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La derrota de Paquito el Chocolatero y lo que sigue

OPINIÓN de Enriqueta de la Cruz*

La mayoría de españoles han dado una patada a la España que hiela el corazón y congela el progreso, a la España de Paquito el Chocolatero, que ya ni sirve pa verbenas. Con una paciencia infinita, de nuevo, ha rechazado el fascismo y a los que, pasada la línea roja de la ignominia, se atrevieron a soñar la complacencia con aquello en forma de pactos electorales.

Sabemos que son lo mismo y ahora, más. Y el PP, contaminado de su forma primigenia, se ha lucido y la ha cagado, con perdón. Las víboras del partido azul ya preparan el encumbramiento de otra candidata que no tenga fotos con narcos, del que vean más tonto-a, para seguir la partida por la cosa del liberalismo sin más, a la inglesa, a la forma de esos hijos de la GB que tanto han influido en cómo nos va. Históricamente. Para seguir el guion marcado, más trucado que las cartas de casino, cuanto más tontos todos, mejor. Al menos, aparentarlo porque listos para cobrar millones, lo son.

 La derecha más civilizada ha dicho no a los pactos con los que han traspasado esa línea roja de los manifiestamente fascistas y con ello el PNV da una lección inmensa, también, por cierto, yo creo, a la izquierda que ha tolerado de más a los chabacanos.

 La derechona frescachona sabe que tiene los garbanzos seguros, que sus niños, yernos, hijos, nietos, copan los mejores y más influyentes puestos, allá donde de verdad se manda. Hoy es de la mano de OPUS, que ya el Vaticano que manda ahora cuestiona y desvela como secta, ayer fue con otros, mañana Dios dirá.

Y es que hacen sus llamaditas y van a sus sectas y zas, colocación al canto, problemas resueltos: hoy por ti y mañana por mí. O sea, que ningún problema. Saben cuál es la ventanilla adecuada a la que acudir hasta para su emigrante traído o contratado por su red para siervo en su casa y para que les siga la corriente y se fachetice también y extienda la mancha.

Pero una cosa es esta: ser facha como el que más y aprovechao y otra, renunciar a la minifalda, al divorcio, al fiesteo, a la píldora o el aborto para su retoño que la cagó; renunciar a ver las obras culturales y dárselas de cultivao, lo que les dé la gana. Otra cosa es volver al baile con “salidos”, o no poder salir de vez en cuando del armario. Ya son también los que tienen derecho a que no les dé la brasa el cura de turno, salvo sea Obispo y tengan que darle de cenar en casita para preguntarle cómo van las prebendas que van a recibir. Tampoco renuncian a pasear por la calle tranquis sin tener que ver a sus retoños con el bate de beisbol abriendo cabezas, o a los “maderos” repartiendo ostias sin hache y sin consagrar.

En fin, estos pisaverde y sus esposas no renuncian a ninguna de las cuestiones que se ha trabajado la izquierda para no seguir yendo a Londres de urgencia como hicieron siempre los más pudientes pero pidiendo un crédito, ni a París a ver “El último tango”. Ni siquiera renuncian al derecho de la mujer a quemar Visa sin el permiso del marido, a abrir su tiendecita, a salir sin que le pellizque el culo un calentorro de la represión que los suyos impusieron; a que su hijo, o el director de su periódico no sea latigado por ser “maricón”, a usar términos no despreciativos como ese, y llevar diálogo más civilizado, menos cafre. Claro que hay un porcentaje de gentes de la derecha en España, y hasta de la extrema, pero también es cierto que le han dicho a su partido: “con esos cabestros y sus modos y sus atrasos, ya no vamos a ninguna parte, nos perdemos, nos desvelamos pero que completamente…”.

El chantaje emocional

Dicho esto, con la alegría porque vayamos evolucionando poco a poco, y pasado el día de gloria de ver al SOE y a los demás de la élite política, celebrar el engañarnos otra vez, debemos ponernos serios porque esto es un suma y sigue de chantaje emocional y de chantaje de cualquier tipo.

Tenemos dos años por delante para lograr meter en razón, actuar, no dejarnos otra vez llevar. Porque es un suma y sigue asqueroso. Ya ha comenzado el latazo infinito, con acoso y derribo de quien logrará formar gobierno: el PSOE, naturalmente, Ya ha comenzado el asco de cargar las tintas con una realidad que no toleran los que han perdido: que España es plurinacional y que los votantes lo han explicado claramente. Cuentan pues existen; existen, luego cuentan. Y para ello no tienen que pedir permiso a ningún otro, ni ningún otro va a acabar con esta realidad machacando al prójimo ni mareándonos.

Se avanzará, sí, por la vía del reconocimiento de los derechos de los pueblos, republicanos, por cierto. Además, se pactará con ellos mal que pese al rey de bastos que tan mal aconsejado estuvo (¿o es que él es así?) cuando el referéndum catalán, y salió con esas formas nada conciliadoras, bien poco a la altura de los que dicen que la monarquía preserva la convivencia.

