaron a la movilización que derivó en la masacre del jueves de corpus perpetrada por el grupo paramilitar denominado Los Halcones. En el marco de este movimiento estudiantil don Pablo pronunciaría un discurso que enmarca su posicionamiento sobre la autonomía universitaria. 

Aún resuenan sus conceptos, porque son permanentes, en su histórico discurso en defensa de la UNAM: “Las universidades son hoy el detonador de las dictaduras. Cuando se rompe su autonomía imponiéndoles autoridades, restando responsabilidades a sus maestros y estudiantes, mediante acciones que tienden a quitarles serenidad y razón, serenidad y congruencia a los universitarios, haciéndolos aparecer como seres violentos, incapaces de gobernarse a sí mismos, poco responsables, el golpe primero va contra las universidades, pero el que le sigue inmediatamente después va contra el régimen constitucional y contra todo reducto de crítica y organización política de las fuerzas democráticas, universidades o populares”. 

Y remató con su reconocida máxima, postulado o sentencia: “SIN AUTONOMÍA, SIN LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DE CÁTEDRA NO HAY UNIVERSIDAD”. 

PABLO GONZÁLEZ CASANOVA Y JAVIER BARROS SIERRA, SON LOS MÁS GRANDES RECTORES DE LA ÉPOCA MODERNA. IN MEMORIAM.




">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL