OPINI脫N de Samuel Schmidt
Siendo director del Centro de Estudios Interamericanos y Fronterizos de la Universidad de Texas en El Paso fui convocado a una audiencia en el comit茅 encargado de acoso y discriminaci贸n. Me informaron que ten铆a una demanda por acoso sexual presentada por mi asistente Teresa.
La demanda dec铆a que le indique a mi colaboradora que atendiera al senador Porfirio Mu帽oz Ledo, lo que era correcto, al terminar la visita ella lo fue a dejar al hotel, 茅l la invit贸 a tomar una copa y en el bar le dijo que la virginidad produce c谩ncer y la invitaba a su habitaci贸n para vacunarla. Nunca le indique a Teresa ni a nadie que acepte invitaciones a copas, aunque era adulta y libre de hacer con su tiempo libre lo que se le antoje. Me exigieron que le reclamara al senador, pero cambiaron de opini贸n al indicarles que era presidente del PRD.
James y Edna Wilkie me invitaron a su casa en Los 脕ngeles a participar en las sesiones de historia oral que realizaban con Mu帽oz Ledo porque, dijeron, que yo conozco el siglo XX mejor que ellos que son destacados historiadores; cuando llegue al incidente de Nayarit donde Mu帽oz Ledo negoci贸 intercambiar el triunfo electoral para gobernador del Partido Popular Socialista (PPS= Pocos Pero Serviles) a cambio de una senadur铆a para el l铆der del partido, Porfirio se molest贸 y se neg贸 a abordar el tema. Ese evento, central en la historia pol铆tica de Porfirio y del pa铆s fue omitido del libro publicado por los Wilkie (Porfirio Mu帽oz Ledo. Historia oral: 1933-1988. Debate 2017). Nayarit mostraba a un Porfirio profundamente anti-democr谩tico.
Me adelanto a la cr铆tica de los que piensan que de los muertos se deben decir cosas buenas aunque no lo hayan sido, pero si caso existe, la regla no debe aplic谩rsele a un pol铆tico.
Porfirio en los 1960s ya estaba en las alturas de la pol铆tica nacional. Como secretario general del IMSS da un discurso aline谩ndose con las pol铆ticas represivas de D铆az Ordaz, sacando la casta a favor de las peores posturas asesinas del r茅gimen priista.
Tal vez por eso como embajador ante la ONU y pasado de copas le saca la pistola a un ciudadano, ¿qu茅 hac铆a un embajador armado en las calles de Nueva York?
Nadie puede negar la cultura, conocimiento de lenguas y habilidades ret贸ricas de Porfirio a quien mi amigo historiador Pedro Siller le dec铆a Perfidio. Pero es una exageraci贸n sostener que Porfirio fue un factor central para la democratizaci贸n del pa铆s, pienso que fue justamente lo contrario.
Porfirio fue un elemento notable en el camaleonismo pol铆tico. Oportunistamente brinc贸 entre partidos y sirvi贸 a gobiernos aparentemente antit茅ticos con los principios ideol贸gicos que dijo defender. Parecer铆a refrendar la tesis que dice: 茅stos son principios pero si no te gustan tengo otros.
Sale del PRI con C谩rdenas no por convicci贸n ideol贸gica sino cuando entienden que no pueden derrotar a los neoliberales y que sus carreras pol铆ticas se acercan al final, ego铆stamente se lanzan a defender sus magros espacios de poder, que nunca se anclan en las masas.
Brinca del PRI al PARM que era pariente cercano, y de ah铆 hace una maroma para brincar al PAN soportando a un gobierno corrupto.
Llega a Morena que le construye posiciones con dudosa contribuci贸n para el avance democr谩tico del pa铆s. Porfirio no pelea en la lisa electoral as铆 que lo hacen diputado plurinominal sin haber cumplido un papel central para los triunfos electorales del partido. Sospecho que muchos de esos pasos suceden con el af谩n de como vulgarmente se dice no perder la chuleta. Eso se sugiere cuando se neg贸 a abandonar una comisi贸n legislativa al haber fenecido la legislatura, o con su berrinche cuando MORENA se niega a reelegirlo (plurinominal) en la c谩mara de diputados, o a que AMLO lo nombre embajador; de ser el gran apoyador de L贸pez Obrador brinca de nuevo para alinearse con la derecha con su discurso vitri贸lico en contra del presidente.
Reconocer el papel de Porfirio en el devenir pol铆tico nacional va m谩s all谩 de destacar sus m茅ritos intelectuales, que hubiera sabido franc茅s no compensa que inaugurara las concertacesiones de posiciones electorales, o que pusiera su intelecto al servicio del mejor postor.
Porfirio no fue un hombre de ideas aunque conoc铆a a los autores de las grandes nociones ideol贸gicas y fue un ejemplo p茅simo de la forma como se puede degradar la pol铆tica para satisfacer apetitos individuales.