
En la madrugada del 5 de agosto de 1939, una saca estremec铆a la c谩rcel de Ventas: 13 j贸venes, cuyo 煤nico delito hab铆a sido pertenecer a la JSU y al PCE en su mayor铆a y luchar por sus ideales de justicia y libertad, eran conducidas a un cami贸n para llegar a la tapia del cementerio del este y ser fusiladas. Cuando llegaron ya hab铆an fusilado a sus compa帽eros, 43 hombres con el mismo delito imputado, pertenecer a las JSU y el PCE y su lucha contra la represi贸n. Ninguna era mayor de 21 a帽os, excepto Blanca.
Carmen Barrero Aguado (20 a帽os, modista). Trabajaba desde los 12 a帽os, tras la muerte de su padre, para ayudar a mantener a su familia, que contaba con 8 hermanos m谩s, 4 menores que ella. Militante del PCE, tras la guerra, fue la responsable femenina del partido en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Martina Barroso Garc铆a (24 a帽os, modista). Al acabar la guerra empez贸 a participar en la organizaci贸n de las JSU de Chamart铆n. Iba al abandonado frente de la Ciudad Universitaria a buscar armas y municiones (lo que estaba prohibido). Se conservan algunas de las cartas originales que escribi贸 a su novio y a su familia desde la prisi贸n.
Blanca Brisac V谩zquez (29 a帽os, pianista). La mayor de las trece. Ten铆a un hijo. No ten铆a ninguna militancia pol铆tica. Era cat贸lica y votante de derechas. Fue detenida por relacionarse con un m煤sico perteneciente al Partido Comunista. Escribi贸 una carta a su hijo la madrugada del 5 de agosto de 1939, que le fue entregada por su familia (todos de derechas) 16 a帽os despu茅s. La carta a煤n se conserva.
Pilar Bueno Ib谩帽ez (27 a帽os, modista). Al iniciarse la guerra se afili贸 al PCE y trabaj贸 como voluntaria en las casas-cuna (donde se recog铆a a hu茅rfanos y a hijos de milicianos que iban al frente). Fue nombrada secretaria de organizaci贸n del radio Norte. Al acabar la guerra se encarg贸 de la reorganizaci贸n del PCE en ocho sectores de Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Julia Conesa Conesa (19 a帽os, modista). Nacida en Oviedo. Viv铆a en Madrid con su madre y sus dos hermanas. Se afili贸 a las JSU por las instalaciones deportivas que presentaban a finales de 1937 donde se ocup贸 de la monitorizaci贸n de estas. Pronto se emple贸 como cobradora de tranv铆as, ya que su familia necesitaba dinero, y dej贸 el contacto con las JSU. Fue detenida en mayo de 1939 siendo denunciada por un compa帽ero de su "novio". La detuvieron cosiendo en su casa.
Adelina Garc铆a Casillas (19 a帽os, activista). Militante de las JSU. Hija de un guardia civil. Le mandaron una carta a su casa afirmando que s贸lo quer铆an hacerle un interrogatorio ordinario. Se present贸 de manera voluntaria, pero no regres贸 a su casa. Ingres贸 en prisi贸n el 18 de mayo de 1939.
Elena Gil Olaya (20 a帽os, activista). Ingres贸 en las JSU en 1937. Al acabar la guerra comenz贸 a trabajar en el grupo de Chamart铆n.
Virtudes Gonz谩lez Garc铆a (18 a帽os, modista). Amiga de Mar铆a del Carmen Cuesta (15 a帽os, perteneciente a las JSU y superviviente de la prisi贸n de Ventas). En 1936 se afili贸 a las JSU, donde conoci贸 a Vicente Ollero, que termin贸 siendo su novio. Fue detenida el 16 de mayo de 1939 denunciada por un compa帽ero suyo bajo tortura.