También si fueran listas, las “gentes” del gobierno avanzarían por la vía social: lo pendiente, los derechos humanos de los más vulnerables y entre ellos, los jóvenes. Ya es hora de que se abra la ventanilla única de la no discriminación de nadie, de los que no tengan familia facha o gente de partidos que le dan las pistas y las indicaciones necesarias para beneficiarse de nuevas ayudas, pisos de protección, dónde pedir trabajo y lograrlo, cómo conducirse en los abusos. No todos estamos en el pacto del 78 y no nos vamos a seguir jodiendo.

Las ayudas y las vías necesarias para estar, pues somos, no pueden seguir por más tiempo al albur del que tengas un cuñao que es un enterao, que se ha enterao en la Administración, etc. de cómo solicitar las ayudas que deben abrirse con urgencia, de cómo tener un techo, de qué pasos burocráticos deben dar para que se sitúen los nuestros dentro de su país como cualquiera.

Sí, hace falta una ventanilla única que tramite los trámites, que ayude, que sea transparente, que todos nos enteremos. Igual en todas y cada una de las carencias y dificultades que existen, con seguimiento y acción pues ni siquiera basta con que llamemos al 061; siguen las muertes y tanto abuso, sigue también el abuso del patrón, siguen las cosas muy mal.

Se ha de acabar la diversión

Los compadreos con la derecha de crímenes a la espalda no fueron cosa de que los podemitas se echaran sus risas en la cafetería del Congreso con los de VOX, que también, y muy mal… Comenzaron antes, como demuestran las celebraciones de los cumples de la Constitución (tan mal parida que es un saco de interpretaciones según convenga), tomando sindicatos y partidos su piscolabis con Martín Villa, el de los asesinatos de Vitoria, que él reconoce en su libro “Al servicio del Estado”. No son de ahora. Son del régimen del 78 con el rey a la cabeza. Y esos compadreos los paga el PP queriendo quitar una calle ahora a Marcelino Camacho que, de cuerpo presente, su familia consintió que se le persignara el rey delante del féretro. Muy espíritu de la Transición.

Sí, todos esos pactos han valido para que los mal agradecidos de la derechona sigan el acoso y viendo comunistas por todas partes a los que rematar. No pararán.

Y han servido tan solo para alargar la vida de la monarquía borbónica heredera de Franco, y para vender país y para rebajar derechos. Y para que un buen número de españoles que no son del OPUS ni del PCE ni pesebristas del SOE, ni tienen por qué serlo, no hayan tenido en su vida una buena colocación. Han sido los inmiscuidos en el Pacto de la Transición, en el 78, corresponsables y cómplices de a donde hemos llegado. Han sido un tapón enorme para el avance de la clase obrera y de nuestro futuro: jóvenes y niños. Lo son. Y ya basta. La perversión contaminante del régimen es tal, que estoy convencida, segura, de que muchos bien intencionados no se dan cuenta de su propia transformación, que están convencidos de que tienen una mayor misión buena, aunque no sepan cual, que dicta el Partido, más sabio, como un dios; de que no se trata solo de un engaño del fascismo patrio y del Sistema USA, en pinza, y de una venta del alma, de la ideología, de, a estas alturas, un dejar atrás a tanta gente… Un hipotecarnos. Un dejarnos en otras cunetas tras el pasado heroico que protagonizaron, y pese a que tantos de los suyos, de los nuestros, siguen en esas cunetas físicas. Lo hicieran en buena intención, hoy deben rectificar, optar, sobrevivir por la única senda: estar con las bases, salir del clientelismo, no pensar tan solo en plan secta en los que comulgan con lo indigesto que proponen los turnistas, los de la Restauración borbónica. Sí, es hora de optar.

Se han colocado y recolocado. Han mejorado su status y los miles de gentes sin esas vías de acceso y tragaderas, están en la calle, malamente viviendo, yendo para atrás. Nadie de los de arriba les-nos representa ya. Salvo las excepciones de los partidos nacionalistas a los nacionalistas. Nadie.

Las subvenciones capadoras de la razón y que crean zombis obedientes; la ley de la omertá, el silencio clamoroso y el despiste y la displicencia hacia los que ya no ven salidas en las militancias clásicas, deben ser abolidos. Y en su lugar, reflexionar sobre lo que de verdad pasa y por qué la gente se les aleja, por qué se acaba la paciencia y cuál es de verdad el margen de maniobra. Deben volver al pueblo. Muchos, lo esperamos. Para volver a ellos y sumar unidad y preparar un futuro fuera de la falsedad, el cinismo, la complacencia con el mal radical.

Las celebraciones del sí a la guerra, los paseos del de Ucrania, el maltrato al saharaui, la subida de los precios y en particular de la energía por enemistades con Rusia, con Argelia, que no estaban cual cheque en blanco aprobadas ni son queridas por una mayoría de españoles y que no se pueden seguir avalando, con lo que tantos han roto ya completamente, estas cosas, deben acabar.

