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El PC apoy贸 a la dictadura de los generales Videla y Viola

La autocr铆tica es algo esencial en un partido marxista-leninista, por doloroso que sea el tema. Es una asignatura pendiente de la direcci贸n del PC

FUE RESPONSABILIDAD DE SU COMIT脡 CENTRAL, NO DE TODO ESE PARTIDO

OPINI脫N de Sergio Ortiz





Por supuesto que el PC tambi茅n tuvo muchos desaparecidos. Floreal Avellaneda, de 15 a帽os, fue asesinado por la dictadura.

HUBO COMPLICIDAD DE LA DIRIGENCIA

El apoyo de la dirigencia del Partido Comunista Argentino a la dictadura militar-c铆vica de Videla reaparece peri贸dicamente en la pol铆tica y los medios. Ahora fue a ra铆z de declaraciones del ex fiscal adjunto en el Juicio a las ex Juntas Militares, Luis Moreno Ocampo, en el programa Desiguales, de la Televisi贸n P煤blica, el 4 de mayo pasado. Expres贸: “¿vos sab茅s que el Partido Comunista apoyaba a Videla? Ellos apoyaban espec铆ficamente a Videla porque cre铆an que era el moderado. El Partido Comunista era un partido de izquierda que apoy贸 la dictadura militar y cubri贸 la represi贸n. Al Partido Comunista no lo torturaban ni lo secuestraban si vos mostrabas la credencial. En C贸rdoba s铆 y por eso Videla se pelea con Men茅ndez”.

Esa cr铆tica motiv贸 que el partido aludido saliera a desmentirla y tuviera derecho a r茅plica en ese programa. Dijo que eran mentiras; que el PC hab铆a tenido muchos secuestrados y desaparecidos. Incluso fue m谩s all谩, pavone谩ndose con que hab铆a sido el 煤nico partido querellante en juicios por delitos de lesa humanidad.

Como es un tema pol铆tico y de car谩cter hist贸rico, el Partido de la Liberaci贸n (PL) reafirma su opini贸n, que ya la ha expresado con anterioridad, apeg谩ndose a la verdad. Sobre todo es para informaci贸n de la militancia m谩s joven, que no vivi贸 aquella 茅poca.

Es verdad que la dirigencia del PC apoy贸 a la dictadura de Videla, en especial a ese sector que tambi茅n integraba el general Roberto Viola. Lleg贸 a decir que Videla era democr谩tico y Viola era nacionalista.

Antes del golpe del 24 de marzo de 1976 aquella dirigencia propon铆a un gobierno c铆vico-militar como alternativa a la crisis que se viv铆a en el 煤ltimo tramo de Isabel Per贸n. El Partido Comunista Revolucionario, PCR, por su lado, apoyaba al gobierno de Isabel y L贸pez Rega, de la Triple A, consider谩ndolo “nacionalista”, frente al peligro de golpe de estado “prorruso y proyanqui”, en ese orden de probabilidades. El PC, como se dijo, cre铆a que lo mejor era que terminara el isabelismo con un movimiento c铆vico-militar, con generales como Videla y Viola.

En cambio nuestro Partido, que en enero de 1976 hab铆a cambiado su nombre por el de Partido Comunista (marxista-leninista), ex Vanguardia Comunista, alertaba contra un inminente golpe fascista, olig谩rquico y proyanqui. Y plante贸 la consigna de “Si hay golpe, Parar, Ocupar y Luchar”.

La Junta Militar decret贸 la ilegalizaci贸n y disoluci贸n de nuestro Partido, el PCR y otras cuatro agrupaciones. Las organizaciones guerrilleras ya hab铆an sido declaradas ilegales por el gobierno justicialista. El PC no fue incluido en la lista de disoluciones sino que, al igual que el PJ, UCR, MID y dem谩s partidos burgueses, fue suspendido en sus actividades pol铆ticas.

