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Advierten de una catástrofe en las zonas ocupadas por Turquía

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El activista de derechos humanos Shaheen Lali explicó que Turquía trabajó en su llamado proyecto de "zona segura" con el pretexto de proteger la seguridad nacional turca, pero quedó claro que todos estos pretextos eran falsos después de la ocupación de muchas ciudades como Afrin, Serêkaniyê/ Tal Abyed y Girê Spî/ Ras al-Ain, y se cometieron los primeros crímenes, que son la agresión y la ocupación que son punibles por el derecho internacional”.

Desde 2016, Turquía ha ocupado varias regiones de Siria (Jarabulus, al-Bab, Azaz, Afrin, Idlib, Serêkaniyê y Tal Abyad), tras cometer decenas de masacres contra su población indígena, a la que se impuso el idioma y la moneda turca. Estas áreas también son testigos de enfrentamientos diarios entre sus mercenarios, además de secuestros, saqueos y violaciones cometidas contra sus residentes, y el asentamiento de extraños allí.

Shaheen Lali subrayó que el silencio de las fuerzas internacionales sobre la ocupación de las regiones sirias por parte de Turquía la animó a seguir adelante con la comisión de otros crímenes de guerra como el cambio demográfico, el desplazamiento forzado, el saqueo, la apropiación de bienes públicos y privados y el contrabando de antigüedades.

La ocupación turca ha pasado por alto los protocolos de Ginebra y sus hermanos

Lali dijo: “Turquía, a través de grupos terroristas mercenarios, todavía practica los crímenes más atroces, por lo que la tasa de crímenes en esas áreas, en comparación con otras regiones, es la más alta”.

Shaheen consideró que se están cometiendo delitos contra los indígenas que se quedaron en sus ciudades, con el objetivo de desplazarlos y albergar familias mercenarias en su lugar, en el marco de su política de cambio demográfico.

Shaheen también consideró que todo esto presagia una catástrofe. Como resultado de la preparación para el surgimiento de una generación experimentada en la delincuencia por reincidencia que viola los principios de los derechos humanos proclamados en 1948, así como la Carta de las Naciones Unidas y los Convenios de Ginebra con sus tres protocolos, que obligan a los poderes para proteger a los civiles en guerras y crisis.

Shaheen consideró que la forma legal de reducir estos crímenes cometidos contra los pueblos indígenas en los territorios ocupados es trabajar en la elaboración de informes transparentes y presentarlos a los organismos de derechos humanos, lejos de los informes que prepara el lobby turco para influir en la opinión pública mundial y embellecer la imagen de la ocupación turca.

Shaheen también cree que tal paso puede abrir el camino para presionar a Turquía y allanar el camino para que los perpetradores de los crímenes, incluidos los funcionarios y jefes de sus grupos mercenarios, cumplan ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional.

Actividades tanto internas como externas

En cuanto al motivo del continuo silencio de las partes interesadas, Shaheen dijo: “Esas organizaciones, a través de la intersección de intereses entre ellos y Turquía, no movieron un dedo y no cumplen con su deber hacia los civiles en las áreas ocupadas, y limitar las violaciones llevadas a cabo por Turquía, especialmente el tema de los bombardeos indiscriminados con drones. El asunto es el que genera preocupación por el continuo silencio de las organizaciones internacionales y de derechos humanos, con la excepción de una serie de informes rígidos sin aplicar las leyes”.

Señaló que las actividades y eventos organizados internamente que se basan en condenar tales prácticas por parte del estado de ocupación turco deben continuar, y en el extranjero, los activistas de derechos humanos de la región y los que viven en países europeos deben trabajar para plantear estos temas, además de trabajar y coordinarse con las partes interesadas para hacer oír la voz de estos civiles. Las autoridades que toman decisiones, como las Naciones Unidas, forman un tribunal penal para aceptar estos archivos y comenzar a responsabilizar a los perpetradores.

Es de destacar que las regiones sirias ocupadas en el norte de Siria han sido testigos de violentos enfrentamientos entre grupos mercenarios afiliados al ejército de ocupación turco durante días, en medio de la continuación de varios crímenes contra los pueblos indígenas de estas regiones.

ANHA


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