En casi tres meses de intensos combates en Sudán, 2,75 millones de personas se han visto obligadas a huir, en su mayoría dentro del país y, en especial, en el estado del Nilo Blanco.
Desde el 6 de junio, ayudamos en tres campamentos clave, aunque la situación humanitaria y sanitaria es grave, con amenazas de brote de sarampión y desnutrición en niños y niñas.
Los equipos de MSF en el hospital de Adre, Chad, responden a una gran afluencia de heridos de guerra sudaneses que huyen del conflicto de Sudán. © Johnny Vianney Bissakonou/MSF
"Las personas están viviendo en condiciones muy precarias y los campos están superpoblados: las condiciones de vida son verdaderamente muy, muy malas", explica nuestro compañero y coordinador de la unidad de Emergencias, Ricardo Martínez, tras subrayar que falta agua y saneamiento, vivienda y alimentos.
Ahora mismo, en Sudán, urge la asistencia y ampliar los servicios como la atención médica, las vacunas y el apoyo nutricional.