Al d铆a siguiente del golpe, el 25 de marzo de 1976, el comunicado oficial del PC, daba su apoyo inicial a la dictadura. Textual: “Los actores de los sucesos del 24 expusieron en sus primeros documentos sus objetivos, que podr铆amos resumir de la siguiente manera: Fidelidad a la democracia representativa con justicia social, revitalizaci贸n de control del Estado sobre aquellas ramas de la econom铆a que hacen al desarrollo y a la defensa nacional, defensa de la capacidad de decisi贸n nacional. El Partido Comunista, aunque no comparte todos los puntos de vista expresados en los documentos oficiales, no podr铆a estar en desacuerdo con tales enunciados, pues coinciden con puntos de su programa”.

Agregaba:“Tambi茅n expuso su prop贸sito de poner fin a la subversi贸n. Es conocido el punto de vista del Partido Comunista sobre las actividades de la supuesta ultraizquierda, que siempre repudi贸. La guerrilla se combate, sobre todo, suprimiendo las causas sociales que la generan, como se reconoce en documentos militares. El Partido Comunista considera auspicioso que la Junta Militar haya desechado una soluci贸n pinochetista”.

Dos semanas m谩s tarde, el 8 de abril de 1976, el PC publicaba en Tribuna Popular: “Todo el pa铆s escuch贸 con sumo inter茅s el discurso inaugural de Videla. En cuanto a sus formulaciones, afirmamos enf谩ticamente que constituyen la base de un programa liberador que compartimos. El general Videla no pide adhesi贸n, sino comprensi贸n. La tiene”.

NO FUE UN APOYO BREVE SINO DE CUATRO A脩OS

Mientras la conducci贸n nacional del PC planteaba estos puntos de vista “comprensivos” con la dictadura, el r茅gimen m谩s sangriento de la historia arrasaba con los derechos laborales y derechos humanos, el 2 de abril asum铆a Jos茅 A. Mart铆nez de Hoz el s煤per ministerio de Econom铆a, se arrasaba la industria nacional y las conquistas sociales, se secuestraba y asesinaba, etc. La Junta Militar era el Poder Ejecutivo, las tres Fuerzas Armadas eran la CAL o “Congreso”, se repart铆an las gobernaciones, etc.

Frente al aumento de violaciones a los Derechos Humanos, incluso a afiliados del PC, hubo algunas cr铆ticas internas. El secretario general, Ger贸nimo Arnedo 脕lvarez, que estuvo en ese cargo desde marzo de 1963 hasta junio de 1980, fren贸 esos cuestionamientos diciendo: “no es tan overo el tigre como lo pintan, hay muchos timbres por tocar”. Obvio se refer铆a a militares amigos del sector videlista, con los que ten铆an relaci贸n y reuniones. Por ejemplo, el comit茅 provincial del PC de C贸rdoba, con su secretario pol铆tico Ricardo Clementi a la cabeza (miembro del Comit茅 Central) y otros dirigentes, tuvieron en 1976 una reuni贸n con el gobernador e interventor de C贸rdoba, general Carlos Bernardo Chasseing. Dijeron que hab铆a sido muy positiva...

Fue un apoyo de a帽os, mientras los hombres fuertes de esa dictadura y presidentes fueron los generales Videla y Viola. Reci茅n se cort贸 cuando ese lugar fue ocupado por el general Leopoldo F. Galtieri, desde diciembre de 1981.

Para colmo desde 1977 Jimmy Carter era el presidente de Estados Unidos y fue receptivo a algunas denuncias de violaciones a los Derechos Humanos en Argentina, receptadas por la CIDH, que envi贸 al a帽o siguiente una misi贸n de observaci贸n al pa铆s. Y todav铆a la c煤pula del PC segu铆a en actitud c贸mplice. Roberto Vallarino, uno de sus dirigentes, fue entrevistado en junio de 1978 por la Revista Cambio 16 en Espa帽a y preguntado sobre el r茅gimen militar, contest贸: “Muy sumariamente dir铆a que hay por un lado elementos pinochetistas ultrarreaccionarios, y por el otro elementos progresistas, de tendencia democr谩tica”. “¿Qui茅nes son esos elementos progresistas?”, pregunt贸 el periodista. “Si quiere nombres le dir茅: Videla, Massera, Agosti, Su谩rez Mason, por ejemplo”. ¿Eso quiere decir al fin y al cabo, en cuanto a tendencia, que el gobierno actual de la Argentina es un gobierno progresista?, le volvieron a requerir. Vallarino respondi贸: “Es un gobierno en el que hay elementos progresistas, que de hecho son hegem贸nicos dentro de 茅l” (citado por Otto Vargas, discurso del 24 de marzo de 2006).

