La ministra de Sanidad, Mónica García (d), y la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, presentan este miércoles en Madrid el balance de actividad de donación y trasplantes de 2023. EFE/ Mariscal
Son 32 años seguidos en los que España se ha mantenido como líder mundial en trasplantes.
Hasta 2.346 personas dieron uno de sus órganos tras fallecer (un 7 % más), a las que se sumaron las 435 personas que donaron en vida (433 un riñón y 2 parte de su hígado), lo que arroja una tasa de 48,9 donantes por millón de población (p.m.p), según el balance de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) presentado este miércoles.
El ascenso se dio en todos los tipos de trasplantes, el más elevado, en los intestinales, de los que se registraron 7, un 75 % más; un 15 % los pulmonares (479); un 9 % los hepáticos (1.262) y los de páncreas (100); un 8 % los renales (3.688), y un 5 % los cardíacos (325).
Dentro de ellos, y con un total de 433 procedimientos, el 12 % del total de trasplantes renales, los de donante vivo subieron un 24 %; tanto los de riñón como los hepáticos y pulmonares llegaron a sus cifras máximas.
En total, 5.861 trasplantes de órganos el pasado año, lo que eleva la tasa p.m.p a 122,1; tras los últimos años de recuperación de la pandemia de covid -cuando las subidas se frenaron, aunque sin perder nunca el primer puesto mundial- España rebasa así la cifra histórica que ya alcanzó en 2019, cuando fue de 114.
Unas cifras que son “reflejo de la solidaridad” de los españoles pero que necesitan también profundizar en las historias personales que hay detrás de cada una de ellas, ha resaltado la ministra de Sanidad, Mónica García, en una rueda de prensa conjunta con la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil.
La ONT ha logrado superar su objetivo de 5.500 trasplantes anuales y roza el de 50 donantes p.m.p, aunque en términos brutos sí que ha alcanzado su máximo histórico y continúa liderando el podio mundial, por encima de Estados Unidos (44,5); Francia (25,8); Italia (25); Canadá (21,4); Reino Unido (20,6); Australia (17,4); Alemania (10,4) y la UE (20,9).
En ello ha tenido mucho que ver “el gran revulsivo”, en palabras de Domínguez-Gil, de la donación en asistolia: los 1.050 donantes (un 15 % más que en 2022) que dieron uno de sus órganos en ausencia de latido representaron el 45 % del total.
Además, esta intervención se consolida como multiorgánica, gracias a la generalización en los hospitales españoles de un complejo procedimiento de preservación de órganos basado en dispositivos de circulación extracorpórea (ECMO).
De esta forma, se efectuaron 1.488 trasplantes renales, 474 hepáticos, 195 pulmonares, 58 cardíacos y 31 pancreáticos, a los que hay que sumar otro intestinal realizado por el Hospital Universitario La Paz, todo lo cual vuelve a situar a España como el único país del mundo que trasplanta todo tipo de órganos de donantes en asistolia.
El perfil del donante español se mantiene similar al de años anteriores: más de la mitad (56,8 %) superaba los 60 años, el 30 % los 70 y un 5 % los 80. El donante más longevo registrado en 2023 tenía 92 años.
La causa de muerte más común fue de carácter cardiovascular, mientras que los accidentes de tráfico solo representaron el 4,2 %.
En 2023 también se normalizó el trasplante de órganos de donantes con PCR positiva para SARS-CoV-2, de los que se han contabilizado 341 entre diciembre de 2020 hasta finales de 2023.
La directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil (d) y la ministra de Sanidad, Mónica García (i), presentan este miércoles en Madrid el balance de actividad de donación y trasplantes de 2023. EFE/ Mariscal
No obstante, 10 comunidades superaron el objetivo de 50 donantes p.m.p, y 3 rebasaron los 70, con Cantabria en cabeza al alcanzar una tasa de 74,1, “una tasa imposible de pensar en otros países del mundo”, seguida de Navarra (71,6) y Murcia (71).
Entre las autonomías con más de 5 millones de habitantes, destaca la actividad registrada en la Comunidad Valenciana (52,6) y en Andalucía (51,5), aunque las que más crecieron en donación fueron Murcia, con un 49 % más; Madrid (24 %) y Castilla-La Mancha (22 %).
Mientras, los trasplantes realizados gracias al intercambio de órganos entre autonomías fueron 1.304, lo que supone un 23 % del total; el 7 % de los receptores han sido trasplantados en un centro fuera de su comunidad de residencia.
El balance de la ONT también recoge las cifras de los solicitantes de la prestación de ayuda para morir que expresaron su voluntad de ser donantes: Desde que entrara en vigor la ley de eutanasia en junio de 2021 y hasta el 31 de diciembre de 2023, 90 de estas personas han dado uno de sus órganos, posibilitando el trasplante de 249 pacientes.
Además, 314 personas se trasplantaron en urgencia cero y 190 niños recibieron el órgano que esperaban; también se pudieron trasplantar 153 pacientes renales hiperinmunizados (para los que resulta muy complicado encontrar un donante compatible), gracias al programa PATHI.
Se mantuvo el número de pacientes en lista de espera, 4.790 hasta el último día de 2023, una cifra similar a la de 2022 (4.746). De ellos, 75 eran niños.
Reducirla es prácticamente imposible, ha admitido Beatriz Domínguez-Gil, entre otras cosas porque con una población cada vez más envejecida, las necesidades y la actividad de trasplantes van en aumento; por eso, la ONT no se marca tanto un objetivo de reducción de pacientes como del tiempo, algo que sí se ha conseguido.
Por último, en 2023 se incorporaron al Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo) 23.686 nuevos donantes, con lo que llegaron a 484.175 inscritos, un 8 % más que en 2022.
EFE/Yolanda DeLong
