Amnist铆a Internacional ha pedido una seguridad social a disposici贸n de todas las personas, en cualquier lugar del mundo, despu茅s de que una serie de crisis hayan puesto en evidencia enormes lagunas en los sistemas estatales de ayuda y protecci贸n y cientos de millones de personas hayan quedado expuestas al hambre o atrapadas en un ciclo de pobreza y privaci贸n.
En un documento publicado hoy y titulado Precios al alza, protestas crecientes: argumentos a favor de la protecci贸n social universal, la organizaci贸n de derechos humanos pide tambi茅n el alivio de la deuda internacional e insta a los Estados a reformar sus sistemas impositivos y a perseguir el fraude fiscal, a fin de liberar una importante cantidad de fondos con los que sufragar la protecci贸n social.
“Un conjunto de crisis ha venido a demostrar lo mal preparados que est谩n muchos Estados para facilitar a la poblaci贸n una ayuda imprescindible. Impresiona pensar que m谩s de 4.000 millones de personas —es decir, en torno al 55% de la poblaci贸n mundial— no tienen acceso ni siquiera a la m谩s b谩sica protecci贸n social, a pesar de que el derecho a la seguridad social qued贸 ya consagrado en 1948 en la Declaraci贸n Universal de Derechos Humanos”, ha declarado Agn猫s Callamard, secretaria general de Amnist铆a Internacional.
Un conjunto de crisis ha venido a demostrar lo mal preparados que est谩n muchos Estados para facilitar a la poblaci贸n una ayuda imprescindible.
Agn猫s Callamard, secretaria general de Amnist铆a Internacional
En el mencionado documento se muestra c贸mo el alza de los precios de los alimentos, el cambio clim谩tico y las consecuencias econ贸micas de la pandemia de COVID-19 y de la invasi贸n rusa de Ucrania est谩n alimentando una catastr贸fica crisis humanitaria y provocando cada vez m谩s agitaci贸n social y protestas.
Asimismo, el texto insta a los Estados a garantizar que la cobertura de la seguridad social —por ejemplo, subsidios por enfermedad o discapacidad, atenci贸n m茅dica, pensiones para la poblaci贸n de edad avanzada, manutenci贸n infantil, prestaciones familiares y ayudas a la renta— est茅 a disposici贸n de cualquier persona que pueda necesitarla.
Adem谩s, el documento describe c贸mo, en numerosos Estados, la falta de seguridad social ha dejado a las comunidades expuestas en mayor medida a repentinos reveses econ贸micos, a las consecuencias de los conflictos, al cambio clim谩tico o a otras perturbaciones. Las consecuencias de estas crisis —entre ellas, el hambre generalizada, el crecimiento del desempleo y la indignaci贸n ante el empeoramiento del nivel de vida— han dado lugar en todo el mundo a protestas que, con frecuencia, han sido brutalmente reprimidas.
“La protecci贸n social universal puede abordar las violaciones de derechos econ贸micos y sociales de las que suelen partir las reivindicaciones y protestas. En lugar de ver la protesta pac铆fica como un intento, por parte de la poblaci贸n, de reclamar sus derechos, las autoridades han respondido a menudo a las manifestaciones con un uso innecesario o excesivo de la fuerza. La protesta pac铆fica es un derecho humano, y Amnist铆a Internacional lucha por proteger la protesta”, ha manifestado Agn猫s Callamard.
La protecci贸n social universal puede abordar las violaciones de derechos econ贸micos y sociales de las que suelen partir las reivindicaciones y protestas.
Agn猫s Callamard, secretaria general de Amnist铆a Internacional
En el informe se pide a los acreedores internacionales que renegocien o cancelen las deudas para facilitar una mejor financiaci贸n de la protecci贸n social. Adem谩s, el texto resalta que, seg煤n la Organizaci贸n Internacional del Trabajo (OIT), se calcula que el coste de ofrecer una cobertura b谩sica de seguridad social en los Estados de ingresos bajos o medianos bajos es de 440.800 millones de d贸lares estadounidenses al a帽o, cantidad inferior a los 500.000 millones que, seg煤n Tax Justice Network, dejan de percibir anualmente los Estados debido a los para铆sos fiscales.
Amnist铆a Internacional insta a los Estados a que colaboren entre s铆, utilicen todos sus recursos y reformen sus sistemas impositivos para detener la evasi贸n y p茅rdida de unos ingresos fundamentales a fin de garantizar la existencia de fondos con los que mejorar la protecci贸n social.
“Estas crisis han dejado postrada a la poblaci贸n, y cuando hablamos de resolver los problemas del mundo, en raras ocasiones existe una soluci贸n sencilla, pero lo que s铆 sabemos es que los Estados se deben tomar en serio la persecuci贸n del fraude fiscal”, arguye Agn猫s Callamard.
Para garantizar el derecho a la seguridad social, Amnist铆a Internacional apoya el establecimiento de un Fondo Mundial de Protecci贸n Social sometido a gesti贸n internacional, concepto que ha sido respaldado por el relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, el secretario general de la ONU y la OIT.