El secretario general Arnedo Alvarez en setiembre de ese a帽o 1978 escribi贸 en la revista partidaria Fundamentos: “Las fuerzas m谩s reaccionarias, aleccionadas por la CIA y bajo su direcci贸n, han desatado una campa帽a terrorista de intimidaci贸n y una intensa acci贸n psicol贸gica, tratando de influir en el estado de 谩nimo de las masas y de ciertos dirigentes, haciendo correr el desaliento y la voz de que esto ya es una dictadura”.


Y por supuesto que era una dictadura. Adem谩s de tantos militantes populares secuestrados y asesinados en esos dos primeros a帽os de terrorismo de Estado, nuestro partido VC, actual PL, hab铆a sufrido un mes antes de esas deplorables opiniones de Arnedo Alvarez la desaparici贸n de Roberto Cristina y la mayor parte de nuestro Comit茅 Central y los comit茅s regionales de Capital Federal y provincia de Buenos Aires, llevados al centro de exterminio “El Vesubio”, que depend铆a del I Cuerpo de Ej茅rcito, de Carlos Su谩rez Mason.

Esas contradicciones de la administraci贸n Carter con el videlismo llevaron a Athos Fava y Fernando Nadra a viajar en 1978 a Estados Unidos a hacer campa帽a contra el supuesto error estadounidense de cuestionar a la dictadura argentina.

Recapitulando la postura del PC en esos primeros a帽os de dictadura, otro dirigente, Orestes Ghioldi, dio un reportaje a la revista Am茅rica Latina, del Instituto de Am茅rica Latina de la Academia de Ciencias de Mosc煤. Afirm贸: “En esas circunstancias (1976) los comunistas dijimos que el dilema era ‘democracia o pinochetismo’. Advertimos contra el peligro de un golpe similar al que asolaba a Chile, y proclamamos nuestra decisi贸n de luchar por una democracia renovada. Se帽alamos que era auspicioso que se hubiese desechado en ese instante una soluci贸n pinochetista; pero que nadie deb铆a desarmarse, que en el seno de las fuerzas armadas y fuera de ellas se esconden tambi茅n pinochetistas en acecho que sue帽an con un ba帽o de sangre”.


Estados Unidos impuso a la URSS un boicot pol铆tico y cerealero, supuestamente para castigar su entrada de tropas a fines de 1979 en Afganist谩n. Y la dictadura, no tanto por simpat铆as rusas sino para hacer negocios, decidi贸 aumentar sus ventas al mercado sovi茅tico, no sum谩ndose a ese embargo. Conociendo la tradicional obediencia, sin lugar a cr铆ticas, de la dirigencia del PC argentino hacia el PCUS, aquello debe haber influido en un reforzamiento de argumentos para seguir estando del lado de Videla. Toda una ense帽anza para los marxista-leninistas de todos los pa铆ses del mundo: hay que tener opiniones propias y no ser embajada-dependientes de nadie.

LOS RESPONSABLES Y LAS V脥CTIMAS DE LA REPRESI脫N

Nuestro partido critic贸 aquellas pol铆ticas, puntualizando que el cuestionamiento iba a la dirigencia del PC, en especial a quienes ten铆an mayores responsabilidades, los dirigentes del Comit茅 Central, integrado por 59 miembros titulares y 19 suplentes. Los del Comit茅 Ejecutivo eran H茅ctor Agosti, Oscar Ar茅valo, Ger贸nimo Arnedo 脕lvarez, Ricardo Clementi, Alcira De la Pe帽a, Athos Fava, Jos茅 Mar铆a Garc铆a, Orestes Ghioldi, Rodolfo Ghioldi, Rubens Iscaro, Ariel Mariani, Florindo Moretti, Fernando Nadra, Hugo Ojeda, Jorge Pereyra, Irene Rodr铆guez, H茅ctor Santaren, Pedro Tadioli. El secretario general de la Federaci贸n Juvenil Comunista era Patricio Echegaray.

