Amy Goodman y Denis Moynihan
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, participar谩 en la cumbre del G7 de este a帽o, que tiene en el centro de su agenda la guerra de Rusia en Ucrania y las amenazas del presidente Vladimir Putin de emplear armas nucleares en ese pa铆s. El G7 est谩 compuesto por Jap贸n, Italia, Canad谩, Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Durante un corto lapso de tiempo, Rusia form贸 parte del grupo, que pas贸 a llamarse en ese entonces G8, pero fue expulsada luego de la anexi贸n militar de la pen铆nsula de Crimea al territorio ruso.
La cumbre del G7 de 2023 tendr谩 lugar en Jap贸n, en una ciudad cargada de un significado particular: Hiroshima. En ese lugar, el 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanz贸 la primera bomba at贸mica de la historia. Este acontecimiento provoc贸 la completa destrucci贸n de la ciudad y dej贸 un devastador saldo de aproximadamente 140.000 personas fallecidas y 100.000 heridas. Mientras la guerra nuclear se cierne sobre el mundo como una amenaza real, los l铆deres mundiales reunidos en Hiroshima tienen la responsabilidad moral de reflexionar sobre la destrucci贸n que esa ciudad sufri贸 hace casi 80 a帽os y oponerse firmemente a una confrontaci贸n nuclear.
Teruko Yahata, una sobreviviente del ataque nuclear de Hiroshima de 85 a帽os de edad, dijo esta semana: "Quiero que ellos, los l铆deres del G7, reconozcan plenamente la inhumanidad de las armas nucleares. Estas son armas que pueden destruir a la humanidad. Quiero que sientan de una manera profunda que estas son pr谩cticas terribles que deben ser abolidas". La familia del primer ministro de Jap贸n, Fumio Kishida, tambi茅n es de Hiroshima, y varios de sus parientes murieron en la explosi贸n at贸mica.
A las personas que lograron sobrevivir a la bomba de Hiroshima y a la que fue lanzada sobre la ciudad de Nagasaki tres d铆as despu茅s —el 9 de agosto de 1945— se las denomina con el t茅rmino japon茅s “hibakusha”, que en espa帽ol significa “persona bombardeada”. La Campa帽a Internacional para Abolir las Armas Nucleares, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2017, se ha unido al clamor de los “hibakusha” en su llamado a la eliminaci贸n de las armas nucleares. La campa帽a insiste en que los l铆deres del G7 condenen en茅rgicamente cualquier amenaza de uso de armas nucleares, reconozcan las consecuencias humanitarias catastr贸ficas de una guerra nuclear y procedan a retirar las armas nucleares de los Estados no nucleares, una demanda dirigida tambi茅n a Rusia, que planea desplegar ese tipo de armamento en Bielorrusia. Adem谩s, se insta a los l铆deres a comprometerse con el Tratado para la Prohibici贸n de las Armas Nucleares de la ONU. Estados Unidos y Rusia, as铆 como los otros siete pa铆ses que cuentan con armas nucleares —China, el Reino Unido, Francia, India, Pakist谩n, Corea del Norte e Israel— se han negado a firmar dicho tratado.
Un grupo de militares y expertos en seguridad nacional de Estados Unidos ha difundido una carta abierta bajo el t铆tulo “Estados Unidos debe ser una fuerza para la paz en el mundo”. Este contundente llamado a la paz se public贸 el 16 de mayo en un anuncio a p谩gina completa en el peri贸dico The New York Times. Entre los 15 signatarios de la carta figuran un Teniente General retirado del Ej茅rcito de Estados Unidos; uno de los embajadores del expresidente Ronald Reagan en la Uni贸n Sovi茅tica; y Dennis Fritz, sargento mayor retirado de la Fuerza A茅rea estadounidense y actual director de Eisenhower Media Network, la organizaci贸n que impuls贸 la iniciativa de la carta.
En conversaci贸n con Democracy Now!, Fritz expres贸: “Desde que tengo 22 a帽os he estado entrando y saliendo del Pent谩gono. Tengo ahora 66 a帽os. Y puedo afirmar que nunca antes hab铆a sentido tanto miedo ante la posibilidad de una escalada nuclear. […] La amenaza [de Rusia] de no descartar el uso de armas nucleares es algo que tomo con suma seriedad. Por eso era tan importante para nosotros enviar esta carta abierta al presidente. Con ella esperamos concientizar a la sociedad estadounidense acerca de c贸mo se lleg贸 a este punto”.
Otro ex asesor de seguridad nacional y veterano militar tambi茅n ha dado la voz de alarma. Se trata de Daniel Ellsberg, el legendario denunciante que en 1971 filtr贸 los documentos conocidos como los Papeles del Pent谩gono. Estos revelaron la historia encubierta de la participaci贸n del Gobierno de Estados Unidos en la guerra de Vietnam y las mentiras propagadas por diversos Gobiernos estadounidenses —desde el del presidente Eisenhower hasta el del presidente Johnson— para justificar la escalada militar en aquel pa铆s.
Al comienzo de su carrera, Daniel Ellsberg estuvo estrechamente involucrado en el desarrollo de los planes de las Fuerzas Armadas estadounidenses relacionados con la guerra nuclear. Su libro “La m谩quina del d铆a del juicio final: confesiones de un planificador de la guerra nuclear” deber铆a ser de lectura obligatoria. Una de las mayores preocupaciones de Ellsberg resid铆a en la creencia predominante entre los estrategas militares de la 茅poca de que Estados Unidos tendr铆a mejores resultados en una guerra nuclear si llevaba a cabo un ataque preventivo o “primer ataque”, una estrategia militar que apunta a lanzar un ataque inicial y sorpresivo con el objetivo de destruir la capacidad b茅lica del enemigo.
En una entrevista que mantuvo recientemente con Democracy Now!, Ellsberg expres贸: “La creencia de que se causar谩 menos da帽o si atacamos primero, en lugar de responder a un ataque, es lo que nos expone actualmente en Ucrania a la posibilidad de una guerra nuclear como consecuencia de este conflicto. En otras palabras, la mayor parte de la vida en la Tierra —no toda, la mayor parte de ella— se podr铆a extinguir como consecuencia de un conflicto por el control de [la pen铆nsula de] Crimea, [la regi贸n del] Domb谩s o Taiw谩n. Eso es una locura”.
Dan Ellsberg, que actualmente tiene 92 a帽os, fue diagnosticado recientemente con un c谩ncer de p谩ncreas inoperable. Sin embargo, contin煤a advirti茅ndonos incansablemente sobre el riesgo de una confrontaci贸n nuclear y sus consecuencias devastadoras. En marzo, Ellsberg escribi贸: “Al acercarme al final de mi vida, encuentro esperanza en cada uno de los j贸venes activistas que alzan sus voces con valent铆a. El movimiento contra la guerra de Vietnam nos ense帽贸 que la juventud tiene el poder de salvar vidas cuando expresa sus preocupaciones a trav茅s de acciones concretas. ¡Sigan adelante, j贸venes! El futuro del mundo est谩 en sus manos”.