En estos últimos comicios no ha habido ya programa, solo circo. Y no sabemos si en lugar de atender a las necesidades y servicios mínimos que toda política ha de contemplar, no se terminará por topar con lo contrario. La duda es legítima porque gato escaldado huye hasta del agua fría. Y no han hecho lo debido ni siquiera cuando decían cínicamente tras las elecciones esta clase política: “hemos tomado nota”. Y se pasaron la nota por las narices.

Puede que, en lugar de hacer verdadera política, quién sabe, aprovecharán este tiempo de acoso derechoso para rebajar aún más los derechos sociales, privatizar pensiones, lo que quede y les manden desde Bruselas; seguir vendiendo este país como han hecho, al menos en la misma proporción, los fachas. Yo creo que los fachas, más, pero que los falsos de izquierda no le han ido a la zaga. Y, bueno, puede que obedezcan como carneros a Bruselas y los inventos infernales tipo FMI para hundirnos un poco más en el lodazal disimuladamente, con guantes de seda. Lobos con piel de cordero. Y así afiancen más sus puestos de forrarse futuros que ya les están limpiando para que tomen posesión los de las puertas giratorias.

Es así. Es una pena y tenemos que despertar. Tanto Pedro como Yolanda son el mismo sonriente perfil del Sistema, hasta que demuestren lo contrario con acciones contundentes, solucionadoras, que permitan vivir a los ciudadanos como ellos aceptarían para sí y los suyos como vida digna, mínimamente digna siquiera. La democracia, su concepto, exige gobernar para el pueblo y todos los que conforman ese pueblo, emigrantes incluidos, por supuesto. Pero incluidos con dignidad desde su llegada, no en esos campos de concentración que son los CIEs.

De momento: Son clase política aparte de las necesidades ciudadanas más elementales, que arrancan algo por los márgenes convenientes al Sistema para aplacar a las fieras domadas, echarles algún regalito, justificarse, y que dejan a cambio cien pelos esenciales de todos en la gatera. Son aquello que no molesta al poder real, como lo han sido otros anteriormente, desde el 78. ¿Algunas concesiones, avances? Sí, sobre todo del paro y la pobreza que avanzan barbaridad. Y si no lo ven es que solo ven a su clientela que no es lo mismo que sus votantes, que de momento tienen, pero que el chollo va acabando porque la gente no es tonta y en las municipales y autonómicas hubo síntomas…

De este pasado periodo inmediato se constata, de añadidura, que los anarquistas más valen para hacerla del todo, de una vez: una tierra en paz y fraternal que merezca la pena, o bien para seguir imaginando positivamente ésta, manifestándose en los ríos y naturaleza, y dotándonos a los humanos de ideas, que las tienen muy geniales porque son muy leídos en su mayoría. Pero pa gobernar con los otros que lía el Sistema, no sirven. Como poco y pensando bien y que no se hayan rendido, se las han colado por todas partes. Es que acordándonos de la Peli “Tierra y Libertad”, la discusión sobre las formas de proceder, está claro que sigue en pie. Aunque los espías británicos nos pintaran mal, muy mal, el escenario. Dar carta de naturaleza a los piratas, es mal papel.

Así las cosas, el pueblo tenemos que tener claro que los que accedan ahora a las poltronas van a seguir sin resolvernos lo esencial, si no se lo exigimos. Si no despertamos. Y que van a seguir como buenos hijos del Régimen, chantajeándonos emocionalmente. Si se lo consentimos. Primero que si el lobo, ahora que el lobo sigue ahí y va a acosar, luego que otras elecciones. ¿Cuándo se nos permite que se les exija algo? Nunca. Nos limitamos a ser los leones tontos domados de un circo y, a placer, el domador nos mueve mientras los que se saben los circuitos del vivir bien, o ya han adquirido el nivel de clase media o simplemente pudieran haber perdido las pelitas de las subvencioncitas y los premios y demás, aplauden a rabiar y celebran la victoria y hasta hacen improvisadas loas al líder y a la lideresa de “la izquierda”. ¡Mira qué bien! Es absolutamente agotador, aburrido, una mala pesadilla que se repite una y otra vez.

El Sistema, mientras, programa su próxima revolución de échate a temblar, está en fiebre siempre de ideas de esas que terminan crujiéndonos. Es un capitalismo malo, egocéntrico que tiene en la recámara al vende peines optimista y al pesimista, al teórico del fin de la historia y al de siga la guasa, todos con sus grandes másteres en grandes universidades norteamericanas donde les enseñan a manipularnos. En fin, en el próximo artículo intentaré explicar por dónde trabajan. Sería increíblemente gracioso si no fuera trágico. Lo importante es ir creando transformación, no acotarnos ni acogotarnos.

*Enriqueta de la Cruz es periodista, analista política y económica; escritora, autora de las novelas “Despertando a Lenin”, “El testamento de la Liga Santa”, “Nada es lo que parece”, “Memoria Vigilada”, “El amor es de Izquierda” y de los ensayos: “César Navarro, vida y testimonio de un Francmasón. El hombre enamorado de la Libertad” y “Tiempos de Plomo y Ceniza”.



Federación de Republicanos (RPS)




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