Es cierta otra cosa que dijo Moreno Ocampo. Esos dirigentes decidieron que los militantes del PC deb铆an ir con el carnet de afiliado encima para que en caso de controles policiales o militares en la v铆a p煤blica aclararan que eran de ese partido legal y no guerrilleros. Los presos pol铆ticos del PC en las c谩rceles no quer铆an compartir pabellones con los compa帽eros del PRT, Montoneros y otras organizaciones revolucionarias. Otro dato en la misma direcci贸n: en los a帽os ‘80 Lucas Orfan贸 me cont贸 que hab铆an fundado Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Pol铆ticas, en calle R铆obamba, en el barrio del Congreso, porque la direcci贸n del PC no les prestaba el local para reuniones de padres, incluso afiliados, donde trataran los casos de detenciones o desapariciones de sus hijos guerrilleros.

Dicho sea de paso, esa pol铆tica del PC contra los movimientos revolucionarios se repiti贸 en enero de 1989 cuando el MTP dirigido por Enrique Gorriar谩n Merlo atac贸 el cuartel de Tablada. El PC y su aliado trotskista MAS tildaron de contrarrevolucionaria esa acci贸n; Luis Zamora envi贸 condolencias al sepelio de algunos militares. En cambio nuestro partido critic贸 la acci贸n guerrillera como un grave desacierto pol铆tico y militar, pero puso 茅nfasis en la represi贸n criminal del Ej茅rcito, en los muertos y los cuatro desaparecidos del MTP, que eran militantes populares. Y desde el primer d铆a el PL reclam贸 la libertad del cura Antonio Puigjan茅.

El descargo que hizo el PC, tras las declaraciones de Moreno Ocampo fue que tuvo muchos desaparecidos. Es verdad. Deben haber sido m谩s de un centenar, entre ellos los casos muy conocidos de Alberto Caffaratti, dirigente de Luz y Fuerza de C贸rdoba, la abogada Teresa Israel, el adolescente Floreal Avellaneda de s贸lo 15 a帽os, empalado y asesinado, y muchos otros militantes. La explicaci贸n de la direcci贸n del PC era que esos cr铆menes eran cometidos por el sector pinochetista, o sea de los generales Men茅ndez, Camps y Su谩rez Mason (al que Vallarino ubicaba como videlista), almirante Emilio Massera, etc, pero no de Videla-Viola. Como fuere, el PC tuvo muchos m谩rtires y presos pol铆ticos, etc, y en ese sentido Moreno Ocampo no dijo toda la verdad sino s贸lo una parte al omitir esos muchos desaparecidos.

En abril de 1977 el dictador Videla dio un reportaje y fue de nuevo muy elogiado por la c煤pula del PC por su “mensaje saludable pues sus ideas interpretaban el sentimiento de la mayor铆a de nuestro pueblo y merecen nuestro acuerdo”. Exhortaba “a todos los sectores sociales a responder a este llamado presidencial con una amplia unidad y una puesta en marcha que impulse el di谩logo fecundo y la apertura pol铆tica que el pa铆s reclama.”

Dos meses despu茅s, los apoderados del PC efectuaron una respetuosa presentaci贸n al ministro de Interior, gral. Albano Harguindeguy, para solicitar el esclarecimiento de un asesinato, 173 detenciones y 69 secuestros de afiliados al Partido. Remarcaban la desvinculaci贸n de los comunistas “con las acciones terroristas de uno u otro signo”. Aclaraban que, en cualquier caso, “los hechos ocurridos (sic) con afiliados del Partido Comunista y de su Federaci贸n Juvenil, como tambi茅n contra sus bienes materiales, no han alterado nuestro enfoque global del conjunto de los problemas nacionales”, consistente en “clarificar y ayudar a encontrar los mejores senderos que conduzcan a alcanzar un di谩logo franco y fecundo entre pueblo y Fuerzas Armadas”. “Comunicado de prensa”, 08/06/77. Citado en “Las izquierdas argentinas y el golpe de Estado de 1976: el caso del Partido Comunista de la Argentina”. Cernadas, Jorge (UBA - UNGS) y Tarcus, Horacio (UBA - CeDInCI; SECyT – ECOS).