Ana L贸pez Gallego (21 a帽os, modista). Militante de las JSU. Fue secretaria del radio de Chamart铆n durante la Guerra. Su novio, que tambi茅n era comunista, le propuso irse a Francia, pero ella decidi贸 quedarse con sus tres hermanos menores en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo, pero no fue llevada a la c谩rcel de Ventas hasta el 6 de junio. Se cuenta que no muri贸 en la primera descarga y que pregunt贸 "¿Es que a m铆 no me matan?".
Joaquina L贸pez Laffite (23 a帽os, secretaria). En septiembre de 1936 se afili贸 a las JSU. Se le encomend贸 la secretar铆a femenina del Comit茅 Provincial clandestino. Fue denunciada por Severino Rodr铆guez (n煤mero dos en las JSU). La detuvieron el 18 de abril de 1939 en su casa, junto a sus hermanos. La llevaron a un chalet. La acusaron de ser comunista, pero ignoraban el cargo que ostentaba. Joaquina reconoci贸 su militancia durante la guerra, pero no la actual. No fue conducida a Ventas hasta el 3 de junio, a pesar de ser de las primeras detenidas.
Dionisia Manzanero Salas (20 a帽os, modista). Se afili贸 al Partido Comunista en abril de 1938 despu茅s de que un ob煤s matara a su hermana y a unos chicos que jugaban en un descampado. Al acabar la guerra fue el enlace entre los dirigentes comunistas en Madrid. Fue detenida el 16 de mayo de 1939.
Victoria Mu帽oz Garc铆a (18 a帽os, activista). Se afili贸 con 15 a帽os a las JSU. Pertenec铆a al grupo de Chamart铆n. Era la hermana de Gregorio Mu帽oz, responsable militar del grupo del sector de Chamartin de la Rosa. Lleg贸 a Ventas el 6 de junio de 1939.
Luisa Rodr铆guez de la Fuente (18 a帽os, sastre). Entr贸 en las JSU en 1937 sin ocupar ning煤n cargo. Le propusieron crear un grupo, pero no hab铆a convencido aun a nadie m谩s que a su primo cuando la detuvieron. Reconoci贸 su militancia durante la guerra, pero no la actual. En abril la trasladaron a Ventas, siendo la primera de las Trece Rosas en entrar en la prisi贸n.El acto tendr谩 lugar el pr贸ximo s谩bado 5 de Agosto en el Cementerio de la Almudena en la puerta de O´donell, antigua tapia del cementerio del este lugar donde fueron fusiladas.

C贸mo duele Madrid esta noche, como lloran las estrellas
C贸mo la lluvia se hace sangre, en la prisi贸n de las Ventas
C贸mo en la tapia del cementerio las balas dejan su huella
C贸mo los actos de venganza hacen la noche m谩s espesa
Ya no se puede su aroma cortar...porque los p茅talos besaron el viento
Ya no se puede su lucha olvidar...porque sus nombres recorren el tiempo
C贸mo muere Madrid estos a帽os enterrada en el olvido
C贸mo hubo que tragar ocultando lo vivido
C贸mo jugaban a cazadores Franco y sus asesinos
C贸mo un cami贸n "destartalao" las llev贸 a su destino
Ya no se puede su aroma cortar...porque los p茅talos besaron el viento
Ya no se puede su lucha olvidar...porque sus nombres recorren el tiempo
S贸lo se escuchaban respiraciones aceleradas
y el caminar marcial de quienes las custodiaban
Ruido met谩lico de fusiles y correajes
y el coraz贸n desbocado desde el pecho hasta las sienes
Orden de detenerse y de repente darse cuenta
que ya no hay abrazo de despedida
Morir谩n solas, a escasa distancia de las fosas que las van a cobijar
Ya no se puede su aroma cortar...porque los p茅talos besaron el viento
Ya no se puede su lucha olvidar...porque sus nombres recorren el tiempo
Ya no se puede su aroma cortar...porque los p茅talos besaron el viento
Ya no se puede su lucha olvidar...porque sus nombres recorren el tiempo