La creaci贸n de este fondo permitir铆a ofrecer a los Estados ayuda t茅cnica y econ贸mica para que ellos, a su vez, puedan ofrecer seguridad social y, en 煤ltima instancia, fortalecer铆a la capacidad de los sistemas nacionales de seguridad social para incrementar sus respuestas en tiempos de crisis.
Hambre, pobreza y protestas
La falta de una seguridad social adecuada puede ser catastr贸fica para el creciente n煤mero de personas que a duras penas pueden permitirse comer.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) afirma que, en todo el mundo, 349 millones de personas corren peligro inminente de sufrir escasez alimentaria, mientras que 828 millones se van a la cama con hambre todas las noches.
Es m谩s, seg煤n el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2022, la pandemia de COVID-19 ha borrado casi cuatro a帽os de avances en la reducci贸n de la pobreza, y ha sumido a 93 millones de personas m谩s en la pobreza extrema, con menos de 2,15 d贸lares estadounidenses al d铆a para vivir.
La falta de medidas efectivas para mitigar la inflaci贸n y la escasez ha hecho que los niveles de vida de la poblaci贸n entren en una espiral descendente, lo que ha contribuido al estallido de protestas en todo el mundo, como las que se han producido recientemente en Ir谩n, Sierra Leona y Sri Lanka.
El encarecimiento de los alimentos y de otros art铆culos b谩sicos ha afectado con especial dureza a las poblaciones de los pa铆ses de bajos ingresos, pero el aumento en el uso de bancos de alimentos en los pa铆ses m谩s ricos demuestra que la crisis del coste de la vida y de la asequibilidad de los alimentos es generalizada.
La invasi贸n rusa de Ucrania, importante productor de cereales, ha supuesto un golpe demoledor para el suministro alimentario mundial, y ha llevado al 铆ndice de precios de los alimentos de la FAO a sus m谩s altas cotas desde que comenzaron los registros, en 1990. Asimismo, el cambio clim谩tico y el constante aumento de los precios de los fertilizantes han repercutido tambi茅n en la producci贸n agr铆cola. Seg煤n la FAO, la sequ铆a es el factor que m谩s contribuye por s铆 solo a la disminuci贸n de las cosechas.
Seguridad social, impuestos y deuda
Amnist铆a Internacional forma parte de una creciente coalici贸n de personas expertas y organizaciones de la sociedad civil que pide a los Estados ir ofreciendo paulatinamente protecci贸n social universal y materializar los beneficios que ello conllevar谩.
En concreto, Agn猫s Callamard ha afirmado que “el hecho de proteger a la poblaci贸n de sufrir p茅rdidas a causa de perturbaciones —desde cat谩strofes naturales hasta regresiones econ贸micas— puede tener efectos transformadores tanto para la sociedad como para el Estado que ofrece ese apoyo, al reducir las tensiones sociales y los conflictos y fomentar la recuperaci贸n. De ese modo, los ni帽os y ni帽as pueden continuar en la escuela, mientras la atenci贸n m茅dica mejora, la pobreza y la desigualdad de ingresos se reducen y, en 煤ltima instancia, toda la sociedad se beneficia econ贸micamente.
El hecho de proteger a la poblaci贸n de sufrir p茅rdidas a causa de perturbaciones —desde cat谩strofes naturales hasta regresiones econ贸micas— puede tener efectos transformadores tanto para la sociedad como para el Estado que ofrece ese apoyo, al reducir las tensiones sociales y los conflictos y fomentar la recuperaci贸n.
Agn猫s Callamard, secretaria general de Amnist铆a Internacional
No podemos seguir mirando hacia otro lado mientras la desigualdad se dispara y se deja sufrir a quienes luchan contra la adversidad. La evasi贸n de impuestos y la elusi贸n fiscal agresiva —ya sea por parte de particulares o de empresas— privan a los Estados, y sobre todo a los pa铆ses de bajos ingresos, de unos recursos que necesitan”.
Los altos niveles de endeudamiento y el coste que implica la amortizaci贸n de la deuda impiden a menudo a los pa铆ses m谩s endeudados disfrutar de la capacidad econ贸mica necesaria para hacer realidad sus aspiraciones en materia de seguridad social. Los pa铆ses de bajos ingresos gastan cuatro veces m谩s en la amortizaci贸n de la deuda que en servicios de atenci贸n a la salud y 12 veces m谩s que en protecci贸n social, seg煤n datos de Oxfam.
Por su parte, el informe anual del FMI afirma que en torno al 60% de los pa铆ses de ingresos bajos est谩n sobreendeudados o corren un elevado riesgo de estarlo, con lo que podr铆an entrar en suspensi贸n de pagos. La cancelaci贸n o renegociaci贸n de la deuda liberar铆a una cantidad considerable de fondos en muchos pa铆ses para sufragar la protecci贸n social.