En las últimas décadas, la inquietud sobre la situación del agua en el mundo, y en África en particular, se ha agudizado más y más hasta llegar a ser hoy día el reto primordial para la sociedad global. Todos sabemos que el agua es esencial para que exista la vida en todas sus formas. Lo que muchos parecen ignorar incluidos muchos líderes políticos, es la disponibilidad tan escasa de agua en muchas regiones del mundo. Según organismos de la ONU, África es una de las regiones más vulnerables a la escasez de agua, alimentos y al impacto y consecuencias del Cambio Climático.
África es una de las regiones más vulnerables a la escasez de agua, alimentos y al impacto y consecuencias del Cambio Climático.
El Fondo Mundial de la Naturaleza ya señalaba hace unos años que, si bien África dispone de abundantes recursos en agua dulce, con grandes ríos y lagos, sigue siendo un continente muy árido debido a problemas de distribución desigual de las fuentes acuíferas, a la falta de infraestructuras y a una gestión mejorable de sus recursos. En África los problemas derivados de la gestión del agua son particularmente agudos. La salud, la seguridad alimentaria, la educación, todo el progreso y la supervivencia misma del ser humano están en juego. El continente que menos contamina sería el más expuesto a sufrir las consecuencias del cambio climático.
El África subsahariana representa más del 40% de la población mundial sin acceso al agua potable mejorada y al menos 14 países del continente sufren un déficit permanente de agua.
De los 55 países cuyo consumo de agua potable por persona y día está por debajo del mínimo de 50 litros establecido por la Organización Mundial de la Salud, treinta y cinco de ellos están en África.
De los 55 países cuyo consumo de agua potable por persona y día está por debajo del mínimo de 50 litros establecido por la Organización Mundial de la Salud, treinta y cinco de ellos están en África. La carestía del agua es más preocupante que la situación energética, porque el agua no se puede sustituir por ningún otro producto.
Tanto en África como en el resto del mundo, las reservas de agua dependen, sobre todo, del agua de las lluvias, que reponen las correntias y los acuíferos. Pero según un relevante informe de la revista SCIENCES, se prevé una mengua de los flujos de agua, que afectará en mayor o menor cuantía, a las diferentes áreas del continente africano. Las precipitaciones tampoco son de distribución equilibrada. A finales de este siglo el acceso al agua de superficie en África habrá disminuido en un 25%. Según el Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente, el cambio climático explicaría aproximadamente este 25% del aumento de escasez de agua y los países que ya la padecen serían los más afectados, tanto en seguridad alimentaria como en salud y en eventos extremos. Esto llevaría consigo una seria disminución agrícola, inseguridad alimentaria y malnutrición en algunos países africanos.
Un problema añadido a la escasez de agua es la contaminación de las mismas. La contaminación más peligrosa viene de la falta de depuración de las aguas residuales. Y las consecuencias más frecuentes son la aparición de brotes de cólera, tifus, así como la gastroenteritis endémica que es una de las principales causas de mortandad infantil en las zonas más pobladas del continente africano. La contaminación de las aguas también viene por la mala explotación de los recursos mineros ya que las aguas contaminadas van a parar a los ríos y a los acuíferos. Los residuos industriales vertidos a ríos y conductos de agua son todas ellas actividades que contaminan el agua y las tierras.
La contaminación de las aguas también viene por la mala explotación de los recursos mineros ya que las aguas contaminadas van a parar a los ríos y a los acuíferos. Los residuos industriales vertidos a ríos y conductos de agua son todas ellas actividades que contaminan el agua y las tierras.
Queremos hacer una mención especial al problema del ACAPARAMIENTO DE TIERRAS hoy en
África, es decir, a la compra o alquiler por parte de multinacionales agrícolas de países occidentales y países emergentes orientales; están comprando las mejores tierras, las más cercanas a los ríos. Existe una gran conexión entre este tema y el problema del agua ya que el acaparamiento de tierras lleva consigo el control del agua y un consumo excesivo de ésta. Se entiende y así lo hacen saber en los contratos, que los países o sociedades que compran o alquilan las tierras, adquieren también el derecho del agua para regarlas.
el acaparamiento de tierras lleva consigo el control del agua y un consumo excesivo de ésta.
Hoy han comprado miles y miles de hectáreas en África para producir agrocombustibles, alimentos para los países que las adquieren, así como aceite de palma etc. La producción de agrocombustibles requiere un gran consumo de agua, pero no olvidemos que son los gobernantes africanos los que venden o arriendan sus tierras. Las tierras de África están cada vez en mayor cuantía entre las manos del capital. Este negocio es altamente provechoso para esos países, pero para las tierras de África y los campesinos una catástrofe.
Un problema añadido es la contaminación de las aguas provocada, entre otras causas, por los pesticidas y abonos químicos que utilizan en la agricultura, que producen acumulación de sustancias nocivas, vertidas a los ríos y otras fuentes, muy peligrosas para la salud de las personas, animales y plantas.
Ante este panorama y ante las perspectivas de un futuro próximo muy malo debido al cambio climático y sus consecuencias, con gran impacto para el continente africano, nos preguntamos:
¿África no va a participar del progreso ni va a tener una vida digna para todos nunca? ¿Seguiremos viendo a tantas mujeres y niños acarreando agua y leña desde lugares lejanos cada día sin poder disfrutar de un grifo o un interruptor en casa?
Urge hacer un llamamiento a la comunidad internacional. África necesita inversiones para el desarrollo de infraestructuras para el abastecimiento, captación y conducción del agua. Que las potencias extranjeras dejen de mirar a África sólo para saquearla y contaminarla y se pongan a
trabajar, comerciar y colaborar, junto a los países africanos, de igual a igual, países soberanos unos y otros, con el fin de hacer un África próspera y libre donde la justicia y la equidad estén por encima del robo y la injusticia.
Que las potencias extranjeras dejen de mirar a África sólo para saquearla y contaminarla y se pongan a trabajar, comerciar y colaborar, junto a los países africanos, de igual a igual.
A los gobernantes africanos pedirles que los beneficios obtenidos por las riquezas en sus países vayan al pueblo para mejorar la vida de sus gentes y poder paliar las consecuencias del cambio climático.
Os damos las gracias a todos por vuestra atención y os rogamos la divulgación de este manifiesto.
VIVA ÁFRICA SIEMPRE
Paqui Sáez Grau
Comité de Solidaridad con África Negra Albacete