En 1918 parti贸 en el barco Vestris a Nueva York con la intenci贸n de colaborar con la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial, pero fue detenida acusada de espionaje.
"No me dejaron desembarcar y me encerraron con llave en el camarote... por graves sospechas de espionaje al servicio alem谩n. (...) El d铆a 4 (de enero de 1918), a causa de la primera letra de mi apellido, fui la 煤ltima en desfilar ante la presencia de un empleado que acompa帽ado de detectives y oficiales revisaba los pasaportes (en Ellis Island). Al leer mi nombre el representante de la autoridad yankee me mir贸 de la cabeza a los pies, y sin hacerme pregunta alguna, orden贸 en voz alta a un subalterno que me acompa帽ara en calidad de detenida."
La mujer fatal que acab贸 como escritora maldita, por Alfredo Valenzuela I Sevilla, (EFE).- Deslumbr贸 a Valle-Incl谩n, Romero de Torres la retrat贸 y el erotismo de parte de su obra, su temprano suicidio y su rebeld铆a hicieron de Teresa Wilms Montt, adicta a los para铆sos artificiales, el prototipo de mujer fatal y una escritora maldita cuya obra completa se re煤ne ahora, dos a帽os despu茅s del centenario de su muerte.
Nacida en Vi帽a del Mar (Chile) en 1893 y muerta en Par铆s en 1921, Teresa Wilms se hac铆a llamar Teresa de la Cruz y acompa帽aba su firma de una Cruz para mayor esc谩ndalo de la sociedad a la que desafi贸 divorci谩ndose, escap谩ndose del convento en el que la encerr贸 su familia y saltando por encima de la aristocracia entre la que se educ贸.
En sus 28 a帽os de vida tuvo tiempo para recorrer, tras huir de Chile, las tertulias art铆sticas de Madrid y Par铆s y convertirse en uno de los personajes m谩s curiosos de las memorias de autores como Rafael Cansinos Assens y C茅sar Gonz谩lez Ruano, adem谩s de construir “una de las obras m谩s bellas y fascinantes del 煤ltimo modernismo hisp谩nico y el albor de la vanguardia”.
Con esas palabras describen su obra las poetas y profesoras Mar铆a 脕ngeles P茅rez L贸pez y Mayte Mart铆n Ramiro, responsables de la edici贸n en un solo tomo de casi quinientas p谩ginas de las “Obras Completas” de Teresa Wilms Montt y quienes, como ejemplo de la vigencia de su obra y del vigor con el que se ha rescatado durante los 煤ltimos a帽os, han puesto las numerosas tesis doctorales y trabajos cr铆ticos que ha merecido.
En el Chile de principios de siglo se cas贸 a los 17 a帽os sin el consentimiento de sus padres, que la repudiaron, y m谩s tarde su marido le arrebat贸 a sus dos hijas, a las que apenas pudo volver a ver, lo que constituy贸 su mayor sufrimiento, por el que acab贸 quit谩ndose la vida tras varios intentos.
Teresa Wilms visit贸 Sevilla, C贸rdoba y Granada y si en Par铆s trat贸 a Andr茅 Breton, Paul Eluard, Max Ernst y Arthur Ruibinstein, en las tertulias literarias de Madrid trab贸 amistad con Ram贸n G贸mez de la Serna, los hermanos Machado, Benavente, Guillermo de Torre y Enrique G贸mez Carrillo, quien en 1918 escribi贸 sobre ella en la prensa de Madrid.
“Esta mujer que lleva a cuestas la maldici贸n de su belleza no es sino una escritora, una gran escritora que si fuese hombre y tuviese barbas formar铆a parte de todas las Academias y llevar铆a todas las condecoraciones”.
El primero en rescatar la obra de Teresa Wilms, en 1944, fue Juan Ram贸n Jim茅nez, quien escribi贸 que pose铆a una “voz extra帽a cargada de siglos y juventud” y apreci贸 en su prosa “sencillamente natural y extra帽a, a un tiempo” cierto misticismo, con el que justific贸 el pseud贸nimo de “Teresa de la Cruz”.
Las editoras de estas “Obras Completas” coinciden en se帽alar que la obra de Teresa Wilms “ha estado ensombrecida por la belleza f铆sica” de la autora. Y que su propia figura “ha sido romantizada a causa del suicidio”. A la vez que sus adicciones al alcohol, la morfina y otras drogas construyeron una “tormentosa biograf铆a” o una “biograf铆a de leyenda” que en absoluto ayud贸 a valorar la calidad de su obra literaria.
Una obra literaria integrada por relatos, diarios, poemas en prosa y libros inclasificables como el que, con el t铆tulo de “Anuar铆”, dedic贸 al joven de 19 a帽os Horacio Ramos Mej铆a, cuyo suicidio presenci贸 y quien se cort贸 las venas cuando ella le rechaz贸. EFE