OPINI脫N de Miguel Guerrero. El Caribe
En el 2016, los espa帽oles crearon una comisi贸n para emprender cuarenta a帽os despu茅s lo que nosotros no hemos siquiera intentado cinco d茅cadas y media despu茅s de la tiran铆a: eliminar todo vestigio del franquismo. Tras la muerte de Franco en 1975, se inici贸 all铆 un proceso de transici贸n a la democracia. Pero a煤n quedaban huellas del r茅gimen por toda la geograf铆a espa帽ola, en calles, plazas, pueblos, museos y monumentos, que mantienen viva en la memoria las crueldades de la tiran铆a que sigui贸 a una guerra civil en la que murieron un mill贸n de personas tras el derrocamiento de la segunda Rep煤blica. La eliminaci贸n de esa herencia franquista aspiraba a cerrar en la memoria espa帽ola una de sus etapas m谩s oscuras.
Han transcurrido m谩s de seis d茅cadas de la muerte de Trujillo y muchas huellas de esa f茅rrea etapa siguen vivas en distintos aspectos de la vida nacional. Es cierto que se derrumbaron sus estatuas y bustos de plazas y avenidas, se proscribieron las actividades que tiendan a exaltarlo, se exili贸 a sus familiares m谩s cercanos, se confiscaron muchos de sus bienes, no todos, y la capital recobr贸 su nombre original. Pero con el tiempo, la transici贸n que se engendr贸 dentro del mismo r茅gimen lo perpetu贸 y sus herederos, parapetados detr谩s de nuevos disfraces, lograron hacer del autoritarismo que lo caracteriz贸 un legado a la posteridad.Los verdugos y los intelectuales que hicieron posible a Trujillo se insertaron en el nuevo r茅gimen, sobreviviendo con 茅xito a los avatares de esa herencia terrible de muerte y corrupci贸n. Y al igual que ocurri贸 en Espa帽a nuestras ciudades siguen con plazas y calles que honran a ciudadanos cuyos 煤nicos m茅ritos, en muchos casos, fueron servir lealmente a Trujillo.
Tal vez necesitemos del exorcismo que ser铆a iniciar el desmonte definitivo de ese vergonzoso legado, para as铆, por lo menos, compensar el imperdonable error de no haberle hecho justicia a los miles de muertos de la tiran铆a.
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