El PL rinde siempre homenaje a los 30.000 desaparecidos por la dictadura militar-c铆vica, incluyendo por supuesto a los militantes y afiliados del PC. Ese criterio de unidad es v谩lido para ese per铆odo de tiempo que estamos analizando y tambi茅n para hoy, cuando la actual direcci贸n de V铆ctor Kot comete otros errores, claro que no horrores como aquellos, al permanecer hasta hoy como integrante del Frente de Todos, que cogobierna con el FMI y causa gran da帽o al pueblo mediante el ajuste del gobierno de Alberto Fern谩ndez, Cristina Fern谩ndez y Sergio Massa. Al criticar ese oportunismo, estilo furg贸n de cola de un sector de la gran burgues铆a nacional, el PL siempre distingue entre los responsables pol铆ticos de esa desviaci贸n y los miles de compa帽eros que militan sinceramente en esa organizaci贸n porque creen que as铆 sirven a la liberaci贸n nacional y el socialismo.


Esta desviaci贸n oportunista de derecha es una nueva demostraci贸n de que la autocr铆tica del PC en su XVI Congreso de noviembre de 1986 fue un paso positivo, pero corto. Ese cambio hacia la izquierda explica que apoyaran al FMLN en El Salvador y que all铆 cayera luchando el dirigente de la FJC, el joven internacionalista Marcelo Feito, en septiembre del a帽o siguiente.

Pero esa rectificaci贸n no fue a fondo. No admiti贸 la complicidad flagrante con la dictadura sino una “insuficiente asimilaci贸n del marxismo-leninismo”. No hac铆a falta ser marxista-leninista para saber que la Junta Militar y el plan Mart铆nez de Hoz eran terrorismo de Estado al servicio de la oligarqu铆a, los monopolios y el imperialismo. Lo comprendieron desde el primer d铆a much铆simos argentinos de a pie, m谩s all谩 de que fueran peronistas, montoneros, guevaristas, cristianos, radicales, intransigentes, marxistas, independientes, obreros, curas, estudiantes, abogados, periodistas, vecinos, conscriptos, etc. Hebe Bonafini era una ama de casa sin ninguna formaci贸n y supo que eso era una dictadura militar, actuando en consecuencia.

No pod铆a haber confusiones pues el 23/10/1975 el general Videla, en la XI Conferencia Ej茅rcitos Americanos, realizada en Montevideo, hab铆a declarado con total claridad: “En la Argentina van a tener que morir todas las personas que sean necesarias para lograr la seguridad del pa铆s”.

La autocr铆tica es algo esencial en un partido marxista-leninista, por doloroso que sea el tema. Es una asignatura pendiente de la direcci贸n del PC, que en vez de hacerla en serio ahora dice ser el 煤nico partido de Argentina querellante en los juicios de lesa humanidad. Falso. Sin negar que hayan sido querellantes, por medio de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, lo que es encomiable, muchos organismos de derechos humanos y organizaciones pol铆ticas, el PL entre ellas, han sido querellantes y testigos por medio de sus abogados, militantes y sobrevivientes. Por ejemplo, nosotros lo fuimos en los tres juicios de “El Vesubio” donde fueron desaparecidos nuestros camaradas en 1978 y gracias a todos all铆 hubo condenas a los genocidas.

Compa帽eros dirigentes del PC, mejor ser铆a un poco m谩s de modestia. O mejor a煤n, un cacho de autocr铆tica, para tener un rol m谩s positivo en la lucha de clases, sobre todo en medio de la profunda crisis pol铆tica y econ贸mico-social que recorre a la Argentina. Hay que aprender a conjugar el verbo equivocarse en primera persona del singular y en primera persona del plural, sin negar ni diluir los errores y horrores propios. Deber铆an hacerlo en nombre de sus propios camaradas desaparecidos.


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