OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave
En un alcance, casi de madrugada por el cierre de nuestros medios donde colaboramos, mismos que nos aguantaron hasta tener la veracidad de los resultados de las jornadas electorales en las dos entidades de nuestro México, escribimos: Lo dicho, y las encuestas fueron certeras: el Estado de México para MORENA y Coahuila para el PRI.
Delfina Gómez Álvarez
La maestra Delfina Gómez Álvarez arrasó a Paulina Alejandra del Moral Vela con casi los 20 puntos de diferencia que siempre mantuvo y que al final del conteo pudieran, inclusive, superarse, aunque hay otras apreciaciones, que se respetan, en el sentido de que serán 10 puntos la diferencia, eso no importa, en la democracia se gana hasta por un voto.
Seguimos, estupendo que en ambos estados los candidatos perdedores reconocieran sus derrotas, ello habla muy bien de ellos, es de resaltarse que en el caso de Alejandra del Moral toma otra dimensión porque los líderes de los tres principales partidos que forman la llamada “Alianza Opositora”, no sólo la engañaron y la utilizaron sino cuando ya nos les convenía vilmente la abandonaron, exacto, después de hacerle creer que había ganado la elección de la gubernatura del inmenso y rico Estado de México. 
Alejandra del Moral
Dicen que una buena fotografía habla por mil palabras, pero cuando es una escena televisada en vivo se dimensiona hasta el infinito de la capacidad de cada uno de los espectadores; habría que recordar la escena cuando, ella incrédula, se daba como triunfadora, los lugares se los peleaban los tres “líderes”, así entre comillas, Alito del Partido Revolucionario Institucional, PRI; Chucho el pequeño del Partido de la Revolución Democrática, PRD. y Marko Cortez del Partido Acción Nacional, PAN, a este último no le permitieron colocarse al lado izquierdo de la supuesta vencedora, forcejearon en un espectáculo vergonzante, lo mandaron a la orilla.
No solo eso ocurrió la noche del domingo pasado; cuando Alejandra del Moral se dio cuenta que sólo había sido utilizada y que los resultados de la elección le eran adversos, decidió presentarse ante los medios para reconocer su derrota y felicitar a su contrincante, la maestra Delfina Gómez, futura gobernadora del Estado de México, la entidad más grande y poderosa económicamente del país.
Y esos líderes que la metieron en este juego de mentiras, de abusos y traiciones, simplemente desaparecieron para luego aparecer, en el bombín del mago, en la conmemoración del triunfo de su candidato Manolo Jiménez en Coahuila.
Las campañas de desprestigio en contra de la maestra y de MORENA no cesaron ni en la jornada electoral, hasta el impresentable Vicente Fox, que nos es ciudadano mexiquense, hizo llamadas en las redes sociales para que no votaran por MORENA, todo un delincuente electoral.
Así también las “cadenas” de oraciones para que ganara la Alianza Opositora fracasaron. Su diosito no se mete en estos menesteres terrenales de la bajeza humana.
La respuesta al fracaso debería de ser de categoría con la aceptación de que se equivocaron en su estrategia, que fue marcada por sus diferencias internas de una coalición que no existe porque sus dirigentes sólo miran para su propio santo.
Ahora están a la orden del día las difusiones difamatorias de que este triunfo de MORENA y su líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene por objeto llevarnos a una dictadura, desde luego no tan “perfecta” como las del PRI, cuando partido hegemónico y mucho menos del PAN que sólo, con trampas se mantuvo en el poder dos sexenios por sus fracasos y abusos.
Lo dicho: La Cuarta Transformación se consolida. Así es la democracia. LA MAESTRA, TRUNFADORA; ALEJANDRA DEL MORAL, ENGAÑADA Y ABANDONADA.
