El pintor y escultor es autor de conocidos murales como el de la estación de Chamartín en Madrid, el Paseo de Cieza o la Asamblea Regional en Cartagena
El pintor y escultor ciezano José Lucas, autor de conocidos murales como el de la madrileña estación de ferrocarriles de Chamartín, ha muerto este lunes en Madrid a los 77 años, informa EFE citando fuentes próximas al artista.
José Lucas sufrió una caída hace unos días que le provocó problemas respiratorios graves “que no ha podido superar”, ha informado el Ayuntamiento de Cieza (Murcia), su ciudad natal.
Nacido en 1945, Lucas desarrolló gran parte de su carrera artística en Madrid, donde destacó en el panorama artístico de la década de los 70 y creó una de sus obras más emblemáticas: los murales de la estación de Chamartín.
Formado en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia y en el Círculo de Bellas Artes y la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, contactó con el expresionismo abstracto en una estancia en Alemania, que completó con su relación con expresionistas españoles como Luis García-Ochoa y Francisco Mateos.
Entre su obra pictórica figuran “Arquitectura del humo” y “Minotauro” y en la escultórica “Viento y Luna” y “Carroza Marte”, pero su mayor reconocimiento lo encontró en los murales como el del Paseo de Cieza, la Asamblea Regional de Murcia, las estaciones de Renfe de Murcia y Chamartín (Madrid), y la factoría de El Pozo en Alhama de Murcia.
José Lucas obtuvo varios premios nacionales de pintura como el de Cartagena (1975), Ávila (1976) y Murcia (1977).
Se inició en el mundo artístico a los 11 años, recibiendo las primeras clases de dibujo del escultor Juan Solano en la academia local de su pueblo. Continuó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia y desde 1969 fijó su residencia en Madrid, matriculándose en el Círculo de Bellas Artes y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Trabó amistad con los principales pintores, escritores y poetas del momento. Durante un año residió como becario en Alemania, donde entró en contacto directo con el expresionismo abstracto, cuyas enseñanzas, junto a las de expresionistas españoles como Luis García-Ochoa Ibáñez y Francisco Mateos, tanto han repercutido en su obra. Ha recibido numerosos premios de pintura y realizado un número importante de exposiciones, así como diversos murales monumentales. Sus obras parten de un planteamiento personal y libre y se caracterizan por estar realizadas con un trazo enérgico y rotundo y por utilizar una paleta de violentos colores y técnicas de gran variedad (collage, óleo, dibujo, técnica mixta). Ha realizado la portada del libro Historia del eremita, de su paisano Miguel Espinosa.